An¨¢lisis Black Desert Online

Los que estamos muchos a?os metidos en el MMO, los que hemos conocido los or¨ªgenes fuera de los originales MUDs, con esos Everquest, City of Heroes, Ultima Online, Lineage y el resto de integrantes que conformaron los cimientos del g¨¦nero a finales de los 90, tenemos quiz¨¢s una versi¨®n un tanto diferente de lo que quer¨ªamos y esper¨¢bamos para el futuro. El MMORPG parec¨ªa una extensi¨®n natural para expandir las fronteras del RPG en general: grandes mundos, la posibilidad de forjar una historia propia junto o contra otros seres humanos, disfrutar de los elementos necesarios que forman el drama y la comedia de jugar al rol de mesa¡­ Era una extensi¨®n natural de esa vida digital que promet¨ªa la red de redes, mundos masivos persistentes en los que nuestras acciones pudieran dejar una huella para ser contemplada por viajeros venideros.

Pero en alg¨²n punto del camino, ese sue?o cambi¨®. Entr¨® m¨¢s gente en el g¨¦nero, Blizzard hizo un magn¨ªfico trabajo destilando algunos de los elementos esenciales del g¨¦nero y envolviendolo en un paquete de presentaci¨®n irresistible. Se gener¨® una corriente de dise?o basada en el reto y los m¨¦ritos, mezcl¨¢ndose con esos elementos anteriores, formando una f¨®rmula explosiva que dio cabida a millones de jugadores, pero que orient¨® el g¨¦nero a la aventura constante y dirigida: misiones, mazmorras, raids por encima del comercio, las casas o la libertad e incertidumbre de poder hacer lo que quisieras. Se empez¨® a dibujar una clara l¨ªnea divisoria: Sandbox (con Eve Online como gran y algo solitario referente), y Theme Park (asociado a todos los t¨ªtulos similares a World of Warcraft). Apertura y linealidad -relativamente hablando-, frente a frente.

Siempre se ha sospechado que era en el sandbox donde estaba el verdadero potencial y que los Theme Park pecaban de parecerse demasiado unos a otros, pero a¨²n as¨ª, el dinero estaba en WoW, por lo que la mayor¨ªa se han lanzado a ese segmento. Esas sospechas quedaron en parte respaldadas por el incre¨ªble ¨¦xito de Minecraft, que no es t¨¦cnicamente un MMO pero tiene elementos compartidos y se puede considerar un hijo de ese concepto de estar en el mundo y dejar tu huella en ¨¦l -especialmente en su faceta multijugador-. Pero para entonces, el g¨¦nero en su concepci¨®n m¨¢s tradicional acumulaba varios cad¨¢veres en el suelo, y se hab¨ªa alzado una nueva gallina de los huevos de oro en forma de MOBAs y juegos competitivos online.

Por eso es tan raro ponerse frente a Black Desert y encontrarse un aut¨¦ntico sandbox en pleno 2016, proveniente de una tierra como Corea que no destaca precisamente por sus incursiones en este estilo. Pero aqu¨ª est¨¢, un juego completamente abierto que echa por la borda muchas de las concepciones a las que estamos acostumbrados en los ¨²ltimos a?os en cuanto a progresi¨®n, desarrollo, dise?o de misiones, niveles, comercio y crafting. Hay elementos familiares, ciertas concepciones b¨¢sicas compartidas, pero la verdad es que el conocimiento previo del g¨¦nero puede llevar a equ¨ªvocos y a unas primeras horas confusas si es tu primer sandbox (aunque los que s¨ª tengan experiencia en esa clase de juegos tampoco lo tendr¨¢n f¨¢cil).

Parte de esto es un dise?o at¨ªpico e interesante que cambiar¨¢ nuestras prioridades y abrir¨¢n el abanico de posibilidades que tendremos en nuestra progresi¨®n. Pero parte de esto es tambi¨¦n culpa del propio juego y su forma torpe de exponer las diferentes opciones, todo un maremagnum de posibilidades apiladas unas encima de otras que muchas veces no sabremos para qu¨¦ sirven o c¨®mo se utilizan hasta bastante tiempo despu¨¦s de haberlas encontrado por primera vez. Lo cierto es que los principios pueden ser devastadores: el comienzo de la historia es confusa, la pantalla est¨¢ repleta de informaci¨®n que no sabemos c¨®mo interpretar, el mapa est¨¢ repleto de s¨ªmbolos que nos resultan extra?os y adem¨¢s el hablar con los NPCs no ayuda demasiado, present¨¢ndonos multitud de opciones que no sabemos c¨®mo o en qu¨¦ orden acometer.

Antes de todo esto deberemos elegir una clase de entre todas las disponibles. Una de las muchas cosas buenas de Black Desert es tener un sistema de clases bastante variado y sistema de juego muy flexible de cara a tener personajes alternativos. El set de movimientos y habilidades de las diferentes clases es muy variado, con animaciones propias y espectaculares y con una buena ramificaci¨®n de builds que nos permiten plantear nuestros personajes de distintos modos: distancia o cuerpo a cuerpo, m¨¢s o menos movilidad, m¨¢s o menos potencia, mayor o menor capacidad de anular a nuestros rivales, m¨¢s o menos defensa¡­ dependiendo del tipo de clase se nos abren varias alternativas con las que podemos jugar a placer. Adem¨¢s, una parte del conocimiento y experiencia acumuladas con un personaje son compartidos con los siguientes, as¨ª que si subir de nivel a una clase por primera vez es relativamente r¨¢pido, subir una segunda es m¨¢s r¨¢pido todav¨ªa. A eso hay que sumar el tema de la itemizaci¨®n, que no funciona como en otros miembros del g¨¦nero: aqu¨ª tenemos pocas posibilidades de armas y equipaci¨®n, que sin embargo podemos expandir a placer, de modo que es posible que un set que consigas a nivel bajo sea todo lo que lleves para el resto de partida. Eso s¨ª, tiene la contrapartida de que deja muy poca variedad en los personajes y m¨¢s de una vez nos encontraremos rodeados de ¡°clones¡± con exactamente la misma ropa. Hay opciones de pago para a?adir opciones a nuestro vestuario (exclusivamente est¨¦ticas), pero son excesivamente caras.

En este punto llegar¨ªa lo habitual de decir si el dise?o apuesta por la ¡°Trinidad¡±, o no, una de las cuestiones cl¨¢sicas a la hora de hablar de un MMO y algo que ha sido uno de los temas calientes a la hora de plantear nuevos juegos estos a?os. La respuesta corta es que no hay trinidad, no hay clase sanadora o tanques y todas las clases son m¨¢s que capaces en el combate directo. La respuesta larga es un poco complicada y tiene bastante que ver con c¨®mo est¨¢ planteado el juego: es muy escaso de PVE en comparaci¨®n con otros juegos. No hay mazmorras instanciadas (hay algunas mazmorras abiertas, pero no es exactamente lo mismo), no hay raids, lo m¨¢s que hay son unos enemigos especialmente fuertes que podemos invocar para luchar en grupo (o intentarlo en solitario), pero poco m¨¢s, todo lo dem¨¢s se basa en luchar con enemigos normales y corrientes mientras exploramos las distintas regiones del mundo. Por ello, aquellos que buscan esa clase de experiencias colaborativas cl¨¢sicas, no las tendr¨¢n aqu¨ª.

El rango de actividades que propone Black Desert es por otro lado muy amplio, y exige dedicaci¨®n, riesgo y esfuerzo. Tambi¨¦n es un t¨ªtulo muy agradecido para tener de fondo mientras haces otra cosa, ya que hay actividades como el transporte o la pesca que se pueden desarrollar de forma bastante automatizada. Pero en general, el proceso de recolecci¨®n y producci¨®n en Black Desert es bastante m¨¢s complicado que en la mayor¨ªa de MMO. Hay una gran cantidad de productos, el proceso es largo y requiere de organizaci¨®n, ya que no es pr¨¢ctico ni productivo hacerlo todo uno. Los jugadores pueden contratar trabajadores, que ir¨¢n f¨ªsicamente de un lugar a otro a recolectar los materiales de los nodos accesibles. Pueden comprar tambi¨¦n casas que pueden servir tanto como viviendas privadas como centros de almacenaje o procesamiento (y es importante, ya que estamos hablando de un mundo en el que incluso las monedas que llevamos tienen un peso, no es buena idea ir por ah¨ª con cientos de miles de monedas en los bolsillos). La econom¨ªa es activa, los precios fluct¨²an de un lugar a otro y las mercanc¨ªas no llegan m¨¢gicamente de un lugar a otro sino que son llevadas en burros o carromatos a lo largo de las carreteras. Todo esto forma un mundo vivo y din¨¢mico que entusiasmar¨¢ a aquellos que busquen un escenario virtual para vivir una segunda vida.

Por supuesto, un an¨¢lisis de Black Desert no podr¨ªa estar completo sin hablar de los gr¨¢ficos, ?qu¨¦ podemos decir que no se vean en las im¨¢genes y v¨ªdeos? El juego luce simplemente espectacular, hasta el punto de que puede competir en belleza de sus paisajes a cualquier juego que haya en el mercado. Se cre¨ªa que el ser MMO deb¨ªa siempre significar cierto compromiso en los gr¨¢ficos y animaciones, pero Black Desert y su motor propietario demuestran que esas limitaciones est¨¢n ya superadas. Hay un factor adem¨¢s que nos resulta particularmente emocionante y es que tras argumentar m¨¢s de una vez sobre la importancia de un solo mundo, sin cargas ni zonas inconexas, algo que no habitual encontrar en un MMO en los ¨²ltimos a?os, por fin lo volvemos a ver en Black Desert: un mundo enorme, variado y coherente, en donde no hay cargas que nos recuerden que estamos ante un videojuego. Tampoco hay teletransportes o viajes r¨¢pidos, aumentando el realismo y oblig¨¢ndonos a ser parte del mundo en todo momento, sin atajos. Puede parecer un detalle sin importancia, pero no lo es, es una ayuda enorme para crear esa sensaci¨®n de inmersi¨®n.

A pesar de la fortaleza t¨¦cnica y el gusto coreano por lo recargado y fastuoso, el t¨ªtulo apuesta por un mundo bastante realista visualmente, lo que le da un encanto diferente frente a los Aion, Tera y otros t¨ªtulos del corte. Ese realismo viene aderezado por el uso de efectos, la forma en la que la lluvia cambia el terreno, o la iluminaci¨®n en funci¨®n del ciclo d¨ªa/noche o la posici¨®n de la c¨¢mara, haciendo que cada momento con ¨¦l sea placentero. Adem¨¢s est¨¢ bastante bien optimizado y lucir¨¢ muy bien en equipos con unos a?os (de hecho, la configuraci¨®n m¨ªnima es realmente modesta: Intel Core i3-530 2.9GHz, 4 GB RAM y GeForce GTS 250 / GeForce 9800 GTX / Radeon HD 6770). Por descontado, tambi¨¦n depender¨¢ de las circunstancias, ya que hay momentos con muchos enemigos y personajes en pantallas en los que el framerate se puede resentir, y por otro lado es bastante generalizado el problema con el pop-in, por el que muchos objetos y personajes pueden aparecer en pantalla s¨®lo cuando nos acercamos; es la ¨²nica debilidad de un t¨ªtulo que realmente impresiona en este apartado y se coloca como un referente inmediato para el g¨¦nero.