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Outlast 2 a punto de superar el mill車n de unidades vendidas
4K nativos a 60 fps en Xbox One X
Red Barrels, autores de la saga Outlast, se muestran muy satisfechos con las ventas
La saga Outlast es todo un 谷xito a nivel comercial; as赤 lo demuestran las cifras de ventas, especialmente de la segunda y m芍s reciente entrega, Outlast 2. Y es que sus creadores, Red Barrels, han anunciado que est芍n a punto de superar el mill車n de unidades vendidas con dicha secuela, todo un 谷xito en PC, PlayStation 4 y Xbox One.
※Estamos cerca de superar el mill車n de juegos vendidos, as赤 que s赤, nos sentimos felices§, asegura Philippe Morin, dise?ador jefe de Outlast 2, en una reciente entrevista al medio Wccftech. ※Sab赤amos que podr赤a polarizar, ?pero de qu谷 sirve ser un estudio independiente si luego juegas sobre seguro?§.
Sobre la posibilidad de que Red Barrels adapte sus t赤tulos de terror a una plataforma tan propicia para el g谷nero como la realidad virtual, ※como dije antes, somos un equipo peque?o, as赤 que debemos centrar nuestros recursos all芍 donde tenga m芍s sentido. La realidad virtual es genial, pero en este momento su mercado es limitado§, concluye Morin. Por 迆ltimo, sus responsables aseguran que Outlast 2 mantendr芍 una resoluci車n nativa 4K a 60 fps en Xbox One X.
Outlast 2, desarrollado y distribuido por Red Barrels para PC, PlayStation 4, Xbox One y Switch, es la secuela de la popular aventura de acci車n y terror Outlast en el que volvemos al asilo de Mountain View para vivir nuevas e intensas experiencias terror赤ficas. En Outlast 2, conocer芍s a Sullivan Knoth y a sus seguidores, que abandonaron nuestro perverso mundo para fundar la ciudad de Temple Gate, situada en lo m芍s profundo de la naturaleza y oculta a la civilizaci車n. Knoth y su reba?o se preparan para el fin de los tiempos, y no te queda m芍s remedio que investigar el caso. Adoptar芍s el papel de Blake Langermann, un c芍mara que trabaja con su mujer, Lynn. Ambos sois periodistas de investigaci車n dispuestos a correr riesgos y escarbar a fondo para sacar a la luz historias que nadie m芍s se atrever赤a a investigar.