Owlboy por fin despliega sus alas en Steam tras casi una d¨¦cada en desarrollo. Completamos la aventura por los cielos de Vellie en un juego que nos transporta con acierto a otros tiempos
Contemplando el aspecto de Otus, el b¨²ho mudo que protagoniza esta gran aventura, es imposible no pensar en los antiguos Link o Chrono, en quienes se basa no poco de lo que sucede en sus aventuras. Lo mismo pasa con la encantadora lista de personajes secundarios, que parecen reci¨¦n llegados de un Chrono Trigger o Secret of Mana 2. La est¨¦tica que el estudio ha bautizado como ¡°Hi-Bit¡± es sin duda el mayor logro del juego, por cuanto da forma a escenarios y estampas que nos sorprender¨¢n constantemente por su belleza. Personajes y escenarios integrados en un mundo como de 16 Bit evolucionado de enorme gusto por el detalle que, pensamos, ser¨¢ mod¨¦lico en el futuro para otros desarrollos que apuesten por la personalidad visual, m¨¢s que por una evocaci¨®n literal del pasado que ya clavan juegos como Shovel Knight o Maldita Castilla. Lo que Owlboy y sus artistas traen bajo el brazo es una clase magistral de lo realizable ahora mismo con unos recursos cl¨¢sicos, un pizca de modernidad y mucho esmero. Su mensaje era necesario, por no decir urgente, en la escena indie.
En cualquier caso, los primeros momentos con Owlboy pueden llevar al enga?o. El ¨¦nfasis por narrarnos las broncas de Otus con su decepcionado maestro, mediante un copioso texto en ingl¨¦s, llega a hacernos temer que el argumento va a terminar interponi¨¦ndose en la diversi¨®n. Por fortuna no pasa as¨ª, y nos vamos enterando de una historia realmente encantadora, al mismo tiempo que resulta arquet¨ªpica: la del cl¨¢sico h¨¦roe que a¨²n no es consciente de que lo es, cuando emprende un largo viaje desde su hogar en el que conocer¨¢ a su no menos consabido s¨¦quito de amigos para siempre, con quienes vivir¨¢ una ¨¦pica aventura en la que salvar¨¢ a su mundo. Justo como sus admirados Link y Chrono, entre muchos otros, hicieron antes que ¨¦l. Por suerte, tras un corto per¨ªodo de presentaciones, el juego nos empieza a ense?ar sus verdaderas cartas, mostrando unos recursos que maneja con convincente solvencia y entre los que encontramos lo mejor, pero tambi¨¦n lo m¨¢s mejorable, de su propuesta.
Sin muchos pre¨¢mbulos, las presentaciones dejan paso a una sucesi¨®n de fases de duraci¨®n variable, donde aparecen con poco disimulo elementos m¨¢s que cl¨¢sicos de toda la tradici¨®n de las mazmorras de Zelda, modelando un mundo que termina teniendo su componente del subg¨¦nero metroidvania. Nos encontraremos con una buena dosis de recursos de los que nunca pasan de moda: mover objetos, abrir el camino de unas nubes hasta el lugar adecuado para regar unos ¨ªdolos, utilizar bombas para romper muros, encender antorchas, puertas que se abren durante un tiempo limitado¡ nada que no nos suene de antes, ya que los ecos de Zelda son constantes en este juego, pero todo se reutiliza siempre con inter¨¦s y se plantea de manera que nos lo pasamos en grande. Aqu¨ª reside el gran ¨¦xito de Owlboy en cuanto a su jugabilidad: toca con ¨¦xito muchas f¨®rmulas cl¨¢sicas y las integra de forma m¨¢s que s¨®lida en una propuesta que termina siendo personal. Apuesta por la variedad y desde luego se trata de un juego muy divertido a lo largo de una campa?a con una duraci¨®n id¨®nea para un t¨ªtulo as¨ª. Lamentablemente, con todo lo positivo que tiene esta variedad, trae aparejada la faceta que nos ha parecido m¨¢s mejorable en todo el juego.
8.5
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.