Actualidad
Australia proh¨ªbe Outlast 2 debido a su ¡°violencia sexual¡±
Censura obligatoria Humor: MEME Effect Andromeda V¨ªdeo: As¨ª son los enemigos de Prey
Red Barrels deber¨¢ censurar Outlast 2 para Australia
Australia es uno de los pa¨ªses m¨¢s estrictos con la censura y los videojuegos son uno de los principales objetivos del organismo oficial de clasificaci¨®n de dicho pa¨ªs. Y Outlast 2 ha sido el ¨²ltimo t¨ªtulo en no superar las estrictas normas de censura debido a la expl¨ªcita ¡°presentaci¨®n de violencia sexual¡±.
As¨ª, Red Barrels deber¨¢ recurrir a la censura de su nuevo videojuego si pretende lanzarlo en Australia. Tanto es as¨ª, que el comunicado oficial de dicho organismo asegura que Outlast 2 ¡°muestra escenas sexuales de abuso y adicci¨®n de drogas, crimen, crueldad, violencia, fen¨®menos aberrantes o repugnantes de tal manera que ofende los est¨¢ndares de moralidad, decencia y decoro generalmente aceptados¡±. Casi nada.
Sus responsables deber¨¢n omitir ciertas escenas para lograr una calificaci¨®n R18+ y recibir as¨ª el visto bueno de las autoridades australianas para su lanzamiento oficial. Para los que quieran investigar m¨¢s sobre el tema y, en consecuencia, acepten los spoilers sobre dicha trama, pueden dirigirse a la edici¨®n australiana de Kotaku, donde se detallan todos los hechos que han provocado la pol¨¦mica de Outlast 2.
- Acci¨®n
- Aventura
Outlast 2, desarrollado y distribuido por Red Barrels para PC, PlayStation 4, Xbox One y Switch, es la secuela de la popular aventura de acci¨®n y terror Outlast en el que volvemos al asilo de Mountain View para vivir nuevas e intensas experiencias terror¨ªficas. En Outlast 2, conocer¨¢s a Sullivan Knoth y a sus seguidores, que abandonaron nuestro perverso mundo para fundar la ciudad de Temple Gate, situada en lo m¨¢s profundo de la naturaleza y oculta a la civilizaci¨®n. Knoth y su reba?o se preparan para el fin de los tiempos, y no te queda m¨¢s remedio que investigar el caso. Adoptar¨¢s el papel de Blake Langermann, un c¨¢mara que trabaja con su mujer, Lynn. Ambos sois periodistas de investigaci¨®n dispuestos a correr riesgos y escarbar a fondo para sacar a la luz historias que nadie m¨¢s se atrever¨ªa a investigar.
