I and Me
I and Me, an¨¢lisis
El juego de puzles de Wish Fang llega a Nintendo Switch para hacernos pasar agradables ratos con su banda sonora orquestada y sus fant¨¢sticos escenarios hechos a mano.
An¨¢lisis, I and Me
Nintendo Switch ha empezado con buen pie en el mundo de los videojuegos. Con la consola pr¨¢cticamente agotada en medio mundo -o m¨¢s- y con algunos bombazos exclusivos como Arms y Zelda Breath of the Wild, la nueva consola de sobremesa de la compa?¨ªa japonesa posee en su haber t¨ªtulos de diverso calado. El g¨¦nero que hoy nos ocupa, el de los puzles, cuenta con varios representantes como el mism¨ªsimo Snipperclips de la londinense SFB Games, Snake Pass o Puyo Puyo Tetris. I and Me se postula como otro t¨ªtulo m¨¢s a tener en cuenta, entre otras cosas, por su ajustado precio y su ambientaci¨®n.
Rompecabezas y m¨¢s
Los t¨ªtulos centrados ¨²nicamente en la tem¨¢tica rompecabezas suelen sacarnos de quicio a los jugadores la mayor parte de las veces. Bien porque algunos de sus problemas virtuales son complicados o bien porque en realidad hay pocos que llaman la atenci¨®n a nivel visual a menos que en su ADN se encuentre otro g¨¦nero dentro de la coctelera. En el caso de I and Me nos encontramos con un juego enfocado ¨²nicamente en el g¨¦nero puzle pero tambi¨¦n con un toque de emotiva narrativa centrada en la soledad y en qu¨¦ pasar¨ªa si en el mundo se hallara un alter ego que hiciera lo mismo que nosotros simult¨¢neamente. Wish Fang, desarrollador ¨²nico del videojuego, quiso plasmar esta idea el pasado a?o en ordenadores compatibles y ahora llega a Nintendo Switch gracias a una adaptaci¨®n creada para la ocasi¨®n por Ratalaika Games.
I and Me cuenta con m¨¢s de 90 niveles repartidos en cuatro cap¨ªtulos, cada uno centrado en una estaci¨®n del a?o y con su propia tem¨¢tica emocional. B¨¢sicamente se nos cuenta la historia de su protagonista, un gato negro que intenta huir de la soledad y que se adentra en el mundo desde los ojos de un espectador, el jugador, junto a una copia de si mismo. Con esta premisa nos adentramos en un videojuego sencillo -en raras ocasiones desafiante- que es perfecto para relajarnos gracias a sus escenarios creados a mano y a su banda sonora de tipo orquestal con piano.
La mec¨¢nica del juego es sencilla, todos los movimientos que hagamos durante la partida ser¨¢n replicados por nuestro otro yo. Esto obliga al jugador a dividir su mirada hacia los dos protagonistas y en poner especial atenci¨®n a los peligros de cada pantalla. En la mayor¨ªa de problemas debemos de separar a los felinos para poder alcanzar nuestra meta, bien por medio de plataformas, de irregularidades en el relieve o bien haciendo uso de las paredes de cada dilema presentado. Es decir, atascando a uno de ellos para poder avanzar con el otro. Nuestra misi¨®n en cada uno de los puzles que se nos presentan es la de hacer llegar a los gatos a dos marcos de foto estrat¨¦gicamente colocados.
Cada escenario cuenta con sus propios peligros como pinchos, animales que adem¨¢s de da?arnos pueden ayudarnos, palancas que activan peligros o plataformas, el propio dise?o del nivel, invertir el movimiento de uno de los mininos u obst¨¢culos que debemos salvar con la ayuda de una antorcha. Hay bastantes fases que contemplan s¨®lo una forma de resolver el acertijo mientras que en otras podemos completarlas de distintas maneras. Lo que s¨ª hay que tener claro es que la mec¨¢nica de juego puede hacerse repetitiva (al fin y al cabo el eje central de los puzles se basa en la replicaci¨®n de los movimientos) pero las ideas plasmadas por su creador en cada uno de los niveles es digna de elogio. Es decir, no veremos dos pantallas iguales aunque s¨ª muchos de los movimientos anteriormente ejecutados en otras ecuaciones.
Como hemos mencionado anteriormente, I and Me es fant¨¢stico para relajarnos. Su mayor dificultad no reside en saltos imposibles ni en obst¨¢culos insalvables, sino en tener paciencia y pensar abiertamente c¨®mo solucionar las inc¨®gnitas que nos esperan. No hay l¨ªmite de intentos ni muertes permanentes, s¨®lo una agradable m¨²sica, bellos escenarios y una bonita historia que leer. As¨ª mismo hay pantallas donde aparecen pergaminos coleccionables que desbloquean hasta tres nuevas fases por cap¨ªtulo y que a?aden m¨¢s texto a la f¨¢bula de los gatitos. No suelen ser dif¨ªciles de conseguir pero estamos seguros que en alguno de ellos optareis por intentarlo en otra ocasi¨®n. En general es un juego sencillo y agradable e incluso nos arriesgamos al decir que es bastante recomendable para los m¨¢s peque?os de la casa. Son algunos los factores que tenemos en cuenta para pensarlo como pueden ser sus bonitos gr¨¢ficos, que los gatetes no mueran como tal y sobre todo, que fuerza a los j¨®venes a estar pendientes en todo momento del movimiento de ambos animales as¨ª como de dar con la l¨®gica de las resoluciones.
En el apartado t¨¦cnico hay poco que comentar. Los animales que aparecen en pantalla no alardean de mucha tecnolog¨ªa, cumplen con su cometido y poco m¨¢s en cuesti¨®n de dibujado y animaciones. El juego cuenta con cuatro fondos de escenario inspirados en las estaciones del a?o y, aunque preciosos, se nos antojan escasos a todas luces. Adem¨¢s tampoco poseen ning¨²n tipo de movimiento salvo tres o cuatro planos de scrolls para crear algo de profundidad as¨ª como diversos efectos meteorol¨®gicos. Todo lo que se ve en pantalla es en dos dimensiones. Con la m¨²sica ocurre lo mismo, es m¨¢gica, de corte lenta y melanc¨®lica pero con solo una melod¨ªa por acto (con peque?as remezclas de las mismas) se queda un poco pobre sobre todo cuando juega un papel tan importante a la hora de animarnos a jugar con ¨¦l.
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.