N++, An¨¢lisis

En una ¨¦poca repleta de videojuegos con HUDs sobrecargados, que estimulan ¡ªcuando no distraen directamente¡ª en demas¨ªa al jugador con multitud de elementos en pantalla, son m¨¢s necesarias que nunca creaciones como la de Metanet Software. Una regresi¨®n en toda regla, por as¨ª decirlo. Y es que, si hubiese que definir a N++ con una sola palabra, esta ser¨ªa ?minimalismo?. Y esto en referencia a la mayor¨ªa de sus apartados. Las buenas gentes de Metanet ya lo demostraron hace pr¨¢cticamente tres lustros con N, y lo cierto es que por mucho que haya llovido desde entonces, esta secuela sigue siendo igual de familiar, y s¨¢dica por momentos, para con el jugador.

El ABC del Ninja

Pong¨¢monos en situaci¨®n: manejamos a un ninja con apenas cuatro botones. Podemos movernos hacia los lados, saltar, y tenemos un bot¨®n dedicado para suicidarnos, haciendo las veces de ?reset? por si quedamos en una posici¨®n comprometida desde la que sea imposible completar el nivel en el que nos encontramos actualmente. Nuestro personaje tiene unas f¨ªsicas un tanto peculiares a las que nos acostumbraremos a poco que juguemos; la aceleraci¨®n se conserva en pr¨¢cticamente todos los sentidos y juega un papel crucial, y adem¨¢s nos permite realizar aut¨¦nticas virguer¨ªas como grandes saltos, o trepar entre dos paredes adyacentes al m¨¢s puro estilo Metroid.

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Los distintos niveles de los que se compone el juego est¨¢n repletos de peligros tanto en forma de robots vig¨ªa, drones, y torretas varias, como de la propia gravedad y su funesta prima hermana, la ca¨ªda desde una gran altura. Nuestro objetivo es el mismo en todos ellos, bastante simple: encontrar el interruptor que abre la puerta de salida, y atravesar dicho port¨®n. Todo esto, eso s¨ª, bajo un l¨ªmite de tiempo que podemos ir reponiendo gradualmente en gracias a las piezas de oro que hay desperdigadas por el escenario, y que quedan tambi¨¦n un poco a modo de homenaje a Lode Runner, una de las inspiraciones del original junto con Soldat. Algunos de estos fragmentos est¨¢n en sitios verdaderamente comprometidos, pero, por otro lado, son necesarios para nuestra propia supervivencia ya que hay que seguir a?adiendo constantemente segundos a la cuenta atr¨¢s. Por tanto, habilidades como la toma r¨¢pida de decisiones y la valoraci¨®n adecuada de riesgo-recompensa se tornan muy necesarias.

La curva de dificultad est¨¢ realmente bien ajustada, y en poco tiempo nos sorprenderemos a nosotros mismos superando todo lo que N++ nos tire delante. Aunque es cierto que a esto tambi¨¦n ayuda el pr¨¢cticamente inconmensurable n¨²mero de niveles (hablamos de 4340), pues cada uno de ellos nos va complicando las cosas gradualmente. A esto habr¨ªa que sumar tambi¨¦n un editor de niveles bastante completo que nos permite crear nuestras propias c¨¢maras de tortura plataformeras, y que podremos compartir con el resto de la comunidad subi¨¦ndolas a la nube. De nuevo, y con respecto al editor, es una maravilla abrirlo y darte cuenta la variedad de situaciones y escenarios que se pueden crear con un n¨²mero de elementos a priori tan finito.

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Pero hay m¨¢s opciones de juego; podemos cooperar con hasta tres amigos m¨¢s en niveles espec¨ªficamente creados para este modo. Y con ?espec¨ªficamente? no bromeamos, pues en gran parte de ellos ser¨¢ necesario que alguno de los jugadores se sacrifique en pos del bien com¨²n, ya sea barriendo un pasillo de minas antipersona, o distrayendo a una molesta torreta l¨¢ser. Todo esto tiene su justificaci¨®n, claro, pues basta con que uno solo de los ninjas cruce la puerta de salida para completar el nivel.

Si, por el contrario, lo que queremos es comprobar cu¨¢l de nosotros es el mejor ninja, tenemos para ello el modo carrera, en el que deberemos completar los niveles antes que nuestros rivales, a la par que cogemos m¨¢s oro que ellos. No es el m¨¢s divertido, pero cumple con creces. Lamentablemente, los modos multijugador est¨¢n limitados al juego local. Si bien es cierto que, en este tipo de juegos ¡ªque requiere un timing muy preciso y mucha habilidad a los mandos¡ª el tema online suele estar mal resuelto ante la ausencia de un buen netcode, es una opci¨®n que no habr¨ªa estado de m¨¢s.

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Oda al minimalismo

Ci?¨¦ndonos a otros aspectos como sus apartados visual y sonoro, nos seguimos tomando a N++ como toda una declaraci¨®n de intenciones. Minimalismo puro y duro. Nada de elementos superfluos: solo se nos muestra lo justo y necesario. Y esto se traduce en un aspecto muy simple, pero funcional, y efectivo, de tanto nuestro personaje como de los entornos, enemigos y trampas que nos encontraremos a lo largo de los niveles. Hay bastantes paletas de colores que nos permitir¨¢n personalizar la experiencia en medida de lo posible, si bien es cierto que algunas de ellas no son demasiado ¨²tiles, y pueden hacer que incluso se nos canse la vista r¨¢pidamente por una mala elecci¨®n de los colores que la componen.

La banda sonora se compone de distintos temas de corte electr¨®nico y ambiental por parte de artistas como Ben Clock o Alex Smoke, sumando la friolera de seis horas de buena m¨²sica de estos dos g¨¦neros. Lo cierto es que ambientan la acci¨®n de forma bastante decente, llegando a sentirnos por momentos una suerte de rata de laboratorio a merced del cient¨ªfico chiflado de turno. A esta curiosa experiencia tambi¨¦n ayudan, trampas y peligros varios aparte, el aspecto limpio y as¨¦ptico que le otorga a N++ el tan mencionado minimalismo.

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M¨¢s all¨¢ de la senda del ninja

Teniendo en cuenta el inmenso n¨²mero de niveles de los que se compone este videojuego, as¨ª como la inclusi¨®n de un editor de escenarios, y la posibilidad de jugar los de cualquier otro usuario, la duraci¨®n de N++ se convierte en uno de sus puntos m¨¢s fuertes. No obstante, a¨²n teniendo en cuenta todo esto, puede que haya momentos en los que tengamos una cierta sensaci¨®n de d¨¦j¨¤ vu, pues recordemos que en ¨²ltima instancia los elementos de los que se componen los niveles son m¨¢s bien limitados.

Al margen de esto, y como suele ser habitual, el otro gran aliciente para seguir d¨¢ndole ca?a es el tema logros. La mayor¨ªa de ellos son m¨¢s bien t¨ªpicos, ya que nos exigir¨¢n completar los niveles y poco m¨¢s, pero hay alguno que otro bastante gracioso que nos saldr¨¢ sin propon¨¦rnoslo, y relativo a las mec¨¢nicas jugables. Como ejemplo os pongo el de morir por estrellarse contra el techo a gran velocidad debido a la vertiginosa aceleraci¨®n que podemos llegar a adquirir haciendo walljumping vertical.

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