The Last Guardian: El Fin del Largo Camino

A estas alturas ya deber¨ªamos haber podido jugar a The Last Guardian, completarlo y evaluar si esos 10 a?os de espera han merecido la pena y culminan la obra del ¡°Team ICO¡± de forma digna. Pero un nuevo retraso en el ¨²ltimo minuto ha empujado el t¨ªtulo al 7 de diciembre, en lo que ser¨¢ el puerto de llegada de un largu¨ªsimo viaje. Acudimos a Londres para jugar ya a la versi¨®n final y hacernos una ¨²ltima idea de lo que ser¨¢ el t¨ªtulo antes de su llegada a las tiendas, con el propio Fumito Ueda como maestro de ceremonias.

Hablando con ¨¦l, nos ofrece una de las claves por las que quiz¨¢s este t¨ªtulo ha estado m¨¢s de una generaci¨®n de consolas en desarrollo. Preguntado por sus sensaciones al terminar un proyecto tan largo, Ueda nos reconoce que nunca acaba de sentir como ¡°finalizado¡± un juego suyo. Tanto con ICO como con Shadow of the Colossus nunca acab¨® de tener la sensaci¨®n de que hab¨ªa terminado con ellos hasta mucho despu¨¦s de que fuera lanzado, ofreci¨¦ndonos una ventana a su conocido perfeccionismo. Ya sus anteriores proyectos eran conocidos por tener procesos de desarrollo muy largos para la media en esa ¨¦poca, aunque en The last Guardian est¨¢ claro que han intervenido otros factores para llegar a esa d¨¦cada de desarrollo.

Sobre el juego hay pocas novedades que comentar ya que no hayamos hecho en anteriores ocasiones. Pudimos jugar a tres cortes breves, dos de ellos ya de sobra conocidos y uno nuevo. El primero es la misma introducci¨®n, lo primero que haremos en nuestra aventura: familiarizarnos con los controles y con el propio Trico en un tutorial camuflado que empezar¨¢ nuestro viaje por las misteriosas ruinas en las que estamos encerrados. La segunda demo nos lleva a la parte que se pudo ver en el E3, donde nos podemos familiarizar con algunas de las mec¨¢nicas base del juego que giran alrededor del ni?o y la gigantesca criatura que nos acompa?a.

En estos primeros minutos se aprecia la complejidad y la medida de la ambici¨®n de Ueda. Mec¨¢nicamente combina elementos esenciales de ICO y Shadow of the Colossus, tratando de profundizar en retos t¨¦cnicos ya de por s¨ª complicados como un compa?ero manejado completamente por IA, o un sistema de animaciones hechas a mano con el que poder engancharse en una criatura m¨®vil enorme. Tambi¨¦n hay que valorar unos controles que pueden ser un reto hasta que te acostumbras a ellos. El hecho de que Trico sea fundamental para avanzar pero tambi¨¦n una presencia aut¨®noma hace que el control no tenga la habitual precisi¨®n que se le presume a un videojuego. Igual que hab¨ªa veces que Yorda nos sacaba de nuestras casillas, Trico lo va hacer tambi¨¦n y con m¨¢s motivo.

De hecho, por realismo se ha implementado la idea de que los dos protagonistas tienen que construir una confianza mutua, de forma que al principio del juego la criatura ser¨¢ m¨¢s reacia a seguir nuestras indicaciones. La interacci¨®n tiene dos elementos esenciales: el grito, que nos permitir¨¢ llamar a trico para que acuda a nuestra posici¨®n; y los comandos de ¨®rdenes: manteniendo pulsado L1, podemos cambiar el significado de los botones frontales para indicar a criatura que haga algo concreto como saltar o que use sus garras para golpear o empujar algo. Trico es imprescindible para saltar las grandes distancias y llegar a alturas a las que no podr¨ªamos llegar de otro modo; pero el ni?o protagonista tambi¨¦n es imprescindible para meterse en lugares estrechos y, especialmente derribar unas construcciones en forma de ojo que hacen que Trico se quede paralizado de miedo y no de un paso m¨¢s.

La tercera demo nos puso en un entorno m¨¢s complejo, una ascensi¨®n por las ruinas hasta lo alto de una torre, que nos obliga a darle un poco m¨¢s a la cabeza. Los puzles son una mezcla de plataformas creativas y de resolver qu¨¦ es lo que necesitamos que Trico haga para que nos lleve al punto que necesitamos. Mucha veces el reto es adivinar exactamente en qu¨¦ direcci¨®n debemos ir, aunque la c¨¢mara y algunos detalles sutiles del escenario tratan de guiarnos de una forma que no parezca demasiada invasiva o que arruine la potente ambientaci¨®n del juego, una ambientaci¨®n que claramente pertenece a un juego de este equipo, a pesar del doble salto generacional. Nuevamente, Ueda y su equipo consiguen hacer mundos con un marcado sentido de la identidad.

Una de las obsesiones del director para este juego ha sido claramente Trico. M¨¢s all¨¢ del reto de hacer que una criatura gigantesca se mueva de forma aut¨®noma por este entorno, los detalles de su creaci¨®n no dejan de impresionar. El movimiento de sus orejas, su expresividad corporal, la naturalidad de sus animaciones¡­ es ciertamente una creaci¨®n de la que sentirse orgulloso y Ueda no lo esconde: gran parte de los esfuerzos de este proyecto han ido a parar en su creaci¨®n y en que resulte ¡°realista¡±. De hecho, nos cuenta una an¨¦cdota que guarda relaci¨®n. El juego comienza con ilustraciones de un libro antiguo de naturaleza, mostrando im¨¢genes de criaturas reales e imaginarias dibujadas al estilo de los viejos c¨®dices que se pod¨ªan encontrar en los monasterios. La imagen final es una ilustraci¨®n de Trico, dibujada con un estilo similar. Todas esas im¨¢genes existen en realidad, excepto la ¨²ltima claro. Ueda quer¨ªa comenzar el juego as¨ª porque quer¨ªa enfatizar el realismo de la criatura, hacer que el jugador lo sintiera como algo que hab¨ªa existido en el mundo (o en su imaginario al menos) desde tiempos inmemoriales.

Queda ya poco para ponernos frente a frente al t¨ªtulo. Ciertamente las expectaciones est¨¢n en todo lo alto despu¨¦s de los potentes viajes emocionales que fueron los dos ¨²ltimos juego, adem¨¢s de la propia monta?a rusa que ha sido este The Last Guardian. No est¨¢ muy claro qu¨¦ espera a Fumito Ueda en el futuro y tampoco era el momento o el lugar para preguntarle, pero est¨¢ claro que quiere seguir haciendo videojuegos. Para ese joven apasionado del Amiga y que tiene a Flashback o Another World como grandes referentes, est¨¢ claro que hacer videojuegos es una pasi¨®n que no va a abandonar por nada en el mundo. En los cr¨¦ditos de The Last Guardian se puede ver claramente como una parte muy significativa del equipo est¨¢ formado por miembros de Gen Design Studio, la nueva casa de Ueda y una parte importante del ¡°Team ICO¡±, gente que ha estado con ¨¦l desde el principio y que buscar¨¢n seguir d¨¢ndole forma a los sue?os de uno de los creativos m¨¢s reconocibles de los ¨²ltimos tiempos.

Sobre el juego, seguimos teniendo la sensaci¨®n de que no ser¨¢ un juego para todo el mundo. Ya no lo eran ni ICO ni Shadow of the Colosssus, pero The Last Guardian parece haber elevado el list¨®n con su combinaci¨®n de mec¨¢nicas y la paciencia necesaria para guiar a Trico. Desde luego, la sensaci¨®n de estar interactuando con un animal aut¨®nomo est¨¢ muy bien conseguida, y es de ah¨ª desde donde nacer¨¢ el v¨ªnculo con los dos personajes, pero al igual que no todo el mundo soporta un animal de compa?¨ªa, seguramente habr¨¢ quien no pueda con este tipo de interacci¨®n digital. Con todo, s¨®lo por la oportunidad de explorar los majestuosos, misteriosos y melanc¨®licos mundos de este equipo, merecer¨¢ la pena ¡°pelearnos¡± con nuestro compa?ero para ver que maravillas nos aguardan en esta fortaleza.