As¨ª quiere Mafia III construir su imperio criminal
Racismo, religi¨®n y una mafia a la que aniquilar por venganza. Bienvenidos a New Bordeaux.
Viajamos a San Francisco en el m¨¢s absoluto secreto. No es para menos. 2K y Hangar 13 tienen preparado para nosotros algo muy especial: la primera demostraci¨®n p¨²blica de Mafia III. Los miembros del estudio no pueden ocultar su emoci¨®n. Nosotros, tampoco. Es la primera vez que alguien fuera de 2K o Hangar 13 va a probar el juego "hands on". Dicen que la ambientaci¨®n del t¨ªtulo es lo que define al mismo. Al entrar en un selecto club de la ciudad californiana decorado como si nos encontr¨¢semos en los sesenta norteamericanos comprendemos que no lo dicen por decir. Mafia III es uno de esos juegos en los que, nada m¨¢s coger los mandos, descubres el mimo que unos creadores pueden llegar a poner en su obra. Todo tiene un motivo, una conexi¨®n, todo destila esencia propia. En cada acci¨®n que realizas, el t¨ªtulo te dice que es ¨²nico en cierta manera. No es que queden muchos juegos as¨ª, eso es importante destacarlo antes de empezar a contaros m¨¢s.
Con nosotros, Bill Harms, el escritor responsable de la trama de Mafia III. No es un cualquiera: se encarg¨® de la trama de los dos primeros 'InFamous' y ha trabajado en Marvel, Ubisoft y Techland, entre otros. Los jugadores ped¨ªan un mundo abierto, m¨¢s interactividad. Que las decisiones tuvieran consecuencias y que la trama llevara la calidad narrativa a otro nivel. Bien, pues Bill es el tipo que se ha encargado de eso. Y vaya si lo ha conseguido. Nos sentamos con ¨¦l en un sof¨¢, de t¨² a t¨². Ante nosotros, la demostraci¨®n de Mafia III, y dos horas y media de reloj para descubrir lo que 2K ha estado guardando con tanto recelo todos estos meses. Harms ser¨¢ nuestro gu¨ªa. Es un hombre agradable, que se muestra emocionado por cada detalle que nos cuenta. Nos explica los controles, y, acostumbrados a otros t¨ªtulos como Grand Theft Auto V, lo primero que hacemos es lanzar una granada con fatales resultados. Bill sonr¨ªe y nos da un par de consejos. ¡°Has tenido suerte, la polic¨ªa siempre est¨¢ detr¨¢s de ti en Mafia III¡±, nos dice. Pronto descubriremos, entre esa y otras cosas m¨¢s, que la viveza que los jugadores quer¨ªan no solo est¨¢ ah¨ª, sino que es una de las m¨¢s realistas que hemos visto en un juego de este tipo hasta la fecha.
Hu¨¦rfano, de color y reci¨¦n salido de Vietnam
Licoln Clay es el personaje a nuestros mandos. No es que haya tenido una vida normal, sino todo lo contrario. Es uno de esos hombres a los que la saga nos tiene acostumbrados, aunque esta vez el dramatismo se sit¨²a en otro escal¨®n. Clay es un hu¨¦rfano de color y que durante la guerra de Vietnam trabaj¨® para la CIA en un escuadr¨®n de operaciones encubiertas. Tras la guerra, regresa a casa solo para descubrir que su familia adoptiva ha sido asesinada. S¨ª, el leitmotiv de la venganza ya est¨¢ bastante gastado en el g¨¦nero, pero recordad que no nos encontramos ante un t¨ªtulo que juegue a ser como los dem¨¢s. Para conseguir llevar a cabo su Vendetta, Clay contar¨¢ con tres aliados: Cassandra, Burke y Vito Scaletta. S¨ª, nuestro Vito, de Mafia II. Y las conexiones con la segunda entrega van m¨¢s all¨¢ de este personaje, aunque Bill se reserv¨® m¨¢s detalles.
De la historia, poco m¨¢s podemos contaros. Se ambienta en 1968 y solo se desarrollar¨¢ en esa fecha, aunque contar¨¢ con numerosos ¡®flashbacks¡¯ para explicar varias partes de la trama. Por otro lado, la localizaci¨®n elegida para esta ocasi¨®n es la ciudad de Nueva Orleans, que en el juego recibir¨¢ el nombre ficticio de 'New Bordeaux'. Nuestras decisiones influir¨¢n en la evoluci¨®n de la narrativa, al igual que algunos detalles jugables, y que os contaremos m¨¢s adelante. ¡°Bill, ?tendremos tramas diferentes y varios finales dependiendo de las decisiones que tomemos?¡±. Medita su silencio y responde que de momento no puede contarnos nada de eso. El muy canalla, c¨®mo se nota que es un escritor con casi media vida a cuestas. En su media sonrisa, intuimos que por ah¨ª van los tiros, y que la capacidad de determinar el destino de nuestras acciones podr¨ªa sorprendernos esta vez. El objetivo de Clay es acabar con Samarcando y su mafia italiana que se ha apoderado de toda la ciudad con la ayuda de sus aliados, distrito a distrito, batalla a batalla. El resto, est¨¢ en nuestras manos.
Os hemos dicho que la jugabilidad afecta a la trama, y seguramente estar¨¦is deseando descubrir por qu¨¦. Pues all¨¢ vamos. El mapa del juego se divide en distritos, m¨¢s concretamente, en nueve de ellos. El objetivo, mientras vamos avanzando en la historia, es conseguir arrebatarle a nuestro enemigo, la Mafia Italiana, todos esos territorios. Al liberar cada distrito, podemos entreg¨¢rselo a uno de nuestros tres aliados. Estos tendr¨¢n un medidor de ¡°felicidad¡±, por lo que si no tratamos de compensarlo en todo momento y le damos los distritos apropiados a cada uno, podr¨ªamos llevarnos una desagradable sorpresa. De nuevo, cargamos contra nuestro gu¨ªa: ¡°Bill, ?si alguno de nuestros aliados se enfada demasiado, nos traicionar¨¢ m¨¢s adelante?¡±. Y Bill vuelve a esbozar esa media sonrisa y contesta: ¡°no te puedo decir nada de eso, as¨ª que solo te dir¨¦ que no es bueno tener a alguno demasiado enfadado contigo¡±.
Cada distrito est¨¢ lleno de decenas de tareas por completar, y la mec¨¢nica para liberarlos es compleja y entretenida. En primer lugar, debemos realizar misiones secundarias, muy en la l¨ªnea de lo visto en Assassin¡¯s Creed Syndicate. En nuestro caso, liberar el distrito al que tuvimos acceso consisti¨® en lo siguiente. En primer lugar, tuvimos que interrogar a uno de los matones del jefe de nuestro distrito, posteriormente destruir algunos de sus bienes para hacerles perder dinero y, por ¨²ltimo, acabar con dos de sus mandos. Disponemos de una cantidad de dinero en la esquina izquierda de la pantalla. Cuando la cantidad de da?os causados hace descender la cifra a cero, podemos ir a por el l¨ªder. Sus mandos son los que m¨¢s dinero restan, por lo que liquidarlos ser¨¢ una prioridad. De no acabar con ellos, luego estar¨¢n protegiendo al jefe de distrito en la misi¨®n de asesinato, por lo que esta ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil.
Sigilo o acci¨®n directa: t¨² decides
Si algo nos ha sorprendido de la jugabilidad de Mafia III es su sistema de sigilo y la diversidad de enfoques que tiene el t¨ªtulo a la hora de encarar cada una de sus misiones. Siempre podremos optar por un sistema de enfrentamiento convencional, entrar en un lugar, liarnos a tiros y dejar que las balas vuelen y las explosiones nunca paren. El sistema de coberturas funciona francamente bien, los tiroteos son de lo m¨¢s satisfactorios y las ejecuciones cuerpo a cuerpo, brutales, aunque para realizarlas deberemos debilitar antes a los enemigos con unos cuantos golpes previos. Adem¨¢s, el juego aboga por combinar diferentes armas, siendo la m¨¢s llamativa de las que pudimos probar el mu?eco de vud¨². Al lanzarlo, se crea una cortina de humo que aturde a los enemigos para que podamos acribillarlos, lanzarles una granada o hacerles pedazos con nuestra escopeta. Por otro lado, podemos optar por el sigilo sistema est¨¢ muy trabajado y ofrece muchas oportunidades. Adem¨¢s, muchas misiones presentan situaciones que instan al jugador a apostar por esta v¨ªa, siendo los resultados muy positivos. Con el stick izquierdo nos agachamos, y haciendo uso del sistema de coberturas podemos acercarnos a los enemigos por detr¨¢s y acabar con ellos con movimientos de lo m¨¢s llamativos.
Tambi¨¦n podemos apostar por armas con silenciador para mejorar la experiencia. Los cad¨¢veres no pueden esconderse de ning¨²n modo, y los enemigos se acercar¨¢n a investigar si descubren alguno, ese es el ¨²nico fallo que le encontramos a esta mec¨¢nica. Adem¨¢s, ciertos enemigos del juego, los denominados ¡°soplones¡±, correr¨¢n al tel¨¦fono m¨¢s cercano para llamar refuerzos si se topan con algo sospechoso o detectan nuestra presencia, por lo que lo mejor con ellos ser¨¢ siempre el acercamiento sigiloso. En todo momento, adem¨¢s, contaremos con la tan necesaria ayuda de nuestra tr¨ªada de aliados, que nos ofrecer¨¢n servicios que van desde reabastecer munici¨®n y salud en cualquier momento hasta enviarnos a unos cuantos sicarios como refuerzos para las situaciones m¨¢s complicadas. Tambi¨¦n contaremos con otras habilidades, como apagones en la l¨ªnea telef¨®nica para evitar que los soplones pidan refuerzos o pedir veh¨ªculos. Estas habilidades se van ganando dependiendo de a qu¨¦ aliado le entregamos cada distrito, lo que hace necesaria una gran meditaci¨®n a la hora de tomar semejante decisi¨®n.
Un mundo lleno de consecuencias
El principal pilar sobre el que se basa este Mafia III es un concepto que Bill no se cans¨® de recordarnos: las consecuencias. En el t¨ªtulo de Hangar 13 toda acci¨®n tiene sus consecuencias, sobre todo en la jugabilidad. Ya os hemos dicho que si dejamos vivos a los mandos de distrito luego ayudar¨¢n al jefe, multiplicando la dificultad, pero esto no se queda ah¨ª. Podemos elegir tambi¨¦n si le quitamos la vida o no a los jefes, lo que har¨¢ que trabajen para nosotros si optamos por la segunda opci¨®n. Adem¨¢s, habr¨¢ misiones y tareas con recompensas adicionales que desaparecer¨¢n en funci¨®n de los caminos que tomemos. Por ejemplo, si decidimos ir a por los jefes de distrito antes de realizar una determinada tarea, esta desaparecer¨¢ y ya no podremos hacerla, ni tampoco acceder a su recompensa.
Por otro lado, el sistema de consecuencias parece estar sustentado en la relaci¨®n con nuestros tres aliados. A medida que les hagamos caso y otorguemos territorios, estos ganar¨¢n afinidad con nosotros, perdiendo los otros dos la misma hacia nuestro personaje. En nuestro caso, al conquistar el distrito ten¨ªamos la opci¨®n de d¨¢rselo a cualquiera de los tres. En el momento de hacerlo, Cassandra ten¨ªa 3 distritos ya y estaba muy contenta, por lo que en la conversaci¨®n que narraba c¨®mo hab¨ªamos liquidado al jefe nos defend¨ªa y alababa. Por otro lado, Vito ten¨ªa solo un distrito y se manten¨ªa neutral, criticando y defendiendo nuestros actos a partes iguales. Finalmente, Burke no ten¨ªa ning¨²n distrito y se mostraba constantemente molesto, diciendo que ¡°siempre es la ¨²ltima mierda¡± y nadie se acuerda de ¨¦l nunca.
En un momento dado Vito nos pide el distrito, y nosotros se lo damos a Burke para intentar contentarle. Entonces, Burke pasa a nautral y Vito se cabrea con nosotros, prometi¨¦ndonos que ¡°esto no va a quedar as¨ª, y que habr¨¢ consecuencias¡±. ?Cu¨¢les? Pues como os dec¨ªamos m¨¢s arriba, no lo sabemos a¨²n, pero huele a traici¨®n por todas partes. Y lo dicho, mantener a los tres felices parece ser el objetivo ideal, pero es casi imposible, porque cada vez que agradas a alguien, otro te salta con reproches y amenazas. Finalmente, y terminando de hablar de la jugabilidad del t¨ªtulo, merece menci¨®n el trabajo realizado con los NPC y la polic¨ªa. Los ciudadanos de Mafia III responden en todo momento a nuestras acciones, siendo especialmente sensible a cualquier muestra delictiva. En cuanto desenfundemos un arma o apuntemos a alguien, correr¨¢n a avisar a la polic¨ªa. Esta es a¨²n m¨¢s sensible, y cada coche de polic¨ªa cuenta con un medidor en su parte superior que pasar¨¢ de azul a rojo si detectan alguna acci¨®n violenta en nosotros.
As¨ª se construye un imperio del crimen
Est¨¢ claro que Mafia III aspira a algo muy, muy grande. La jugabilidad demuestra un salto enorme con respecto a Mafia II, y la narrativa tiene una calidad que pocas veces se ve en el g¨¦nero. Bebe muchos detalles de otras sagas del g¨¦nero, eso es innegable, aunque demuestra saber forjarse a la perfecci¨®n sus propios patrones. Con ese mundo que responde en todo momento a lo que hacemos, un sistema de sigilo que, sin llegar a ser profundo es altamente satisfactorio y una trama adulta y que engancha, Mafia III tiene todos los ingredientes para ser un ¨¦xito. El juego, y m¨¢s en esta etapa temprana de desarrollo, tuvo sus fallos en la demostraci¨®n. Texturas a baja resoluci¨®n, bajadas de framerate importantes (sobre todo a la hora de conducir), e incluso unos cuantos errores graves que entorpecieron la experiencia de juego. Adem¨¢s, el sistema de conducci¨®n nos result¨® bastante mec¨¢nico y deber¨ªa pulirse algo m¨¢s, ya que recuerda a la mediocridad que encontr¨¢bamos en el exhibido en Watch Dogs. Pero, como os dec¨ªamos, esta fue la primera demostraci¨®n de cara al p¨²blico, y si por algo se conoce a 2K es por sacar sus productos al mercado con una calidad que pocas veces es reprochable.
Con todo esto, el c¨®ctel que ofrece Mafia III deja un sabor de boca delicioso, y ofrece una experiencia que encantar¨¢ a los aficionados al crimen organizado y los mundos abiertos. Jugabilidad adictiva y refinada, una trama cuidada al detalle y cuya evoluci¨®n depende de nosotros, y una enorme ciudad que conquistar y explorar son las principales cartas que Hangar 13 pone sobre la mesa para el ¨²ltimo trimestre de 2016. Mafia III ver¨¢ la luz el pr¨®ximo 7 de octubre, y aunque por ahora al estudio californiano le queda mucho por delante, estamos seguros de que la tercera entrega de la saga Mafia no va a defraudar, y que sus creadores pueden estar seguros de que tienen entre manos lo que puede ser una de las ¨²ltimas grandes sorpresas de 2016. A¨²n es pronto para confirmar si el t¨ªtulo de Hangar 13 le arrebatar¨¢ el largo liderato como rey de los sandbox a Grand Theft Auto V. Pero, de momento, aqu¨ª tenemos de camino a un sucesor que apunta maneras.
- Aventura
- Acci¨®n
Mafia III es la tercera entrega de la popular saga de acci¨®n y aventura Mafia a cargo de Hangar 13 y 2K Games. New Bordeaux, 1968. Tras a?os combatiendo en Vietnam, Lincoln Clay ha llegado a esta conclusi¨®n: la familia no son aquellos con los que has nacido, sino aquellos por los que est¨¢s dispuesto a morir. Cuando su familia adoptiva, la mafia negra, es aniquilada por los mafiosos italianos, Lincoln levanta una nueva y emprende un camino de venganza y redenci¨®n para acabar con el responsable.