A pesar de un concepto interesante, un Kickstarter financiado con ¨¦xito y una recepci¨®n positiva por parte de prensa y usuarios en su estreno para PC, el mes pasado Jotun: Valhalla Edition consigui¨® colarse en las consolas de la presente generaci¨®n sin hacer apenas ruido. ?Merece la obra de los chicos canadienses de Thunder Lotus Games un poco m¨¢s de atenci¨®n, o debe conformarse con ser otro de tantos indies que se quedan a las puertas de la gloria? Veamos si los dioses n¨®rdicos se dejan impresionar.
Del Ginnungagap al Valhalla: La epopeya de Thora
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Thora es una guerrera vikinga con un gran problema. Bueno, en realidad m¨¢s de uno, como ella misma se encarga de relatar mediante breves mon¨®logos en island¨¦s (genial detalle de localizaci¨®n para dar mayor credibilidad al mundo). Pero el que m¨¢s nos interesa a nosotros, como jugadores, es el que da inicio al juego: su muerte durante un naufragio. Curiosamente, la parte de verdad problem¨¢tica aqu¨ª no es tanto la muerte en s¨ª como el naufragio, pues la leyenda dice que s¨®lo cayendo en combate los guerreros pueden ascender al Valhala, el sal¨®n de Asgard donde se re¨²nen los h¨¦roes y los dioses. Por suerte para ella, Od¨ªn, el m¨¢s importante de ellos, ha decidido darle una segunda oportunidad. El ¡°Padre de todos¡± va a rifar un billete de salida del purgatorio, conocido aqu¨ª como Ginnungagap, y nosotros debemos agarrar el mando si queremos conseguir unos cuantos boletos para Thora. Con esta premisa, eficaz para meternos en situaci¨®n aunque no estemos familiarizados con la mitolog¨ªa, da comienzo una aventura argumentalmente sencilla, pero que integra con ma?a dos hilos narrativos paralelos: el pasado de Thora, y varias pinceladas que perfilan un poco mejor la propia mitolog¨ªa n¨®rdica. Incluso aunque lleguemos sin saber nada, o tengamos como referencia una interpretaci¨®n tan libre como la de Thor en las actuales pel¨ªculas de Marvel, Jotun hace un trabajo competente a la hora de exponer, ya sea de forma verbal o visual, personajes, lugares y conceptos cl¨¢sicos del folclore escandinavo. De este modo, tan pronto nos vemos desliz¨¢ndonos a trav¨¦s de las ra¨ªces del ¨¢rbol Yggdrasil, como esquivando los ataques de la serpiente Jormugandr en un lago helado, o incluso utilizando una peque?a simulaci¨®n m¨¢gica del martillo de Thor, Mjolnir, contra nuestros enemigos. Y es que gran parte de la gracia reside en que, si bien Thora narra algunos de estos detalles de viva voz en su perfecto island¨¦s que entendemos gracias a los subt¨ªtulos, varios de ellos tambi¨¦n encuentran implementaciones jugables o ambientales. Ciertos lugares, marcados en los mapas como puntos de inter¨¦s, tienen como ¨²nica funci¨®n expandir un poco m¨¢s nuestro conocimiento sobre este mundo, aunque eso suponga tomar un desv¨ªo que a efectos pr¨¢cticos no ayudar¨¢ en nada a nuestra causa de redimir a Thora.
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A la sombra de los colosos
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Porque el objetivo principal, y ¨²nico modo de impresionar a los dioses para que nos abran las puertas del Valhala, es derrotar a cinco jotun, algo as¨ª como los equivalentes de los titanes griegos. Llegados a este punto, la referencia a Shadow of the Colosus es inevitable, y m¨¢s cuando los propios creadores fueron los primeros en hacerla durante la presentaci¨®n de su proyecto en Kickstarter. Los jefes capaces de llenar una pantalla llevan con nosotros desde los albores del mundillo, pero es incuestionable que el juego del Team Ico marc¨® un antes y un despu¨¦s en ese terreno. No s¨®lo llev¨® la escala a otro nivel, sino que transform¨® los enfrentamientos en una especie de fases ¡°vivas¡±, con mec¨¢nicas que se introduc¨ªan y desarrollaban a lo largo de cada combate. Esto les permiti¨® basar todo el juego en ellos, pues ya no necesitaban secciones intermedias para incorporar la clase de variedad que los jefes ya satisfac¨ªan, as¨ª que el resto del mundo se pudo dedicar a establecer la atm¨®sfera y crear un contraste entre las peleas y lo que no era peleas. A grandes rasgos, Jotun retoma ese planteamiento: la exploraci¨®n tiene sus gratificaciones (sobre las que entraremos m¨¢s al detalle en un momento) y sirve para exponer los elementos mitol¨®gicos que ya hemos comentado, pero el plato principal es cada enfrentamiento contra los jotun. Estos enormes seres multiplican muchas veces el tama?o de Thora, hasta el extremo de que la c¨¢mara debe alejarse para encuadrarlos en pantalla (algo que aun as¨ª no siempre consigue por completo), y todos ellos ofrecen conceptos distintivos tanto a nivel jugable como visual. Aqu¨ª el estudio desarrollador es menos r¨ªgido con la inspiraci¨®n mitol¨®gica, ya que los jotun eran b¨¢sicamente humanos gigantescos, pero la conveniencia jugable manda y provoca que nos veamos las caras con criaturas que pueden manipular ventiscas, truenos o sacar ra¨ªces de la tierra para atacarnos. Una vez inmersos en el fragor del combate las conexiones con Shadow of the Colossus se vuelven m¨¢s superficiales, dado que Jotun no nos proporciona la habilidad de agarrarnos a sus cuerpos para escalar hacia alg¨²n punto d¨¦bil. Las batallas siempre tienen lugar a ras de suelo, donde el hacha de Thora es el ¨²nico m¨¦todo disponible para hacer da?o (por lo menos hasta que conseguimos cierto poder de disparo en un nivel avanzado, pero su uso est¨¢ muy limitado). El sistema de combate consiste en un ataque normal y otro cargado, complementados a su vez por una voltereta que sirve para esquivar embestidas enemigas. Es simple, quiz¨¢ demasiado, pero el juego es h¨¢bil cuando llega el turno de plantear diferentes situaciones y conseguir que no haya dos peleas iguales. Los jotun no destacan por su inteligencia artificial, de hecho en m¨¢s de una ocasi¨®n los podemos ver caminando pl¨¢cidamente en una direcci¨®n opuesta a la nuestra, pero eso apenas disminuye a su capacidad para imponer.? Sus golpes bajan grandes porciones de vida, lo que deriva en situaciones l¨ªmite mientras no entramos en la din¨¢mica correcta de cada combate. ?Hacia d¨®nde debemos movernos seg¨²n la animaci¨®n que empiezan a hacer? ?Cu¨¢l es el momento ideal para cargar el ataque fuerte (de lentitud proporcional a su potencia)? ?Podemos usar alg¨²n elemento del escenario a nuestro favor? En plantearse y dar respuesta a esta clase de preguntas es donde reside el verdadero n¨²cleo jugable, el coraz¨®n de Jotun, que funciona de forma efectiva a pesar de la simpleza del sistema. Y m¨¢s a medida que la dificultad aumenta, oblig¨¢ndonos a usar por igual nuestra atenci¨®n a los detalles y habilidad con las manos, y dando pie a algunas peleas muy satisfactorias cerca del final.
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Entre jefes: La calma que precede a la tempestad
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Claro que lo de ¡°cerca del final¡± es relativo, pues salvo por un jefe concreto, los dem¨¢s se pueden afrontar en cualquier orden. El juego nos se?ala mediante flechas de luz (y los cuervos de Od¨ªn) la ruta ideal para tener una progresi¨®n ascendente en dificultad, t¨¢ctica m¨¢s que recomendable durante la primera partida. Pero en ning¨²n momento se nos fuerza a seguirla. Una vez superado el nivel inicial, que sirve como toma de contacto para adquirir los fundamentos b¨¢sicos, los ocho restantes se desbloquean a la vez, antes incluso de que derrotemos al primer jotun. Algo, por cierto, f¨¢cil de pasar por alto porque el juego nos lleva autom¨¢ticamente hacia ¨¦l, y s¨®lo usando un comando del men¨² podemos viajar al Ginnungagap (vest¨ªbulo de entrada a todos ellos) para abrir totalmente la exploraci¨®n antes de combatirlo. A partir de ah¨ª, la siguiente pregunta obvia es: ?por qu¨¦ nueve niveles si este juego centrado en jefes s¨®lo tiene cinco jefes? Exceptuando el jotun inicial y su fase solitaria, cada uno de los cuatro restantes viene precedido por dos zonas independientes, cada una de las cuales a su vez alberga una runa que debemos recoger. La tarea es tan sencilla como buscar su localizaci¨®n en el mapa (visible en el men¨² de pausa o en la pantalla del mando si jugamos en Wii U), e ir hacia all¨ª para reclamarla situ¨¢ndonos sobre un pedestal. Tan simple como eso. Se puede agradecer el detalle de que no muestren nuestra posici¨®n en dicho mapa, para tener que fijarnos mejor en el entorno a la hora de orientarnos. Pero por lo dem¨¢s, apenas cuesta conseguir las runas y abrir con ellas la puerta hacia el jotun de cada secci¨®n. As¨ª que de nuevo, surge otra pregunta: ?cu¨¢l es entonces el prop¨®sito real de estos niveles que se pueden completar en menos de dos minutos (en su gran mayor¨ªa) y no representan un desaf¨ªo m¨ªnimamente comparable a los jotun? Aunque hay algunas amenazas, como ventiscas de las que nos debemos resguardar cada pocos segundos en una zona helada, o alg¨²n puzle muy sencillito, como el que involucra replicar constelaciones golpeando unos pararrayos en las nubes, lo cierto es que esta casi total falta de desaf¨ªo puede trivializar los niveles. Y lo que es peor, generar en el jugador la duda de si realmente son necesarios o si el juego saldr¨ªa beneficiado de apostar todo a la carta ¡°boss rush¡±, dedicando esos recursos a la creaci¨®n de m¨¢s y mejores jotun. Pero tambi¨¦n es cierto que los niveles entre jefes cumplen m¨¢s prop¨®sitos de los que parece a primera vista, y una vez terminado cuesta imaginarlo sin ellos. El primero ya lo hemos comentado p¨¢rrafos atr¨¢s, y es esa funci¨®n narrativa que, por m¨¢s liviana que sea, dif¨ªcilmente se podr¨ªa transmitir del mismo modo en medio de la tensi¨®n que aflora en el combate contra tama?as criaturas. Al igual que en Shadow of the Colossus, es posible que exista un mensaje impl¨ªcito en el hecho de que seamos siempre nosotros los encargados de iniciar la pelea contra los jotun, en reposo o a sus cosas hasta que Thora da el primer hachazo. Hay algo po¨¦tico en la idea de que en realidad somos el villano de su historia. Sin embargo, como veh¨ªculo para trasladar una mitolog¨ªa del papel a la pantalla, la naturaleza de una exploraci¨®n con pocos contratiempos resulta mucho m¨¢s apropiada para expresar tanto ideas como sensaciones. En algunos puntos es f¨¢cil entender por qu¨¦ el equipo tambi¨¦n decidi¨® mencionar en el Kickstarter a otro juego publicado por Sony: Journey. El t¨ªtulo de thatgamecompany es uno de los mejores ejemplos recientes en lo que establecer diferentes estados de ¨¢nimo sin usar palabras se refiere. Es una capacidad evocadora que ya exist¨ªa en la Tierra Prohibida de Shadow of the Colossus, pero se potencia en Journey al convertirlo en el eje central. Sus colosos particulares. Por desgracia, Jotun no dispone ni de los medios de Shadow of the Colossus, ni de una atenci¨®n tan focalizada como Journey, as¨ª que los resultados reconciliando estos conceptos opuestos (batallas ¨¦picas y exploraci¨®n serena) no alcanzan los mismos picos que sus fuentes de inspiraci¨®n. Pero claro, tampoco podemos olvidar que hablamos de un estudio muy peque?o desarrollando su primer juego, as¨ª que decir que no alcanza el nivel de dos de los m¨¢s memorables de la ¨²ltima d¨¦cada no es ninguna clase de menosprecio. La idea era ambiciosa, y el producto resultante es una obra que no siempre llega a donde seguramente intentaba llegar, pero que cuando s¨ª lo hace es una gozada porque lo consigue en sus t¨¦rminos, metiendo ingredientes propios (como el universo n¨®rdico y su fant¨¢stico estilo art¨ªstico) en la mezcla.
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Mejoras y tutoriales que no son tutoriales
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Aparcando la faceta ¡°narrativo-sensorial¡± (toma ya), la segunda funci¨®n de los niveles de Jotun es el reparto de mejoras que incitan a la exploraci¨®n y suavizan la dificultad de los jefes. Todas ellas, sin excepci¨®n, son opcionales, pero al igual que ocurre con el itinerario recomendado para enfrentarse a los jotun, es preferible hacerse con el mayor n¨²mero posible para no vernos en aprietos durante la primera partida. Estas mejoras se dividen en dos tipos principales: las manzanas doradas de Idunn, que se recogen de ¨¢rboles especiales y sirven para aumentar de forma permanente nuestra barra de vida; y los poderes divinos, otorgados por los dioses del Valhala a trav¨¦s de sus estatuas. Estos van desde la casi imprescindible curaci¨®n hasta la habilidad para movernos m¨¢s r¨¢pido durante unos segundos, pasando tambi¨¦n por una mejora temporal de defensa, el ya citado martillo Mjolnir de Thor, unas flechas para atacar a distancia, y un se?uelo para atraer la atenci¨®n de los enemigos y explotar en sus caras (c¨®mo no, cortes¨ªa de Loki, el embaucador n¨®rdico por excelencia). Estos poderes son un a?adido interesante y aderezan los enfrentamientos contra los jotun, pero salvo por la curaci¨®n, a la larga tampoco causan un impacto tan grande m¨¢s all¨¢ de reducir la duraci¨®n de los combates: s¨®lo disponemos de dos usos por pelea (tres si encontramos una segunda estatua), y el resto del tiempo volvemos a sumergirnos en la din¨¢mica del hacha y el posicionamiento, que son los factores realmente decisivos. Ni consiguiendo todas las mejoras llegamos a tener una sensaci¨®n de dominio total sobre los ¨²ltimos jefes a menos que hayamos adquirido la pericia necesaria a lo largo del camino. Lo que de hecho es algo positivo, aunque el inicio del p¨¢rrafo pudiese intentar llevarnos hacia la otra direcci¨®n. Si el combate est¨¢ muy re?ido, los poderes divinos pueden darnos ese empuj¨®n extra hacia la victoria, pero para llegar a ese punto el jugador primero tiene que poner cierta ma?a de su parte. S¨®lo as¨ª el ¨¦xito ser¨¢ realmente satisfactorio cuando llegue. Esto nos lleva a la tercera funci¨®n de los niveles, que es la preparaci¨®n para los propios combates. Otro aspecto interesante de Jotun es que carece casi por completo de tutoriales, por lo menos en la forma en la que estamos acostumbrados a verlos. En alg¨²n momento puntual puede aparecer en pantalla un mensaje explicando comandos, pero por lo general el juego se ci?e a la filosof¨ªa de instruirnos mediante la acci¨®n. ?Ejemplos pr¨¢cticos? Ning¨²n texto explica la diferencia entre el ataque normal y el fuerte, pero justo tras empezar el primer nivel aparecen una serie de grandes ra¨ªces que s¨®lo despejan el camino si usamos el ataque cargado contra ellas. Adem¨¢s, son seguidas por otras m¨¢s peque?as que brotan del suelo e indican mediante su sombra el lugar sobre el que caer¨¢n un par de segundos despu¨¦s, justo la misma clase de pista visual que en el futuro ser¨¢ imprescindible para sobrevivir a los jotun. Esta clase de aprendizaje contextual se repite a lo largo de varios niveles, que introducen mec¨¢nicas para luego examinarnos sobre ellas en los jefes. Ra¨ªces aparte, el primero presenta flores azules que curan nuestro envenenamiento si somos alcanzados por unas nubes t¨®xicas. ?Y adivina qu¨¦? Ambos elementos aparecen luego en la batalla contra Jera, el jotun de esa ¨¢rea. Lo mismo ocurre con los truenos que debemos esquivar en el cielo boreal, m¨¢s tarde lanzados hacia nosotros por Hagalaz. O las grietas en la tierra que se iluminan antes de emanar fuego, justo como uno de los ataques de Kaunan. La mina con enanos que precede a F¨¦ se sale de lo habitual porque es uno de los dos ¨²nicos niveles que disponen de enemigos comunes, y al principio su inclusi¨®n no parece tener mucho sentido m¨¢s all¨¢ de dar un toque de humor: huyen de nosotros, se reagrupan, y nos atacan en docenas para luego caer como moscas. Pero entonces el nivel introduce tambi¨¦n el poder divino de Loki, que los atrae y los hace volar por los aires, y a justo a continuaci¨®n nos enfrenta a un jotun que puede invocarlos a su antojo, as¨ª que la estrategia a seguir queda clara a poco que hubi¨¦semos prestado atenci¨®n.
Valhalla Edition: M¨¢s dif¨ªcil y para m¨¢s gente
Antes de concluir toca echar un vistazo al modo Valhala, del que surge el subt¨ªtulo de esta versi¨®n. Todo lo comentado hasta ahora es id¨¦ntico a su lanzamiento original el a?o pasado, pero en este extra, desbloqueable tras completarlo, Jotun abraza a¨²n m¨¢s su potencial de ¡°boss rush¡±. El Ginnungagap es ligeramente redise?ado y se convierte en un simple punto de entrada a los jefes, que tambi¨¦n ofrecen unos combates reajustados para ser m¨¢s desafiantes. Se a?aden o cambian algunos elementos, como una mayor cantidad de peligros y animaciones de ataque m¨¢s r¨¢pidas, por lo que los jugadores deben volver a adaptarse. Es un buen a?adido, que aumenta la rejugabilidad (algo de agradecer en un t¨ªtulo que se puede completar en cuesti¨®n de 3-4 horas), y que de paso sirve para sacar m¨¢s jugo a las ventajas de los poderes divinos. Aunque sin duda el aspecto m¨¢s positivo de Valhalla Edition es, como ya indic¨¢bamos al inicio de este an¨¢lisis, su llegada a tres nuevas plataformas. Los usuarios de PC podr¨¢n beneficiarse de un modo nuevo, pero los de Wii U, PS4 y One tienen la ocasi¨®n de descubrir desde cero una aventura que hasta el mes pasado estaba fuera de su alcance (a menos que tambi¨¦n fuesen usuarios regulares de PC, claro est¨¢). As¨ª que aunque Jotun no arme demasiado revuelo, nunca est¨¢ de m¨¢s recordar su propuesta. Una no exenta de detalles que se podr¨ªan pulir, pero rebosante de encanto y personalidad a pesar de tomar unas cuantas ideas prestadas.
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