Kickstarter, zona hostil para las leyendas del videojuego

Los mitos de la industria se la pegan en Kickstarter

Esta semana, dos a?os despu¨¦s de su anuncio en el E3 2015, por fin pudimos ver Shenmue III en movimiento y la impresi¨®n general no fue del todo positiva. Unas expresiones faciales simplemente nulas hacen presagiar que uno de los videojuegos m¨¢s esperados de la ¨²ltima decada simplemente no vaya a estar a la altura de su legado, ni siquiera del nombre que se halla detr¨¢s, Yu Suzuki. De todos modos, y aunque sea demasiado pronto para sacar conclusiones acerca de la calidad que pueda tener Shenmue III cuando salga al mercado, Suzuki tan solo ser¨ªa uno m¨¢s en la lista de grandes mitos del videojuego que no han tenido suerte en Kickstarter, o directamente, que no han hecho las cosas bien.

Uno de los primeros casos es el de Peter Molyneux y su Project Godus, que seg¨²n ¨¦l, ser¨ªa el god game m¨¢s grande jam¨¢s creado... como pr¨¢cticamente todos en los que ha estado envuelto el brit¨¢nico. Ya sabes como es Peter, dec¨ªa entonces un ex empleado de 22cans, intentas recoger sus palabras con la mano y se te escapan entre los dedos. Y s¨ª, desgraciadamente ya sabemos c¨®mo es Molyneux de un tiempo a esta parte, y es que una de sus promesas m¨¢s estrafalarias consistia en cambiar la vida de quien descubriera el secreto de Curiosity, su anterior juego, adem¨¢s de convertirle en dios en Godus. Ninguna de ambas cosas lleg¨® a pasar, evidentemente. En su lugar, Godus termin¨® convirti¨¦ndose en un free to play para m¨®viles, y el bueno de Molyneux -y su familia- incluso amenazado y en una profunda depresi¨®n.

No le est¨¢ yendo mejor a Nobuo Uematsu, compositor de la grand¨ªsima mayoria de las bandas sonoras de una franquicia legendaria como Final Fantasy, adem¨¢s de otros grandes JRPG de la historia tales como Chrono Trigger o Lost Odyssey. Tal vez ahora nadie se acuerde, con raz¨®n, pero Uematsu est¨¢ involucrado en un proyecto otrora celeb¨¦rrimo y hoy olvidado conocido como Project Phoenix, en el que tambi¨¦n estaban involucradas algunas "estrellas" del desarrollo oriental y occidental, y que seg¨²n ellos, marcar¨ªa un nuevo est¨¢ndar de calidad en el rol nip¨®n. Evidentemente, esto nunca suceder¨¢, ya que en una de las ¨²ltimas actualizaciones del estudio aseguraban que hab¨ªan necesitado una importante inversi¨®n privada para completar el desarrollo... de un juego que no es Project Phoenix. Originalmente iba a haber aparecido en 2013, pero m¨¢s adelante se dar¨ªa una fecha en 2018, aunque de un t¨ªtulo del que no sabemos absolutamente nada.

Y qu¨¦ decir de Keiji Inafune y su Mighty N? 9, una colecci¨®n de desprop¨®sitos de principio a fin, a pesar de tratarse de un proyecto con las miras muy altas: el creador de Mega Man al frente de su sucesor espiritual. Las carteras m¨¢s nost¨¢lgicas se vaciaron en el Kickstarter de un videojuego que a pesar de que nunca fue noticia por problemas durante su desarrollo, estos terminaron llegando cuando lleg¨® la fase final de este. Los ¨²ltimos gameplays ya dejaban a las claras que no est¨¢bamos ante un videojuego que har¨ªa historia prec¨ªsamente, pero c¨¦lebre es aquel v¨ªdeo en el que Inafune dejaba caer un es lo que hay mientras un miembro de su equipo "disfrutaba" del t¨ªtulo. Como empezaba a ser evidente, Mighty N? 9 no lleg¨® ni de lejos a recoger el esp¨ªritu del cl¨¢sico h¨¦roe azul de Capcom, siendo un aut¨¦ntico fracaso para la cr¨ªtica y el p¨²blico. Para m¨¢s inri, su edici¨®n especial, que comenz¨® a llegar con retraso a sus inversores, consistia en una caja de cart¨®n por montar en la que, por si fuera poco, ni siquiera cab¨ªa su manual de instrucciones, un manual que se supon¨ªa llegar¨ªa en color y termin¨® haci¨¦ndolo en blanco y negro.

Y ante esto tenemos nombres como los de Richard Garriott -al que hace bien poco dedicamos este texto- y su Shroud of the Avatar, y Koji Igarashi con Bloodstained: Ritual of the Night, que no son sino inc¨®gnitas. Lo que queda claro es que Kickstarter no es el lugar m¨¢s adecuado para que las viejas glorias del videojuego reverdezcan viejos laureles.

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