Call of Duty: WWII, An¨¢lisis

Call of Duty: WWII, An¨¢lisis

Call of Duty siempre ha sido uno de los grandes referentes del g¨¦nero de acci¨®n en primera persona, si bien es cierto que, a los ojos del jugador medio, la saga presenta serios signos de desgaste. De ah¨ª que haya estado en pr¨¢cticamente constante reinvenci¨®n: un cambio de ambientaci¨®n por aqu¨ª, nuevas mec¨¢nicas jugables por all¨¢... todo ello, claro est¨¢, manteniendo una base jugable s¨®lida. Es por ello que es comprensible que haya bastante expectaci¨®n con WWII, dado que supone una regresi¨®n bastante radical a los pilares de esta serie. Segunda Guerra Mundial, y jugabilidad centrada en la infanter¨ªa; los pies en la tierra. Atr¨¢s quedan las virguer¨ªas de t¨ªtulos anteriores como dobles saltos, y wallrunning.

No mission too difficult, no sacrifice too great¡ªduty first

La campa?a de Call of Duty: WWII nos mete de lleno en el pellejo del soldado Ronald ?Red? Daniels, miembro de la Primera Divisi¨®n de Infanter¨ªa del Ej¨¦rcito de los EEUU en 1944. Durante el transcurso de la aventura, reviviremos varios momentos clave de uno de los conflictos m¨¢s devastadores que ha conocido el hombre, como el Desembarco de Normand¨ªa, la Liberaci¨®n de Par¨ªs, o la Batalla de Aquisgr¨¢n. Al contrario que en otros t¨ªtulos de esta misma serie en los que el protagonista es m¨¢s bien el bando aliado, y se nos ilustra el esfuerzo b¨¦lico realizado por el mismo, en WWII tenemos un enfoque m¨¢s ¨ªntimo, personal, y humanizador tanto de Daniels como del resto de miembros de su pelot¨®n. De hecho, por esto mismo, por momentos nos parecer¨¢ estar dentro de alg¨²n cap¨ªtulo de Hermanos de Sangre, la miniserie b¨¦lica coproducida por Tom Hanks y Steven Spielberg.

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Situaciones muy manidas a las que se unen otras poco convencionales tanto en la saga como en el g¨¦nero se dan la mano, dando como resultado un buen ritmo narrativo que permite, adem¨¢s, que el car¨¢cter de alguno de los personajes se desarrolle en las sucesivas misiones. Y es que lo que experimentaron estos, reconozc¨¢moslo, chavales, no fue una cuesti¨®n balad¨ª. Aparte de la implacable maquinaria de guerra alemana, que consigui¨® poner a Europa en jaque, tambi¨¦n tuvieron que enfrentarse a los elementos, el hambre, el miedo, la incertidumbre, e incluso a las ¨®rdenes no demasiado sensatas de unos superiores m¨¢s interesados en obtener condecoraciones que en la vida de sus subordinados.

En contra de esta variedad juega un incomprensible reutilizado ¡ªpr¨¢cticamente abuso¡ª de un par de mec¨¢nicas jugables que se integran relativamente bien con la trama. Y subrayamos ?incomprensible? porque lo es desde el punto de vista del dise?o, aunque es justificable desde el punto de vista log¨ªstico y del del desarrollador. No entraremos en detalle para no destripar absolutamente nada.

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M1 Garand en 4K

Visualmente hablando, WWII es una aut¨¦ntica maravilla. En PS4 Pro hemos podido disfrutar de este t¨ªtulo en un 4K de f¨¢bula que nos ha hecho sumergirnos en la Segunda Guerra Mundial como antes no lo hab¨ªamos hecho. Los escenarios, tanto en tama?o como en dise?o, rayan a un gran nivel; son muy convincentes. Visitaremos variopintos campos de batalla de la Europa de los a?os 40; ciudades devastadas por el conflicto en marcha, campi?as francesas, e incluso la mism¨ªsima playa de Omaha en pleno D¨ªa D.

Convincentes son tambi¨¦n tanto las armas como su comportamiento. Adem¨¢s de las inclusiones t¨ªpicas que cabr¨ªa esperar tanto por la ¨¦poca y el lugar como el incombustible M1 Garand, el M1928, o el MP40, tambi¨¦n hay que se?alar la adici¨®n de otras armas no tan convencionales como el M30 Luftwaffe Drilling (arma de supervivencia para pilotos de la Luftwaffe), o el Type-100, subfusil japon¨¦s raro de ver incluso en el frente del Pac¨ªfico.

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No se quedan atr¨¢s en calidad los modelos de los personajes, de los que debemos destacar lo vivas y expresivas que son sus animaciones faciales. Sin llegar al nivel de aut¨¦nticos bombazos en este campo como Injustice 2, son muy, pero que muy realistas. Los actores reales que prestan su voz y aspecto a varios de los personajes tanto de la trama como del modo Zombis Nazis est¨¢n recreados con much¨ªsima fidelidad. Entre ellos tenemos a fichajes del calibre de Ving Rhames (Pulp Fiction), David Tennant (Jessica Jones, Doctor Who), Josh Duhamel (Transformers: El ?ltimo Caballero), ?lodie Yung (Daredevil), o Katheryn Winnick (Vikingos). Huelga decir que tanto los modelos in-game como en las CGI est¨¢n realmente trabajados y gozan de bastante solidez.

Distintos efectos y artificios como explosiones varias y cortinas de humo que sirven para que nos metamos mejor en el teatrillo que supone el juego acompa?an realmente bien a la acci¨®n. Como es habitual en la saga, Call of Duty: WWII se mueve a unos 60FPS estables en pr¨¢cticamente todo momento. Solo hemos detectado un par de instancias menores con algunos tirones, y ha sido precisamente en el modo Campa?a, al completar alg¨²n objetivo de misi¨®n que activar¨ªa alguna carga in-game. Nada por lo que llevarse las manos a la cabeza, vaya. En cuanto a rendimiento, WWII se mueve con mucha soltura. Tampoco hemos visto nada raro en cuanto a f¨ªsicas del juego, o bugs de cualquier tipo. Goza de bastante solidez.

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La interfaz es limpia, clara, y sobria. La principal novedad en ella es, en el modo Campa?a, el medidor de salud. Adem¨¢s de indicadores t¨ªpicos como la munici¨®n del cargador actual y la total del arma seleccionada, tambi¨¦n tenemos se?ales individuales para cada compa?ero de pelot¨®n, que nos indican si tienen su respectiva habilidad preparada y lista para su uso.

Bombardeo aliado en camino

Antes de hablaros del apartado sonoro de Call of Duty: WWII debemos aclarar que la versi¨®n que hemos jugado ha sido la original. Esto es, voces y textos en un perfecto ingl¨¦s. En cualquier caso, en la versi¨®n espa?ola esperamos que, como ha ido siendo habitual con entregas anteriores, las voces est¨¦n en castellano. Lo que no queda tan claro es el tema subt¨ªtulos, que muchas veces han sido capados de forma incomprensible en Espa?a cuando la versi¨®n original s¨ª que los tra¨ªa. Habr¨¢ quien no los aprecie, pero recordemos que hay compa?eras y compa?eros jugones con dificultades auditivas, o simplemente gente que quiera poder habilitar esta opci¨®n. Cualquier problema que pudiera haber a este respecto lo notificaremos en alg¨²n tipo de anexo de este mismo texto.

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El doblaje original es de calidad. Los reyes del escenario son el soldado Daniels (Brett Zimmerman), y el sargento Pierson (Josh Duhamel). Es de agradecer que est¨¦ m¨¢s que superada aquella tendencia de protagonista silencioso de FPS. En WWII, Red Daniels habla como cualquier soldado m¨¢s, y los sucesivos intercambios y di¨¢logos con los compa?eros de pelot¨®n ayudan bastante tanto a la inmersi¨®n como a la crebidilidad del conjunto.

La banda sonora, sin ser mala, pasa un pel¨ªn desapercibida. En esto puede influir, precisamente, la gran calidad de los efectos sonoros en forma de silbidos de balas y explosiones a tutipl¨¦n. No nos malinterpret¨¦is; acompa?a a la acci¨®n, pero poco m¨¢s. Lejos queda de aquellas m¨ªticas composiciones de Hans Zimmer o Harry Gregson-Williams en entregas pasadas. Eso s¨ª, el tema principal es ¨¦pico a m¨¢s no poder, sabe cu¨¢ndo sonar para que su efecto sea m¨¢ximo, y a poco que nos descuidemos nos pondremos a tararearlo sin que nos demos cuenta.

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Pies en la tierra

Vayamos a lo que interesa, al pilar fundamental del videojuego; su componente jugable. En esencia, Call of Duty no ha cambiado en absoluto. Es m¨¢s, con esta regresi¨®n se ha simplificado a¨²n m¨¢s en cuanto a control, pues prescindimos aqu¨ª de ciertas mec¨¢nicas anteriormente mencionadas como los saltos dobles o las carreras de pared. Olvidad la ciencia ficci¨®n y la alocada tecnolog¨ªa al servicio del soldado, aqu¨ª estamos, de nuevo, a merced del enemigo, y los elementos.

La novedad m¨¢s importante de la campa?a est¨¢ en el tema salud. Olvidaos de huir de un tiroteo en cuanto las cosas se pon¨ªan feas, esconderos un par de segundos, regenerar vuestra salud por arte de magia y volver de nuevo a la refriega. Aqu¨ª tenemos un sistema de salud mediante botiquines, algo que no se ve¨ªa desde el Call of Duty original y su expansi¨®n La Gran Ofensiva. Adem¨¢s de los que encontremos desperdigados en el campo de batalla, uno de nuestros compa?eros de pelot¨®n, Zussman, nos los dar¨¢ siempre que se lo pidamos y tenga la habilidad cargada, claro.

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Porque, s¨ª. Cada compa?ero posee una habilidad propia que nos puede sacar de m¨¢s de un apuro. Sin llegar a un nivel de complejidad de squad shooter ¨¤ la Ghost Recon, nuestros camaradas nos pueden facilitar, y mucho, la vida. No podemos darles ¨®rdenes m¨¢s all¨¢ de solicitarles que nos den lo suyo en cuanto lo tengan listo, y ya. Munici¨®n extra, granadas de humo para se?alizar un bombardeo con morteros, e incluso marcaci¨®n de enemigos son algunas de las ayudas que nos pueden proporcionar nuestros aliados. Podemos completar perfectamente las misiones a lo Rambo ignorando este tipo de asistencias, s¨ª, pero hay momentos en los que se tornan muy necesarias, principalmente en los modos m¨¢s altos de dificultad.

Durante el desarrollo de la campa?a tenemos bastante variedad de situaciones. Secciones de infiltraci¨®n, persecuciones en veh¨ªculos, y el mantenimiento de una posici¨®n comprometida y asediada incansablemente por el enemigo son algunas de las instancias que podremos jugar en WWII, si bien es cierto que, como mencionamos anteriormente, en ocasiones se abusa demasiado de algunas de ellas. Los llamados ?momentos heroicos? funcionan m¨¢s como coleccionable que como mec¨¢nica jugable.

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El multijugador es todo lo fren¨¦tico que cabr¨ªa esperar; aqu¨ª s¨ª que tenemos el sistema de salud regenerativa que caracteriza a la saga. No en vano, m¨¢s de uno habr¨ªa puesto el grito en el cielo de haber usado aqu¨ª tambi¨¦n botiquines. Aunque, eso s¨ª. Como nota curiosa, se hace algo extra?o ver un shooter tan r¨¢pido y ca¨®tico por momentos con esta ambientaci¨®n tras todos los a?os que han pasado desde el ¨²ltimo COD de ¨¦poca.

Tenemos un buen surtido de modos de juego que satisfar¨¢ a los jugadores habituales de la saga; Duelo por Equipos, Tomar la Bandera, Punto Caliente, Baja Confirmada o Buscar y Destruir que podremos disfrutar en los m¨¢s de diez mapas que trae consigo el videojuego, a los que hay que sumar tres m¨¢s que son exclusivos del modo Guerra.

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Que, hablando de estos mapas, su dise?o se adapta perfectamente a esta jugabilidad m¨¢s pausada. Olvidad las rutas alternativas pr¨¢cticamente suicidas de anteriores t¨ªtulos ¡ªpor aquello de bordear abismos¡ª; aqu¨ª la mayor¨ªa de ellos siguen el patr¨®n de tres calles, si bien es cierto que alguno de ellos es m¨¢s amplio y espectacular. Tambi¨¦n hay que mencionar otra curiosidad: uno de los mapas que se incluyen es un remake de un nivel multijugador de Call of Duty 2. Es curioso ver c¨®mo ha evolucionado con el paso de los a?os el dise?o de escenarios; de lo pasillero y ca¨®tico a algo m¨¢s milimetrado y medido pr¨¢cticamente con tiral¨ªneas.

Las rachas de puntos tampoco faltan a la cita y, en esta ocasi¨®n, y como es l¨®gico, est¨¢n adaptadas al per¨ªodo en el que se ambienta el juego. De este modo, los misiles Predator y dem¨¢s formas de alta tecnolog¨ªa de liquidar a nuestros rivales quedan sustituidas por aviones de reconocimiento, descargas de artiller¨ªa, bombardeos de alfombra y ataques de mortero. Para conseguirlas se sigue utilizando un sistema de puntos en lugar de bajas. Es decir, para poder pedir cualquier cosa, tenemos que obtener puntos, lo cual implica que no solo el que mate m¨¢s podr¨¢ pedir apoyo a¨¦reo, sino que un jugador que se dedique a capturar ubicaciones clave en partidas por objetivos tambi¨¦n podr¨¢ solicitar todo tipo de ayudas. No hemos encontrado nada raro en este campo, y parece haber un buen balance entre lo que cuesta conseguir cada una, y su efecto en la partida.

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Sabemos que las comparaciones son odiosas, pero la mejor manera que tenemos de definir el modo Guerra, la mayor adici¨®n del multijugador de Call of Duty: WWII, es decir que es Overwatch en la Segunda Guerra Mundial. Recapitulemos. Dos equipos, que se alternan roles entre atacantes y defensores en mapas din¨¢micos multiobjetivo. Cada objetivo de sector en el mapa en cuesti¨®n puede considerarse una minipartida de uno de los modos de juego est¨¢ndar como Tomar la Bandera, o Buscar y Destruir. Es bastante interesante que haya algunos a?adidos como NPCs que le dan vidilla, o que las rachas de puntos est¨¦n deshabilitadas para que se premie al m¨¢ximo el juego t¨¢ctico; y el propio concepto jugable invita a que nos unamos con amigos para tener un equipo bien comunicado y cohesionado. No obstante, solo hay tres mapas, una cantidad bastante escasa como para que sea un modo en el que invertir muchas horas.

Otra novedad de peso, y que habla bastante bien del esmero de Sledgehammer Games en el juego, es el Cuartel General. Entre partidas multijugador, en lugar de tirarnos al men¨² de turno, en esta ocasi¨®n podemos acceder a un lobby f¨ªsico en el que tenemos la posibilidad de interactuar de varias formas con el resto de jugadores de la sesi¨®n. Ver c¨®mo abren sus cajas de bot¨ªn y qu¨¦ les toca, retarles a duelos uno contra uno, o a duelos de punter¨ªa en un campo de tiro. Es un a?adido que esperamos que haya venido para quedarse, porque lo cierto es que deja en muy buen sitio al producto en general. Denota, como decimos, mucho mimo y trabajo. Del mismo modo, la personalizaci¨®n de nuestro personaje en el multijugador sigue yendo un poco en la l¨ªnea de t¨ªtulos anteriores: podemos elegir tanto uniforme como aspecto f¨ªsico, y, s¨ª, elegir nuestro g¨¦nero y hasta raza.

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El sistema de clases ha sido rehecho desde cero, y ahora podemos unirnos a una de las cinco divisiones del juego: Infanter¨ªa, Aerotransportada, de Monta?a, Armada, y Expedicionaria. Cada una de ellas se especializa en el uso de un tipo de arma (escopetas, subfusiles, fusiles de precisi¨®n...), e ir obteniendo experiencia en ellas nos proporcionar¨¢ una serie de ventajas pasivas como hacer menos ruido al movernos, no ser detectados por las rachas de puntos a¨¦reas del enemigo, o recibir menos da?o por explosivos. Es, en esencia, una forma de reordenar los elementos a los que estamos acostumbrados en t¨ªtulos anteriores.

El modo Zombis Nazis ahora es m¨¢s amable para con el jugador. Adem¨¢s de incluir un pr¨®logo jugable a modo de tutorial, el mapa principal del juego, The Final Reich, ahora nos da instrucciones bastante claras con respecto a qu¨¦ hay que hacer y d¨®nde. Decimos ?ahora?, porque el modo Zombis siempre se ha caracterizado por unos easter eggs con unos pasos demasiado cr¨ªpticos y pr¨¢cticamente imposibles de desvelar por uno mismo; lo habitual era tirar siempre de gu¨ªa. Aqu¨ª ya no es necesario.

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A nivel jugable las bases est¨¢n ah¨ª: matar zombis da puntos, y con esos puntos vamos abriendo puertas, comprando armas de pared, y ventajas que hacen que nuestra capacidad para sobrevivir aumente exponencialmente. Varias novedades al respecto es un sistema de clases que, en la pr¨¢ctica, se queda en poco m¨¢s que habilidades personales como invisibilidad o munici¨®n infinita durante un tiempo limitado que nos servir¨¢n para sacarnos de m¨¢s de un apuro. Tambi¨¦n podemos personalizar los kits de armas y equiparnos con ciertos consumibles, todo muy en la l¨ªnea de lo ya visto en Call of Duty: Black Ops III.

M¨¢s all¨¢ del deber

El modo Campa?a tiene la duraci¨®n habitual. Los once niveles pueden durarnos entre seis y ocho horas en su dificultad est¨¢ndar. En Veterano las pasaremos realmente canutas, pues adem¨¢s del cambio de sistema de salud, la mayor cantidad de enemigos con respecto al modo monojugador de anteriores entregas har¨¢ que sudemos la gota gorda. Como alicientes para la rejugabilidad tenemos, am¨¦n de los coleccionables y realizar los distintos momentos heroicos disponibles en cada misi¨®n, los trofeos y logros varios que podemos obtener. Cada misi¨®n posee un trofeo espec¨ªfico a modo de huevo de pascua por completar una tarea concreta, como, por ejemplo, superar una secci¨®n de sigilo sin ser detectado.

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La Campa?a est¨¢ bien estructurada y el enfoque humano que se le da hace que incluso le cojamos cari?o a seg¨²n qu¨¦ personajes. Los protagonistas son los personajes, y no el esfuerzo b¨¦lico conjunto como en muchas otras obras ambientadas en este per¨ªodo hist¨®rico. No es tan buena como la de Infinite Warfare, pero s¨ª que es de las mejores de estos ¨²ltimos a?os.

Pero no nos enga?emos; el alma de la fiesta es, y ha sido siempre, el multijugador. Siendo un Call of Duty, jugadores no le va a faltar incluso aunque hayan pasado varios a?os tras el lanzamiento del juego. Habr¨¢ que ver la reacci¨®n de la comunidad y valorar cifras tanto de ventas como de jugadores activos para poder saber con exactitud qu¨¦ tal funciona WWII a largo plazo, as¨ª como ver qu¨¦ tal funciona como e-sport. Del mismo modo, no hemos detectado problemas serios en el netcode. Todo funciona como deber¨ªa funcionar. No obstante, si esta circunstancia cambiase de cara al lanzamiento ¡ªpues de todos es sabido que los problemas de red son habituales al haber avalancha de jugadores y una previsi¨®n incorrecta de la afluencia de los mismos en cuanto al montaje de la infraestructura en l¨ªnea es tristemente habitual¡ª actualizaremos tanto texto como nota si fuese preciso.

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Las partidas que hemos podido disfrutar han sido r¨¢pidas, fren¨¦ticas, y, sobre todo, muy divertidas. Las bases est¨¢n ah¨ª, y siguen funcionando a la perfecci¨®n. El cambio de ¨¦poca le ha sentado bien ya que, al margen del factor nostalgia, la familiaridad de muchas de las armas ¡ªpor haberlas visto tantas veces tanto en otros videojuegos como en series y pel¨ªculas¡ª hace que nos sea m¨¢s c¨®modo eso de apretar el gatillo sin ton ni son contra nuestros rivales virtuales.

Volviendo al tema trofeos, sobre todo para los jugones m¨¢s ¨¢vidos de ellos: la lista de tareas a completar para obtenerlos todos es relativamente asequible. Esto a algunos puede parecerles una cuesti¨®n sin importancia, pero para los autodenominados ?cazatrofeos? puede convertirse incluso en un aliciente m¨¢s para su compra.

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