An¨¢lisis Virginia

La sombra de David Lynch se prolonga ba?ando con su legado narrativo. El autor ha influenciado a muchas representaciones art¨ªsticas, de manera evidente, como el cine o la TV y por supuesto los videojuegos no iban a ser menos. Virginia juega con todo lo conocido dentro de su imaginario, la simbolog¨ªa est¨¢ presente y las elipsis temporales adquieren un nuevo nivel. El debut de Variable State nos transporta al interior de una perversa psique encerrada en una ves¨¢nica espiral de agentes del FBI, terrores nocturnos y cardenales rojos.

Poni¨¦ndonos en situaci¨®n.Virginia narra los acontecimientos recogidos en un registro policial a comienzos de los a?os 90. Anne Tarver y Mar¨ªa Halperin son las encargadas de llevarnos de la mano por una extra?a historia que gira entorno a la desaparici¨®n de un infante, aderezada con tramas personales de ambos personajes protagonistas. Enseguida nos daremos cuenta de que el leitmotiv se diluye dando paso a giros argumentales inesperados; y hasta aqu¨ª podemos escribir sin entrar en destripes directos.

Ampliar

El t¨ªtulo utiliza el lenguaje f¨ªlmico para contar una historia pero sin dejar de lado el propio de un videojuego, cosa que hace francamente bien. Su formato anam¨®rfico 2:35:1, el cl¨¢sico CinemaScope ideado por Century Fox a finales de la edad de oro del cine (1950), pordr¨ªa ser un intento por justificar las franjas negras que tanta cr¨ªtica suscitaron en el pasado con otros t¨ªtulos, pero existe un entramado aun mayor que recoge la ingesta cantidad de referencias al s¨¦ptimo arte y embellecen a¨²n m¨¢s esta y otras muchas decisiones art¨ªsticas.

Las elipsis inherentes suponen el recurso principal para conducirnos por la historia. Esto es algo que ya vimos en Thirty Flights of Loving y que no ocultan en los cr¨¦ditos como influencia principal. Durante todo momento jugaremos un montaje f¨ªlmico, con todos los caprichos que esto guarda. Los saltos temporales llegar¨¢n de manera abrupta e inesperada consiguiendo, por un lado, centrar nuestra atenci¨®n y por supuesto agilizar ciertos pasajes y por otro jugar con nuestra curiosidad. Tras sucederse una de las mencionadas tendremos la irrefrenable necesidad de conocer d¨®nde estamos y cu¨¢nto tiempo ha pasado, con la ¨²nica posibilidad de seguir hacia adelante o mirar a nuestras espaldas, logrando que en ciertos momentos descubramos alg¨²n que otro gratificante secreto.

Ampliar

Las alusiones al s¨¦ptimo arte no radican en el puro apartado t¨¦cnico, Virginia rezuma influencia Lynch por cada uno de sus poros. La simbolog¨ªa guarda un papel muy importante a la hora de entender el mundo interior de la protagonista. La historia se cierne sobre nosotros suave, como la pluma que cae del ave, para terminar clavando fuertemente sus garras en nuestra piel ti?¨¦ndolo todo de rojo. Twin Peaks puede ser el principal y m¨¢s notable referente pero la verdad es que tambi¨¦n encontramos trazas de Mullholland Drive o Lost Highway, manteniendo la constante alusi¨®n a la ¡°dualidad¡± en los personajes. Los sue?os jugar¨¢n un papel fundamental para entender los temores y la cultura ind¨ªgena norteamericana se arraigar¨¢ progresivamente a cada tramo de la historia.

Quiz¨¢s podamos enmarcar el t¨ªtulo en el g¨¦nero de Walking Simulator. No existen puzles ni di¨¢logos, la aventura es una concatenaci¨®n de escenarios con desarrollo aparentemente secuencial y escenas guiadas de escasa interactuaci¨®n o acciones disponibles. Todo ello con un trabajo visual muy bien llevado, una vez m¨¢s un t¨ªtulo que no destaca por su apartado t¨¦cnico pero s¨ª art¨ªstico, de colores altamente saturados, como chillando por evocarnos aquella ¨¦poca que vio nacer con gran intensidad las series de TV de los 90.

Ampliar

Las composiciones musicales escritas por Lyndon Holland e interpretadas por la City of Prague Philharmonic Orchestra logran un objetivo inconmensurable. Toda la m¨²sica ser¨¢ extradieg¨¦tica, aunque en cierto momento parezca que se nos permita lo contrario, de temas orquestales perfectamente llevados con la acci¨®n. A destacar el concierto en el pub nocturno.

Virginia supone un t¨ªtulo para todos aquellos amantes del cine de los 90, una suerte de telefilm llevado al mundo de los videojuegos que sabe utilizar este nuevo lenguaje para ganar un grado de inmersi¨®n. Sus dos horas y media de duraci¨®n juegan un arma de doble filo: por un lado emula perfectamente el tiempo f¨ªlmico de cualquier pel¨ªcula y por otro puede echar para atr¨¢s a m¨¢s de uno por su escasez. Aqu¨ª podr¨ªamos hablar m¨¢s de calidad en sus horas que de extensi¨®n artificial, cada minuto de Virginia ser¨¢ igual de disfrutable que el anterior.