Ese tiempo que separa Halo Wars 2 de su primera entrega no es nada en comparaci¨®n a los veintiocho que han transcurrido en el propio mundo del juego. Casi tres d¨¦cadas en las que la tripulaci¨®n del Spirit of Fire ha permanecido pl¨¢cidamente dormida hasta que una se?al de la UNSC alarma a la IA de abordo para despertar a todos los marines. El cine, as¨ª como otros medios, nos han ense?ado que este tipo de situaciones nunca aguardan nada bueno, as¨ª que podemos prepararnos para desenfundar las armas y esperar problemas. La trama nos coloca directamente en el Arca , la instalaci¨®n Forerunner que sirve para la fabricaci¨®n de esas s¨²per armas de destrucci¨®n masiva que son los halos. A pesar de que el desarrollo de la campa?a dista mucho de tener relaci¨®n directa con las aventuras vividas en otros cap¨ªtulos principales de la serie, esta localizaci¨®n y otros detalles (como es el caso de los comentarios que nos brindan los Spartans al recibir ¨®rdenes) dirigir¨¢n nuestros pensamientos hacia etapas conocidas. Pero volviendo a la situaci¨®n de la trama principal, en este caso veremos un campamento aliado que ha sido atacado por una nueva fuerza en discordia: los Desterrados, un ej¨¦rcito que reniega de toda autoridad m¨¢s all¨¢ de su l¨ªder, un brute llamado Atriox que en otro tiempo y muy a su pesar sirvi¨® al Covenant. Su fiereza en el combate y sus dotes de mando le han permitido sobrevivir siempre a pesar de labrarse enemigos muy poderosos, y ahora quiere hacerse con el control de la instalaci¨®n 00 para sembrar el caos a lo largo y ancho de la galaxia. Con un halo en su poder, nada estar¨¢ a salvo en muchos a?os luz a la redonda.
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Estos son, a grandes rasgos, los detalles que nos ponen en onda nada m¨¢s comenzar, presentando por el camino a uno de los personajes m¨¢s importantes del juego: Isabel, una IA con informaci¨®n muy valiosa sobre el enemigo al que nos enfrentamos. Tambi¨¦n se nos pone en contacto con Jerome, Alice y Douglas, los tres Spartans que ayudar¨¢n a las tropas del Spirit of Fire en su cometido de impedir que los Desterrados cumplan la voluntad de su general, haciendo las veces de h¨¦roes durante el combate. Entrar en detalles sobre el desarrollo destripar¨ªa uno de los atractivos del juego, pero s¨ª podemos decir que ofrecer¨¢ ciertos momentos interesantes para los amantes del universo Halo. No obstante, cabe resaltar que la importancia de todo lo que aqu¨ª se narra se resume en unas pocas pinceladas al inicio y al final del juego, dejando poco espacio para la profundizaci¨®n en historia y personajes, siempre con honrosas excepciones. La trama principal se extiende a lo largo de doce misiones que componen el modo campa?a, las cuales pueden llevarnos alrededor de nueve horas de juego efectivo. Esta duraci¨®n es muy variable en funci¨®n del nivel de dificultad y los objetivos secundarios que optemos por realizar, aunque bien es cierto que la presteza juega a nuestro favor para conseguir las puntuaciones m¨¢s altas al terminar cada nivel. El n¨²mero total de misiones, en cualquier caso, se antoja algo escaso, y realmente hay aspectos que se resienten por ello mismo: la curva de dificultad da algunos bandazos un tanto sorpresivos, pues la sensaci¨®n de que llevamos poco tiempo a los mandos nos perseguir¨¢ hasta bien entrado el desarrollo argumental. A esto contribuye la falta de una inclusi¨®n gradual de las diversas funciones y tipos de objetivo que se nos pueden presentar, lo cual podr¨ªa haberse resuelto con un n¨²mero mayor de misiones cortas. No obstante, todo esto va especialmente dirigido a los jugadores menos experimentados en la estrategia en tiempo real, y hay elementos que cumplen su cometido a la perfecci¨®n como los diversos niveles de dificultad y los tutoriales accesibles desde el men¨² principal en todo momento (si bien es cierto que no tienen nada que ver con la puesta en pr¨¢ctica de lo aprendido).
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Por todo lo dem¨¢s, la campa?a ofrece un desarrollo atractivo , con variedad de situaciones suficiente para mantenernos enganchados hasta el final y repetir misiones buscando mejorar nuestros resultados, as¨ª como obtener los diversos extras en forma de calaveras y documentos. Tambi¨¦n, por supuesto, la b¨²squeda de retos mayores en las dificultades m¨¢s exigentes ser¨¢ un aliciente para los jugadores m¨¢s curtidos. Lo cierto es que el ajuste de los mismos responde muy bien a sus descripciones, y todo nivel que se adapte a nuestras habilidades nos dar¨¢ momentos de respiro y de sufrimiento a partes iguales (salvo el legendario, que no da tregua). Uno de los aspectos importantes de Halo Wars 2, al igual que suced¨ªa con el primero, es su condici¨®n de juego de estrategia. Y esto es as¨ª tanto por pertenecer a una saga de un g¨¦nero radicalmente diferente, como por salir en consolas, sabiendo las dudas que siempre despierta el uso del mando cuando de dar ¨®rdenes en tiempo real se trata. Lo cierto es que ya en el primer Halo Wars se hizo un buen trabajo en la adaptaci¨®n al control con pad, y esta segunda parte sigue una l¨ªnea muy similar. No podemos decir que se olvide la ausencia de un teclado y un rat¨®n, que siempre ser¨¢ el combo ideal, pero sin duda se ha logrado un buen resultado con la compresi¨®n de todas las funciones posibles en los botones de que disponemos en Xbox One . Por supuesto, esto requiere pr¨¢ctica y un periodo de acomodaci¨®n, ya que en muchos casos tenemos comandos y funciones muy diversas situadas en las mismas teclas, debiendo realizar dobles pulsaciones o entrar en distintos modos para distinguirlo. Los atajos no son tan inmediatos como en un teclado, pero tambi¨¦n hay muchos presentes. Hay que decir que en la versi¨®n PC tambi¨¦n podemos hacer uso de mando si as¨ª lo preferimos.
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A parte de la buena adaptaci¨®n de los controles en s¨ª, la propuesta jugable ayuda a que todo sea m¨¢s accesible y llevadero . Halo Wars 2 se centra mucho m¨¢s en la acci¨®n que en la gesti¨®n de recursos, y la magnitud de las batallas no es tan gigante como para abrumarnos en caso de jugar con pad (el ritmo, no obstante, s¨ª es alto). Esto no es necesariamente un punto negativo para el juego, ya que consigue una personalidad propia que posibilita tanto la fluidez con cualquier opci¨®n de control (mando o teclado) como el atraer a jugadores indecisos; aficionados al universo Halo pero sin demasiada experiencia en la estrategia en tiempo real. De todas formas, bien es cierto que el apartado de gesti¨®n se ve perjudicado por una menor profundidad. Esta apuesta por una acci¨®n inmediata nos obliga a actuar siempre con rapidez. El mayor tiempo que dedicaremos a trazar estrategias algo elaboradas ser¨¢ el que tendremos tras sufrir una derrota y forzarnos a plantearnos mejor algunas cosas. Esta toma de decisiones sobre la marcha est¨¢ reforzada h¨¢bilmente por las herramientas que 343 Industries y The Creative Assembly ponen a nuestro alcance: posibilidad de formar hasta diez pelotones con las tropas que elijamos para seleccionarlos r¨¢pidamente y realizar grandes movimientos simult¨¢neos; accesos directos a llamar a todas las tropas, a las que aparezcan en pantalla o a las del mismo tipo; fijar situaciones del mapa para ir directos a ellas con la mera pulsaci¨®n de una tecla, y otras utilidades inteligentes que cabr¨ªan esperar de un juego bien planteado. Adem¨¢s, las caracter¨ªsticas b¨¢sicas del sistema de juego y combate tambi¨¦n van en esa direcci¨®n favorable a la acci¨®n directa : a parte de la ya comentada resta de importancia a la gesti¨®n de recursos, tenemos el hecho de que cada tipo de unidad es claramente superior a otro, lo que nos lleva a una r¨¢pida toma de decisiones en cuanto vemos aparecer al enemigo. As¨ª, por ejemplo, si estamos acribillando veh¨ªculos enemigos desde el aire, retiraremos nuestras naves en cuanto la infanter¨ªa rival entre en escena. La variedad de tropas es suficiente, que no excesiva, al igual que ocurre con los edificios construibles. Dentro de cada tipo de unidad apenas tenemos una habilidad especial m¨¢s all¨¢ de su funci¨®n est¨¢ndar. Todo ello conforma una jugabilidad donde la acci¨®n es muy protagonista, con un gran ritmo y muy basada en la elaboraci¨®n de batallones lo m¨¢s grandes y variados posible, siempre apoyadas por las habilidades de l¨ªder que podemos desatar al instante en cuanto las desbloqueemos y tengamos cargadas, incluyendo bombardeos, unidades de apoyo, distracciones para el enemigo, etc.
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Anteriormente hablamos del modo campa?a, pero no es el ¨²nico del que disfrutar en Halo Wars 2. De hecho, seguramente no sea el principal reclamo, m¨¢s all¨¢ de que la historia pueda resultar entretenida. El multijugador es la principal apuesta para un juego que aspira a tener un largo recorrido comercial , con diversos contenidos descargables ya anunciados junto a su Season Pass particular. Tenemos tres modos principales ya conocidos en el g¨¦nero (batalla a muerte, control de zonas y construcci¨®n de fortalezas) en los que siempre se enfrentar¨¢n dos equipos, en mapas de diferentes caracter¨ªsticas y dimensiones que permitir¨¢n jugar hasta a seis jugadores simult¨¢neos. Tambi¨¦n podemos practicar o cubrir huecos con comandantes dirigidos por la IA. Es de esperar que en estas partidas nos encontremos con los momentos m¨¢s duros y ¨¦picos, pues la experiencia de los jugadores es sin duda el rival m¨¢s dif¨ªcil de batir. Adem¨¢s, tenemos un modo cooperativo online para completar la campa?a principal con un amigo. El componente competitivo toma a¨²n m¨¢s inter¨¦s si cabe al atender al modo Blitz, la apuesta verdaderamente original de Halo Wars 2 y que habr¨¢ que ver si eclipsa a las partidas al uso. Este modo Blitz prescinde de elementos como la gesti¨®n de recursos y nos encara directamente a la direcci¨®n de tropas para controlar zonas y ganar puntos antes que el enemigo. En lugar de ampliar nuestra base al modo cl¨¢sico, contamos con un mazo de cartas que nos permitir¨¢ desplegar tropas al instante o utilizar habilidades especiales con las que ganar ventaja. As¨ª, la estrategia sobre el campo de batalla es s¨®lo una parte, pues la elaboraci¨®n de una baraja competitiva se antoja m¨¢s importante todav¨ªa. De inicio contaremos con un mazo predefinido, pero desbloquearemos cartas a medida que juguemos, completemos misiones y partidas o alcancemos ciertos logros. Por supuesto, tambi¨¦n est¨¢ la opci¨®n de acceder a ellas mediante microtransacciones, eludiendo la cantidad de horas necesarias para ampliar la colecci¨®n. Blitz no es un juego especialmente complicado. De hecho, las reglas son sencillas y su sistema bastante intuitivo, ingredientes muy importantes para hacer de ¨¦l un modo dominante entre la comunidad online.
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A todo lo expuesto hasta ahora falta a?adir la guinda: el apartado audiovisual es realmente sorprendente. Efectos y modelados durante el juego ofrecen un nivel muy convincente, si bien ser¨¢n las escenas de v¨ªdeo las que nos dejen con la boca abierta, pues lucen a un nivel totalmente sobresaliente y est¨¢n ejecutadas de manera magistral. Adem¨¢s, no hay problemas de rendimiento detectados y la tasa de frames se mantiene estable y muy suave, algo muy de agradecer. Las voces de los personajes est¨¢n muy bien interpretadas, pero hay que recordar su completa falta de doblaje al castellano, lo que obliga a leer constantemente la traducci¨®n de las conversaciones, consejos y ¨®rdenes que nos lleguen por el transmisor (algo que puede distraernos un poco durante el combate, aunque por lo general no conlleva ninguna grave consecuencia). La banda sonora es otro componente excepcional, muy buena y bien usada en todo momento. Lo cierto es que a nivel t¨¦cnico todos los componentes rayan a muy buen nivel.