Mad Max
- PlataformaPC7.8PS47.8XBO7.8
- G¨¦neroAcci¨®n, Aventura
- DesarrolladorAvalanche Studios
- Lanzamiento04/09/2015
Mad Max, An¨¢lisis
Con la promesa de ser algo m¨¢s que el t¨ªpico juego licenciado, los autores de la serie Just Cause recrean el universo post-apocal¨ªptico de una serie de culto 80s tra¨ªda de vuelta al cine este a?o como es Mad Max. El escenario m¨¢s desolado e inmersivo nos espera en esta violenta e intensa mezcla de acci¨®n y conducci¨®n.
Qui¨¦n nos iba a decir hace algunos a?os que una serie adorada, alabada y de culto como es la apocal¨ªtpica Mad Max iba a tener en 2015 un ¡®revival¡¯ tan intenso. Primero con Fury Road, una de las pel¨ªculas esenciales del a?o y verdadera obra maestra de la acci¨®n y el encuadre cl¨¢sico, de la vieja escuela y sin trucajes de ordenador. Y por otro un videojuego que busca ser algo m¨¢s que la t¨ªpica licencia de estreno, el ¡®cash in¡¯ o sacacuartos que dicen en Norteam¨¦rica. Warner, tras los buenos resultados que le dio el a?o pasado Sombras de Mordor, intenta repetir la jugada con un Mad Max con aire y presupuesto AAA. Y aunque no le termina de salir la cosa igual de redonda, lo que queda claro tras las horas que le hemos echado a este p¨¢ramo de sangre, gasolina y arena es que nos hemos divertido. Y mucho.
Lord Scrotus, el amo del P¨¢ramo
La fidelidad para con la saga es manifiesta desde el mismo inicio, ya que Avalanche recurre a un prologo con im¨¢genes reales, y casi parece que estemos escuchando al narrador de Mad Mad 2 Road Warrior cont¨¢ndonos c¨®mo el mundo se fue al infierno. Una larga y ultraviolenta secuencia nos introduce de golpe y porrazo como Miller hac¨ªa en Fury Road: Estamos en un ambiente post-apocal¨ªptico, no tenemos agua, comida, balas ni nuestro coche ¨Cel Interceptor V8, icono de la saga. Estamos jodidos hablando mal y pronto, y aqu¨ª es d¨®nde empieza no la historia del loco Max Rockatansky, sino la que le han perge?ado para este juego, situada en alguna parte entre Mad Max 2 y Fury Road, y antes de M¨¢s All¨¢ de la C¨²pula del Trueno. Aqu¨ª encontramos un detalle curioso, ya que la trama no es precisamente su punto fuerte, de hecho queda m¨¢s bien en un segundo plano hasta la parte final, donde remonta con su climax. Durante la mayor parte del tiempo nos dedicamos a un fin gen¨¦rico como es reducir el ¨¢mbito de poder de Scrotus en las 6 zonas del territorio, y con una motivaci¨®n que delata a un Max entrando en la locura, pero es que las pel¨ªculas eran as¨ª, historias simples, de A a B, y luego a C, siempre supeditadas a la inmersi¨®n en su atm¨®sfera apocal¨ªptica, el carisma de su prota y las esenciales escenas de acci¨®n con veh¨ªculos. Los personajes tampoco son un dechado de carisma, empezando por un Max de rostro demasiado gen¨¦rico, pero secundarios como Chumbucket, el mec¨¢nico con su propia religi¨®n que parece una versi¨®n des¨¦rtica de Gollum buena persona, mejoran las escenas y ciertamente se le acaba cogiendo cari?o, ya que siempre podemos contar con ¨¦l.
La Gran Nada
Concebido como un mapeado abierto que ir explorando, el enorme P¨¢ramo en el que la saga se ha desarrollado siempre est¨¢ en este juego dividido en secciones. Empezamos en el punto m¨¢s alejado de la Ciudad de la Gasolina, donde queremos ir a cobrarnos lo que Scrotus nos ha hecho, pero el desierto y sus secciones no est¨¢n abandonados, sino divididos en zonas regidas por caciques y jefes con los que debemos o establecer pactos ¨Cpaso libre por sus tierra a cambio de llevarle munici¨®n por ejemplo- o directamente enzarzarnos en un 1vs1 al estilo de Jefe final regional que vencer para conquistar esa zona. Como en Assassin¡¯s Creed, las atalayas son lugares esenciales, y desde all¨ª ¨Cgenial el detalle del globo aerost¨¢tico-contemplaremos la zona que se nos abre y marcaremos en el mapa sitios importantes que visitar, as¨ª como una opci¨®n de Viaje R¨¢pido entre zonas por si nos queremos ahorrar la conducci¨®n o escalada. Los lugares de saqueo como campamentos abandonados ¨Cy otros llenos que podemos desocupar con nuestras manos- pueden ocultar cosas ¨²tiles como chatarra, munici¨®n y comida, adem¨¢s de piezas de proyectos y reliquias. Para revelar todos estos lugares debemos completar los proyectos llamados Equipos de Rastreo en las fortalezas
Reducir las patrullas que veamos y que viajen en nombre de Scrotus ¨Cque portan un logo cuasi similar al de Inmortan Joe en Fury Road, adem¨¢s de los mismos veh¨ªculos- ser¨¢ esencial para minar su presencia en la zona y poder explorar para mejorar nuestro veh¨ªculo. En las distintas fortalezas que iremos encontrando podremos completar proyectos, lo que nos da recursos y servicios ¨²tiles como criaderos de gusanos y dep¨®sitos de agua ¨Cpara mantener a Max-, armer¨ªas o pozos de petr¨®leo y equipos de chatarra, e incluso elementos para poder detectar y limpiar campos de minas. Esto le a?ade al juego un toque estrat¨¦gico y de gesti¨®n de recursos, manteniendo por todo el p¨¢ramo lugares en los que sabemos que tendremos comida, agua, gasolina y munici¨®n. Cierto es que podemos ir a terminarnos la historia del juego sin m¨¢s, pero los que quieran sentir de verdad la experiencia de la saga Mad Max, tienen horas que echarle en la diversidad de escenarios de cada zona.
El problema que encontramos no es en s¨ª la falta de cosas que hacer, sino que lo que durante las primeras horas nos parece nuevo, original y fresco, a la larga se va repitiendo ¨Climpiar lugares de enemigos, buscar una atalaya, encontrar la forma de infiltrarnos en una fortaleza, sabotear algo, y hacer las mismas cosas en esa zona que hemos hecho en la anterior y haremos en la siguiente. Las misiones principales del modo Historia son demasiado gen¨¦ricas, poco inspiradas, y ello repercute cuanto m¨¢s tiempo pasamos, que una primera partida se puede ir f¨¢cilmente a las 35-40 horas y representar apenas un 40% del total que el juego tiene para que desbloqueemos. No todas son iguales, y ciertamente las hay memorables ¨Cun asalto a una caravana de coches de Scrotus, tan brillante como el asalto al cami¨®n de Mad Max 2 y al tren de Mad Max 3-, pero dado que la trama no es brillante, las misiones bien podr¨ªan haber paliado esto.
En Mad Max no hay eso que se llama ¡®salud regenerativa¡¯, sino una barra de vida a lo vieja escuela. Si tenemos la cantimplora llena, nos regenerar¨¢ mientras podamos beber de ella. Si encontramos comida como latas de comida para perros, rellenaremos el medidor m¨¢s r¨¢pido. Puede que el juego se base mucho en la acci¨®n, la conducci¨®n y el combate, pero o cuidamos de nuestros v¨ªveres o nos quedaremos vendidos pronto. Saquead cad¨¢veres nos proporciona chatarra, munici¨®n y puede que algo de comida si encontramos gusanos que est¨¦n devorando el cad¨¢ver ¨Csiguen siendo prote¨ªnas. La diatriba que vemos aqu¨ª es que Avalanche ha querido potenciar elementos que ver¨ªamos en un juego de supervivencia, pero siempre dentro de su esquema de acci¨®n accesible y f¨¢cil de dominar, por lo que una vez que avanzamos y vamos creando proyectos y subiendo de nivel en cada zona, el tema del agua, la comida y la gasolina sigue presente pero no nos afecta tanto, ya que son recursos m¨¢s sencillos de obtener. Esto no es algo necesariamente malo, y de hecho le a?ade un agradecido toque de gesti¨®n de recursos, pero se acaba volviendo menos acuciante y el p¨¢ramo en s¨ª nunca se vuelve esa zona hostil que deber¨ªa deshidratarnos a cada poco rato.
?ngel de la Combusti¨®n
Max puede mejorar tanto habilidades b¨¢sicas como salud o da?o al enemigo, como otras del tipo de obtener m¨¢s chatarra en el saqueo, gastar menos combustible al conducir, o recuperar m¨¢s salud y obtener m¨¢s agua. Con los llamados puntos de Griffa, una especie de psic¨®logo post-apocal¨ªptico que nos echa una mano con nuestro pasado traum¨¢tico, iremos subiendo de habilidades y nuestro Rango de Leyenda aumentar¨¢ en todo el mapeado, pasando a ser de considerado un simple Despojo al objetivo de subir al m¨¢ximo y que nos reconozcan como Guerrero de la Carretera. Para ello es necesario que no descuidemos las misiones paralelas, que aunque tambi¨¦n puede llegar el momento en que se nos vuelvan tediosas, lo cierto es que o o mantenemos al personaje y su coche bien preparados, o el modo Historia se nos pondr¨¢ cuesta arriba al llegar a algunas partes. Aqu¨ª para los fans de sacar el 100% en un juego tenemos el apartado de Coleccionables, de entre los que destaca el llamado Reliquias, que nos cuenta c¨®mo era el mundo antes del P¨¢ramo.
Al igual que el a?o pasado con Shadows of Mordor, las mec¨¢nicas de Mad Max no ocultan coger cosas de juegos actuales que funcionan muy bien e implementarlas. Si ya la primera sensaci¨®n que se tiene al mover al personaje es de pesadez ¨Cel salto es, simplemente, rid¨ªculo-, cuando golpeamos estamos ante un sistema Free Flow claramente deudor de los Batman Arkham, menos ¨¢gil aunque mucho m¨¢s contundente. Con Cuadrado golpeamos, con Tri¨¢ngulo esquivamos y ello nos permite iniciar un contraataque. Manteniendo Cuadrado pulsado nos hace cargar el pu?etazo, que noquea a un enemigo y lo deja a nuestra merced. Pero la gracia est¨¢ en que Batman no puede matar, Max s¨ª, y el Free Flow system aqu¨ª no aturde, aqu¨ª es para romper huesos, hacer crujir articulaciones y ca?os de sangre de mand¨ªbulas rotas.
Desde la primera pelea sentimos que los golpes son mucho m¨¢s bestias que en Batman. A medida que evolucionamos a Max, m¨¢s acceso tendremos a combos de mayor pegada. Cuando avancemos y tengamos armas para poder hacer remates y violentos fatalities, ver¨¦is la extrema crudeza que Avalanche ha implementado en su sistema de combate, equipar¨¢ndose a lo que vivimos en The Last of Us con Joel por ejemplo. Por descontado tambi¨¦n tenemos un apartado de armas. Simplemente con L1 ya apuntamos para disparar con c¨ªrculo. Y s¨®lo con c¨ªrculo podemos disparar sin apuntar. Pero cuidado que esto no es un Max Payne. Aqu¨ª cada bala es preciosa y cada disparo m¨¢s vale que cuente. En general no tendremos muchos problemas a la hora de pelearnos con bandos de varios soldados, pero en los Jefes Finales de cada zona la cosa cambia, y con ellos s¨ª que ser¨¢n necesarias maniobras como el esquive.
El Magnum Opus
Toca hablar de la parte que Avalanche m¨¢s ha cuidado, y que de hecho es enormemente divertida. La conducci¨®n es puramente arcade, de hecho no hay ni freno de mano. Pero tampoco es que podamos ir por un ca?¨®n saltando 50 metros, ya que el coche tiene su propia barra de vida, y tambi¨¦n su propio indicador de combustible, por lo que pens¨¢oslo dos veces antes de darle gusto al acelerador. Burnout + MotorStorm 1 + el batm¨®vil de Arkham Knight es la sensaci¨®n que se nos ha venido a la cabeza, ya que el coche se usa tanto para correr, como para disputar carreras, para combatir y es un elemento esencial y personaje destacado del juego. Al principio es feo, sin potencia y sin nada, pero cuando lo vayamos personalizando y convirtiendo en un guerrero de la carretera, entonces s¨ª que la diversi¨®n aumenta. A la hora de potenciarlo hay que tener en cuenta varios factores. De por s¨ª, y una vez que le pongamos carrocer¨ªa, ya podemos usar las embestidas laterales, movimientos al m¨¢s puro estilo Takedowns del Burnout para acabar con los rivales. Potenciando el frontal, parachoques y la calandra, ya tendremos un ariete para golpear de frente ¨Cun toque al turbo antes de embestir nos garantiza la victoria. Pulsando L1 se nos ralentiza la acci¨®n para poder disparar justo en los dep¨®sitos de combustible si tenemos munici¨®n.
La clave para poder personalizar nuestro coche ¨Ca la postre lo que se convierte en un elemento m¨¢s importante que la trama del juego en s¨ª- es toda la chatarra que podamos encontrar, arrancar o robar, o pillar dentro de las brutales tormentas si conseguimos sobrevivir a ellas, ya que ser¨¢ la mejor material del juego. Pinchos, arietes, nitro y hasta lanzallamas laterales. Pero con el arp¨®n ya la cosa es una locura, ya que nada produce m¨¢s placer que clavarle el arp¨®n a un desgraciado que quer¨ªa echarnos de la carretera, arrastrarlo junto con medio chasis del coche que tenemos enfrente al suelo, y arrollarlo por encima. El caos en los combates con el coche es un tipo de caos absoluto en cuanto a explosiones y trozos de veh¨ªculos, pero siempre controlado bien por la c¨¢mara y que convierte cada convoy que atacamos en un torbellino de acci¨®n y diversi¨®n y totalmente cercano al esp¨ªritu de lo visto en Fury Road.
Para echarle gasolina debemos buscar en los refugios y campamentos latas que est¨¦n llenas ¨Ctambien podemos encontr¨¢rnoslas vac¨ªas-, y llenar manualmente el dep¨®sito. El juego nos permite llevar solamente una lata llena extra en la parte de atr¨¢s, por lo que la gesti¨®n del combustible se hace patente. Un detalle logrado es que las latas de combustible tambi¨¦n sirven como arma improvisada, s¨®lo hay que prenderles fuego y lanzarlas para reventar puertas y lo que pillemos por delante. Pero claro, a cambio de esto sacrificamos el poder llenar el combustible cuando estemos sin gasolina. El fiel Chumbucket cuida siempre de su obra, y cuando bajemos del coche ¨Cen una zona sin enemigos-, se pondr¨¢ a arreglar el coche si tiene da?os. Tambi¨¦n podemos orden¨¢rselo, pero hay que tener en cuenta que ello nos obliga a detener el Magnum Opus hasta que ¨¦l termine ¨Cpodemos dejarlo a la mitad si tenemos prisa-, ya que en cuanto aceleremos ¨¦l se colocar¨¢ detr¨¢s.
El estilo art¨ªstico est¨¢ claramente inspirado en la entrega m¨¢s reciente, Fury Road, desde los enemigos a los veh¨ªculos -?record¨¢is esa facci¨®n que llevaba coches con la carrocer¨ªa llena de pinchos al estilo de erizos met¨¢licos?-, a la adoraci¨®n al automovilismo devenido en religi¨®n en incluso al l¨¦xico y la forma de hablar ¨CChumbucket se lleva la palma-, pero siempre con peque?os gui?os a la saga como esos campamentos que nos bombardean con fuego cuando intentamos entrar por la fuerza en ellos, o los soldados llamados Cachorros, dos elementos vistos en Mad Max 2. La sensaci¨®n de estar en un entorno postapocaliptico es una de sus mejores bazas. Desde lo alto de los ca?ones de El Gran Blanco ¨Cun enorme oc¨¦ano que se sec¨®- hasta la Ciudad de la Gasolina, los entornos del juego son un espect¨¢culo de desolaci¨®n, con la bruma envolvi¨¦ndonos si ascendemos por uno de los ca?ones, grupos de buitres volando en la lejan¨ªa sobre cad¨¢veres con un estupendo ciclo d¨ªa/noche y detalles como nubes que ocultan parcialmente el sol pero vuelven a pasar, y que inciden en el sistema de iluminaci¨®n. Para verlo mejor tenemos unos prism¨¢ticos con los que reconocer el terreno.
A pesar de estamos ante entornos desolados, Mad Max es un juego que entra por los ojos merced a una cuidada y enorme direcci¨®n art¨ªstica. Y aunque es cierto que puede haber alg¨²n que otro baj¨®n de frames, el conjunto se mantiene estable a 30fps. Como decimos, su sistema de part¨ªculas, ciclo d¨ªa y noche y escenario es de lo mejor, con unas puestas de sol y amaneceres que eclipsan a los del reciente Submerged. Pero la palma de todo el apartado gr¨¢fico se la llevan las tormentas que el estudio ha implementado. Conducir hacia una de ellas, ver los tornados y rayos, es aquello que se gana a pulso ser llamado ¡®espect¨¢culo Next Gen¡¯, porque desde luego que impresionan . Una cosa que trae el juego de serie es el modo Foto, que parece estar convirti¨¦ndose en un imprescindible esta generaci¨®n. El modo captura nos deja sacar im¨¢genes y videos, aplicar filtros, etc, us¨¢ndolo en conjunci¨®n con las opciones del bot¨®n Share en PS4. Y una opci¨®n verdaderamente original es que si conectamos un segundo mando mientras jugamos, un amigo podr¨¢ controlar la c¨¢mara del juego para grabarlo todo desde otros angulos.
A nivel sonoro nos ha sorprendido un poco la falta de doblaje al castellano del juego ¨CSombras de Mordor s¨ª vino localizado-, y aparte de la Chumbucket, pocas destacan. En la BSO tenemos una partitura funcional, pero el juego se habr¨ªa beneficiado considerablemente de una m¨²sica tan potente como la de Fury Road, con estallidos repentinos y temazos como el Brothers in Arms, que os recomendamos os pong¨¢is a modo de ¡®custom soundtrack¡¯ de fondo jugando. Lo mejor sin duda todo el despliegue de efectos de sonido, que entre el rugir de los motores y la quietud de P¨¢ramo logran un apartado brillant¨ªsimo.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.