Ruiner, An¨¢lisis

Los shooters de doble stick no pasan de moda; tanto es as¨ª, que no son pocos los estudios o compa?¨ªas desarrolladoras que mantienen vivo un subg¨¦nero casi tan a?ejo como la propia industria del videojuego con verdaderas experiencias de acci¨®n y desenfreno. Buena prueba de ello es lo nuevo de Reikon, un joven estudio desarrollador con sede en Varsovia formado por veteranos de la industria con amplia experiencia en t¨ªtulos como la saga The Witcher, Dying Light o Shadow Warrior, entre otros. Junto a la editora Devolver nos traen Ruiner, todo un homenaje al anime cyberpunk, un shooter isom¨¦trico cargado de frenetismo que apuesta por la espectacularidad audiovisual con infinidad de referencias tomadas del cine o el anime, con una sociedad dist¨®pica y decadente como eje central de su trama, acompa?ado todo ello por la venganza como ¨²nico catalizador de tan tremenda org¨ªa de sangre, balas y explosiones. Bienvenidos al futuro dominado por HEAVEN; bienvenidos a Rengkok.

Hello darkness

Ruiner nos traslada a un mundo dist¨®pico en el que la sociedad trata de sobrevivir bajo el yugo de la tecnolog¨ªa, un futuro en el que las multinacionales campan a sus anchas sometiendo a los m¨¢s d¨¦biles en beneficio de unos pocos privilegiados. Viajamos a los suburbios de la metr¨®polis de Rengkok en el a?o 2091, donde un psic¨®pata enmascarado con LEDs en el rostro se enfrenta a la corporaci¨®n HEAVEN con el fin de rescatar a su hermano cautivo y de paso, liberar las mentes de millones de personas abducidas por una ut¨®pica realidad virtual permanente. Con la ayuda de una misteriosa hacker, iremos descubriendo una trama que los aficionados al g¨¦nero agradecer¨¢n pero que a la pr¨¢ctica resulta algo insulsa, puesto que Ruiner apuesta sin tapujos por una narrativa que trata de contarnos algo m¨¢s all¨¢ de la propia acci¨®n, aut¨¦ntica protagonista del t¨ªtulo. Pronto descubriremos las verdaderas capacidades de nuestro misterioso protagonista, habilidades innatas para el combate potenciadas por los implantes cibern¨¦ticos de su cuerpo.

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Kill the boss

Aut¨¦ntico late motiv de Ruiner, el t¨ªtulo plantea una jugabilidad que podr¨ªamos definir como una explosiva mezcla entre los Hotline Miami y los shooters casi cenitales m¨¢s exigentes de Housemarque, como el reciente Nex Machina o los no menos recomendables Alienation o Dead Nation. Pero Ruiner pretende ir por un camino distinto, ya sea por un empaque audiovisual simplemente arrollador y rebosante de personalidad ?menci¨®n especial a su banda sonora, magistral, que desgranaremos m¨¢s adelante? o por innumerables opciones de progresi¨®n y personalizaci¨®n de nuestro insensato protagonista. En Ruiner debemos matar, s¨ª, pero con estilo, algo que queda patente desde el minuto uno con las constantes evaluaciones de los combates, marcadas por nuestros asesinatos, muertes o tiempo empleado.

Para ello contamos con un aut¨¦ntico arsenal que podremos obtener de los enemigos ca¨ªdos, as¨ª como de diferentes estaciones de armamento ?previo hackeo? que deberemos aprender a usar en cada situaci¨®n, teniendo en cuenta el tipo de enemigo y la potencia o cadencia de cada una de las armas; desde rifles semiautom¨¢ticos a ca?ones l¨¢ser, pasando por pistolas, escopetas e incluso armas de cuerpo a cuerpo, como barras de hierro o espadas. La movilidad es otro de los pilares de su propuesta de juego; en Ruiner debemos movernos sin parar, ya sea para esquivar balas o proyectiles, los propios golpes o embestidas de los enemigos o recoger armas, logrando as¨ª una aut¨¦ntica coreograf¨ªa de muerte y destrucci¨®n. Y el resultado no puede ser m¨¢s gratificante. A medida que vayamos superando las diferentes arenas de combate, aprenderemos a movernos con soltura, cambiando de armas de forma constante ?con un pr¨¢ctico efecto de tiempo bala con cada trueque? y recurriendo a nuestro ¨¢rbol de habilidades, las cuales podremos asignar a cada bot¨®n y en tiempo real mediante un pr¨¢ctico men¨² en forma de ruleta. Puede que en un primer momento abrume tal cantidad de opciones, pero r¨¢pidamente nos sentiremos c¨®modos y sabremos potenciar a nuestro protagonista en la direcci¨®n adecuada seg¨²n la situaci¨®n y nuestro estilo de juego. Todo ello mediante la asignaci¨®n de puntos de habilidad conseguidos a trav¨¦s de los puntos de experiencia recogidos en los combates y los cofres de bot¨ªn repartidos por los escenarios.

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Habilidades como el sprint ?esencial en los combates? o los escudos de protecci¨®n, adem¨¢s de varios tipos de granadas y explosivos, la habilidad de hackear moment¨¢neamente a los enemigos para que luchen a nuestro favor, el tiempo bala o el aumento de nuestro da?o con las armas, entre muchas otras. Cada enfrentamiento exigir¨¢ de una vertiente u otra, especialmente contra las oleadas m¨¢s intensas o los enfrentamientos con los jefes finales, cada uno de ellos con sus propias mec¨¢nicas y todo un ej¨¦rcito de lacayos a su favor, aunque en conjunto poco trabajados. Naturalmente, el t¨ªtulo cuenta con varios niveles de dificultad; en este sentido, Ruiner se muestra como un t¨ªtulo exigente, quiz¨¢s no apto para inexpertos en el g¨¦nero, especialmente en los niveles de dificultad m¨¢s altos. Aun as¨ª, el nivel f¨¢cil es bastante accesible para los jugadores menos curtidos en este tipo de experiencias, donde los reflejos y la habilidad a los mandos son piezas capitales.

Pero Ruiner quiere ir un paso m¨¢s all¨¢ con un desarrollo salpicado por peque?as dosis de exploraci¨®n; estamos ante un t¨ªtulo totalmente lineal dividido por cap¨ªtulos aunque entre actos podemos explorar con cierta libertad los callejones de Rengkok. Dichos episodios tratan de expandir m¨ªnimamente el lore del juego, con conversaciones con ciertos personajes, alguna que otra misi¨®n secundaria con coleccionables... Y poco m¨¢s. A decir verdad, se agradece la intenci¨®n de sus desarrolladores por ampliar el contexto de la trama, pero el resultado no aporta mucho al conjunto y entorpece su desarrollo, convirti¨¦ndose as¨ª en uno de sus principales contratiempos.

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Donde Ruiner s¨ª brilla con luz propia es en su puesta en escena, tanto en lo visual como en lo sonoro; y es que a pesar de que su apartado gr¨¢fico no es especialmente brillante a nivel de modelados o animaciones, s¨ª logra convertirse en aut¨¦ntica referencia de la espectacularidad. Explosiones, part¨ªculas, grandes cantidades de personajes en pantalla... Y todo con una gran soltura a nivel de rendimiento. Adem¨¢s, su direcci¨®n art¨ªstica con evidentes referencias al anime resulta tan cautivadora como estimulante, especialmente en todo lo referente a su banda sonora. Si os gusta la m¨²sica electr¨®nica disfrutar¨¦is de toda una colecci¨®n de temas a cargo de artistas de la escena como Sidewalks & Skeletons, Zamilska, Antigone & Francois X, DJ Alina e incluso del conocido compositor de anime Susumu Hirasawa, autor de bandas sonoras de obras de anime como Berserk, Millennium Actress o Paprika, entre otras. Piezas musicales techno, dance y electropop ?muy bien medidas, por cierto? que nos recordar¨¢n de forma inevitable al largometraje Akira y otras obras cyberpunk de la ¨¦poca.