An¨¢lisis de Deus Ex: Mankind Divided

Human Revolution siempre desprendi¨® la sensaci¨®n de que era un juego paseando por un cable sobre un abismo, en el que se precipitar¨ªa a primeras de cambio. Y jug¨¢ndolo parec¨ªa bastante evidente que el t¨ªtulo era una ¡°funci¨®n ¨²nica¡± sin grandes aspiraciones de un futuro por delante m¨¢s all¨¢ del mismo. Pero el juego destroz¨® todas las expectativas, cosech¨® muy buenas cr¨ªticas, enamor¨® a los aficionados y vendi¨® muy bien, lo que le vali¨® su pase para convertirse en ¡°franquicia¡± en ese entramado internacional en el que se ha convertido Square Enix. Hay algo de inesperado en todo lo que rodea a Mankind Divided, empezando por un protagonista que d¨¢bamos por tristemente desaparecido despu¨¦s del primer juego, pero que ha vuelto con toda la fuerza de su peculiar carisma.

Por todo ello es tambi¨¦n una secuela que tiene una naturaleza curiosa. Por un lado es clar¨ªsimamente una continuaci¨®n de las ideas de Human Revolution en cuanto a mec¨¢nicas, dise?o y estilo, los que lleguen de ese juego van a encontrarse algo muy familiar en todos los sentidos y la clave es que si disfrutaron del anterior, tambi¨¦n van a hacerlo con este. La f¨®rmula era un buen compromiso de llevar la naturaleza abierta y de m¨²ltiples rutas del Deus Ex original a un ambiente m¨¢s controlado apto para un t¨ªtulo multiplataforma de nuestros d¨ªas, sin caer en las limitaciones de Invisible War, y esa f¨®rmula ha creado un juego de acci¨®n muy atractivo y que tanto en un estilo como en otro resulta muy satisfactorio, as¨ª que no nos extra?a para nada que se hayan apoyado en ella para dar forma a Mankind Divided.

Pero por otro lado, resulta curioso que al mismo tiempo no parece una secuela por c¨®mo plantea la trama. Sin meternos en profundidad para evitar destripes, da la sensaci¨®n de que m¨¢s que una secuela, es un comienzo, m¨¢s el principio de una historia basada en lo que pas¨® en el anterior, que una continuaci¨®n del mismo. Es como si el estudio estuviera mandando el mensaje de que ya que gust¨® su anterior juego, es ahora cuando van a empezar a construir una saga alrededor de ¨¦l, elaborando la intrincada situaci¨®n geopol¨ªtica y los juegos de poder entre las sombras que caracterizan a la serie. De hecho, este aspecto que estaba un poco m¨¢s tapado en Human Revolution, ha sido ampliado en Mankind Divided para dar m¨¢s cabida a conspiraciones y juegos de poder entre diferentes actores mundiales, aunque de una forma todav¨ªa bastante contenida con respecto a lo que era el Deus Ex original en este aspecto.

La historia nos pone de nuevo en el papel de Jensen despu¨¦s de los acontecimientos del primer juego. Esos mismos acontecimientos han generado un mundo dividido (por si el t¨ªtulo arrojaba alguna duda), con la poblaci¨®n no aumentada cada vez m¨¢s asustada de los humanos aumentados y exigiendo a sus gobiernos que pongan una barrera entre ellos, mientras que asisten aterrados a un aumento de acciones terroristas tanto desde un extremo como desde el otro. El racismo imperante y ¡°justificado¡± se deja notar particularmente en lugares como la rep¨²blica Checa, en el que el gobierno decide liderar por su cuenta y riesgo una iniciativa para segregar a la fuerza ambas poblaciones. Su ejemplo es visto por el mundo como el precedente de una ley que se est¨¢ debatiendo en la sede de las Naciones Unidas, que mandar¨ªa a las poblaciones con aumentos biomec¨¢nicas a ciudades ¡°habilitadas para ellos¡±, separados de la poblaci¨®n humana normal.

En medio de este polvor¨ªn, nuestro protagonista es ahora miembro de la renovada Interpol, un organismo formado por 29 pa¨ªses con acuerdos firmes para compartir toda la informaci¨®n y desarrollar una seguridad conjunta, algo imprescindible para evitar humillaciones como un ataque coordinado entre decenas de unidades terroristas que hizo detonar bombas al mismo tiempo en varias ciudades en todo el globo. Esa acci¨®n fue el detonante de la creaci¨®n de esta unidad de ¨¦lite con, en principio, jurisdicci¨®n para operar en cualquiera de los pa¨ªses firmantes. Desde esta nueva posici¨®n, aspira a estar m¨¢s cerca de tratar de cazar a los verdaderos titiriteros que operan entre las sombras. Los d¨ªas de polic¨ªa o responsable de seguridad que s¨®lo tiene que atender la amenaza inmediata quedan en el pasado, este Jensen es m¨¢s descre¨ªdo, menos inocente y menos dado a los compromisos en su b¨²squeda de la verdad y de atrapar a los verdaderos responsables de jugar con las vidas de millones de persona por avanzar en sus agendas pol¨ªticas personales.

La ciudad est¨¢ dividida en zonas separadas que podemos recorrer libremente, con una cuidada mezcla entre la ciudad cl¨¢sica y la modernidad m¨¢s radical de algunos edificios y videos que habitan las calles. La ciudad tiene una gran profundidad como se espera de Deus Ex, con posibilidades de ir por arriba, por abajo o a trav¨¦s, encontrando toda clase de puntos que, con las habilidades adecuadas, podemos descubrir y acceder, a veces sin m¨¢s funci¨®n que encontrar algunos objetos y cr¨¦ditos, adem¨¢s de la satisfacci¨®n de haber explorado el mapa m¨¢s a fondo. Como se espera tambi¨¦n de un juego con este nombre, cada zona est¨¢ plagada de objetos que podemos manipular y que podemos usar de forma imaginativa, un gran m¨¦rito t¨¦cnico del que no queremos olvidarnos. Esa interacci¨®n con el escenario era una de las claves del original y es muy refrescante que se mantenga en esta iteraci¨®n contempor¨¢nea, a pesar de las dificultades t¨¦cnicas que supone. Cosas como, por ejemplo, apilar un par de contenedores para llegar a un sitio que supuestamente no deber¨ªamos llegar es una gran satisfacci¨®n que nos ofrece.

Sobre la ciudad, se nota una mejora evidente frente a Detroit y Hengsha, tanto por la confianza del equipo como por la mejora tecnol¨®gica frente al anterior juego. Es una ciudad m¨¢s grande y con m¨¢s posibilidades, con diferentes estilos y puntos de inter¨¦s dependiendo de la zona y con m¨¢s actividad de gente, capaz de contar una historia mientras andamos por sus calles en busca de nuestro siguiente objetivo. Se nota la mejora, pero a¨²n as¨ª tenemos dos cr¨ªticas para este aspecto: la primera es que el avance no es tan grande como hab¨ªamos pensado. Las zonas nos siguen pareciendo escasas para la escala que tendr¨ªa que tener una ciudad, y la sensaci¨®n es que estamos m¨¢s en un hub de un videojuego que en una intento de recrear una ciudad digitalmente. Posiblemente sea algo que tenga poca soluci¨®n, la densidad de cada mapa, el inter¨¦s por tener miles de objetos manipulables s¨®lo porque s¨ª, el cuidado dise?o de cada interior¡­ todo eso tiene un coste, tanto en la pasada generaci¨®n como en esta.

La segunda cr¨ªtica es que Praga sea el ¨²nico hub del juego, rompiendo la tradici¨®n de tener varias localizaciones abiertas. T¨¦cnicamente hay dos hubs en donde ir a nuestro aire, m¨¢s varias localizaciones que son misiones concretas y no tendremos libertad ninguna. Pero el segundo hub es bastante m¨¢s peque?o y est¨¢ claro que todo el esfuerzo ha ido a la representaci¨®n de la Praga futurista. Se puede entender que se haya hecho as¨ª para conseguir un mejor resultado, concentrar esfuerzos en una ciudad concreta para lograr un arte m¨¢s cohesionado. Pero no nos convence, hubi¨¦ramos preferido dos o tres hubs de menor tama?o y m¨¢s diferentes, continuando la tradici¨®n trotamundos de la saga. Por ejemplo, aunque Hengsha en Human Revolution ten¨ªa potencial para ser mucho m¨¢s, el hecho de que estuviese y fuera un cambio tan importante con respecto a Detroit resultaba refrescante. La segunda localizaci¨®n de Mankind Divided, el ghetto de Golem City, es ciertamente muy distinto de Praga en cuanto a estilo, pero da la sensaci¨®n de ser una parte m¨¢s de la ciudad principal que una localizaci¨®n radicalmente diferente.

De todos modos no es que el juego se haga corto ni mucho menos, a ritmo lento, cumpliendo el mayor n¨²mero de misiones posibles, con ¨¦nfasis en el sigilo y el hackeo frente a la acci¨®n directa que suele ser m¨¢s r¨¢pida, la historia principal nos dur¨® unas 25 horas. Seguramente se puede hacer en mucho menos, pero desde luego la sensaci¨®n no es de falta de contenido ni de variedad en lo que vamos haciendo. El hecho de que tengamos un sistema de combate tan rico y que los mapas nos permitan diferentes aproximaciones hacen que el juego siempre se mantenga fresco desde el principio hasta el final.

En cuanto a armas encontraremos la misma variedad que vimos en Human Revolution, rifles francotirador, escopetas, pistolas de mano, entre otras. Adem¨¢s ahora tambi¨¦n podremos usar como arma letal y no letal nuestros aumentos adem¨¢s del Tif¨®n que ya lo ten¨ªamos en la anterior entrega. Ahora tendremos el Tesla, un arma no letal que lanza descargas el¨¦ctricas y deja al enemigo sin conocimiento, el Sepe un l¨¢ser de emite un pulso y tira hacia atr¨¢s enemigos y objetos y las nanocuchillas que en esta ocasi¨®n podremos lanzarlas y eliminar enemigos a distancia.

La movilidad se ha mejorado mucho, elementos como algunos saltos y agarres que no encontr¨¢bamos en Human Revolution y que tanto se echaban en falta, ahora los tendremos en Mankind Divided? podremos saltar y agarrarnos a salientes antes de caer al vac¨ªo lo que nos salvar¨¢ el pellejo o podremos usar para acceder a algunos lugares. En este juego se tendr¨¢ tambi¨¦n en cuenta las mejoras y aumentos que poseamos al igual que en el anterior juego. Esto har¨¢ que tomemos caminos distintos si poseemos ciertas mejoras y otros si poseemos otras distintas, tambi¨¦n se jugar¨¢ mucho con el estilo de juego puesto que podemos completar la aventura sin matar a nadie o matando a todo aquel se nos cruce en nuestro camino, la elecci¨®n es nuestra, y nuestro camino tambi¨¦n, por tanto hace que el juego sea muy rejugable y que la experiencia de juego sea completamente distinta a la anterior.

Nos agrada ver que se han mantenido elementos como los diferentes tipos de balas para cada situaci¨®n. A veces complica un poco la gesti¨®n de inventario (que podemos expandir y es deseable hacerlo), pero da esa sensaci¨®n de profundidad y relevancia t¨¢ctica que nos gusta ver en un Deus Ex. Es satisfactorio ver como enemigos mec¨¢nicos son inutilizados temporalmente por las balas EMP, o c¨®mo los enemigos con armadura caen m¨¢s f¨¢cilmente cuando usamos balas con penetraci¨®n que las normales. Es la clase de detalles que muchos dise?adores modernos descartan en aras de la ¡°accesibilidad¡±, pero que resulta agradable y nos hace imaginarnos m¨¢s inteligentes mientras quemamos el cargador de nuestro rifle de asalto. Cosas como mejorar ciertos aspectos de nuestras armas o incorporarles mirillas, silenciadores y estabilizadores tambi¨¦n ayudan a generar esa sensaci¨®n, aunque las armas por defecto sean perfectamente capaces en manos de Jensen.

Sobre la dificultad, tenemos tres modos de dificultad m¨¢s uno oculto hasta que completemos el juego, adem¨¢s de Juego +. Jugamos en el modo intermedio de los tres originales y lo encontramos bastante f¨¢cil excepto en la ¨²ltima fase del t¨ªtulo, donde se introducen una variedad de enemigos que lo hacen todo mucho m¨¢s interesante y dif¨ªcil. La mayor parte del juego la pasamos pr¨¢cticamente como un semi-dios, especialmente por la suma facilidad del mini-juego de hackeo y el abuso de habilidades como el golpe de melee (letal o no letal), que sigue estando un tanto desequilibrado ya que nos permite acabar con pr¨¢cticamente cualquier enemigo de una tacada, sin apelaci¨®n posible y sin posibilidad de error. S¨®lo los robots son inmunes a ¨¦l, mientras que hay unidades con exoesqueletos que ofrecen una r¨¦plica, pero pueden ser destrozados igualmente si antes usamos alg¨²n dispositivo EMP.

Un aspecto curioso que queremos comentar sobre la dificultad es algo que nos llega desde Human Revolution. Algunos recordar¨¢n como uno de los aspectos m¨¢s universalmente criticados del juego eran los jefes, tanto porque muchas veces invalidaban nuestra elecci¨®n de estilo de juego para forzarnos a un combate directo para el que es posible que no estuvi¨¦ramos preparados. Eidos Montreal se ha ido de un extremo a otro, y ahora directamente no hay nada que pueda ser considerado un ¡°jefe¡±, m¨¢s all¨¢ de un enfrentamiento final con un enemigo que obedece a las mismas normas que cualquier enemigo com¨²n. Es loable, pero que el enfrentamiento final para el que has sudado tinta llegar pueda ser resuelto en medio minuto con el mismo golpe de melee con el que has despachado a cualquier mercenario durante todo el juego queda un poco anticlim¨¢tico.