Thumper, An¨¢lisis para Nintendo Switch

Thumper, An¨¢lisis para Nintendo Switch

Cuando ves por primera vez Thumper lo m¨¢s sencillo es pensar que se trata del en¨¦simo suced¨¢neo de WipEout, F-Zero y dem¨¢s juegos de velocidad futurista con naves. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Una vez m¨¢s, estamos ante un t¨ªtulo cuyas apariencias enga?an, y eso es un arma de doble filo. Drool ha tomado m¨¢s de un riesgo a la hora de desarrollar el t¨ªtulo, y por suerte han acertado en m¨¢s aspectos de los que han errado.

El t¨ªtulo lleva ya unos cuantos meses en plataformas como PlayStation VR y PC, donde tambi¨¦n es compatible con la realidad virtual y hace que el espect¨¢culo audiovisual sea sencillamente demencial. El primer paso para poder disfrutar del juego r¨ªtmico es entender el porqu¨¦ de la propuesta, intentar entrar en la onda de lo que este estudio quer¨ªa transmitir al jugador cuando estuvieron meses desarroll¨¢ndolo.

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Ellos lo definen como ¡°violencia r¨ªtmica¡±, as¨ª que partiendo de ese concepto vamos a pasar a desmenuzar lo que nos ha parecido esta experiencia de algo m¨¢s de diez horas de duraci¨®n para ser terminada y, al mismo tiempo, hacer que ve¨¢is en ¨¦l algo m¨¢s que un juego de carreras, ya que la ¨²nica carrera que hay aqu¨ª es la que cada uno quiera disputar consigo mismo por superar los tiempos de cada fase.

Supers¨®nico; midiendo los tiempos al mil¨ªmetro

Las im¨¢genes son en realidad muy clarificadoras, m¨¢s a¨²n los tr¨¢ilers del t¨ªtulo: una suerte de escarabajo met¨¢lico donde tenemos que recorrer sobre ra¨ªles una suerte de plataforma a toda velocidad. El desplazamiento es autom¨¢tico, pero los giros no lo son, y es ah¨ª donde radica la jugabilidad: avanzamos a toda velocidad con decenas de curvas, obst¨¢culos y envites de un enemigo abstracto e indefinido. Las paredes y barreras son parte de esa mec¨¢nica jugable tan simple que nos plantean, que no es otra que la de pulsar el bot¨®n correspondiente a la acci¨®n que se anteponga en nuestro camino. ?Tienes un obst¨¢culo en la superficie? Salta. ?Giro de 90 grados a la derecha? Tuerce a ese mismo lado con el joystick y pulsando el bot¨®n correspondiente¡­ pero en el momento justo. La precisi¨®n que nos pide el juego es total en todo momento, sin darnos concesiones de ning¨²n tipo.

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Drool ha conseguido realizar un ejercicio did¨¢ctico muy destacable, dedicando el primer Nivel con su decena y media de fases a explicarnos c¨®mo se juega y cu¨¢es son los principales comandos que nos vamos a encontrar m¨¢s adelante a lo largo de la aventura. Es esencial repetir una y otra vez algunos de ellos, pues al final del d¨ªa lo m¨¢s importante es interiorizar dichos comandos.

3 formas de manifestar una banda sonora

Esa base musical con tintes estramb¨®ticos se conjuga con efectos epil¨¦pticos en lo visual, un recital de luz y efectos sonoros que, cuando nos acostumbramos, nos llevan a fluir por esos carriles como si del cauce de un r¨ªo se tratase. No nos vamos a enga?ar: atrapa desde la primera partida. No lo hemos jugado con realidad virtual sino en Nintendo Switch, un espect¨¢culo sonoro y visual si lo jugamos con auriculares. Ahora que escribimos este an¨¢lisis solo podemos decir que cualquier cosa se asemeja inevitablemente a un juego r¨ªtmico; se produce un efecto similar al de los tetriminos de Tetris, haciendo que cualquier cosa que veamos ¡°encaje¡± sobre otra. Aqu¨ª es parecido. No podemos quitar de la cabeza ese cierto placer que se siente al superar una curva en el momento justo, porque no solo tenemos la satisfacci¨®n de ir superando niveles, es tambi¨¦n una innegable sensaci¨®n de sentirnos realizados al escuchar una m¨²sica en constante tensi¨®n, pero muy bien interpretada.

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Ese bicho alien¨ªgena que nos espera al final no tiene una forma que podamos asemejar con un animal, pues no tiene una cabeza propiamente dicha; no tiene un cuerpo definido, es un conjunto de extremidades que va desplaz¨¢ndose al tiempo que hace mover el escenario. Esas ondulaciones no sol balad¨ª: tambi¨¦n van al son de la m¨²sica. Con el paso de los minutos te das cuenta de que nada sucede porque s¨ª, que el trabajo a nivel de dise?o traslada tres frentes al mismo tiempo: el circuito, las ondulaciones del escenario y la propia m¨²sica de fondo. 

El mayor inconveniente es ¨¦l mismo

El principal problema de Thumper es que con el paso de las horas termina pecando de repetitivo. Seguramente muchos de vosotros habr¨¦is experimentado esa sensaci¨®n de estar jugando a un t¨ªtulo que, de primeras, cuenta con un factor sorpresa que impide que dej¨¦is de jugarlo¡­ pero que antes de lo esperado vemos como su llama se apaga. Eso es algo parecido a lo que sucede en esta supers¨®nica propuesta, es una escalada a una monta?a repleta de sorpresas, pero que muestra su pico m¨¢s alto antes de tiempo.

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Algunas mec¨¢nicas se repiten demasiado, y eso termina siendo contra producente porque una vez dominas los giros m¨¢s complejos y disminuyes a pr¨¢cticamente el m¨ªnimo los errores que cometas, termina volvi¨¦ndose algo f¨¢cil; aunque sigue siendo un desaf¨ªo constante por lo sencillo que es cometer errores garrafales. Si le perdonas eso, entonces Thumper tienes juego para muchas horas. Otro de los inconvenientes que hemos encontrado ahora ¨Cy no antes ni durante-, es que las canciones son muy parecidas entre s¨ª. Una vez m¨¢s, aludimos al factor sorpresa, que se termina haciendo que reme a contracorriente por esa recursividad tan poco agraciada para el resultado final. Esto resta que haya m¨¢s temas memorables y hace que no seamos capaz de recordar una melod¨ªa en concreto sino el todo, su conjunto. ?El resultado? Una banda sonora espectacular, centelleante, violenta, impetuosa y el¨¦ctrica, pero sin una identidad lo suficientemente definida como para calificarla de sobresaliente.

Thumper se ha analizado con un c¨®digo descargable proporcionado por la desarrolladora.