WRC 7, An¨¢lisis

Houston, tenemos un problema. Si uno arranca un videojuego de 2017 y lo primero que ve es ¡°esto es WRC 6, bienvenidos a la temporada 2016¡±, la sensaci¨®n que deja es mala. Y mucho. Este cartel transmite m¨¢s negatividad de lo que aparenta a simple vista, ya que cierto es que gran cantidad de videojuegos cogen la base de sus antecesores y parten desde la misma, pero si no se modifica ni la pantalla de inicio...

WRC 7 no es un mal juego, pero tampoco bueno. Parece m¨¢s una especie de expansi¨®n de WRC 6, es decir, la versi¨®n 6.5. Aunque la quinta parte fue la infumable y la que cont¨® con una cantidad desorbitada de bugs, con la sexta se mejoraron muchos aspectos. Sin embargo, el salto a la s¨¦ptima vuelve a ser muy peque?o, m¨¢s un parche que un juego nuevo.

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Esto se ve muy bien en su apartado gr¨¢fico. Es muy parecido al que se pudo vislumbrar en la edici¨®n pasada. De hecho, se han puesto las carrocer¨ªas nuevas y adaptado todo al campeonato actual. Fin. M¨¢s all¨¢ de eso, as¨ª como de algunas implementaciones a nivel de efectos, los cambios son casi imperceptibles. Luce bien en puntos concreto (agua, barro y polvo), pero tambi¨¦n tiene malos los mismos apartados (dientes de sierra, fondos con escasa calidad y, por qu¨¦ no, se exige mejor dise?o de todo lo que rodea al mundial).

Este apartado gr¨¢fico se lleva tambi¨¦n al t¨¦cnico. No hay ca¨ªdas de framerate, lo cual se agradece, pero si se choca con un ¨¢rbol y no pasa nada, quiz¨¢s lo mismo habr¨ªa que replantearse el sistema de f¨ªsicas. Esto se debe a que el coche cuenta con un porcentaje de da?o invisible; es decir, uno se puede chocar cuatro veces con un ¨¢rbol y no ocurre nada, pero si a la quinta es cuando la parte delantera sale volando, da igual que sea contra un pivote de pl¨¢stico o un muro: el porcentaje ya est¨¢ completo.

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Se echa en falta, desde luego, que los elementos del entorno tuvieran da?os graduales. Al fin y al cabo, saca de contexto chocarse contra un simple parapeto de pl¨¢stico hecho de banderas y que el coche sufra da?os, pero luego un ¨¢rbol no deja m¨¢s que unos simples rasgu?os (cuando lo normal habr¨ªa sido que ni hubiera arrancado).

Todo esto, a su vez, no repercute a nivel jugable¡­ cuando deber¨ªa hacerlo. Si el ¨¢rbol acaba dentro de nuestro motor, lo l¨®gico ser¨ªa que este no volviera a funcionar. Sin embargo, lo hace. Desde WRC 2017 se avisa de que iremos perdiendo caracter¨ªsticas t¨¦cnicas a medida que avanza la etapa, pero aqu¨ª nos hemos llegado a tirar por un barranco y luego competir sin ning¨²n tipo de problemas. Ver para creer.

Incluso as¨ª, este es el menor de los problemas que tiene WRC 2017. Su gran fallo, y es casi indiscutible, es que su apartado jugable est¨¢ en el limbo entre la simulaci¨®n y el arcade. ?Qu¨¦ es lo que ocurre cuando se juega a dos bandas en este tipo de t¨ªtulos de conducci¨®n? Pues que al final no se adopta ning¨²n estilo y es una loter¨ªa lo que sale en cada carrera.

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Ni para ti ni para m¨ª

La jugabilidad de WRC 2017 es confusa. Lo mismo se tiene un coche que derrapa en cada curva que luego otro mantiene un control tan exhaustivo que se echa de menos que la tracci¨®n trasera tenga vida propia. S¨ª, podemos configurar el pilotaje en gran medida, pero los par¨¢metros son exagerados, de ah¨ª que se baile entre ambos conceptos con una facilidad pasmosa.

Esto deja la sensaci¨®n de estar ante un juego para aquellos jugadores menos experimentados, por lo que a poco que se juegue a t¨ªtulos de conducci¨®n, es muy probable que se sienta la necesidad de ¡°se me queda corto¡±. Adem¨¢s, esto no tiene nada que ver con la dificultad de las carreras.

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Por ejemplo, si el juego se configura en dif¨ªcil, lo ¨²nico que cambia es que los rivales tardan menos tiempo en completar la etapa en cuesti¨®n. Ya est¨¢. Siempre se espera que la complejidad tambi¨¦n afecte al pilotaje, pero esta se queda en una invisible IA m¨¢s r¨¢pida (y decimos invisible porque no debemos olvidar que aqu¨ª no vemos a los contrincantes).

De igual manera, los modos de juego no son muy originales para lo que podr¨ªa ofrecerse. Uno puede pensar que un mundial de rallies no puede dar mucho de s¨ª, pero ah¨ª tenemos ejemplos ilustres en otros juegos de conducci¨®n para ver que con un poco de imaginaci¨®n todo es posible: un modo historia con opciones de personalizaci¨®n m¨¢s vastas; mayores desaf¨ªos online entre los rivales ¨Cy m¨¢s cuando no se ve a los mismos-; o un modo de retos con pruebas al m¨¢s puro estilo Gran Turismo. A su favor decir que incluye pantalla partida, todo un must en estos tiempos que corren donde esta opci¨®n, que ha sido la que ha criado a multitud de generaciones, aparece desapercibida para todos.

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?Es todo WRC 2017 este regusto de ¡°podr¨ªa ser mejor¡±? Pues quiz¨¢s la respuesta sea un ¡°s¨ª¡± rotundo, aunque en el apartado sonoro s¨ª que se est¨¢ por encima de la media. Los coches rugen como si fueran de verdad y todos los motores del campeonato est¨¢n grabados para la ocasi¨®n. Adem¨¢s, las indicaciones del copiloto est¨¢n en castellano, aunque no vamos a enga?arnos: tampoco es que valgan para mucho en la mayor¨ªa de ocasiones¡­