Homeworld: Deserts of Kharak
- PlataformaPC7.8
- G¨¦neroEstrategia
- DesarrolladorBlackbird Interactive
- Lanzamiento20/01/2016
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s
- EditorGearbox Software
Homeworld: Deserts of Kharak An¨¢lisis
Por absoluta sorpresa, el pasado mes de diciembre Gearbox nos anunciaba la llegada de Homeworld: Deserts of Kharak, una precuela de uno de los cl¨¢sicos de la estrategia que abandona el frio espacio para adentrarse en la inmensidad del caluroso desierto sin renunciar a su peculiar sistema jugable.
Los amantes de la estrategia en tiempo real tienen grabado a fuego en su cabeza el nombre de Homeworld, uno de los cl¨¢sicos del g¨¦nero que supo reflejar, como ning¨²n otro, lo que era la estrategia en mitad de la nada, en el centro del universo con un sistema ¨²nico que jam¨¢s se hab¨ªa visto en el g¨¦nero hasta el lanzamiento del t¨ªtulo original a finales de los 90. Ahora, tras la adquisici¨®n de la licencia por parte de Gearbox Software tras la bancarrota de THQ durante el 2013, la saga est¨¢ de vuelta gracias al remake de sus dos primeras entregas y a Homeworld: Deserts of Kharak, un t¨ªtulo que ha sido desarrollado por Blackbird Interactive, un estudio formado por varios miembros del equipo de la primera entrega de la saga y que, en un principio, iba a conocerse como Hardware: Shipbreakers.
El t¨ªtulo cambia por completo la habitual ambientaci¨®n espacial de Homeworld y nos emplaza en el des¨¦rtico planeta de Kharak, cont¨¢ndonos una historia, sencilla pero bastante interesante que sirve para relatarnos lo que ocurri¨® 114 a?os antes de lo que pudimos ver en el Homeworld original, sirviendo de precuela para el remake que saldr¨¢ a la venta el pr¨®ximo 25 de febrero, casi un mes despu¨¦s del lanzamiento de este t¨ªtulo.
El terreno en el que se mover¨¢n nuestras naves y veh¨ªculos de combate ser¨¢ la principal novedad jugable del t¨ªtulo que, por lo dem¨¢s, apuesta por un sistema muy parecido al de los t¨ªtulos originales. Contaremos con un veh¨ªculo de inmenso tama?o que servir¨¢ como base y que ser¨¢ el epicentro de la construcci¨®n de nuestros veh¨ªculos y de la investigaci¨®n de las mejoras para nuestro ej¨¦rcito. Luego, contaremos con otra serie de veh¨ªculos pesados que nos servir¨¢n para recolectar recursos o para reparar las unidades da?adas y, finalmente, tendremos una gama de veh¨ªculos o naves de diferentes tama?os y potencia de fuego que nos servir¨¢n para las tareas de combate, ejerciendo roles diferentes. Las unidades m¨¢s ligeras cumplir¨¢n mejor las funciones de exploraci¨®n y, las m¨¢s grandes, nos servir¨¢n para llevar el caos a las l¨ªneas enemigas gracias a su resistencia y a su potencia de fuego, siendo especialmente ¨²tiles mayoritariamente desde una segunda l¨ªnea en el campo de batalla.
Como decimos, los creadores de la entrega han querido llevar toda la acci¨®n del espacio a otro terreno inmenso, el desierto, ofreci¨¦ndonos, como ya pasaba en los t¨ªtulos originales, mapas extraordinariamente grandes, cargados de detalles, de dunas, de terrenos escarpados, de acantilados, vaguadas y muchos tipos de accidentes demogr¨¢ficos que tendr¨¢n un alto componente t¨¢ctico a la hora de librar nuestros combates.
De hecho, una de nuestras principales herramientas a la hora de disputar los mismos ser¨¢ el mapa t¨¢ctico, esencial para ver, de un vistazo, la posici¨®n de nuestras tropas y todas aquellas que hayamos detectado del enemigo para poder prever y anticiparnos a todos los movimientos. Y es que, si descuidamos este mapa, si no estamos atentos a todo lo que ocurre en cualquier lugar del mismo, este t¨ªtulo nos castiga en sobremanera, pudiendo perder unidades en unos pocos segundos si no hemos visto venir al enemigo y hemos desplazado nuestras unidades para proteger mejor una zona o para dar apoyo. Este mapa t¨¢ctico nos sirve, a su vez, para conocer los diferentes puntos clave del mapa, ofreci¨¦ndonos con todo lujo de detalles las ventajas y desventajas que tenemos al situar a nuestras unidades en seg¨²n qu¨¦ tipo de terreno, siendo muy importante tambi¨¦n para el jugador el saber leer y aprovechar cada mil¨ªmetro de la demograf¨ªa del mapa para usar el desierto como un arma m¨¢s en contra de nuestro enemigo.
Sin embargo, el trasladar toda la acci¨®n del espacio al duro suelo no siempre sienta bien al juego, resultando un tanto tosco para aquellos que nunca se hayan encontrado con un juego de este tipo, y es que, este Homeworld: Deserts of Kharak seguro que gustar¨¢ a los viejos aficionados a la saga, pero puede que no acabe de encandilar a los jugadores m¨¢s nuevos en el g¨¦nero, habituados quiz¨¢s, a otras f¨®rmulas m¨¢s sencillas y ¨¢giles ya que, otro impedimento que tendr¨¢n los que no sean aficionados puros a la estrategia ser¨¢ la de la dificultad de t¨ªtulo, que vuelve a ser, una vez m¨¢s, bastante exigente.
Una vez finalicemos la campa?a, los jugadores podr¨¢n seguir disfrutando del t¨ªtulo gracias a un modo escaramuza, que nos permite librar diferentes batallas contra la IA y, por supuesto, tambi¨¦n podremos enfrentarnos a otros jugadores de todo el mundo gracias al multijugador al que debemos achacarle la escasez de mapas actuales ya que, por el momento, solo disponemos de seis mapas diferentes en los que podremos jugar partidas de 2 a 6 jugadores.
En cuanto a nivel gr¨¢fico, como suele pasar con los RTS no nos encontramos con lo ¨²ltimo de lo ¨²ltimo. Los desarrolladores buscan un equilibrio entre el atractivo visual para los jugadores y la capacidad de llegar al mayor n¨²mero de ordenadores posibles, pero, sin embargo, hay que aplaudir el trabajo que han hecho en la reproducci¨®n de los veh¨ªculos que, pese a que no cuentan con unas texturas espectaculares lo que s¨ª tienen son un mont¨®n de detalles milim¨¦tricos representados en cada unidad que har¨¢n las delicias de los m¨¢s curiosos. Hay que remarcar, adem¨¢s, el buen trabajo que se ha hecho en lo que a la iluminaci¨®n se refiere, un trabajo que se nota, sobre todo, en los mapas nocturnos, que son realmente espectaculares.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.