Danganronpa V3: Killing Harmony, Analisis

De las muchas propuestas que actualmente recibimos en occidente procedentes del mercado japon¨¦s, probablemente Danganronpa sea una de las m¨¢s queridas y aclamadas tanto por cr¨ªtica como por usuarios. Esta circunstancia se debe principalmente al hecho de contar con un argumento subido de tono y claramente destinado a un p¨²blico adulto, que no se corta a la hora de ofrecer situaciones que rozan lo surrealista y con una sorprendente capacidad de dejar al jugador boquiabierto ante los inesperados giros que ofrece el gui¨®n. Este hecho, unido a un logrado aspecto art¨ªstico, ha generado un fen¨®meno medi¨¢tico en su pa¨ªs de origen que ha resultado en la aparici¨®n de varias entregas en el mundo de los videojuegos, series de animaci¨®n y toda clase de parafernalia relacionada principalmente con sus peculiares antagonistas: los Monokumas.

Killing Harmony es la tercera entrega troncal de la franquicia, precedida por un interesante spin-off centrado en la acci¨®n ¨CUltra Despair Girls-, con la que se pretende dar un nuevo giro de tuerca al concepto que deslumbr¨® hace algunos a?os en las primeras ediciones aparecidas en PSP: Trigger Happy Havoc y Goodbye Despair. Salvo la excepci¨®n de PSVita (que apostaba por un cambio radical de concepto), los t¨ªtulos de la primera port¨¢til de Sony ofrec¨ªan una mezcla entre novela visual, puzles, juicios y misterio. En ellos, una extra?a criatura con forma de oso de peluche romp¨ªa con la armon¨ªa de un joven grupo de estudiante al proclamar que uno de ellos era el responsable de un asesinato cometido bajo extra?as circunstancias. Buscar pruebas, defender nuestros argumentos y tumbar los que sostienen los dem¨¢s requer¨ªa realizar un escueto perfil psicol¨®gico de cada participante, adem¨¢s de no perder detalle de las largas conversaciones que tienen lugar entre introducciones, debates y conflictos personales.

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Encerrados y sin memoria

Esta vez la primera toma de contacto con el argumento tiene lugar el denominado Super High School Level Students. Nuestra protagonista despierta dentro de una taquilla de instituto sin recordar c¨®mo ha llegado hasta all¨ª, acompa?ada por otro estudiante que se encuentra en las mismas circunstancias. Tras las pertinentes introducciones, los dos j¨®venes descubren que han sido reunidos, junto con otros 14 participantes, debido a que destacan en determinadas ¨¢reas art¨ªsticas y/o culturales, como tocar el piano, liderar un grupo pol¨ªtico de extra?a procedencia o contar con habilidades innatas para cuidar insectos. Como ya sucediese en el pasado, los chicos han sido secuestrados por un Monokuma con sed de venganza, esta vez acompa?ado por varios s¨²bditos que se esfuerzan por protagonizar toda clase de situaciones irreverentes que rozan el absurdo.

Los Monokumas ¨Co Monokubs, como se apoda el nuevo grupo de s¨²bditos o hijos del Monokuma de siempre- dejan algo de tiempo para la intriga hasta que finalmente explican por qu¨¦ han sido secuestrados: se ha levantado la veda de un nuevo 'killing game' o juego de la muerte. El juego consiste, b¨¢sicamente, en que uno de los estudiantes ha de asesinar a otro sin ser detectado y el resto del grupo ha de averiguar de qui¨¦n se trata. Para encontrar al culpable debemos de buscar pistas, hablar con los otros participantes, entender sus motivaciones y, por encima de todo, disfrutar de las alocadas conversaciones que se dan entre ellos cuando llega el momento del juicio final. Killing Harmony se acerca m¨¢s a la propuesta de Trigger Happy Havoc que a la de Goodbye Despair, dado que la entrega se desarrolla en un instituto de proporciones ligeramente mayores que las de la aventura original, y esta vez con opci¨®n a salir del mismo para explorar algunas ubicaciones situadas en sus jardines. De esta forma se ampl¨ªa el abanico de posibilidades a la hora de investigar, aunque tambi¨¦n se reduce el ritmo de partida por todo lo que esto conlleva. El argumento se plantea cuestiones filos¨®ficas interesantes, como la b¨²squeda de la verdad, los principios de superviviencia, la confianza, etc¨¦tera. Una tem¨¢tica adulta y seria que contrasta con la atroz locura de los Monokubs, protagonistas de las conversaciones m¨¢s hilarantes que recordamos en un videojuego desde hace tiempo.

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Aprendiendo a mentir

La mec¨¢nica de Danganronpa se divide en dos aspectos claramente diferenciados: por un lado las fases de exploraci¨®n en las que podemos hablar con otros estudiantes y buscar pistas; y por otro los juicios, donde debemos defender las pruebas (o balas de la verdad) que hemos descubierto a lo largo de la exploraci¨®n. Aunque se podr¨ªa decir sin miedo a equ¨ªvocos que la parte m¨¢s interesante de la franquicia se sit¨²a generalmente en los juicios, Spike Chunsoft lleva tiempo declarando su intenci¨®n de mejorar la interrelaci¨®n entre personajes para dotar as¨ª a la historia de una mayor profundidad. Lo cierto es que Killing Harmony mejora algunos aspectos de sus antecesores al dotar al jugador de una nueva mira de exploraci¨®n m¨¢s f¨¢cil de manejar, ahora con la opci¨®n de descubrir monedas de Monokuma ocultas en algunos objetos del mobiliario que podemos destrozar a nuestro antojo, o de figuras ocultas repartidas por los escenarios con las que se trata de fomentar que recorramos los escenarios despu¨¦s de cada juicio. Sin embargo, al tiempo que se mejora la fluidez de la exploraci¨®n se incrementa el n¨²mero y la longevidad de las conversaciones, por lo que se pierde el ritmo de partida y a su vez las ganas de dar prioridad a la exploraci¨®n antes que a la resoluci¨®n de los juicios.

Tambi¨¦n en los juicios encontramos algunas novedades interesantes. Aparte de la presencia de nuevos minijuegos (algunos m¨¢s afortunados que otros), Killing Harmony complica los momentos de di¨¢logo con varios personajes hablando al un¨ªsono a dos bandas, todos defendiendo a su manera los argumentos con los que creen podr¨¢n justificar su inocencia, con lo que se nos obliga a prestar si cabe a¨²n m¨¢s atenci¨®n a los recursos que emplea cada uno de ellos (y para lo cual nos convendr¨¢ saber de sus motivaciones personales). Sin embargo, este a?adido pasa a un segundo plano cuando se compara con la importancia de poder mentir en nuestra exposici¨®n, a veces por malicia, otras para tratar de llevar al sospechoso a cometer alg¨²n equ¨ªvoco que le delate. Aunque a simple vista no parezca un asunto de gran importancia, complicar los juicios a trav¨¦s de recursos falsos eleva exponencialmente el inter¨¦s que suscitan los mismos y la necesidad de conocer la psique del resto de estudiantes. De paso, tambi¨¦n se justifica que invirtamos m¨¢s tiempo tratando de potenciar nuestras habilidades sociales.

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Socializar como moneda de cambio

Hablar con el resto de estudiantes que encontramos en el instituto tiene recompensas que tambi¨¦n nos permitir¨¢n mejorar nuestros atributos durante los juicios. Desde el Monopad, la tableta que se nos concede al principio de la aventura para controlar nuestro progreso, guardar la partida o conocer algo m¨¢s acerca de otros miembros del club, podemos comprar habilidades espec¨ªficas para, por ejemplo, detectar mentiras con m¨¢s facilidad, escuchar m¨¢s atentamente las conversaciones a varias bandas o mejorar la velocidad de la retina, entre otras. S¨®lo podemos hacer uso de un n¨²mero limitado de ellas (se entiende que como medida para evitar que se solucionen los casos con demasiada facilidad), pero su presencia es de agradecer cuando no sabemos a ciencia cierta c¨®mo proceder en los juicios.

Por desgracia, el uso de estas habilidades no termina de ser un argumento de peso para tratar de mejorar los v¨ªnculos sociales que nos unen a otros personajes, algo importante pero no fundamental para entender qu¨¦ sucede en los juicios. Al igual que en anteriores entregas, en Killing Harmony los 'Class Trials' son auto-conclusivos, o lo que viene a ser lo mismo: no es imprescindible hablar con estudiantes o conocerlos para saber qu¨¦ opci¨®n elegir o de qu¨¦ manera derribar su coartada. Del mismo modo tampoco es obligatorio el uso de habilidades especiales, incluso en los modos de dificultad m¨¢s elevados (existen tres, divididos en dos fragmentos: exploraci¨®n y acci¨®n), no existe necesidad real de molestarnos en conocer las carism¨¢ticas personalidades de los personajes que pululan por el instituto. Este hecho es casi contradictorio con respecto a lo que se sugiere durante la propia aventura (y, en cierto modo, tambi¨¦n en este an¨¢lisis), porque si bien es cierto que hablar con ellos nos ayuda a entender mejor c¨®mo resolver los casos, no es imprescindible hacerlo.

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Engrasar el motor

No se puede comparar esta franquicia con otras como Persona que s¨ª basan gran parte de su mec¨¢nica en la obligaci¨®n de realizar tareas ¡®secundarias¡¯, pero sin duda la experiencia de juego mejorar¨ªa si se implementasen otros aspectos sociales que nos ayudasen a explotar una de las grandes virtudes de Danganronpa. Aunque se trata de aspectos muy subjetivos que corresponde a cada jugador valorar en su justa medida, no se puede negar que a la franquicia le vendr¨ªa bien un soplo de aire fresco en este sentido: algo m¨¢s de cohesi¨®n entre los juicios y la parte de tiempo libre, ya sea como maneja de engrasar el motor o simplemente para ayudarnos a reducir el tedio cuando se trata de explorar una y otra vez los mismos escenarios, con el correspondiente gasto de tiempo que esto conlleva. Gasto que, por otra parte, justifica en parte que terminar la aventura en primera instancia lleve m¨¢s 40 horas de juego.

Una vez terminada la partida, Killing Harmony nos ofrece varios motivos para volver a disfrutar de sus personajes a trav¨¦s de contenido que se desbloquea en funci¨®n de nuestras virtudes, por lo que siempre es recomendable hacer un peque?o esfuerzo por terminar la primera partida en un modo de dificultad exigente. Adem¨¢s, existen coleccionables de los que podemos dar buena cuenta en un segundo recorrido si lo ¨²nico que nos interesa en primera instancia es disfrutar de la historia. En este sentido queda claro que Spike Chunsoft se ha tomado las molestias necesarias para que el jugador no se sienta desasistido en caso de no haber disfrutado de las primeras entregas, algo aconsejable pero no imprescindible para poder disfrutar de la que hoy nos ocupa. De hecho, quiz¨¢s sea esta la mejor forma de entrar en contacto con el universo de Danganronpa pese a que durante los primeros compases puede asustar a los jugadores que no est¨¦n acostumbrados al g¨¦nero.