Por qu¨¦ queremos un nuevo juego de Kamiya

Poca gente deber¨ªa dudar que Platinum Games, responsable de juegos como Bayonetta, Vanquish o el futuro Nier: Automata es una de las compa?¨ªas m¨¢s respetadas del mundillo. Puede que las ventas no siempre le acompa?en, pero eso no afecta al pedigr¨ª que disfruta entre su base de usuarios, que la siguen fielmente desde que un grupo de ex-integrantes de Capcom la fundara hace poco m¨¢s de diez a?os. Sin embargo, el peque?o estudio nip¨®n no parece estar atravesando su mejor momento, ya que a la fr¨ªa recepci¨®n de Star Fox Zero y TMNT: Mutants in Manhattan durante el pasado 2016 ahora debemos sumar el mazazo que supone la cancelaci¨®n de Scalebound, uno de sus proyectos m¨¢s prometedores. Microsoft, productora del t¨ªtulo en cuesti¨®n, lo ha confirmado esta semana, dando pie a una decepci¨®n generalizada y las especulaciones t¨ªpicas que siempre siguen a esta clase de decisiones.

Por su parte, Hideki Kamiya, el director del juego, ya ha salido al paso para aclarar que a pesar del chasco va a seguir volcado en su trabajo. A falta de saber qu¨¦ ser¨¢ de su futuro y sus planes en torno a plantear una posible resurrecci¨®n (aunque sea ¡°espiritual¡±, con otro nombre e ideas) de Scalebound, o empezar de cero con otro concepto completamente nuevo, desde aqu¨ª s¨®lo podemos homenajearlo del mejor modo que se nos ocurre: repasando su obra. Para todos aquellos que sigan el medio de cerca y tengan inter¨¦s no s¨®lo por los videojuegos en s¨ª, sino tambi¨¦n por las personas que est¨¢n detr¨¢s de ellos, Kamiya es la clase de desarrollador que no necesita presentaci¨®n. Puede que no se cuente entre los m¨¢s veteranos o prol¨ªficos, y que no entrase en escena hasta cerca del cambio de siglo, pero la acci¨®n de la ¨²ltima d¨¦cada y media no se entiende sin su nombre. Aunque para ver el cuadro completo tendremos que remontarnos a bastante antes del nacimiento de Platinum Games.

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El jugador que quer¨ªa hacer juegos

Al hablar sobre desarrolladores emblem¨¢ticos como Shigeru Miyamoto, Yu Suzuki o Hironobu Sakaguchi es habitual centrarse en sus creaciones y pasar m¨¢s de puntillas sobre sus influencias. Parte de esto, adem¨¢s de por la obvia importancia de su legado, se debe a que muchos de estos autores empezaron a trabajar en una etapa donde el sector todav¨ªa estaba empezando a explotar sus posibilidades. Todos encontraron modelos que usar como referencia, pero el lienzo de la industria ten¨ªa tantos espacios en blanco que era m¨¢s estimulante improvisar. Aunque ese no fue el caso de Kamiya. Durante a?os, ¨¦l fue uno de tantos ni?os que buscaban monedas por la casa para luego ir en bicicleta hacia el sal¨®n recreativo y exprimir arcades como Space Harrier, Fantasy Zone o Gradius. El mismo ni?o que rogaba a sus padres para que le comprasen una Famicom. Y tambi¨¦n el mismo ni?o que fantase¨® con encontrarse alg¨²n d¨ªa al otro lado, haciendo juegos que enganchasen a los dem¨¢s como ya hab¨ªan hecho con ¨¦l.

M¨¢s all¨¢ de la utilidad que pueda tener esto para humanizar al que ahora es una leyenda consagrada, popular por su obra y sus divertidas respuestas en Twitter, conocer el bagaje de Kamiya como jugador (todav¨ªa dispone de una envidiable colecci¨®n privada) es importante para entender su filosof¨ªa como creador. Su trayectoria est¨¢ marcada tanto por una regularidad dif¨ªcilmente equiparable por cualquier otro director, como por una clara tendencia a pedir que los jugadores se reten a s¨ª mismos y mejoren del mismo modo que ¨¦l hac¨ªa con los juegos de los ochenta y los noventa. Mucho se podr¨ªa decir de la historia, la puesta en escena o la experimentaci¨®n de algunos de sus t¨ªtulos, pero al final casi siempre se reducen a elementos que est¨¢n ah¨ª para soportar y enriquecer un n¨²cleo jugable s¨®lido, profundo y desafiante. Algo todav¨ªa m¨¢s evidente si salimos de Resident Evil 2 y Okami (diferentes por razones en las que entraremos m¨¢s adelante) y nos centramos en los de acci¨®n, donde Kamiya se manifiesta en su forma m¨¢s pura.

As¨ª que para apreciarlo mejor, vamos a repasarlos de uno en uno en orden cronol¨®gico. Seis juegos, todos ellos brillantes a su modo, que sirven para formar uno de los historiales m¨¢s impresionantes que hemos podido disfrutar en este medio.

Resident Evil 2 (1998)

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Una de las iron¨ªas m¨¢s curiosas sobre Kayima es que se estren¨® en el papel de director dando luz a uno de los mejores juegos de terror sin gustarle el g¨¦nero. Al poco de entrar en Capcom pas¨® a participar en el primer Resident Evil bajo la tutela de Shinji Mikami, que despu¨¦s lo elegir¨ªa como sucesor para encargarse de la secuela. Quiz¨¢ por la falta de experiencia, o por no estar todav¨ªa en su terreno natural, el desarrollo fue accidentado y le llev¨® a tener desencuentros con Mikami. Meses de trabajo se descartaron (el ahora conocido como Resident Evil 1.5) y el proyecto se reinici¨® para buscar un mayor nivel de calidad, aunque eso no impidi¨® que Mikami siguiera confiando en Kamiya, quien a la larga termin¨® por superar el cl¨¢sico de su mentor. Resident Evil 2 subi¨® el list¨®n gr¨¢fico y ambiental, puli¨® los controles y se convirti¨® en el m¨¢ximo exponente del survival horror en una ¨¦poca donde varios estudios ofrecieron su visi¨®n del g¨¦nero.

Incluso ahora es f¨¢cil entender el ¨¦xito del juego, o por qu¨¦ el anuncio de su remake en 2015 se celebr¨® con euforia. Aument¨® la escala, llevando el terror de una mansi¨®n aislada a una ciudad, pero mantuvo la claustrofobia con espacios misteriosos e intimidatorios. Aument¨® la acci¨®n, con un mayor n¨²mero de enemigos y munici¨®n para hacerles frente, pero preserv¨® la gesti¨®n de recursos, los puzles y el backtracking para que tampoco se convirtiese en un shooter. Por otro lado, la opci¨®n de elegir entre dos protagonistas se potenci¨® al incluir no s¨®lo desarrollos mejor diferenciados, con zonas exclusivas para cada uno, sino tambi¨¦n los escenarios B, que a?ad¨ªan cambios a la segunda vuelta de un personaje en funci¨®n de cu¨¢l hubiese sido el primero (en otras palabras, hay que jugarlo cuatro veces para ver todo su contenido). Aunque no sea una de las muestras m¨¢s caracter¨ªsticas de las habilidades de Kamiya, su ¨®pera prima elev¨® la saga y llev¨® a Capcom a confiarle la direcci¨®n de otro Resident Evil. Aunque esa historia acabar¨ªa de una forma algo distinta...

Devil May Cry (2001)

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Libertad. Esa palabra que ahora est¨¢ tan de moda despu¨¦s de todo lo sucedido con Scalebound, con las fricciones del equipo de desarrollo frente a las exigencias de las editoras de a?adir esto o aquello. Lo dec¨ªa Inaba en una entrevista reciente: no pueden venir las editoras a decirnos lo que tenemos que hacer como si supieran m¨¢s de videojuegos que nosotros. Algo as¨ª puede servir para entender a Devil May Cry, el juego de acci¨®n en tercera persona que empez¨® a acu?ar el sub-g¨¦nero hack and slash, hasta la fecha dedicado al Action RPG tipo Diablo, y que en los ¨²ltimos quince a?os tambi¨¦n ha servido para definir a los beat¡¯em up -con armas- de las ¨²ltimas generaciones. Kamiya estaba preparando una nueva entrega para Resident Evil tras la exitosa segunda parte. Pero en su b¨²squeda de inspiraci¨®n y localizaciones (incluida Espa?a) el proyecto gir¨® radicalmente. La idea de hacer otro Resident Evil se desvaneci¨® y se convirti¨® en Devil May Cry.

Pocas similitudes -tal vez algunos puzles- se le pueden ver a ambas series. Devil May Cry se convirti¨® en un juego 100% Kamiya, tal y como lo conocemos desde entonces, y fue un referente para este tipo de acci¨®n que luego se ha visto recreada en sagas tan m¨ªticas como Ninja Gaiden o Bayonetta. Un t¨ªtulo en el que la acci¨®n lo abarca absolutamente todo y en el que debemos combinar ataques mientras esquivamos los golpes enemigos y mejoramos nuestra puntuaci¨®n final. Un estilo de juego con un alma totalmente arcade, orientado a conseguir la mayor puntuaci¨®n como intent¨¢bamos hacer en las recreativas que conoc¨ªamos al dedillo, con un personaje carism¨¢tico como pocos, Dante, armas de todo tipo con sus particularidades, y el Devil Trigger para transformarnos en una aut¨¦ntica m¨¢quina de matar. M¨¦tele una ambientaci¨®n contempor¨¢nea con los demonios como grandes enemigos y el resultado final es uno de los grandes t¨ªtulos de acci¨®n de siempre.

Viewtiful Joe (2003)

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Dos a?os despu¨¦s de la llegada de Devil May Cry, Gamecube recib¨ªa uno de los prometedores Capcom Five, esa serie de juegos que la compa?¨ªa de la c¨¢psula iba a lanzar como muestra de su apoyo a la consola de Nintendo. ?Se pod¨ªa trasladar la esencia hack and slash promovida por Dante a un formato 2D sin que se cayera en el formato brawler de recreativa de toda la vida? No s¨®lo se pod¨ªa, sino que incluso en su forma de scroll lateral demostr¨® que se pod¨ªa ofrecer un t¨ªtulo de acci¨®n tan exigente, profundo y variado como las propuestas en 3D. Esto es, ni m¨¢s ni menos, Viewtiful Joe: un juego ¨²nico por el que no pasa el tiempo y que sabe combinar los retos m¨¢s desafiantes posibles con una est¨¦tica y un argumento simplemente hilarantes. El sello Kamiya se asent¨® y se hizo famoso por juegos de este calibre. Por su propuesta jugable.

Viewtiful Joe es una parodia de los h¨¦roes de videojuegos (?alguien dijo Mega Man?) y las pel¨ªculas de superh¨¦roes en general, con un argumento digno de menci¨®n. Personajes s¨²per carism¨¢ticos y con mucha personalidad que van desde el protagonista hasta el gran villano, pasando por cada uno de los jefes finales, un estilo toon de c¨®mic que atrapa a trav¨¦s de la vista desde el primer momento, y una jugabilidad que se define con una palabra: reto. Combos imposibles, unas habilidades realmente originales y decenas y decenas de enemigos que van apareciendo con todo tipo de patrones. Usar el slow motion, el Mach Speed, Zoom In y todo tipo de mec¨¢nicas relacionadas con el mundo del cine mientras matamos con estilo para conseguir grandes puntuaciones no tiene precio. Es un espect¨¢culo audiovisual reconfortante sobre todo cuando se domina... Y se prueba suerte con las dificultades superiores.

Okami (2006)

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Si hay un nombre que destaca en la lista por no encajar demasiado con los otros, m¨¢s que Resident Evil 2, es Okami. Como viaje ¨¦pico que nos lleva a trav¨¦s de grandes campi?as y variadas mazmorras a lo largo de docenas de horas de aventura, el juego pertenece m¨¢s a la familia de un Zelda que a la de un Devil May Cry. Fan confeso de A Link to the Past, en la que ser¨ªa su ¨²ltima obra para Capcom Kamiya decidi¨® probar suerte con este g¨¦nero y realizar un canto a la naturaleza y a la mitolog¨ªa japonesa. Aunque de inicio hubo ciertos problemas para dar con el juego en s¨ª, ya que Clover Studio parti¨® simplemente de esa idea sobre la naturaleza, e incluso la present¨® mediante un v¨ªdeo cuyo estilo, m¨¢s realista, ten¨ªa poco que ver con el producto final, Okami encontr¨® su identidad cuando cambi¨® a una direcci¨®n art¨ªstica que imitaba a la pintura con acuarelas e introdujo el pincel m¨¢gico mediante el que el jugador podr¨ªa interactuar con este cuadro en movimiento.

M¨¢s all¨¢ del cambio de g¨¦nero, Okami rompe con varias convenciones de Kamiya, que tiende a apostar por t¨ªtulos m¨¢s ligeros en historia, cortos, exigentes y rejugables. De hecho, es incluso m¨¢s largo y denso en di¨¢logos que la mayor¨ªa de Zeldas, lo que a menudo le ha acarreado cr¨ªticas por tener m¨¢s exposici¨®n y duraci¨®n de la que necesita (algo en lo que influye su peculiar estructura narrativa, con suaves reinicios y repeticiones argumentales). Claro que, si bien f¨¢cil, el combate mantiene el toque Kamiya en el abanico de movimientos disponibles y las recompensas por superarlos con rapidez y estilo. Por lo dem¨¢s, es una anomal¨ªa en su trayectoria que funciona precisamente por ser eso: una experiencia para, por una vez, sentarse y explorar con tranquilidad, recorriendo pueblos, hablando con sus habitantes, resolviendo sencillos (pero ingeniosos) puzles, y sumergi¨¦ndonos en su ex¨®tico folclore mientras disfrutamos del fant¨¢stico apartado audiovisual.

Bayonetta (2009)

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Se podr¨ªa trazar una l¨ªnea en la que Devil May Cry y Viewtiful Joe acaban confluyendo, y de all¨ª aparecer¨ªa algo similar a Bayonetta. Kamiya se march¨® de Capcom junto a otros talentos de primer nivel y crearon Platinum Games, heredera de los trabajos de Clover Studio. Ha pasado m¨¢s de una d¨¦cada desde la creaci¨®n de un estudio que dej¨® buen sabor de boca con MadWorld, pero que se coron¨® y pas¨® a ser tenida en cuenta a cada paso que diera tras Bayonetta. La bruja de Umbra llegaba para intentar hacerse un hueco en el reino de Ninja Gaiden (Black). Y lo consigui¨®. Un t¨ªtulo que manten¨ªa el humor en la caracterizaci¨®n de sus personajes (Bayonetta, Rodin, Enzo, Luka) y el tono general de un argumento al que no le faltaban giros inesperados. La bruja m¨¢s extravagante que hab¨ªamos conocido hasta la fecha iba con gafas modernas, ropa de cuero y pistolas pegadas a los tacones. ?Qu¨¦ pod¨ªa salir mal?

Bayonetta es un t¨ªtulo salvaje, fren¨¦tico y profundo como pocos. La puesta en escena de esta bruja encargada de matar ¨¢ngeles de todo tipo a cambio de recompensas es una mera excusa para encontrarnos enemigos de lo m¨¢s variados y surrealistas, a los que podemos eliminar con un elenco de ataques digno de menci¨®n. No se trata s¨®lo de combinar ataques cuerpo a cuerpo, juggles, combos a¨¦reos y dem¨¢s con nuestras pistolas. Se trata de hacerlo con estilo, con Bayonetta bailando y haciendo una coreograf¨ªa m¨¢s que luchando por sobrevivir. Y se trata de a?adir mec¨¢nicas divertid¨ªsimas. Desde el tiempo brujo, que ralentiza a los enemigos cuando esquivamos golpes, hasta combos que acaban con ataques demon¨ªacos mediante invocaciones sorprendentes, los QTE con las ejecuciones o propuestas m¨¢s profundas, como combos que detenemos a la mitad, esquivamos el ataque enemigo y lo reprendemos acto seguido. El espect¨¢culo est¨¢ servido. Y las bases para crear una obra maestra como Bayonetta 2 en el futuro, tambi¨¦n.

The Wonderful 101 (2013)

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The Wonderful 101 es al mismo tiempo el juego m¨¢s extra?o y el m¨¢s caracter¨ªstico de Kamiya. La primera toma de contacto est¨¢ destinada a convertirse en un caos en el que incluso sus seguidores pierdan la pista de muchas cosas que suceden en pantalla, aunque no por resultado de un mal dise?o, sino por la intenci¨®n de aunar tantas ideas que el cerebro se ve forzado a saltar entre ellas mientras lucha por ajustarse. Bajo una fachada colorida e infantil, que recuerda a las series de superh¨¦roes que tambi¨¦n inspiraran a Viewtiful Joe, Kamiya construy¨® su juego m¨¢s ambicioso a nivel mec¨¢nico introduciendo elementos de todos los anteriores: Devil May Cry lega sus lanzamientos de enemigos y sus combos con espada y pistola; Viewtiful Joe el combate a pu?etazos; Bayonetta las evasiones o el tiempo brujo; y hasta Okami se apunta con los trazos que permiten alternar entre las diversas armas. Eso ya sin entrar en las novedades, que las hay de peso, o en como a nivel tem¨¢tico los personajes tambi¨¦n comparten paralelismos con los protagonistas de juegos pasados.

Por desgracia, en la pr¨¢ctica esta amalgama de conceptos es la misma arma de doble filo que parece sobre el papel, ya que incluso tras la adaptaci¨®n puede no terminar de sentirse tan natural como sus predecesores por todo lo que abarca. Eso, unido a algunos usos at¨ªpicos del mando de Wii U, lo han convertido en el juego peor recibido de Kamiya por parte de la prensa. Sin embargo, el que consiga romper esa barrera, la m¨¢s dura impuesta por el creativo japon¨¦s hasta ahora, puede encontrar un juego absolutamente repleto de posibilidades y recompensas. The Wonderful 101 lleva al extremo la m¨¢xima de que la satisfacci¨®n aumenta de forma proporcional al reto: los combos no son tan largos o vistosos como en otros juegos, pero cuando consigues hacerlos de forma consistente, la sensaci¨®n de logro es incluso mayor. Sobre todo a medida que la historia progresa y se adentra en situaciones cada vez m¨¢s alocadas. El ansia por escalar nunca se detiene, y para cuando llegamos a los compases finales, es tan absurdamente exagerado y brillante que uno s¨®lo se puede quitar el sombrero.

?Que por qu¨¦ queremos un nuevo juego de Kamiya?

A estas alturas deber¨ªa ser evidente. El nombre de Kamiya es sin¨®nimo de los m¨¢s altos est¨¢ndares, tanto dentro de la acci¨®n fren¨¦tica como en otras propuestas si se anima con ellas. Con el cancelamiento de Scalebound, tiene pinta de que The Wonderful 101 seguir¨¢ siendo su ¨²ltimo juego durante otra buena temporada. Y aunque es una l¨¢stima, y deseamos que no se alargue demasiado en el tiempo, al menos sirve como recordatorio de lo que este genio nos ha ense?ado, que es justo lo que nos quer¨ªa ense?ar desde que era un ni?o pedaleando de camino hacia las recreativas con un par de monedas en el bolsillo. No importa el reto, ni la cantidad de cosas por aprender. Ni tampoco que los zombis te rodeen. O que los demonios del infierno vengan directamente a por ti. Si perseveras, podr¨¢s con todo, y te sentir¨¢s mejor contigo mismo cuando lo consigas. Especialmente si lo haces con estilo. Ojal¨¢ no tarde en volver a darnos m¨¢s de sus lecciones. Mientras esperamos ese d¨ªa, s¨®lo nos queda una cosa m¨¢s para decir: gracias por tanto, maestro.

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