Kirby's Blowout Blast
An¨¢lisis de Kirby's Blowout Blast
Kirby est¨¢ de celebraci¨®n, y en su 25? aniversario vuelve a 3DS con Blowout Blast, un minijuego descargable que se aleja un poco del plataformeo con diferentes habilidades que ha hecho popular a la bola rosa de HAL Laboratory.
Ya han pasado 25 a?os desde que Kirby's Dream Land diera el pistoletazo de salida a la saga de HAL Laboratory en abril de 1992, y de Game Boy en adelante no han sido pocas las iteraciones que han salido en todas y cada una de las consolas de Nintendo, a excepci¨®n de la malograda Virtual Boy. Sin embargo, con Kirby: Planet Robobot estrenado el a?o pasado y la futura entrega de Switch (a¨²n sin t¨ªtulo definitivo) anunciada para el que viene, la casualidad quiso que un aniversario tan se?alado se fuese a quedar en blanco. O al menos as¨ª era hasta que la compa?¨ªa nipona decidi¨® ampliar y relanzar dos de los minijuegos de Planet Robobot: desde el pasado abril podemos descargar de la eShop Team Kirby Clash Deluxe, versi¨®n F2P del modo ¡°H¨¦roes legendarios¡±, y ahora tambi¨¦n nos llega Blowout Blast (a un precio de 6,99€) con la intenci¨®n de sacar algo m¨¢s de partido al concepto de ¡°Desaf¨ªos 3D de Kirby¡±.
Por si alguien no estuviese familiarizado con este minijuego, los desaf¨ªos 3D se llaman as¨ª precisamente porque abandonan la tradicional perspectiva lateral para plantear una serie de peque?os niveles en los que seguimos el avance de Kirby desde diferentes ¨¢ngulos que sacan provecho al efecto estereosc¨®pico de la consola (aunque el framerate se resiente con ¨¦l activado), as¨ª como a la posibilidad de un movimiento en 360 grados dentro de sus m¨¢rgenes. El recorrido es tan o m¨¢s lineal que en las fases 2D cl¨¢sicas, y el dise?o no utiliza esta nueva libertad para introducir m¨¢s exploraci¨®n, sino para dar mayor importancia al apuntado en las habilidades de engullir y disparar enemigos. Con las t¨ªpicas transformaciones fuera de escena, el juego se convierte en una especie de shooter plataformero en el que la cantidad de enemigos engullidos (nos podemos zampar varios a la vez) y el n¨²mero de objetivos alcanzados con cada proyectil aumenta los puntos recibidos, haciendo de Blowout Blast un arcade donde el reto no es tanto llegar al final como hacerlo consiguiendo la mayor puntuaci¨®n posible por el camino.
Cambio de f¨®rmula aparte, tampoco dejamos de estar ante un Kirby, lo que significa que el nivel de dificultad inicial es muy suave y jugadores de cualquier perfil se pueden plantar ante los cr¨¦ditos en menos de dos horas. No obstante, lo que da sentido a Blowout Blast es no limitarse a eso e ir a por los trofeos de oro que desbloquean los niveles EX, versiones alteradas m¨¢s dif¨ªciles que las normales. Aqu¨ª es donde el juego empieza a brillar por subir algo m¨¢s la exigencia para desbloquearlas y luego superarlas. Los requisitos para alcanzar los mejores trofeos (tambi¨¦n los hay de platino) pasan por recoger monedas desperdigadas por el escenario, eliminar a todos los enemigos, no recibir da?os, engrosar la cifra del contador a base de cadenas de impactos, y hacer todo ello con rapidez. Al principio parece una tarea muy asequible viendo la simplicidad del planteamiento y un dise?o de niveles bastante b¨¢sico, pero a medida que profundizamos en estos retos extra la dificultad aumenta hasta llegar a un desaf¨ªo fren¨¦tico, claramente ideado para los m¨¢s h¨¢biles.
Esta curva ascendente es la principal baza de un t¨ªtulo que por lo dem¨¢s tampoco resulta demasiado ambicioso o variado, como su condici¨®n de minijuego descargable puede adelantar. Cada nivel tiene su ambientaci¨®n y est¨¢ compuesto por una serie de mini-fases que culminan en un jefe, pero la mayor¨ªa de elementos visuales y jugables son heredados de Planet Robobot, e incluso ignorando eso la repetici¨®n puede terminar haciendo mella dentro del propio Blowout Blast. Exprimirlo se traduce en sacar varias horas de un juego que, desde ese punto de vista, tiene un precio competitivo. Pero tambi¨¦n implica dedicar gran parte de esas horas a pasar por situaciones similares, y dominar mec¨¢nicas sencillas como el posicionamiento y direcci¨®n de nuestro protagonista sin que los niveles o los enemigos hagan cosas demasiado interesantes m¨¢s all¨¢ de casos puntuales. No hay nada intr¨ªnsecamente fallido en la propuesta, que funciona bien a un nivel mec¨¢nico y ya se presenta desde el primer instante como un spin-off en lugar de un Kirby tradicional, pero dada su naturaleza tendr¨¢ problemas a la hora de enganchar con el mismo ¨¦xito a todos los jugadores.
Para los fans de Kirby es una golosina m¨¢s que a?adir a la colecci¨®n, ya que dispone del encanto audiovisual cl¨¢sico de la saga y la mejor¨ªa respecto al modo del que bebe es clara. El uso de amiibos para desbloquear estatuas y melod¨ªas tambi¨¦n refuerza esta idea de ofrecer una pizca m¨¢s del universo Dream Land antes de cerrar el cap¨ªtulo de 3DS y poner rumbo a Switch (hay otro de camino, pero ya de enfoque multijugador). Para los seguidores menos ac¨¦rrimos, Blowout Blast puede pecar de redundante o limitado si ya se cuenta con Planet Robobot en la estanter¨ªa. Y en caso contrario, probablemente sea preferible gastar algo m¨¢s y adquirir directamente su antecesor (o el tambi¨¦n notable Triple Deluxe) para recibir un paquete mucho m¨¢s completo que sirva como muestra de lo que HAL Laboratory puede hacer con su mascota. Pero esto en ning¨²n momento anula las bondades de un colorido ¡°score rush¡± que podemos disfrutar en sesiones m¨¢s cortas que sus compa?eros. Como entretenimiento destinado a proporcionar peque?as inyecciones de adrenalina, Blowout Blast desempe?a con eficiencia su labor siempre que le demos la oportunidad de sacar las garras y no nos quedemos en la capa superficial.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.