Need for Speed: Payback, an¨¢lisis

Han trascurrido cerca de dos a?os desde que la joven compa?¨ªa de Electronic Arts reiniciara una de las marcas de conducci¨®n por antonomasia. Need for Speed ha vivido en los ¨²ltimos tiempos envuelta bajo criterios diferentes. Desde la competici¨®n seria con Shift, pasando por la excelente mano de Criterion Games en Most Wanted 2012 y Hot Pursuit, hasta la vuelta del mundo del Tuning junto a Ghost Games, padres de la entrega que tenemos hoy entre manos.

Para los seguidores de la franquicia, Need for Speed 2015 tuvo los destellos de calidad de la que una vez fue la reina de la conducci¨®n arcade, aunque todav¨ªa quedaba mucho margen de mejora. Con Payback, el estudio sigue construyendo sobre dicha base en lo jugable, tomando los par¨¢metros del mundo abierto y todas las caracter¨ªsticas a las que estamos acostumbrados. Como no, todo ello con el envoltorio de una producci¨®n de Hollywood: descargas de adrenalina a trescientos por hora al son de la m¨²sica.

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La Casa siempre gana

Need For Speed: Payback nos sumerge en una historia de ladrones y traiciones con el mundo del autom¨®vil como tel¨®n de fondo. En esta ocasi¨®n, un tr¨ªo de protagonistas ser¨¢n los encargados de avanzar en el desarrollo argumental. En primer lugar se encuentra Tyler ¡®Ty¡¯, quien lleva la mayor carga narrativa de los tres. Experto del volante, el norteamericano est¨¢ considerado uno de los mejores pilotos de la ciudad, criado desde peque?o junto a las bandas callejeras que utilizaban sus b¨®lidos como ¨²nico y principal pasatiempo. Poco despu¨¦s la c¨¢mara se centrar¨¢ en Jessica, ¡®Jess¡¯ para los amigos. Polic¨ªa de vocaci¨®n, al cumplir los diecinueve a?os no se le ocurri¨® otra cosa que tomar prestado un coche patrulla para dar rienda suelta al placer de la conducci¨®n. Sus temeridades terminaron con una trayectoria prometedora, aunque confiesa que desde que conoce la otra cara de la ley no echa de menos su antigua responsabilidad. Hoy en d¨ªa se gana la vida transportando a ladrones de altos vuelos tras dar un golpe.

Por ¨²ltimo tenemos al experto de las horquillas: Sean ¡®Mac¡¯. Su padre le transmiti¨® la pasi¨®n por las cuatro ruedas desde que era un renacuajo. Desde entonces, su vida ha girado en torno a la b¨²squeda por encontrar el lugar preciso para potenciar todas sus habilidades al volante, por lo que acude a Fortune Valley para ser el amo del derrape y de las rutas campo a trav¨¦s. La uni¨®n del tridente es tan fuerte que deciden formar su propia banda con el objetivo de robar a los poderosos sus veh¨ªculos m¨¢s preciados. Es en uno de los golpes de mayor riesgo cuando su contacto, Lina Navarro, les traiciona, delat¨¢ndoles a la policia justo donde transcurre el intercambio. Esto genera una serie de eventos que nos llevar¨¢n seis meses despu¨¦s, con los tres protagonistas desperdigados por todo el valle y dando por disuelta a la banda.

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Bajo este pretexto da comienzo el viaje de venganza del tr¨ªo. Lina result¨® ser la l¨ªder de la banda con mayor influencia en Fortune Valley, llamada La Casa. Tienen en su haber la mayor red de extorsiones del lugar, y poder en pr¨¢cticamente todos los estamentos de la ciudad. La polic¨ªa, c¨®mo no, est¨¢ tambi¨¦n de su parte, as¨ª como los casinos, bancos y las competiciones de carreras ilegales. Es en estas ¨²ltimas donde a¨²n se consideran unos reci¨¦n llegados. Su hoja de ruta pasa por el ama?o de la totalidad de torneos celebrados, repercutiendo as¨ª en el negocio de las apuestas. ?Qu¨¦ mejor que conocer el caballo ganador antes de la primera curva? Es un negocio de ¨¦xito que no deben dejar escapar.

Para conseguir tama?a empresa, fuerza a las bandas de corredores que pueblan las autov¨ªas del valle para entrar en su c¨ªrculo de confianza. Quienes se resisten terminan pagando un alto precio; el resto simplemente se deja encandilar por la billetera. Empezar desde cero e ir escalando progresivamente en este mundo tiene como finalidad alcanzar la carrera de los forajidos, un evento de total importancia para los seguidores de este mundo, el cual re¨²ne a los mejores pilotos en los mejores veh¨ªculos del planeta. La cantidad de d¨®lares que mueve semejante ruta no tiene igual en Fortune Valley, y La Casa quiere introducir sus zarpas para agenciarse la victoria sea como sea.

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Ah¨ª entra en juego nuestro plan maestro, que pasa por tener asiento en dicha carrera. Si arruinamos el ama?o, ser¨¢ tal la cantidad de p¨¦rdidas que la imagen de Lina y de toda su estructura quedar¨¢n manchadas para siempre. Para ello, debemos demostrar nuestro buen hacer a las otras nueve bandas rivales. Derrotar a sus jefes llamar¨¢ la atenci¨®n de los organizadores. El hilo argumental de Need For Speed: Payback es sencillo, una excusa llevada un poco m¨¢s all¨¢ de lo que estamos acostumbrados en la saga. Lo cierto es que la aventura resulta entretenida, directa y dentro de unos est¨¢ndares correctos. Se agradece lo ameno que resulta en algunos tramos.

El trono del barrio

El desarrollo del juego se divide en misiones argumentales y de enfrentamiento contra las bandas rivales. Las primeras tendr¨¢n la mayor carga narrativa, siendo el broche final del capitulo. La mayor parte del tiempo estaremos sumergidos en demostrar nuestra val¨ªa con el resto de tribus automovil¨ªsticas. Cada una se caracteriza por el campo de conducci¨®n que domina. Es decir, unos estar¨¢n especializados en el arte del derrape, mientras que a otros solo les interesar¨¢n los sprints en l¨ªnea recta por alcanzar la mayor velocidad punta. Seg¨²n a qui¨¦n nos enfrentemos, tendremos que elegir un tipo de veh¨ªculo u otro pensado para ese estilo.

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Las misiones principales son de lo mejor que hemos encontrado en el t¨ªtulo. En ellas nos veremos envueltos en situaciones de lo m¨¢s variadas; se mezclan la mayor¨ªa de tipos de pruebas, incluso saltando entre los pilotos seg¨²n lo exija la acci¨®n. Porque, s¨ª, tal como os ven¨ªamos diciendo con anterioridad, los integrantes de la banda de Ty dominan ciertos tipos de eventos. Tyler es el piloto m¨¢s vers¨¢til y ser¨¢ el encargado de los eventos de carrera en asfalto y aceleraci¨®n. Mac, por otra parte, se encargar¨¢ de las rutas por el campo a lomos de su todoterreno y de todas aquellas que est¨¦n centradas en los derrapes. Por ¨²ltimo, Jessica es la l¨ªder en log¨ªstica, adem¨¢s de ser la elegida para conducir cuando hay que lidiar con las fuerzas de la ley.

Derrotar a una banda constar¨¢ de entre cuatro y cinco pruebas. Tendremos que medirnos contra los secuaces del jefe hasta la ¨²ltima de la cadena, donde nos batiremos frente a frente en una ruta m¨¢s dif¨ªcil de lo normal. La ¨²nica excepci¨®n se encuentra en las misiones de fuga, protagonizadas por Jess. La mayor¨ªa tratan de luchar contra el reloj dentro de la ciudad, llegando a distintos puntos de entrega de mercanc¨ªa o simplemente lidiando con los cuerpos de seguridad hasta alcanzar el punto seguro. Las persecuciones en esta v¨ªa nos llevar¨¢n a experimentar el juego de una manera completamente diferente a la que estaremos acostumbrados. El yugo de las patrulleras nos asfixiar¨¢ a cada curva, y pese a que la inteligencia artificial sigue sin ser la gran cosa, por momentos nos pondr¨¢n en m¨¢s de un aprieto.

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Los adversarios en persecuci¨®n ¡ªsolo aquellos que pretendan acabar con nosotros por las malas¡ª cuentan con una barra de salud encima del chasis. Chocar contra ellos o mandarles levemente al quitamiedos ir¨¢ reduci¨¦ndola hasta agotarla por completo. Una vez que ocurra, la c¨¢mara lenta se centrar¨¢ en ¨¦l para disfrutar con todo lujo de detalles su destrozo contra el asfalto. Es una pena que no contemos con m¨¢s escenas de este tipo, pues en algunos momentos nos recuerda a las magn¨ªficas sensaciones de Burnout. Salvando las distancias, por supuesto. Estas mec¨¢nicas no se trasladan al modo libre, donde podremos explorar tranquilamente sin tener presente el posible encuentro con la polic¨ªa. 

Este tipo de estancias jugables, sobre todo en una obra de conducci¨®n arcade, relucen un poco m¨¢s si cuenta con un sistema de f¨ªsicas contundente. Need for Speed: Payback no se le recordar¨¢ en ning¨²n momento por ello, pero bien es cierto que se encuentra muy bien trasladada la sensaci¨®n de contacto entre dos coches. Est¨¢ muy bien medido en este sentido; un roce lateral provocado por nosotros puede hacer que la fuerza producida se vuelva en nuestra contra, o mandar al contrario lo suficiente para que colisione contra otro conductor que venga en sentido contrario. Este sistema tambi¨¦n var¨ªa de resultado en funci¨®n del chasis que manejemos. No es lo mismo un coloso 4x4 que un turismo compacto, y eso se reflejar¨¢ en el combate cuerpo a cuerpo. De nuevo lamentamos que no se haya potenciado en este sentido, pues dar¨ªa mucho m¨¢s juego que una carrera tradicional. Algo m¨¢s cercano a lo que nos ten¨ªan acostumbrados los buenos de Criterion Games.

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Placer por conducir

Alrededor de setenta y ocho veh¨ªculos estar¨¢n disponibles en el cat¨¢logo de lanzamiento, todos adquiribles a medida que los desbloqueamos durante el progreso de los capitulos. La lista se nos hace un tanto escasa si tenemos en cuenta lo que podemos encontrar en la competencia. Porsche, BMW, Ford y Nissan son los fabricantes que cuentan con la mayor representaci¨®n de modelos, algo que viene siendo habitual en la saga, en especial para el segundo, el cual tambi¨¦n tiene su protagonismo en varias de las portadas oficiales. Modificar visualmente nuestro garaje sigue presente, con una gama de opciones similar a la encontrada hace dos a?os. No es muy amplio en opciones, pero podremos tocar pr¨¢cticamente todo: luces, faldones, laterales¡­ La personalizaci¨®n est¨¦tica desempe?a un papel secundario, pero permanece latente para todos aquellos que quieran experimentar con sus carrocer¨ªas. 

Al igual que los eventos, los coches tambi¨¦n se dividen dependiendo de la modalidades en las que tenemos planeados usarlos: derrapes, aceleraci¨®n, fuga, todoterreno y asfalto. No todos los veh¨ªculos estar¨¢n preparados para poder amoldarse a todo el espectro de eventos. Por sus caracter¨ªsticas, un Ford F-150 Raptor solo podr¨¢ utilizarse en circuitos que requieran un veh¨ªculo todoterreno, mientras que el cl¨¢sico Chevrolet Bel Air se amoldar¨¢ a todo lo que le echen. Existen concesionarios para cada configuraci¨®n anteriormente mencionada, y es que al adquirir uno tendremos que hacerlo directamente para la modalidad en la que tenemos planeado disfrutarlo. O lo que es lo mismo, si adquirimos un todoterreno no podremos cambiarlo posteriormente a aceleraci¨®n, sino que tendremos que pasar por caja de nuevo para poder tener la variante deseada.

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Todos los coches, adem¨¢s de su modalidad, se rigen bajo una puntuaci¨®n que act¨²a como la suma total de las caracter¨ªsticas del coche. Cuanto m¨¢s alta sea, mejor ser¨¢ el coche, y por tanto podr¨¢ enfrentarse a las pruebas m¨¢s duras. La valoraci¨®n de serie puede aumentarse mediante la colocaci¨®n de unas cartas conocidas como Speed Cards. Las Speed Cars se distribuyen entre seis componentes clave, clasific¨¢ndose seg¨²n su valor, la zona que afecta, el fabricante y los diferentes bonus que puede introducir. Se obtienen de diversas formas, la m¨¢s sencilla es simplemente ganar una prueba. El resto pueden ser compradas a trav¨¦s de la tienda de tuning o intercambi¨¢ndose por fichas. Es importante administrar bien nuestra baraja, puesto que pueden darse momentos en los que podremos beneficiarnos de suculentas ventajas si, por ejemplo, equipamos tres de un mismo fabricante. 

Need for Speed: Payback no se salvar¨ªa de las dichosas cajas de bot¨ªn. Tendremos a nuestra disposici¨®n dos tipos de cargamento diferentes: un modelo b¨¢sico y otro premium. Ambos pueden canjearse previo pago de moneda virtual, que a su vez se cambia por dinero real y es totalmente diferente a la suma que obtenemos por nuestras victorias. Hay que recordar que durante la progresi¨®n natural se nos ir¨¢ recompensando habitualmente con este tipo de cajas, siendo un mayor porcentaje del b¨¢sico frente al premium. Su contenido var¨ªa entre dinero para nuestras arcas, objetos est¨¦ticos y las fichas que mencionamos anteriormente. Dentro de la tienda de tuning podremos utilizar una especie de ruleta para obtener nuevas cartas sin perder dinero, eso s¨ª, utilizando tres de las fichas por tirada. Para dejar la recompensa un poco menos en el aire, se nos dejar¨¢ la posibilidad de bloquear la opci¨®n que m¨¢s deseamos recibir. Por ejemplo, si queremos un nuevo turbo, podemos dejar bloqueada dicha secci¨®n para que solo var¨ªe su valor, las bonificaciones que tendr¨¢ y la empresa detr¨¢s de ¨¦l. Afortunadamente no son una barrera que restrinja alguna capacidad del juego, sino que todo puede conseguirse con nuestro hacer.

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Jugablemente estamos ante una senda similar a la vivida con el reinicio del 2015. El control por momentos se siente un poco r¨ªgido, lo cual se ve acrecentado al explorar el mundo abierto. Necesita de depurado en el futuro para poder tener una experiencia suave. Eso s¨ª, su comportamiento a la hora de derrapar es una delicia. Durante la competici¨®n contra las bandas, los eventos de derrape y todoterreno sobresalen por encima del resto en cuanto a diversi¨®n precisamente por ello, por la diversidad jugable frente a la monoton¨ªa de una carrera o sprint cl¨¢sico ¡ªsin contar, por supuesto, con las persecuciones de Jess¡ª. Quiz¨¢ los menos ¨¢vidos con la quema de rueda en otros t¨ªtulos se sientan m¨¢s c¨®modos con la propuesta de Need for Speed: Payback. 

De ello deriva uno de los principales problemas que nos encontramos en el juego. La diferencia de calidad de las misiones principales frente a las disputas contra las bandas es una brecha muy grande. Salvo los eventos mencionados en el anterior p¨¢rrafo, el resto no dejan de ser los t¨ªpicos encuentros que encontramos en la media del g¨¦nero. No hay grandes alicientes ni tampoco chicha en cuanto a dise?o de niveles para poder disfrutarlo de la manera en la que lo hacemos durante cualquier escena de persecuci¨®n o curva a derrapar. Con el paso de las horas, las sensaciones de tedio se aumentan. Parecen el t¨ªpico relleno con el que estirar la duraci¨®n de forma artificial. Toda la estructura de competici¨®n no es igual de homog¨¦nea, y eso se nota cuando ya hayamos experimentado todo lo que da de s¨ª el juego ¡ªlo cual ocurre pronto¡ª.

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Bienvenido a Fortune Valley

El mundo abierto es una de las se?as de identidad en las ¨²ltimas entregas de la saga. Ghost Games no dejar¨ªa escapar de nuevo la oportunidad que le ofrece un motor como Frostbite. Nos trasladamos de la estampa nocturna vivida hace dos a?os a la estepa variopinta de Fortune Valley. Este peque?o rinc¨®n ficticio de Estados Unidos se dir¨ªa que es una representaci¨®n a peque?a escala de la ciudad de Las Vegas, pero con mayor libertad creativa a su alrededor para poder encajar las cuatro grandes piezas que conforman el puzle. Por una parte tenemos la ciudad de Silver Rock, el ¨¢rea urbana y donde se concentrar¨¢n principalmente todas las huidas policiales. Si tomamos la ruta hacia al Norte daremos con Silver Canyon, el h¨¢bitat natural de aquellos deseosos de tomar las curvas freno de mano en ristre. En el extremo Oeste encontraremos las mejores pistas de carreras sobre asfalto por toda la estepa de Mount Providence. Nuestro peque?o tour termina justo en el centro del mapa, donde se localiza Liberty Desert. Su llanura permitir¨¢ la mayor libertad de movimientos respecto a otras zonas. Solo apto para los corredores que dominen la grava.

En lineas generales rezuma un poco de la personalidad rebelde de Forza Horizon. Ese tipo de libertad automovil¨ªstica, el tono y la manera en la que se recompensan nuestras acciones al volante son s¨ªntomas inequ¨ªvocos de que parte del buen hacer de Playground Studios reside en la nueva obra de Ghost Games. Adem¨¢s de los eventos de mayor peso, por la ciudad encontraremos diversas actividades a modo de coleccionables con las que estirar un poco m¨¢s nuestra estancia en el valle. Desde romper carteles publicitarios previo salto, recolectar fichas de casino, descubrir piezas de coches cl¨¢sicos, establecer una gran velocidad en los radares¡­ Esper¨¢bamos un poco m¨¢s de chicha en este sentido, alg¨²n componente secundario de relevancia con el que poder seguir aumentando nuestra reputaci¨®n como piloto.

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Las dimensi¨®n del mapa no es excesivamente grande, sino que tiene un tama?o ajustado para que cada una de las cuatro zonas act¨²e como un recinto independiente. Algunas son claramente mejores, como es el caso de Silver Canyon, pero en otras ¡ªv¨¦ase Mount Providence¡ª no consigue aportar gran cosa al conjunto. Y es que la falta de alma sigue presente, tal como ocurri¨® con su antecesor. El valle todav¨ªa est¨¢ falto de vida, y pese al buen hacer a la hora de aportar variedad visual, todav¨ªa no termina de ser aquel mundo abierto que atrapa con solo unas horas de estancia. 

Completar el viaje nos llevar¨¢ sobre sobre las doce horas de duraci¨®n si vamos exclusivamente al contenido principal. Realizar todas las actividades secundarias har¨¢ que nuestra estancia se prolongue por encima de las veinte horas. Todas las misiones podr¨¢n ser rejugadas por completo desde el mapamundi en cualquier momento, y creednos que ser¨¢ necesaria para conseguir las mejores Speed Cards. No tenemos que olvidar el componente multijugador, el cual en esta ocasi¨®n pasa bastante desapercibido. El modo en l¨ªnea nos har¨¢ batirnos en duelo contra otros jugadores del mundo en una cadena de pruebas similares a las encontradas en la aventura, con la particularidad de que se mezclar¨¢n modalidades en una misma sala. Quienes consigan los mejores veh¨ªculos podr¨¢n sumarse a las Speed List por rango de habilidad, una manera de mejorar nuestro dominio al volante frente a otros usuarios de nuestro mismo nivel de pericia. No hemos encontrado ning¨²n problema de estabilidad en este aspecto, aunque s¨ª que se hace molesto el volver a tener que pasar por la carga inicial al entrar en dicho modo.

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La versi¨®n a la que hemos podido acceder corresponde a la de PlayStation 4 Pro. Desde luego no estamos ante un ejemplo de la totalidad de las capacidades a las que puede llegar el motor de DICE en materia visual, pero est¨¢ a la altura de las exigencias de la presente generaci¨®n. Desde el estudio se han lanzado a d¨ªa de hoy un par de actualizaciones que corrigen ciertos defectos visuales en torno a las fallidas cargas de texturas. Todav¨ªa sigue presente, pero es de esperar que en pr¨®ximas fechas se de por zanjado. Aun as¨ª, e incluso en el ¨²ltimo modelo de la consola de Sony, persisten ciertos problemas de popping. No es nada grave para la gran mayor¨ªa de usuarios, pero puede terminar resultando un aspecto que empa?a el conjunto, sobre todo en vegetaci¨®n y carga poligonal a distancia. Los modelados de los veh¨ªculos, eso s¨ª, han sido escaneados con las ¨²ltimas tecnolog¨ªas para lucir sus mejores galas. Ning¨²n problema en este sentido. La experiencia es n¨ªtida y estable en cuanto a frame rate.

El an¨¢lisis se ha realizado con un c¨®digo para PS4.