Resident Evil 4 HD Remaster, An¨¢lisis

Resident Evil 4 fue uno de los grandes bombazos que nos dej¨® Gamecube (y Playstation 2 a posteriori). Uno de esos juegos que marca un antes y un despu¨¦s, aunque en el caso de Resident Evil como saga eso signific¨® tambi¨¦n muchas cosas y no todas precisamente buenas. No se puede dudar de la calidad que atesoraba un t¨ªtulo que marcaba el camino a los shooters en tercera persona que ver¨ªamos a posteriori (y que comparte la capacidad de influir de manera decisiva en el g¨¦nero con otros grandes nombres como Max Payne o Gears of War), pero es cierto que de un plumazo dej¨® enterrado durante mucho tiempo -crucemos los dedos con Resident Evil 7- el concepto de Survival Horror que tantas buenas sesiones nos hab¨ªa dado la saga de Capcom desde la primera entrega de PSX hasta Code Veronica y Resident Evil 0. En todo caso, Resident Evil 4 fue un hito del g¨¦nero de la acci¨®n en su momento, y eso se tradujo en varias versones para diversas plataformas y generaciones posteriores. Y ahora, no pod¨ªa ser de otra manera, le toca el turno de Playstation 4 y Xbox One.

En una generaci¨®n donde los remasters est¨¢n a la orden del d¨ªa cuesta identificar, e incluso clasificar, los que son acertados y los que no. Se han convertido en carne de pol¨¦mica todas esas revisiones que vienen de justo una generaci¨®n anterior, con apenas novedades, mientras que otras han ca¨ªdo con algo m¨¢s de gracia. Dos ejemplos de estos son precisamente de Capcom: Resident Evil Remake y Resident Evil Zero representan un estilo de juego que, valga la redundancia, ya no se estila. A pesar de ser juegos de hace m¨¢s de una d¨¦cada, ofrecen algo que no est¨¢ presente en el cat¨¢logo de consolas actual. Pero Resident Evil 4 queda a medio camino en esta ¡®simple¡¯ separaci¨®n entre revisiones. No es de la pasada generaci¨®n, pero su presencia en la industria ha sido constante: sali¨® en Playstation 2, un primer port en PC, en Wii (con un uso del wiimote que pocos pueden igualar), en m¨®viles, en Xbox 360 y Playstation 3, en forma de otra versi¨®n para PC y ahora en Playstation 4 y One. Adem¨¢s, el tiempo le pesa algo m¨¢s que otros remasters de la saga porque el g¨¦nero que ¨¦l mismo influy¨® ha avanzado much¨ªsimo. Pero sigue manteniendo esa alma de t¨ªtulo especial. Y podr¨ªa ser, como es nuestro caso, que ahora, tanto tiempo despu¨¦s, apetezca revisitar a Leon.

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La acci¨®n nos traslada seis a?os despu¨¦s de los acontecimientos de Racoon City con Leon S Kennedy como protagonista. Empezaba fuerte el juego conectando con el que es para muchos el mejor de la serie, Resident Evil 2, aunque esta vez el emplazamiento, el objetivo y la puesta en escena eran totalmente distintos. Nuestro objetivo era encontrar a la hija del presidente de los Estados Unidos y devolverla sana y salvo. Por el camino, la trama que hab¨ªamos construido -no sin fisuras- en anteriores Resident Evil empezar¨ªa a tambalearse. Pero poco import¨® en su momento ante el poder¨ªo a todos niveles que nos ofrec¨ªa esta cuarta entrega numerada. La acci¨®n, en una aldea con habitantes espa?oles, cara de pocos amigos y muchos peligros.

Porque Resident Evil 4 es, ante todo, un juego de acci¨®n en el que dispararemos m¨¢s que preguntar, m¨¢s que solventar puzles, m¨¢s que explorar. El t¨ªtulo de Mikami -el que deber¨ªa haberse cortado la cabeza mil veces tras aseverar la exclusividad eterna en Gamecube- cambi¨® la perspectiva de la c¨¢mara, que se ubica justo detr¨¢s de Leon y limita en cierta manera nuestros movimientos. El enfoque es importante, y de hecho sorprende lo cerca que est¨¢ la c¨¢mara del personaje acostumbrados a otros TPS que con el tiempo han ampliado el campo de visi¨®n y tambi¨¦n la movilidad de sus protagonistas. Al empezar, y sin llegar a la media hora, habremos disparado m¨¢s veces que en las primeras horas de los Resident Evil cl¨¢sicos.

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Con el stick izquierdo avanzamos con nuestro personaje, que puede mirar a su alrededor con el anal¨®gico derecho. ?ste, cuando presionamos uno de los gatillos, sirve para apuntar con el arma y disparar a los enemigos. Explicamos esta perogrullada para profundizar en una mec¨¢nica sencilla para la que s¨ª ha pasado el tiempo y que se nota algo anquilosada en las plataformas de nueva generaci¨®n. Por un lado no se puede caminar y apuntar a la vez, y por otro como no hay un cambio de perspectiva de la c¨¢mara de la posici¨®n neutra a la de apuntado, la mirilla no se centra exactamente en el medio como pasa con otros TPS modernos. En realidad no es una queja porque el juego era as¨ª en su momento y se mantiene tal cual, pero es cierto que tiene menor precisi¨®n que otros juegos contempor¨¢neos tanto por la perspectiva desde la que se apunta como por la propia precisi¨®n -no se puede ajustar- que tiene el control desde el stick derecho. Al principio cuesta (re) acostumbrarse, y seguramente quienes no hayan jugado nunca al t¨ªtulo se les har¨¢ m¨¢s duro de la cuenta.

Esto y alg¨²n que otro bot¨®n y combinaci¨®n de los mismos -como el uso del cuchillo- es probablemente lo ¨²nico que podemos achacarle a nivel jugable, y es que los a?os no pasan en balde. Por lo dem¨¢s, en Playstation 4 usamos el panel del DualShock 4 para acceder r¨¢pidamente al men¨² y el resto de movimientos como correr, girar 180 grados, los Quick Time Events cuando desequilibramos a los enemigos, cargar el arma y dem¨¢s, se hacen como anta?o y funcionan de manera correcta doce a?os despu¨¦s.

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El juego destaca por la cantidad de balas que gastaremos con un buen elenco de armas, m¨¢s disponible y presente que anteriores juegos de la saga. Nos encontraremos algunos puzles interesantes (en la iglesia, el de los gemelos o uno que solventa Ashley), aunque ya se le nota que no son tan libres como anta?o, y tambi¨¦n grandes jefes finales, uno de sus puntos fuertes no solo por las cabezas pensantes de todo lo que sucede en esta aldea, sino tambi¨¦n por los monstruos que vamos encontr¨¢ndonos como los ogros, el prisionero o los regeneradores que nos dar¨¢n caza por primera vez en la c¨¢mara frigor¨ªfica. Entre ellos y la variedad de aldeanos (con armas, con objetos arrojadizos, c¨®cteles molotov, con motosierras¡­) la variedad de situaciones y agobio por falta de munici¨®n o como plantear las refriegas es sin duda una de las virtudes del t¨ªtulo, que se puede terminar en unas 12-14 horas olvid¨¢ndose, eso s¨ª, de varios extras interesantes. No faltan los contenidos extras como Separate Ways, con Ada de protagonista paralela a los avances de Leon, o Assignment Ada, minijuego donde tenemos que recuperar cinco muestras de las plagas en la isla con Ada tambi¨¦n de protagonista; y mercenarios, donde acabmos con hordas de enemigos en varios escenarios intentando conseguir la m¨¢xima puntuaci¨®n.

A nivel t¨¦cnico, el juego luce mejor que en anteriores remasters gracias, por un lado, a los 1080p de resoluci¨®n pero sobre todo a los 60 frames por segundo. Es pisar la primera aldea con los primeros enemigos y darse cuenta que todo va mucho m¨¢s fluido a como lo record¨¢bamos en el pasado. Es cierto que el aumento de resoluci¨®n le hace pasar factura en ciertas texturas, sobre todo en los exteriores, que luce de manera irregular por ser de baja resoluci¨®n y excesivamente planas, pero en general los modelados de los personajes, aliados y enemigos, todav¨ªa aguantan bastante bien. El rendimento del juego es muy s¨®lido a pesar de tener gran cantidad de enemigos y explosiones y efectos en pantalla y solo le podemos achacar lo que se hereda de un juego de hace tantos a?os: animaciones algo toscas, f¨ªsicas discutibles (disparo a la cabeza y el enemigo salta hacia atr¨¢s como si le hubiera alcanzado un lanzacohetes) y m¨¢s dientes de sierra de la cuenta. Un remaster con retoques m¨ªnimos, pero que prima la resoluci¨®n y el rendimiento. El juego llega subtitulado al castellano y voces en ingl¨¦s salvo la de los aldeanos, que est¨¢ con ese ya entra?able espa?ol neutro y esas m¨ªticas frases ¡°A por ¨¦l¡± o ¡°detr¨¢s de ti, imb¨¦cil¡±.