Impresiones Wolfenstein II
Llamado a ser el juego de acci¨®n de 2017, probamos uno de los grandes anuncios del E3 de Bethesda, un torbellino de acci¨®n y diversi¨®n. Wolfenstein y MachineGames vuelven por todo lo alto. ?Qui¨¦n dice que los shooters no pueden ser originales?
Sorprende. Para bien y para mal. No el juego, del que ahora hablaremos, sino la situaci¨®n.?Wolfenstein II?es tal y como eran sus antecesores m¨¢s cercanos,?The New Order?y?The Old Blood. Por tanto, es?divertid¨ªsimo, cuenta con una?ambientaci¨®n cautivadora?y tiene una propuesta que nos inyecta en vena?acci¨®n r¨¢pida y directa, sin paliativos. Es?original, con situaciones in¨¦ditas en el g¨¦nero y muy dif¨ªciles de olvidar, hace alarde de, especialmente en el caso de los enemigos, unos?personajes muy carism¨¢ticos, y?su gunplay es perfecto?en ese estilo suyo tan particular. Ahora bien, desde el pasado?E3, el juego acapara m¨¢s miradas y atenci¨®n de la que obtuvieron los t¨ªtulos anteriores, y tras probarlo, no entendemos por qu¨¦.?
Es lo mismo. Que est¨¢ muy bien, vaya, y en el caso del autor de este texto, le obligar¨¢ a pasar por caja de forma obligada el pr¨®ximo?27 de octubre, pero ya. Hasta ah¨ª. La?inteligencia artifical?seguir¨¢ provocando m¨¢s de un facepalm, el cambio de motor gr¨¢fico ha generado nuevos problemas t¨¦cnicos y los escenarios y las mec¨¢nicas son id¨¦nticas a las anteriores. La lienalidad y alternancia entre acci¨®n y sigilo siguen a la orden del d¨ªa. Que no tiene nada de malo, como dec¨ªamos, simplemente es su propuesta, pero sorprende que ahora se hable del?juego de acci¨®n del a?o?cuando?The New Order tuvo un?79?en Metacritic?y The Old Blood un?76.?
Nos alegramos, pues por fin se reconoce la calidad de la saga, pero?quiz¨¢s habr¨ªa que haberle hecho justicia mucho antes, cuando aquellas entregas lo necesitaban. En esa situaci¨®n tan sorprendente, ?y ante la que recomendamos probar los juegos mentados a aquellos v¨ªrgenes en su experiencia, nos hemos desplazado a Londres para jugar a Wolfenstein II,?uno de los grandes nombres de Bethesda para 2017. Como dec¨ªamos, que nadie espere grandes sorpresas. Y al mismo tiempo,?abrid el champ¨¢n. Porque Wolfenstein y MachineGames han vuelto.
?Qu¨¦ pasa, Blazkowicz? ?Se te ha olvidado c¨®mo matar nazis?
Feo, fuerte y formal, que dec¨ªa Loquillo. As¨ª es nuestro h¨¦roe.?B.J. Blazkowicz est¨¢ de vuelta?y, con ¨¦l, todo el equipo. Nombres como el de?Anya?(que ahora est¨¢ embarazada, ?y de mellizos!), el del siempre dulce e inocente gigant¨®n de?Max Hass, el del genial?Set Roth?y, por supuesto,?Fergus?(nosotros siempre eleg¨ªamos a Fergus, sorry Wyatt). Entre muchos otros, claro. Y no solo vuelven nuestros aliados. Dicen que?una historia es tan buena como lo es su antagonista, el malo principal, y debido a ello la de?Wolfenstein: The New Order?se gan¨® un hueco en nuestro coraz¨®n.?"Calavera" Strasse y Freu Engel eran sencillamente irresistibles?(especialmente Engel), y ambos tambi¨¦n est¨¢n de vuelta. Lo del primero sorprender¨¢, pero mala hierba nunca muere, ya saben.
Wolfenstein II?es una secuela directa de The New Order y,?argumentalmente, se sit¨²a?inmediatamente despu¨¦s de los acontecimientos con los que finaliz¨®?dicho t¨ªtulo. En ellos?Blazkowicz ca¨ªa en coma?y el mundo no terminaba de escapar de la tiran¨ªa nazi. Ahora,?cinco meses despu¨¦s, con su cuerpo a¨²n hecho polvo, es momento de que abra los ojos y parta otra vez al campo de batalla.
Es lo ¨²nico que se sabe de la historia. Que los nazis siguen gobernando el planeta, que "Calavera" Strasse y Fre Engel vuelven a hacer de las suyas y que Blazkowicz despierta de su coma y se reune con sus amigos (por fortuna esta vez no lo hace catorce a?os despu¨¦s). Por lo dem¨¢s, parece que?pasaremos de luchar en lugares de Europa, como Par¨ªs y Berl¨ªn, a las ciudades del continente norteamericano, donde tendr¨¢ lugar la mayor parte del juego. Tambi¨¦n parece que seguir¨¢ habiendo misiones secundarias, m¨¢s cortas e intercaladas con las principales, que se desarrollar¨¢n en un?nuevo centro de operaciones, donde profundizar en nuestros aliados, rebajar pulsaciones y superar?peque?os puzles y desaf¨ªos.
Como vimos en?el pasado E3,?el t¨ªtulo empieza con los nazis asaltando el lugar de recuperaci¨®n?de nuestro h¨¦roe, quien a¨²n no est¨¢ en condiciones de caminar y deber¨¢ combatir a los enemigos que lleguen?subido a una silla de ruedas. El primer nivel, con una mano impulsando la silla y otra disparando con una ametralladora a todo lo que se mueve, es una aut¨¦ntica declaraci¨®n de intenciones. Una vez m¨¢s, el objetivo de Wolfenstein es el de hacernos vivir?situaciones nunca antes vistas en el g¨¦nero. Para que luego digan que no hay espacio para la sorpresa y la innovaci¨®n entre los shooters.?
El t¨ªtulo seguir¨¢ la estela del primero y nos popondr¨¢ disfrutar de momentos ¨²nicos que nos har¨¢n soltar m¨¢s de una carcajada por lo inveros¨ªmil de su planteamiento. En el pasado hemos torturado nazis con una motosierra al m¨¢s puro estilo?Reservoir Dogs; luchado contra m¨¢quinas gigantes con el cerebro de nuestros aliados implantado en ellas; pasados?test para medir nuestro grado de nazismo; desatado revoluciones en campos de concentraci¨®n y hasta escapado de prisiones de m¨¢xima seguridad alemanas; por no hablar de que hemos hecho rapel sobre castillos medievales utilizados como basti¨®n nazi en pleno siglo XX; improvisado rutas de escapa tras meternos sin querer en hornos crematorios, luchado con perros rob¨®ticos, sobrevivido a fusilamientos y torturas, y usado veh¨ªculos a¨¦reos y terrestres para toda clase de funciones. Situaciones que nos manten¨ªan pegados a los mandos y permancen (y permanecer¨¢n)?grabadas a fuego en nuestra retina.
En ¨¦ste, adem¨¢s de la silla de ruedas, ya hemos?abordado trenes en marcha?con nuestra cara a escasos mil¨ªmetros de los ra¨ªles, y hasta nos hemos?disfrazado de bombero, metido una?bomba nuclear?en el extintor de nuestro traje y paseado por el centro de una ciudad. Desde luego,?Wolfenstein es diferente.
El Ku Klux Klan habla alem¨¢n
A nivel narrativo,?siguen sorprendiendo la cantidad de l¨ªneas de di¨¢logo y lo cautivador de la ambientaci¨®n, que no tiene nada que envidiar a la de producciones como?The Man in the High Castle. Hemos tenido la oportunidad de pasear por una ciudad estadounidense el d¨ªa de un desfile alem¨¢n y?no hemos podido disfrutar m¨¢s. Nos hemos cruzado con?miembros del Ku Klux Klan?(mundialmente aceptado) ensayando alem¨¢n; con borrachos que se met¨ªan con los invasores desde sus callejones, escondidos en las sombras; con polic¨ªas que ped¨ªan la documentaci¨®n a la gente; con toda clase de robots de patrulla; con amantes de los distintos bandos (ni los Capuleto y los Montesco); con guardias repostando en gasolineras; vendedores de peri¨®dicos anunciado la ¨²ltima conquista del f¨¹hrer... etc¨¦tera, etc¨¦tera.
Este nivel sencillamente?ENAMORA. S¨ª, s¨ª, en may¨²sculas. Es precioso y espectacular. Din¨¢mico y narrativamente perfecto. Amplio y repleto de gui?os y elementos por explorar y descubrir.?Es el tipo de niveles que bien podr¨ªan hacer subir al juego de calidad varios pelda?os. Veremos si hay m¨¢s. Nos ha recordado, por ejemplo, al del campo de concentraci¨®n de The New Order.?
Casi nos atrever¨ªamos a decir que?la ambientaci¨®n ha ido un paso m¨¢s all¨¢. En el primero, al margen del nuevo orden mundial, nos enfrent¨¢bamos a construcciones hechas con el hormig¨®n especial de los nazis, sin demasiada personalidad. Aqu¨ª nos sumerg¨ªamos en?los encantadores a?os 60, que son m¨¢s vistosos, recurrentes en nuestra imaginaci¨®n y completos. Hay muchos m¨¢s detalles y?cada momento est¨¢ cuidado al mil¨ªmetro.?
Sin conejos en la chistera, la f¨®rmula de siempre
En cuanto al juego, este viene a ser el mismo, en esencia. Un?shooter de aroma old school?con sistema de?botiquines?e incluso?armadura. Con una jugabilidad en la que?un headshot representa una baja?sea cual sea la dificultad en la que estemos jugando. Su mapeado es?lineal?y est¨¢ formado a base de estrechos pasillos en los cuales es imposible perderse. No hay backtracking ni demasiado exploraci¨®n y tiene ciertos espacios m¨¢s amplios de lo normal, que hacen las veces de arenas donde libraremos grandes enfrentamientos con?enemigos de enormes dimensiones, habitualmente mechas. Y por supuesto, acci¨®n por doquier. Explosiones. M¨¢s acci¨®n. Casquillos volando. Acci¨®n. Alarmas que resuenan continuamente.?Escenarios destruibles?que sucumben a las balas como si estuvieran hechos de cart¨®n. Y... ?hemos dicho acci¨®n??
Tambi¨¦n encontramos?pinceladas de sigilo. Secciones en las que deberemos matar a un enemigo de rango superior si queremos evitar que salte la alarma, la cual provoca respawn infinito. Contamos con eliminaciones autom¨¢ticas de pillar a los enemigos por detr¨¢s o desde encima, con distintos iconos que nos muestran si estamos pasando desapercibidos o si el enemigo nos est¨¢ viendo, etc¨¦tera.
Al margen de un lavado de la HUD que nos marca a cu¨¢ntos metros est¨¢n los generales, en este apartado hemos echado en falta algo m¨¢s de profundidad, nuevas mec¨¢nicas.
En general, como se puede ver, no hay grandes cambios o novedades de peso. Lo que s¨ª hay son?retoques. Liger¨ªsimos retoques que buscan hacer a¨²n m¨¢s satisfactoria la experiencia, puliendo la jugabilidad.
En primer lugar, cabr¨ªa destacar?la posibilidad de ir con un arma en cada mano. No solo sigue presente, sino que ahora?podremos seleccionar armas distintas. Podremos llevar una escopeta en la mano derecha y, al mismo tiempo, sujetar una ametralladora ligera en la izquierda, por ejemplo. Una opci¨®n que se agradece y despliega toda una nueva retah¨ªla de estrategias a nuestro alcance.
En segundo,?la progresi¨®n del personaje. En The New Order seg¨²n ¨ªbamos jugando no paraban de saltar logros/trofeos del siguiente estilo: "Abre la ventaja t¨¢ctica 3", "Abre la ventaja de infiltraci¨®n 1", etc¨¦tera. Nunca ten¨ªamos del todo claro qu¨¦ hab¨ªamos hecho, ni sab¨ªamos exactamente para qu¨¦ nos serv¨ªa haberlo hecho, aunque fuera involuntariamente. Ahora s¨ª lo tendremos. En el men¨² del juego podemos acceder a?una secci¨®n que nos muestra todas las ventajas as¨ª como nuestra progresi¨®n para su desbloqueo. Son mucho m¨¢s variadas, en lugar de ser lo misma pero con muchos niveles (como antes), y si nos pide, por poner un ejemplo, matar a 5 enemigos con explosivos, sabremos cu¨¢ntos llevamos en todo momento, as¨ª como la recompensa que obtendremos para el personaje al lograrlo.
Las mejoras de las armas?por su parte han dejado de ser parte de los coleccionables del juego. Si hacemos ciertas acciones?iremos ganando puntos que despu¨¦s podremos usar para desbloquearlas. Cada arma tiene una gran cantidad y variedad de ellas. Van desde silenciadores a cargadores ampliados, pasando por toda clase de extras y complementos que nos volver¨¢n m¨¢s mort¨ªferos y letales si cabe.
Y si las armas han dejado de ser?coleccionables... tocar¨ªa hablar sobre estos. Son?muchos m¨¢s. O al menos, mucho m¨¢s variados. No se limitan a objetos de oro o mejoras de armas. Tenemos alrededor de seis categor¨ªas de ellos distintas. Juguetes de Max, recortes de de inteligencia... Al igual que las ventajas, ahora tienen su propia secci¨®n en el men¨², donde podemos ver con detalle una descripci¨®n de cada uno de ellos, o cu¨¢ntos llevamos.
Por ¨²ltimo,?la dificultad?del juego. En el pasado hab¨ªa cuatro, siendo??ber?la m¨¢s elevada de todas, y a pesar de ello no era mucho m¨¢s desafiante que la media del g¨¦nero. Es m¨¢s, estaba bastante por debajo. En esta ocasi¨®n encontraremos bastantes m¨¢s opciones, y el juego?se ha vuelto pr¨¢cticamente imposible?en las de rango m¨¢s alto. Una prueba de fuego para todos aquellos que consideraron el anterior relativamente f¨¢cil. Si contiene logros/trofeos de dificultad como el anterior, toca irse preparando para sufrir.
En resumen,?matices. Todos ellos hechos en base al feedback de la comunidad, a las demandas que m¨¢s han acostumbrado a repetirse respecto a los primeros. No revolucionan el juego, pero s¨ª que lo mejoran. Hacen de la experiencia algo?m¨¢s completo, m¨¢s grato. A veces la perfecci¨®n est¨¢ en los detalles. No hace falta inventar la rueda o descubrir la p¨®lvora. Las cosas pueden funcionar a las mil maravillas con cuatro parches y un retoque.?
Si bien en el primer nivel, con Blazkowicz convaleciente y en silla de ruedas, vislumbr¨¢bamos trampas que dotaban a los escenarios de m¨¢s vida o posibilidades, parecen un espejimo. No se han repetido en los siguientes. Del mismo modo, las heridas del primer juego pasan factura al personaje. En esta ocasi¨®n nuestro nivel m¨¢ximo de salud empezar¨¢ siendo de 50, y no 100. Un detalle simb¨®lico del estado en el que nos encontramos. Para poder movernos y luchar como es debido (y recuperar el 100 como valor est¨¢ndar), haremos uso de un exotraje, que en principcio debiera darnos mayor velocidad de sprint y mayor altura en los saltos, pero no hemos notado grandes cambios. Wolfenstein ya es bastante m¨¢s r¨¢pido de lo com¨²n y no hemos tenido la sensaci¨®n de que se haya transformado.
A las nuevas situaciones y los retoques, habr¨ªa que sumar los contenidos propios de toda secuela. M¨¢s armas y enemigos. El elenco sigue creciendo y busca hacerse cada vez m¨¢s imaginativo. Nosotros hemos podido probar el Laserkraftwerk, que desintegraba a los enemigos si los apunt¨¢bamos durante un tiempo, y el Dieselkraftwerk, un lanzagranadas de disparo r¨¢pido que accionaba gas letal para los enemigos.
En cuanto a nuestros n¨¦mesis, hemos encontrado una mayor variedad de robots, muchos ellos sustituyendo a los nazis normales de a pie. Los hab¨ªa lentos y pesados, y rapid¨ªsimos, por momentos paranormales, en la l¨ªnea de The Old Blood.
El ansiado salto t¨¦cnico
A nivel gr¨¢fico, el juego ha mejorado de forma notoria. Ha pasado de usar el iD Tech 5, que ya ven¨ªa pidiendo a gritos un sucesor, al iD Tech 6 que nos deleitara en DOOM. A nivel de iluminaci¨®n y texturas es otro mundo. El momento en el que paseamos por la Estados Unidos de 1061 es precioso. Lleno de elementos en pantalla y de detalle. Sobre todo encontramos que ahora hay muchos m¨¢s efectos en pantalla. Muchas m¨¢s explosiones y armas de l¨¢ser. M¨¢s part¨ªculas y chispas en pantalla. M¨¢s fuego de metralla. La fase del tren en marcha la sensaci¨®n de velocidad era una delicia.?
Sin embargo, tambi¨¦n ha habido muchos errores. Muchos bugs y problemas t¨¦cnicos. Congelaciones, textos que no desaparec¨ªan de la pantalla... Seguramente se debiera a que est¨¢bamos jugando una versi¨®n muy temprana del juego, pero a poco m¨¢s de dos mese de su lanzamiento, ?qu¨¦ quiere decir "muy temprana"? Cabe avisar, por si acaso. Aunque no creemos ir a verlo en el producto final.
De corregirse, ojo, porque el t¨ªtulo puede ser un espect¨¢culo. Pero por ahora, y aunque lo era, no terminaba de funcionar bien y ped¨ªa paciencia.
Los mayores problemas vienen de la mano de?la inteligencia enemiga,?que como por desgracia ya ocurr¨ªa y pasaba en los dos juegos anteriores, carece precisamente de eso, de inteligencia.?Los enemigos son bastante est¨²pidos?y es demasiado f¨¢cil hacerles perdernos de vista y ponerles trampas. Si desde una habitaci¨®n con una ¨²nica puerta, la cual tenemos controlada, nos ponemos a disparar como locos para activar la alarma, tras ella vendr¨¢n todos e ir¨¢n entrando por la puerta uno a uno, sin asomarse ni sacarnos a granadas. Se lanzar¨¢n como?kamikazes?y sucumbir¨¢n en serie a nuestras armas, a poco que combinemos la recarga de las armas duales. No parecen un referente en ese, que digamos.
Adem¨¢s, hemos tenido bastantes problemas con ella. Momentos en los que los enemigos, al atravesar determinado punto del escenario, desaparec¨ªan. Situaciones en las que alarma se activaba sola sin que hubiera ning¨²n comandante cerca. Perros que olfatean el aire pero no nos ven a dos metros de ellos...?
?Los shooters y la originalidad no eran incompatibles?
Divertido. Carism¨¢tico. Veloz. Original. Y podr¨ªamos seguir. Es curiosa la cantidad de adjetivos positivos que pueden surgir de una f¨®rmula tan sencilla y manida. Un pasillo, varios nazis y una ametralladora. No le hace falta mucho m¨¢s. Wolfenstein es un juego directo, que no se esconde. Tienen claras sus virtudes y defectos. No trata de ocultar los segundos, sino que se centra en explotar las primeras. Para los seguidores de la saga, Wolfenstein II es una para imprescindible el pr¨®ximo 27 de octubre. Para los que busquen un t¨ªtulo de acci¨®n, tambi¨¦n. Y los que no probaran los anteriores, ya tardan. Se le est¨¢ dando m¨¢s pompa y atenci¨®n de lo normal, pero se mantiene fiel a su estilo y ofrece aquello con lo que ha venido deleitando a tantos y tantos jugadores. Por un lado, nos alegramos del reconocimiento. Por otro, cabr¨ªa pedir precauci¨®n y paciencia. No parece m¨¢s, tampoco menos.
Que los amantes del g¨¦nero vayan frot¨¢ndose las manos y se preparen para montar un coche que acelera solo, sin cinturones, airbags, ni frenos de ning¨²n tipo. Despierta, Blazkowicz, despierta.
Wolfenstein II: The New Colossus
- Acci¨®n
B. J. Blazkowicz vuelve a la carga en Wolfenstein II: The New Colossus, la secuela del t¨ªtulo de acci¨®n shooter obra de MachineGames y Bethesda para PC, PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch. El asesinato del general nazi Calavera que llevaste a cabo fue una victoria breve. A pesar del rev¨¦s, los nazis mantienen su dominio sobre el mundo. Eres B. J. Blazkowicz, alias "Terror Billy", miembro de la resistencia, azote del imperio nazi y la ¨²ltima esperanza de libertad para la humanidad. Solo t¨² tienes las agallas, las armas y la iniciativa necesarias para regresar a los Estados Unidos, matar a todo nazi con el que te encuentres e iniciar la Segunda Revoluci¨®n Americana.