Raiders of the Broken Planet
- PlataformaXBO7.5PC7.5PS47.5
- G¨¦neroAcci¨®n, Aventura
- DesarrolladorMercurySteam
- Lanzamiento22/09/2017
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s
- EditorMercurySteam
Raiders of the Broken Planet, An¨¢lisis
Mercury Steam presenta uno de sus proyectos m¨¢s ambiciosos: Raiders of the Broken Planet, un desenfadado shooter multijugador con el que aspira a revolucionar el g¨¦nero con un buen equilibrio entre narrativa y acci¨®n, unas mec¨¢nicas que vuelven el desplazamiento m¨¢s org¨¢nico y que combinan el combate cuerpo a cuerpo con los disparos.
Mercury Steam es uno de los estudios espa?oles m¨¢s c¨¦lebres, fundado en 2002 por los miembros de Rebel Act Studios, creadores de Blade: The Edge of Darkness, un acci¨®n en tercera persona con ambientaci¨®n medieval y que a d¨ªa de hoy se considera un t¨ªtulo de culto. Su lanzamiento m¨¢s reciente ha sido Metroid: Samus Returns, muy celebrado por los seguidores y nost¨¢lgicos de la saga. Adem¨¢s, la saga de la cazarrecompensas m¨¢s querida no ha sido la ¨²nica que ha rescatado el veterano estudio, ya que los Castlevania: Lords of Shadow tambi¨¦n son obra suya. En su trayectoria cuentan con otros t¨ªtulos como Scrapland, una aventura de ciencia ficci¨®n situada en una urbe habitada por robots; Zombies, un t¨ªtulo para m¨®viles en el que eliminar hordas de zombies y con modo multijugador por Blutetooth; y Clive Barker¡¯s Jericho, un shooter de terror en primera persona en cuyo gui¨®n particip¨® el archiconocido escritor.
Un shooter con posibilidad de cuatro contra uno
El 22 de septiembre llega Raiders of the Broken Planet para PlayStation 4, Xbox One, Steam y Windows 10, un shooter multijugador en tercera persona con una est¨¦tica agresiva y atolondrada, ambientado en el rec¨®ndito Planeta Roto, donde la mayor riqueza es el Aleph, una poderosa fuente de energ¨ªa cuyo control se disputan diferentes facciones en una guerra en la que el bien y el mal quedan diluidos en una amplia gama de grises. Nosotros adoptaremos el papel de los Raiders, unos forajidos espaciales, procedentes de distintas de las citadas facciones y con cierta inspiraci¨®n en Los Siete Magn¨ªficos, unidos contra un invasor com¨²n. Mercury Steam propone un t¨ªtulo en el que se equilibran el desarrollo de una historia elaborada y secuencias de acci¨®n din¨¢micas. Para ello, las campa?as, aunque no consecuentes en la misma l¨ªnea temporal ¡ªmotivo por el cual desde Mercury Steam no se sienten c¨®modos con la etiqueta de ¡°aventura epis¨®dica"¡ª, siguen una trama de la que conocemos detalles no s¨®lo durante las cinem¨¢ticas, sino tambi¨¦n a trav¨¦s del desarrollo de las misiones. Como extra, en el men¨² inicial tenemos un apartado en el que podemos explorar el trasfondo a trav¨¦s de breves, pero m¨²ltiples, entradas de lore sobre el mismo Planeta Roto, su crisis por el Aleph y sus personajes.
El juego se divide en campa?as, como hemos citado en el p¨¢rrafo anterior, las cuales se lanzar¨¢n peri¨®dicamente y de las que ya tenemos disponible el Pr¨®logo, de manera gratuita, y Mitos Alien, por 9,99 €. Tenemos tres modos de juegos para disfrutarlas: en solitario, multijugador cooperativo y antagonista; y a lo largo de sus misiones, deberemos planear la mejor estrategia para lograr un objetivo del que no podemos desviar la atenci¨®n, de tal modo que no s¨®lo nos debemos centrar en matar por matar, puesto que esto podr¨ªa llevarnos a perder la partida.
En el modo solitario, podemos escoger entre cuatro niveles de dificultad ¡ªf¨¢cil, normal, dif¨ªcil y muy dif¨ªcil¡ª y un personaje ¡ªcon sus respectivos talentos, ventajas y defectos¡ª entre un elenco que se ir¨¢ completando a medida que superemos misiones con ¨¦xito y con un ¨¢rbol de desarrollo en el que podemos invertir puntos de habilidad o dinero virtual para adquirir nuevos talentos y armas, representados en cartas de baraja. Tras esto, estaremos solos ante el peligro, ya que no contaremos con ning¨²n aliado para enfrentarnos a las hordas de personajes. Este modo de juego queda un poco descompensado con respecto al cooperativo, ya que en todo momento se echa de menos a unos compa?eros con los que llevar a cabo una t¨¢ctica de equipo.
En el modo cooperativo, cuatro jugadores crear¨¢n un equipo. Cada uno escoger¨¢ a un personaje y juntos deber¨¢n superar las diferentes misiones juntos y repartirse de manera inteligente las tareas por hacer. En contraposici¨®n, tenemos el modo antagonista, en el que un jugador se infiltra en una partida y, supervisado por un perverso dios del que es pupilo, deber¨¢ hacer lo posible por sabotear la misi¨®n de los dem¨¢s, para lo cual contar¨¢ con un ej¨¦rcito de esbirros controlados por la inteligencia artificial del juego. Estos dos modos, y combinados, resultan los m¨¢s divertidos y desafiantes, puesto que fomentan el trabajo en equipo y la competitividad, am¨¦n de presentar un reto mucho m¨¢s razonable y partidas m¨¢s din¨¢micas que en el modo solitario. Los ¨²nicos aspectos mejorables son las esperas durante el matchmaking, que suponemos que ser¨¢n m¨¢s breves a medida que crezca el n¨²mero de usuarios; y la descompensaci¨®n en caso de desconexi¨®n de alguno de los jugadores, con lo que su personaje permanece inm¨®vil sin posibilidad de relevo.
Mec¨¢nicas m¨¢s org¨¢nicas y mayor relevancia del cuerpo a cuerpo
Otro aliciente de Raiders of the Broken Planet son las mec¨¢nicas de juego, que proporcionan una experiencia m¨¢s org¨¢nica y que comprobamos en Xbox One y PS4 para el presente an¨¢lisis. En primer lugar, la navegaci¨®n entre coberturas es mucho m¨¢s simple con respecto a otros shooters. Para cubrirnos, s¨®lo debemos acercarnos a la cobertura deseada, sin pulsar botones adicionales, y para desplazarnos hacia otra cobertura, s¨®lo tenemos que enfocar la c¨¢mara a ella y desplazarnos. Apuntamos y disparamos con los gatillos y lanzamos la habilidad especial con RB (XBO) y R1 (PS4). Entre ambas consolas hemos encontrado una sutil diferencia, y es que en la de Microsoft los controles son algo m¨¢s sensibles que en la de Sony.
A diferencia de otros shooters, en Raiders of the Broken Planet los tiroteos y el combate cuerpo a cuerpo cobran la misma importancia: la munici¨®n es finita, y para conseguir nueva deberemos derrotar a enemigos a pu?etazos y/o patadas. Adem¨¢s, en algunas misiones deberemos derrotar a oponentes de este mismo modo para conseguir su Aleph, y a nivel estrat¨¦gico deberemos tener en cuenta que es m¨¢s eficaz prescindir de las armas cuando la distancia es corta, puesto que un puntapi¨¦ no necesita recarga.
Los enemigos no ser¨¢n sicarios an¨®nimos, sino que cada cual tendr¨¢ nombre y apellidos. El juego nos recordar¨¢ si uno de ellos nos ha matado m¨¢s de una vez y, por otro lado, si vencemos a un rival que antes nos ha eliminado, el juego se?alar¨¢ que nos hemos vengado. En un panel veremos el da?o recibido en forma de clasificaci¨®n seg¨²n los enemigos que m¨¢s heridas nos hayan causado. Dicho detalle fomentar¨¢ deseos de resarcirnos con el esbirro que m¨¢s veces nos haya quitado la vida.
Para curarnos, deberemos permanecer unos segundos sin recibir da?o alguno. Dispondremos de una barrera de estr¨¦s que se ir¨¢ completando a medida que participemos en la lucha, con lo que adem¨¢s haremos visibles nuestra posici¨®n a nuestros oponentes. En el modo solitario contaremos con tres vidas y en el cooperativo todo el equipo compartir¨¢ un determinado n¨²mero de vidas. Al acabarse, deberemos resistir vivos unos segundos hasta que llegue una nave con un nuevo cargamento de Aleph que nos reponga el n¨²mero de vidas.
Al finalizar cada fase de la campa?a, recibiremos una puntuaci¨®n y una serie de recompensas, de las cuales escogeremos una para invertir en las mejoras del personaje que deseemos. Si estamos jugando en equipo y dos jugadores eligen la misma recompensa, ¨¦sta se dividir¨¢ entre ambos, con lo cual es recomendable apalabrar qu¨¦ parte del bot¨ªn se lleva cada uno. Dichas recompensas consistir¨¢n en trajes nuevos, armas, dinero virtual, puntos de personaje o de facci¨®n.
Humor y est¨¦tica grotesca con carisma
Raiders of The Broken Planet se ambienta en paisajes futur¨ªsticos y ¨¢ridos, en los que predominan colores tierra y fr¨ªos. El dise?o de los personajes mezcla la fantas¨ªa de poder propia del c¨®mic americano de s¨²per h¨¦roes aderezada con toques grotescos que recuerdan a Borderlands, pese a que en su contra jueguen unas animaciones simples e id¨¦nticas para cada uno. Los Raiders, hipermusculados, lucen cicatrices pintorescas en la que se adivina un pasado truculento. Hay variedad de hombres y mujeres, con personalidades tipo y f¨¢ciles de reconocer, pero con mucho carisma, sobre todo aqu¨¦llos que presentan un car¨¢cter atolondrado o conflictivo, como Lycus o Alicia. Los Raiders vivir¨¢n situaciones humor¨ªsticas en las que, adem¨¢s, habr¨¢ giros que desafiar¨¢n los estereotipos de g¨¦nero. En cuanto a sus trajes, presentan un nivel de preciosismo y nitidez en los detalles que hasta reconoceremos los materiales de los que est¨¢n hechos. Mercury Steam propone, en la vestimenta, una r¨¦plica gamberra a la sexualizaci¨®n; tanto ellos como ellas lucir¨¢n su cuerpo sin aspirar a ser deseados por el jugador, ya que la rudeza exagerada de sus rasgos los aleja de ser f¨ªsicamente atractivos desde una ¨®ptica cl¨¢sica.
La banda sonora est¨¢ compuesta por el compositor ?scar Araujo, que ha logrado para Raiders of the Broken Planet un tono ¨¦pico gracias a la inteligente combinaci¨®n de una base rockera con tintes tradicionales. Los efectos de sonidos son convincentes y juegan un papel importante a la hora de dar pistas al jugador sobre la procedencia de los ataques. Las voces de los personajes, en ingl¨¦s, resultan cre¨ªbles y marcan correctamente el car¨¢cter de cada cual, y la localizaci¨®n en los textos cuida todos los detalles y respeta los variados registros ling¨¹¨ªsticos que se dan en el juego. Se echa en falta una mayor presencia de las reacciones de los Raiders y los enemigos, lo cual dar¨ªa un toque m¨¢s cercano y simp¨¢tico a un t¨ªtulo de toques tan c¨®micos.
An¨¢lisis realizado sobre la versi¨®n PS4
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.