
Owlboy
- PlataformaPC8.5NSW8.5XBOPS4
- G¨¦neroPlataformas, Acci¨®n
- DesarrolladorD-Pad Studio
- Lanzamiento01/11/2016 (PC)13/02/2018 (NSW, XBO, PS4)
- TextoEspa?ol
- VocesEspa?ol
- EditorD-Pad Studio
An¨¢lisis de Owlboy
Owlboy por fin despliega sus alas en Steam tras casi una d¨¦cada en desarrollo. Completamos la aventura por los cielos de Vellie en un juego que nos transporta con acierto a otros tiempos

Owlboy no es para nada el juego m¨¢s esperado del a?o, pero sin duda se trata de un t¨ªtulo que ha mantenido cierta expectaci¨®n tras su accidentado desarrollo. No en vano, el juego del chico b¨²ho fue anunciado hace casi una d¨¦cada, e incluso compiti¨® en algunos premios al videojuego independiente con el ahora legendario Limbo. A?os despu¨¦s, cuando parec¨ªa que este b¨²ho antropomorfo no surcar¨ªa ya los cielos, ha terminado viendo la luz incluso despu¨¦s de la secuela de aquel t¨ªtulo, esa fant¨¢stica pesadilla visual que es Inside. Pero las sensaciones que Owlboy pretende evocar son, en todo caso, opuestas. Nada hay aqu¨ª de ese mundo como de expresionismo alem¨¢n. Menos a¨²n de toda esta propuesta argumental tan sombr¨ªa? de los juegos de Playdead. Owlboy no quiere asustarnos, sino m¨¢s bien darnos un abrazo, y nos traslada a uno de los mundos m¨¢s relucientes a nivel audiovisual de todos cuantos podemos visitar ahora mismo en la escena indie, a fuerza de plantearse la tendencia del pixel art con un nuevo enfoque. Uno en el cual D-pad Studio ha acertado de lleno y que supone gran parte de su brillante realidad.
Pantalla de t¨ªtulo y soberbia melod¨ªa de introducci¨®n nos lo dejan claro desde el primer momento. Owlboy viene a atacar la fibra sensible de los jugadores que disfrutaron de los numerosos modelos a los que venera, al tiempo que se dirige a quienes busquen una experiencia casi calcada a lo que se estilaba en muchos videojuegos de mitad de los noventa. Es un juego respetuoso con la tradici¨®n hasta tal punto que podr¨ªa pasar por un reci¨¦n llegado de un pasado alternativo en el que la oleada poligonal no arras¨® del todo a los cl¨¢sicos sprites. Una dimensi¨®n paralela en la que los gr¨¢ficos bidimensionales siguieron su evoluci¨®n a un ritmo superior al que se dio en nuestra realidad. La actualidad indie nos ha devuelto ahora la apreciaci¨®n de los gr¨¢ficos pixelados y bidimensionales, pero la tendencia a abusar de las est¨¦ticas 8-bit est¨¢ empezando a pasar factura. Owlboy es una gran noticia en esta direcci¨®n. Su mundo, bell¨ªsimo, parece plantearse m¨¢s bien lo que habr¨ªa pasado si las cosas hubiesen transcurrido durante m¨¢s a?os por el camino que marcaban las posibilidades t¨¦cnicas de, digamos, una Super Nintendo.

Contemplando el aspecto de Otus, el b¨²ho mudo que protagoniza esta gran aventura, es imposible no pensar en los antiguos Link o Chrono, en quienes se basa no poco de lo que sucede en sus aventuras. Lo mismo pasa con la encantadora lista de personajes secundarios, que parecen reci¨¦n llegados de un Chrono Trigger o Secret of Mana 2. La est¨¦tica que el estudio ha bautizado como ¡°Hi-Bit¡± es sin duda el mayor logro del juego, por cuanto da forma a escenarios y estampas que nos sorprender¨¢n constantemente por su belleza. Personajes y escenarios integrados en un mundo como de 16 Bit evolucionado de enorme gusto por el detalle que, pensamos, ser¨¢ mod¨¦lico en el futuro para otros desarrollos que apuesten por la personalidad visual, m¨¢s que por una evocaci¨®n literal del pasado que ya clavan juegos como Shovel Knight o Maldita Castilla. Lo que Owlboy y sus artistas traen bajo el brazo es una clase magistral de lo realizable ahora mismo con unos recursos cl¨¢sicos, un pizca de modernidad y mucho esmero. Su mensaje era necesario, por no decir urgente, en la escena indie.
En cualquier caso, los primeros momentos con Owlboy pueden llevar al enga?o. El ¨¦nfasis por narrarnos las broncas de Otus con su decepcionado maestro, mediante un copioso texto en ingl¨¦s, llega a hacernos temer que el argumento va a terminar interponi¨¦ndose en la diversi¨®n. Por fortuna no pasa as¨ª, y nos vamos enterando de una historia realmente encantadora, al mismo tiempo que resulta arquet¨ªpica: la del cl¨¢sico h¨¦roe que a¨²n no es consciente de que lo es, cuando emprende un largo viaje desde su hogar en el que conocer¨¢ a su no menos consabido s¨¦quito de amigos para siempre, con quienes vivir¨¢ una ¨¦pica aventura en la que salvar¨¢ a su mundo. Justo como sus admirados Link y Chrono, entre muchos otros, hicieron antes que ¨¦l. Por suerte, tras un corto per¨ªodo de presentaciones, el juego nos empieza a ense?ar sus verdaderas cartas, mostrando unos recursos que maneja con convincente solvencia y entre los que encontramos lo mejor, pero tambi¨¦n lo m¨¢s mejorable, de su propuesta.

Owlboy, ya con el pad entre las manos, nos mete de lleno en una aventura de plataformas en un mundo de predominancia vertical, en l¨ªnea con las habilidades voladoras de Otus. Las plataformas no son para nada lo m¨¢s relevante o numeroso con lo que nos toparemos, y lo cierto es que si alg¨²n g¨¦nero cl¨¢sico predomina en cuanto a su jugabilidad, cuya caracter¨ªstica principal es la de integrar muchas ideas, ser¨ªa m¨¢s bien el shoot em up. Otus puede saltar, volar, atacar y aferrarse a objetos y personajes con sus garras. M¨¢s bien depende de ello, ya que las armas las portan los carism¨¢ticos amigos con los que se encontrar¨¢ por el mundo, a quienes podemos teletransportar en cualquier momento a nuestras zarpas. Alternar entre estos personajes y sus diferentes caracter¨ªsticas es crucial casi siempre para salir del apuro, y podr¨ªa decirse que es la mec¨¢nica b¨¢sica del juego.
Sin muchos pre¨¢mbulos, las presentaciones dejan paso a una sucesi¨®n de fases de duraci¨®n variable, donde aparecen con poco disimulo elementos m¨¢s que cl¨¢sicos de toda la tradici¨®n de las mazmorras de Zelda, modelando un mundo que termina teniendo su componente del subg¨¦nero metroidvania. Nos encontraremos con una buena dosis de recursos de los que nunca pasan de moda: mover objetos, abrir el camino de unas nubes hasta el lugar adecuado para regar unos ¨ªdolos, utilizar bombas para romper muros, encender antorchas, puertas que se abren durante un tiempo limitado¡ nada que no nos suene de antes, ya que los ecos de Zelda son constantes en este juego, pero todo se reutiliza siempre con inter¨¦s y se plantea de manera que nos lo pasamos en grande. Aqu¨ª reside el gran ¨¦xito de Owlboy en cuanto a su jugabilidad: toca con ¨¦xito muchas f¨®rmulas cl¨¢sicas y las integra de forma m¨¢s que s¨®lida en una propuesta que termina siendo personal. Apuesta por la variedad y desde luego se trata de un juego muy divertido a lo largo de una campa?a con una duraci¨®n id¨®nea para un t¨ªtulo as¨ª. Lamentablemente, con todo lo positivo que tiene esta variedad, trae aparejada la faceta que nos ha parecido m¨¢s mejorable en todo el juego.

Como siempre pasa, es en momentos muy concretos donde suelen aflorar de forma m¨¢s palpable las peque?as lagunas. En un enfrentamiento con un jefe intermedio, se nos plantea una situaci¨®n en la que una nave enemiga dispara misiles que se desplazan muy r¨¢pidamente por la pantalla. Toca analizar el entorno, y esta es otra de de las grandes constantes en las que Owlboy es excelente, para darnos cuenta de que la respuesta tiene que ver con las volteretas por el aire de Otus, utilizadas tambi¨¦n a alta velocidad de manera que los proyectiles impacten contra el enemigo. La mec¨¢nica jugable es muy divertida y est¨¢ implementada con un acierto realmente soberbio, pero la batalla dura dos minutos y sin duda desaprovecha una idea que daba para much¨ªsimo m¨¢s. Por m¨¢s que en Owlboy resplandezcan muchos momentos como ¨¦ste, y sin duda esta es su gran noticia, pensamos que la falta de profundidad es el principal elemento a anotar en su lista de aspectos mejorables, sobre todo si tenemos en cuenta lo bien dise?ado que suele estar todo, y que el juego nos lanza a la cara nuevas ideas hasta pr¨¢cticamente el final de la aventura.
A pesar de este peque?o tir¨®n de orejas y de alg¨²n momento ca¨®tico donde el control nos jugar¨¢ una mala pasada, Owlboy se sit¨²a con todo merecimiento entre los mejores juegos independientes de 2016, y no s¨®lamente entre los de la vertiente bidimensional o neo-retro. Estamos ante un juego que atrapar¨¢ sin remisi¨®n a quienes gustan de este estilo. Su jugabilidad hace justicia a sus gr¨¢ficos y la historia que cuenta, junto con la expresividad de sus carism¨¢ticos personajes, cautivar¨¢ por completo a quienes disfrutasen los juegos de Square o Enix hace unas d¨¦cadas. Cuenta adem¨¢s con elementos para tenernos entretenidos durante un buen pu?ado de horas, ya que tambi¨¦n incorpora un componente de b¨²squeda de monedas para desbloquear (que no comprar) mejoras, elementos situados por el mapeado a los que aparentemente no podemos llegar por ahora o secretos. Los t¨ªpicos secretos que incitan a volver una vez terminada la aventura. Owlboy es, en definitiva, un conjunto armonioso tanto a nivel jugable como visual, y nos traslada a una especie de pasado alternativo de los videojuegos que nos encanta.

Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.