Armikrog, una aventura Claymotion

C L AY M O T I O N

Pingu, Wallace & Gromit, o Chicken Run son solo algunos ejemplos de lo que la t¨¦cnica llamada Claymotion, la animaci¨®n usando entornos y/o personajes hechos completamente de plastilina o arcilla, nos ha dado. ?Y en los videojuegos? Seguramente alguno piense en un viejo y olvidado plataformas llamado Skull Monkeys para la primera PlayStation. Aunque el antecedente m¨¢s directo de este Armikrog es el recordado The Neverhood, idea de un ex-empleado de Virgin de nombre Doug TenNapel que hab¨ªa creado junto a David Perry nada menos que a Earthworm Jim, y que en su momento consigui¨® algo verdaderamente ¨²nico con Neverhood, pues jam¨¢s se hab¨ªa hecho un juego usando la t¨¦cnica Claymotion con plastilina. Avalado por Spielberg y su primeriza Dreamworks Interactive, The Neverhood era un point and click cl¨¢sico cargado de humor y con un apartado visual fascinante.

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No es de extra?ar que el Kickstarter de Armikrog se beneficiase de ello, ya que los fans se dedicaron a poner pasta para tener una aventura old school en una ¨¦poca en que las Telltale triunfan ¨Caunque Daedalic , las reediciones de cl¨¢sicos Lucasarts y hasta Tim Schafer siguen procurando que el viejo Point & Click no muera. Pero una vez con el juego en las manos, y habiendo esperado pacientemente a que lo parchearan como es debido ¨Cla versi¨®n estrenada hace un mes era un desastre plagado de bugs-, nos hemos sentado este Halloween a dejarnos llevar por el esp¨ªritu Claymotion. ?El resultado? Genial en todo lo referente a lo audiovisual, semi-decepci¨®n en cuanto a la jugabilidad. Armikrog respira a obra de TenNapel, eso est¨¢ clar¨ªsimo, pero varias decisiones de dise?o lastran un desarrollo que podr¨ªa haber sido una oda al g¨¦nero.

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Space Buddy Movie

Si algo tiene este indie de casi un mill¨®n de d¨®lares es un inicio con fuerza, primero en una secuencia animada con una canci¨®n que ya nos avisa de lo bizarra que la m¨²sica de Terry Scott-Taylor (otro veterano de Neverhood) va a ser. Y de ah¨ª a una escena ya con claymotion en la que se nos presenta al h¨¦roe y su compa?ero perruno alien ¨Cpor definirlo de alguna manera-, en un momento que nos asegura que estos dos nos van a regalar uno de esos duetos de acciones e intercambio de di¨¢logos como Ratchet y Clank por ejemplo, o Jack y Daxter¡­ Pues no, por desgracia no es as¨ª, ya que aqu¨ª encontramos el primer escollo. Tommynaut y la mascota Beak Beak entran con fuerza en el relato, pero durante la aventura ¨Cextra?amente cort¨ªsima por cierto- apenas intercambian di¨¢logos m¨¢s all¨¢ de unos pocos momentos y cinem¨¢ticas, por lo que el silencio domina demasiados pasajes y deja a estos dos protagonistas sin desarrollar apenas. Lo mismo le sucede al malo y a la trama en s¨ª, que cumple pero TenNapel convierte en algo meramente secundario que hace funcionar y unir los puzles hasta el tramo final, m¨¢s pr¨®digo en narrativa.

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Hemos dicho que es corto, pero en una aventura gr¨¢fica la duraci¨®n depende de la habilidad de cada uno m¨¢s bien. Los habr¨¢ que se lo terminen en las alrededor de 4 horas de media que tiene, los que a las tres horas vean los cr¨¦ditos y se pregunten d¨®nde ha ido a parar el dinero del kickstarter en cuanto a desarrollo, y los que se dejen llevar por instantes como esa pared que nos invita a pasarnos una hora entera leyendo un texto que ciertamente hace m¨¢s por desarrollar la trama y el escenario de fondo que todo el juego en s¨ª, y que terminar¨¢n en 5-6 horas. Cierto es que Armikrog tiene un tempo paciente que huye de la sobreexposici¨®n y nos da tiempo, y eso es de remarcar en una generaci¨®n obsesionada con climax constantes y dinamismo en cada nivel, pero tambi¨¦n demasiadas lagunas que crean pasajes muertos ¨Cincluso para lo breve que es- en los que avanzamos por avanzar simplemente, esperando que a la siguiente habitaci¨®n la narrativa nos suelte alg¨²n bocado m¨¢s de historia que digerir ya que ni Tommy ni Beak Beak hablan cuando clickamos en una ventana para oir su descripci¨®n de lo que ven, en una bestia peluda que parece un copo de cereales, o en un ascensor-pulpo. Demasiados silencios y muy poco para describir el mundo que nos rodea m¨¢s all¨¢ del impacto visual.

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Para los fans de la vieja escuela Point ¡®n Click, Armikrog viene con algunas pruebas desafiantes, aunque tambi¨¦n con una interfaz que necesita un pulido y mejorado urgente. De hecho la interfaz se reduce a un puntero feo que ni cambia ni nada, ya est¨¢. No hay un inventario a pesar que recogemos objetos, descripci¨®n de estos ni opci¨®n a verlos. Si cogemos una palanca es porque la usaremos en esa parte en la que estamos. No hay pistas contextuales, sino que absolutamente toda la informaci¨®n debemos sacarla por nosotros mismos.  De nuevo nos gusta el reto, pero tambi¨¦n se cae en un error de dise?o, ya que el contexto debe ser sacado por el usuario, lo que conlleva la ca¨ªda en el viejo Pixel-Hunting: Mover el rat¨®n y clickar en todas partes hasta encontrar el punto de interacci¨®n en vez de hallarlo de forma l¨®gica haci¨¦ndonos razonar, lo que lleva a la frustraci¨®n. Un ejemplo: Podemos controlar tanto a Tommynaut como a Beak beak. ?Y c¨®mo descubrimos eso y otras cosas como que el perro puede volar a veces? Pues porque de repente pinchamos sin querer sobre la mascota ¨Cque suele interponerse entre elementos susceptibles de interactuar y nosotros cuando llevamos a Tommy- y vemos que su cursor pasa de azul a violeta.

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En el campo en que este juego es m¨¢s divisorio es sin duda en sus puzles, ya que los amantes del llamado pensamiento lateral tienen aqu¨ª varias pruebas que superar, pero los que no gusten de soluciones absurdas y para nada l¨®gicas, se van a atascar en algunos tramos. Hay un sentido old school absoluto en muchos, envolviendo determinados pasos que dar hasta desencadenar la acci¨®n resultante que termina con la prueba ¨Cantologico el del musical. Los hay que nos tendr¨¢n quiz¨¢s una hora hasta dar con la soluci¨®n, los hay que nos obligar¨¢n a echar mano del cl¨¢sico por antonomasia: Lapiz y papel (o la c¨¢mara del m¨®vil), a no ser que tengamos una buena memoria para recordar dibujos e items colocados en ciertas posiciones. Ciertamente Armikrog quiere plantear retos, y lo consigue con un pu?ado de puzles ah¨ª desafiantes, pero su forma de avanzar y la interfaz estropean la buena labor conseguida con algunas pruebas bien rebuscadas, aunque otras hay que reconocer que se repiten con demas¨ªa en su limitada duraci¨®n.

Entrando en el terreno visual es donde el juego se eleva a la estratosfera. Armikrog no es una obra maestra ¨Cest¨¢ muy lejos de serlo-, pero s¨ª una obra de arte. Cada nueva habitaci¨®n, cada escenario que descubrimos, criatura que nos encontramos o detalle que aparece es un espect¨¢culo en base a una de las mejores direcciones art¨ªsticas que se han visto este a?o ¨Cy recordamos que hay joyazas como Kirby y el Pincel Celestial o Yoshi¡¯s Woolly World. Claymotion es un arte en extinci¨®n, y Armikrog demuesta lo fascinante que esta t¨¦cnica es, desplegando una galer¨ªa visual de entornos bizarros al extremo, absurdos, imaginativos y que en las poquitas escenas de video vemos una animaci¨®n conseguida y fluida, sin saltos. En el plano sonoro tenemos un doblaje al ingl¨¦s muy acertado y subt¨ªtulos en espa?ol , pero de nuevo fallos propios de una beta y no de un juego terminado hacen que desluzca, ya que el montaje sonoro est¨¢ desequilibrado y provoca que a veces ni se oye la m¨²sica y todo es puro silencio con un eco tenue de fondo que se supone es el tema de la por cierto estupenda BSO del juego. Y los subt¨ªtulos se desincronizan tanto que acabar¨¦is por quitarlos si domin¨¢is la lengua de Shakespeare.