Sudden Strike 4, An¨¢lisis

En la vida de todo jugador existen dos hechos que pueden molestar sobremanera: que la curva de dificultad sea tan endiablada que el mando acabe por la ventana en casa del vecino; o que a nivel t¨¦cnico el juego tenga tantos fallos que lastren la jugabilidad del mismo. Si ambos factores ocurren, el acabose se pueda palpar. Y Sudden Strike 4 para consolas re¨²ne los dos, por desgracia.

Tras muchos a?os sin dejarse caer por el campo de batalla, la saga Sudden ha vuelto al panorama informativo con esta cuarta parte. Volvemos, c¨®mo no, a la Segunda Guerra Mundial y todo lo que ello conlleva: la campa?a alemana, sovi¨¦tica y aliada, cada una de las mismas con las principales batallas acontecidas.

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Lo mismo un d¨ªa estamos en la Operaci¨®n Overlord supervisando el salto de los paracaidistas que entraron en las playas francesas en el famoso Desembarco de Normand¨ªa, que otro combatimos calle por calle en Stalingrado. Son escenarios conocidos a poco que uno est¨¦ familiarizado con los RTS o incluso sea un ¨¢vido lector de la Segunda Guerra Mundial. Al fin y al cabo, hablamos de iconograf¨ªa ya popular que ha dado el salto al cine, a las series y a un sinf¨ªn de documentales y videojuegos.

No sorprende ninguno de los parajes, pero tampoco lo necesita. Sabiendo qu¨¦ nos vamos a encontrar, lo importante no es el qu¨¦, sino el c¨®mo. En este punto en cuesti¨®n, en c¨®mo se cuenta cada batalla, es donde Sudden Strike cumple bastante bien. Si se compara con Company of Heroes quiz¨¢s salga perdiendo, pero es que el juego de Relic es uno de los mejores t¨ªtulos de estrategia que existe. Por tanto, tom¨¢ndose como ente independiente, se puede decir que Sudden Strike 4 aporta diversi¨®n. Y eso es importante.

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A diferencia de sus competidores m¨¢s directos, en las campa?as de Sudden Strike 4 no existe un puesto de mando como tal. Al comenzar la partida se nos van dando los soldados que la IA considera oportuno. Este puede ser un h¨¢ndicap en un primer momento, pero garantiza una dosis extra de adrenalina, ya que cada vida cuenta como si pareciera de verdad. Los objetivos de siempre (el qu¨¦) ganan dificultad gracias a esta particularidad (el c¨®mo).

Llegan refuerzos, capturamos puntos que los comandantes nos van se?alando y controlamos que los soldados y tanques no se queden sin munici¨®n y gasolina, respectivamente. Son detalles secundarios a tener en cuenta, pero que potencian la inmersi¨®n jugable. Adem¨¢s, con un control m¨¢s que ajustado.

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Al hablar de un juego de estrategia en consolas, el miedo m¨¢s com¨²n es c¨®mo se va a controlar con un mando tradicional. Hay decenas de posibilidades, todas ellas de lo m¨¢s variopintas posibles. En el caso concreto de Sudden Strike 4 se puede decir que cumple, sin m¨¢s. Es r¨¢pido, directo y asequible, aunque alejado del tacto que puede ofrecer un rat¨®n y teclado, donde los videojuegos de estrategia brillan de verdad.

A pesar de ello, hay que reconocerle a Kite Games el intentar que el juego se maneje con cierta soltura: a la hora de seleccionar unidades individuales es un aut¨¦ntico dolor de cabeza, pero al final se termina tirando de comandos grupales para que todo el pelot¨®n realice la misma acci¨®n. Se pierde profundidad, por supuesto, dado que quiz¨¢s queremos que un soldado en concreto lance una granada de humo y seleccionar a este es complejo, pero al menos se deja jugar.

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El problema t¨¦cnico

Si lo primero que se ha hecho al entrar en esta cr¨ªtica es mirar la nota para acto seguido leer el texto, la pregunta que se estar¨¢ realizando es sencilla: ¡°?De d¨®nde sale esta valoraci¨®n?¡±. Sudden Strike 4 tiene buenas ideas, pero a nivel t¨¦cnico es un desastre. M¨¢s de lo que nos gustar¨ªa.

No hablamos a nivel gr¨¢fico o sonoro, donde sin ser lo mejor del g¨¦nero, este mantiene un est¨¢ndar que firmar¨ªamos encantado para los pr¨®ximos a?os, especialmente en las part¨ªculas de polvo y explosiones. No, hacemos referencia a c¨®mo est¨¢ optimizado el videojuego en consolas, donde deja much¨ªsimo que desear.

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No puede suceder que en un t¨ªtulo donde las partidas se van a una hora de duraci¨®n en muchas ocasiones, existan ca¨ªdas de framerate en cuanto la pantalla se llena de unidades. No es que no deba, es que no puede, repetimos.

?Qu¨¦ es lo peor cuando esto ocurre? Que la partida se bloquea. Literalmente. Dos crasheos de PlayStation 4 que mandaron el punto en el que nos encontr¨¢bamos al traste. Para m¨¢s inri, una era la ¨²ltima misi¨®n de la campa?a aliada, donde llev¨¢bamos una hora de partida tras dar plomo al ej¨¦rcito nazi. Una aut¨¦ntica decepci¨®n.

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Quiz¨¢s alguno se pregunte que esto se soluciona salvando el punto de control antes. Correcto, as¨ª es, pero uno no puede predecir cu¨¢ndo va a existir la ca¨ªda de frames, y el problema es que cuando esto ocurre por primera vez, el sistema se colapsa y ya no deja guardar. Por mucho que pulsemos ¡°Options¡± y le demos a almacenar partida, el propio juego nos sacar¨¢ un mensaje de error que servir¨¢ para escupir todos los improperios de este mundo.

Por si esto pareciera poco, cuando comienzan las ca¨ªdas de frames se hace imposible jugar. Literalmente tambi¨¦n. Deja seleccionar a los comandos, pero cuando los desplazamos la orden no se ejecuta y el juego se queda en una especie de stand by permanente. Al final, esta cr¨ªtica se hizo repitiendo en varias ocasiones los niveles y guardando manualmente cada cierto punto, ya que las ca¨ªdas estaban m¨¢s presentes de lo que nos gustar¨ªa y en algunas misiones era un mazazo perder todo lo realizado.

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Este tipo de fallos, en un g¨¦nero tan f¨¦rreo a la hora de jugar como es el de la estrategia, nunca deben suceder. Lastra la experiencia jugable y aboca a una sensaci¨®n de desesperaci¨®n que no es la que debe causar un juego. Si este frustra, que sea por la idiosincrasia propia del mismo, no porque sea una catastr¨®fica sucesi¨®n de desdichas en el plano t¨¦cnico.

*Este an¨¢lisis se ha hecho con la versi¨®n PS4 del juego; si los errores t¨¦cnicos se corrigen v¨ªa parche se revisar¨¢ la nota de dicha versi¨®n