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Windjammers
Windjammers
Uno de los juegos de los noventa que mejor se adaptaba al furor online de las consolas actuales vuelve en forma de descargable para Ps4 y Vita. Nos lanzamos a la pista para reeditar las sensaciones de un aut¨¦ntico infalible de las reuniones con los amigos.
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No era el habitante m¨¢s bello o avanzado de su viejo hogar, la siempre recordada Neo Geo que no andaba precisamente coja de cat¨¢logo. Tampoco se trataba de la propuesta de mayor ¨¦xito dentro de su cat¨¢logo, ni cont¨® con secuelas directas (aunque s¨ª espirituales) tras la desaparici¨®n de la vieja Data East que lo dise?¨® originalmente. A buen seguro, Windjammers no gust¨® a todo el mundo en su ¨¦poca, pero el tiempo lo ha ido colocando en el pedestal de los juegos de culto gracias a un apartado multijugador del que pod¨ªan presumir muy pocos videojuegos ideados para los salones recreativos en general, o del microcosmos en el que ha terminado convertido el cat¨¢logo de la consola-recreativa de SNK en particular.
Su propuesta a base de enfrentamientos entre dos personajes lanz¨¢ndose discos escond¨ªa muchas m¨¢s posibilidades de las que se aprecian a simple vista, y desde luego no ha dejado de jugarse en las m¨¢s de dos d¨¦cadas transcurridas desde su lanzamiento, gracias a sus condiciones ideales para el enfrentamiento m¨¢s o menos violento entre amiguetes en todo tipo de reuniones y eventos. Posiblemente por eso, la noticia de la reedici¨®n del viejo ¨¦xito de Data East en Playstation 4 y Vita, por fin con opciones online, caus¨® m¨¢s revuelo del que es habitual con las reediciones de cl¨¢sicos del ayer. Pasados unos meses, ya tenemos entre nosotros el resultado, con bastantes luces y alguna que otra sombra como suele ser habitual en estos casos.
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Una emulaci¨®n encubierta
Llama mucho la atenci¨®n esta vez c¨®mo han tratado en DotEmu la adaptaci¨®n de un videojuego retro. Sus anteriores trabajos ya iban en esta l¨ªnea, pero es curioso ver c¨®mo no queda rastro esta vez de nada de lo que suced¨ªa entre el momento en que encend¨ªamos la Neo-Geo y el comienzo de la partida. Nada queda del viejo attract mode, las sagradas letras de Insert Coin o Push Start¡ todo ha desaparecido. El juego est¨¢ volcado por completo en el online, por lo que se muestra tras unos cuantos men¨²s de opciones, l¨®gicamente ausentes en el original, que pasaremos r¨¢pidamente antes de lanzarnos a la pista, casi siempre en los modos multijugador. Por lo que respecta a los modos offline, el viejo modo arcade y una opci¨®n que nos plantea partidos infinitos son poco m¨¢s que un entrenamiento para lo que de verdad importa, si bien le podremos aportar picante al elegir unos modos de dificultad que se corresponden, como casi todas las opciones del juego, con las de la vieja recreativa.
Viendo lo que ocupa la descarga y las opciones que nos ofrece, es f¨¢cil pensar que lo que tenemos delante es una emulaci¨®n. No es noticia a estas alturas que un emulador de Neo Geo corra sin problemas en consolas de hoy, y esto contribuye a que el resultado final sea satisfactorio. Por desgracia se mantienen algunas lagunas que no son nuevas en este tipo de lanzamiento: los filtros para simular un viejo monitor CRT podr¨ªan estar mucho m¨¢s conseguidos, y si nos ponemos a comparar la realidad del sistema original con la nueva versi¨®n descargable observaremos algunos problemillas con el sonido que no deber¨ªan estar ah¨ª. Aun as¨ª, son pegas casi imperceptibles y s¨®lo molestar¨¢n al m¨¢s ac¨¦rrimo seguidor de todo lo que pas¨® en la vieja Neo Geo,? no distrayendo a nadie de lo que de verdad importa: una jugabilidad a prueba de bombas at¨®micas por la que no pasan los a?os.
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Saltando a la pista mundial
La propuesta jugable de la difunta Data East era tan s¨®lida que mantiene el tipo como muy pocos juegos de 1994. Se muestra ahora como una idea de juego simple de comprender pero compleja de dominar, novedosa en su momento a pesar de remontarse al mism¨ªsimo Pong de 1972 y apoyada en unos gr¨¢ficos y sonido arcaicos para los ojos actuales, pero muy competentes en su momento. Es realmente sorprendente ver c¨®mo la jugabilidad de Windjammers sigue vigente: tiros supers¨®nicos que tenemos que lanzar con un timing casi perfecto, la posibilidad de lanzar el disco al aire para cargar algunos movimientos especiales o las distintas caracter¨ªsticas de velocidad y fuerza de los seis personajes elegibles dan mucho juego a¨²n. Mucho m¨¢s puede decirse de las inmensas posibilidades que siguen aportando las diferentes pistas, completamente opuestas entre s¨ª, y la velocidad a la que se desarrollan los partidos, verdadera reina de la fiesta. Pocos juegos de la ¨¦poca consegu¨ªan tanta profundidad con tan pocos elementos, ya que toca aferrarse ¨²nicamente a la posibilidad de realizar un dash y lanzar un disco con algunos efectos, pero lo emocionante y variado de los partidos que se dan en Windjammers nos sigue pareciendo impresionante para un juego con tan pocos mimbres.
Muy positivo, por tanto, lo que ha hecho Dotemu en este aspecto, ya que esta vez ha incluido una explicaci¨®n de todos los gestos que pueden realizar los personajes, algo en lo que flaqueaba la versi¨®n original, confiada en exceso en el puro aprendizaje por parte del jugador. En esta ocasi¨®n tenemos todas las posibilidades en nuestra mano desde el comienzo: llegar a dominarlas a fondo ser¨¢ otra historia bien distinta, y a quien le parezca que no es para tanto har¨¢ bien en contemplar alguna partida de alto nivel de las que se han desarrollado en los cientos de torneos centrados en este videojuego. Lanzamientos a media pista, efectos usados en el momento menos predecible, un dash que nos deja vendidos a poco que lo fallemos, el uso de todos los lanzamientos especiales¡todo da forma a un juego que contiene una gran dosis de profundidad al tiempo que se muestra como lo que es: un humilde videojuego deportivo de los noventa, la ¨¦poca de cl¨¢sicos como Nba Jam, Street Hoop o Power Spikes 2, nombres con los que coincidi¨® en los salones y comparte no pocas bases jugables.
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Por fin online
Verdadero precedente de los e-sports, el aut¨¦ntico sentido de la reedici¨®n de Windjammers no era otro que el de dotarlo de posibilidades en l¨ªnea, por lo que estamos de enhorabuena. Con el juego ya disponible al gran p¨²blico, el online se comporta bastante bien por ahora, con un matchmaking que no nos ha dado apenas disgustos y una experiencia bastante satisfactoria que permite disfrutar del juego sin cortapisas. Los t¨ªtulos de cr¨¦dito del juego nos muestran los nombres del equipo de desarrollo del original, y a buen seguro estas personas no podr¨ªan ni pensar entonces que dos d¨¦cadas despu¨¦s, Windjammers se jugar¨ªa a lo largo del globo en modalidades que entonces no exist¨ªan. Partidas amistosas e igualadas, con varias ligas en las que iremos ascendiendo de categor¨ªa si lo merecemos, llevan a Windjammers a un nuevo mundo a varios a?os luz del de sus or¨ªgenes. Sus posibilidades a nivel jugable se adaptan como un guante de seda a todo ello, por lo que ser¨¢ interesante comprobar lo que va sucediendo con un juego que es perfecto para unas cuantas partidas r¨¢pidas contra alg¨²n oponente humano y puede convertirse en el aut¨¦ntico rey de las reuniones entre amigos.
Est¨¢ por ver si se generar¨¢ una escena de jugadores dispuestos a tirarse el disco a la cabeza durante meses o a?os, pero la impresi¨®n inicial es bastante buena en este sentido. Es por eso que nos habr¨ªa gustado, y seguramente aqu¨ª reside el punto m¨¢s flojo de todo el conjunto, encontrarnos con alguna novedad de m¨¢s peso. Recientemente, Wild Guns Reloaded demostraba que se puede a?adir nuevo contenido a un videojuego retro sin profanar ni sus bases jugables ni sus gr¨¢ficos, y es algo que posiblemente habr¨ªa sentado muy bien a este Windjammers. Alguna pista nueva o personaje con otras caracter¨ªsticas habr¨ªan dotado de un nuevo sentido a una propuesta tan s¨®lida, a¨²n a riesgo de ahuyentar a algunos de los ac¨¦rrimos del sistema. Veremos lo que depara el futuro, ya que Windjammers demuestra con esta reedici¨®n que exist¨ªan ganas de retomar su propuesta, toda vez que los continuadores que hemos contemplado ¨²ltimamente, Disc Jam y Way of Redemption, no han estado a la altura. Y es que el carisma, la sencillez de aproximaci¨®n t¨ªpica de su ¨¦poca, as¨ª como la complejidad que encontramos en Windjammers cuando dominamos todas sus posibilidades siguen estando por encima de ambos.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.