An¨¢lisis de Project X Zone 2

El mes de febrero nos dej¨® una peque?a sorpresa para Nintendo 3DS. Una secuela de un t¨ªtulo que se las promet¨ªa muy felices en su estreno pero que se qued¨® a medio camino de la propuesta que nos hab¨ªa presentado. Project X Zone 2, el crossover con un sinf¨ªn de personajes de compa?¨ªas como Namco, SEGA, Nintendo o Capcom, s¨ª ha conseguido dar un paso al frente y rebelarse como un de esos t¨ªtulos que vale la pena tener en cuenta si uno cuenta con la port¨¢til de Nintendo. Con una dosis de fanservice solo comparable al humor que destilan los di¨¢logos entre los personajes, el t¨ªtulo de Monolith Soft no llega a las cotas de excelencia de Xenoblade Chronicles X, pero s¨ª pule y ampl¨ªa lo que vimos en su predecesor.

Project X Zone 2 encaja en el concepto de juego Tactical JRPG en el que nos movemos por un escenario por turnos e intentamos atacar para acabar con los enemigos utilizando todo tipo de t¨¦cnicas, algunas combinadas, que tenemos a nuestra disposici¨®n. A lo largo de m¨¢s de 40 cap¨ªtulos (casi 50 si contamos los que forman parte del tutorial/pr¨®logo) y m¨¢s de 50 horas de juego, la f¨®rmula funciona por la agilidad y espectacularidad con la que se nos presentan las acciones que van desplegando todos los personajes que van apareciendo ante nosotros. Y es que el gran gancho del t¨ªtulo de Monolith Software es, sin ninguna duda, la plantilla de h¨¦roes y villanos que tenemos a nuestra disposici¨®n. Derroche total y absoluto de fanservice que, adem¨¢s, se sabe presentar de manera correcta ante el jugador.

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La historia no es precisamente el fuerte de Project X Zone 2, ya que es una mera excusa, y a veces de manera excesivamente evidente, para que vayan apareciendo personajes de diversas compa?¨ªas niponas. Unos misteriosos portales est¨¢n cruzando personajes y universos, y sus protagonistas no entienden qu¨¦ sucede. A medida que vamos avanzando iremos indangando y conociendo m¨¢s detalles, como unas enormes cadenas de oro que est¨¢n clavadas en medio de las calles o de las estructuras y que alguna relaci¨®n tienen con lo que sucede. Con esta puesta en escena, y un desarrollo que apenas responde inc¨®gnitas durante las primeras horas y, cuando lo hace, tampoco convence, se nos permite ver como los personajes se van cruzando entre ellos. Algunos se conocen, otros no.  

Chris y Jill de Resident Evil, Dante de Devil May Cry, X y Zero de Mega Man, Ryu y Ken, Strider, Chun Li, Jin Kazama, Akira Yuki, Chrom y Lucina, Morrigan, Axel de Streets of Rage, Ryo de Shenmue, Phoenix Wright, villanos como Bison, Nemesis, Nelo Angelo, Sigma¡­ y as¨ª sumando decenas de personajes que van de sagas tan conocidas como Street Fighter, Mega Man X, Darkstalkers, Virtua Fighter, Yakuza o Resident Evil  a otras m¨¢s novedosas y exitosas como Xenoblade Chronicles y Tales of Vesperia, o juegos que tal vez no tuvieron tanto ¨¦xito pero que se hicieron un hueco entre los usuarios como Resonance of Fate, Captain Commando o Namco X Capcom entre otros.

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Est¨¢ claro que se podr¨ªa debatir sobre la presencia de algunos personajes y no de otros, pero en general la selecci¨®n es muy potente -con alguno que solo los m¨¢s ac¨¦rrimos de las producciones niponas conocer¨¢n- sobre todo por la caracterizaci¨®n que se ha hecho de cada uno de los personajes. Es esto lo que hace que el fanservice latente del juego se convierta, tambi¨¦n, en un elemento de inter¨¦s creciente a cada cap¨ªtulo que pasa. Siempre va a m¨¢s. Ver como Jin y Kazuya se amenazan y se quieren matar constantemente es una gozada, mientras Ryo tiene el perfil de h¨¦roe impoluto, Dante hace su habitual despliegue de chuler¨ªa y comentarios sorprendentes o los representantes de Yakuza, Kazuma y Goro, no dudan en hablar con sorna del elenco de personajes curiosos que se va apareciendo delante de s¨ª, incluidos algunos piropos. Los di¨¢logos son constantes y est¨¢n muy bien trabajados (en este sentido es importante resaltar el buen trabajo bajo nuestro punto de vista en lo que traducci¨®n al castellano se refiere). 

El humor est¨¢ presente a cada paso que damos. Cuando van apareciendo ninjas de distintos juegos se van diciendo de todos. Strider, Natsu o Kage Maru parece que compitan en una prueba para ver qui¨¦n es m¨¢s ninja que los dem¨¢s. El sentido del honor y el deber de los personajes Resident Evil o de Chun Li contrasta con la despreocupaci¨®n de los te¨®ricos protagonistas del juego (Reiji y Xiaomu) o de lo alocados que son personajes como Ulala o Captain Commando. Entre todos los personajes, y son muchos, brilla con luz propia Phoenix Wright: el abogado de Ace Attorney representa el papel del humano racional que no entiende lo que sucede. Que alucina con los monstruos, con que haya ninjas, con el aspecto de Morrigan o con las discusiones acaloradas entre los miembros de Tekken. En definitiva, el jugador disfrutar¨¢ de los di¨¢logos que hay antes, al final y a veces durante los cap¨ªtulos por el tono y relaciones entre personajes, m¨¢s que por el desarrollo de una trama que no est¨¢ a la altura del roster. Ni falta que le hace con la fuerza de los protagonistas.

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Una vez pasamos al combate, podemos escoger los ataques que realizamos con simples comandos y estos se pueden combinar con otros golpes seg¨²n como reaccione nuestro enemigo. Las unidades siempre son de dos personajes a los que se le puede a?adir un tercer personaje que tiene su propio ataque. Saber usar este ataque permitir¨¢ hacer acciones como ¡°ataques cruzados¡± que da?an m¨¢s al enemigo. Mientras golpeamos al rival rellenamos una barra de PC que nos permite lanzar un ataque devastador. Todo esto se sucede con sprites perfectamente reconocibles que atacan y se mueven con tremenda fluidez a los que se a?aden cinem¨¢ticas y movimientos espectaculares marca de la casa. Leon aparece con un bazooka, las cien patadas de Chun Li, los juggles de Kazuma o Heiachi, los combos cl¨¢sicos de Akira, los ataques con l¨¢ser de X y Zero¡­ todos est¨¢n perfectamente recreados y son divertidos y entretenidos de ver por la espectacularidad de las secuencias.

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Nuestro elenco de ataques se completa con la posibilidad de contar con ataques de otras unidades si est¨¢n cerca de nuestro radio de acci¨®n y, si nuestros personajes tienen las habilidades concretas, poder hacer un ¡°multi attack¡± que permite hacer una acci¨®n concreta que golpea a m¨¢s de dos y tres enemigos a la vez, eso s¨ª sin opci¨®n de variar ataques especiales y dem¨¢s. Durante nuestro turno de ataque tambi¨¦n podemos usar habilidades y objetos para recuperar vida, mejorar la barra de ataques especiales o resucitar a ca¨ªdos en combate y una vez hemos movido a todo el equipo, pasamos al turno enemigo. 

Los enemigos tambi¨¦n actuar¨¢n movi¨¦ndose por el tablero y atacando cuando tienen ocasi¨®n. Ante esto podremos defendernos con un contraataque (consume PC) que permite responder al ataque con nuestros movimientos, defensa total que permite absorber todo el da?o y defensa normal que reduce un poco el da?o recibido. Algunos enemigos como los grandes jefes (como Bison o Nemesis) nos pueden machacar con ataques m¨²ltiples y una gran vitalidad que costar¨¢ lo suyo reducir. 

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Por desgracia, el gran contratiempo que tiene el juego es que es excesivamente sencillo. Es muy dif¨ªcil morir en las refriegas cara a cara, ya que contamos con muchas opciones para atacar y combinar acciones y en ocasiones la IA enemiga no act¨²a con l¨®gica y nos perdona la vida a personajes que podr¨ªan caer a la lona con un golpe de m¨¢s. Es cierto que en misiones como las de desactivar una serie de objetos en turnos concretos podemos fallar y tendremos que repetirlas m¨¢s por el hecho de que desconocemos la distancia de una mina, por ejemplo, y consumimos algun turno de m¨¢s, que no por otra cosa o porque dicha tarea sea realmente complicada. Es cierto que superados los 30 cap¨ªtulos seguramente repetiremos en exceso algunas mec¨¢nicas -muchos jefes finales van apareciendo varias veces porque no acabamos nunca de matarlos, simplemente se van cuando los ganamos- pero se va compensando por la cantidad de enemigos en pantalla y las mejoras en habilidades y dem¨¢s.

Una vez hemos acabado la misi¨®n y vemos qu¨¦ nos depara el hilarante argumento podremos pasar al men¨² previo al siguiente cap¨ªtulo. En este men¨² podremos hacer de todo: comprar en la tienda diversos objetos, accesorios y equipo para mejorar nuestros personajes (da?o, defensa, vitalidad); personalizar las unidades a?adiendo los ¡°solo¡± (personajes que no tienen pareja, van por libre) y tambi¨¦n mejorando a medida que sumamos experiencia las caracter¨ªsticas de cada personaje. Podremos potenciar los ataques (su da?o, activaci¨®n, recuperaci¨®n y cr¨ªticos), que tienen diversos rangos de efectividad, y se nos permitir¨¢ aprender nuevas habilidades de corte pasivo que una vez asignadas, ganamos en propiedades como anular contraataques, ganar m¨¢s puntos por ataque, provocar efectos como veneno o aturdimiento a qui¨¦n nos ataque y dem¨¢s.

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La propuesta del juego se completa con un modo entrenamiento para practicar con los personajes, una Crucepedia que es una peque?a maravilla a modo de fichas de los personajes disponibles y la presencia, para el futuro, de contenidos adicionales como un modo avanzado m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa que el que desbloqueamos al terminar el juego, nuevas armas y otros extras. 

A nivel visual, el juego cumple con su cometido. Sabe mostrar los personajes de manera imponente en los di¨¢logos y el toque pixelado a modo de sprites durante la acci¨®n es de lo m¨¢s acertado. Lo m¨¢s destacado son los ataques especiales, muy fieles, y como se combinan y van generando un espect¨¢culo para los ojos sobre todo cuando son los golpes m¨¢s devastadores. Naturalmente no est¨¢ exento de fallos, con escenarios algo vac¨ªos a veces y el efecto de acercarse a los sprites que afean el conjunto, pero en t¨¦rminos generales es simp¨¢tico y convincente de ver. A nivel sonoro, la banda sonora es algo irregular seg¨²n cada momento, pero destacan las voces de los personajes que hablan durante las secuencias.

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