Dishonored Definitive Edition, An¨¢lisis

Dishonored fue para muchos una de las mayores sorpresas que nos dej¨® la pasada generaci¨®n de consolas.  Desde Arkane Studios se hab¨ªa vendido muy y muy bien su proyecto, usando incluso pol¨¦micas comparaciones con la saga Call of Duty. Y eso, muchas veces, acaba jugando en contra. Pero el resultado fue impresionante. Juego del A?o en Meristation (2012) y una experiencia de sigilo y acci¨®n que, me incluyo, nos dej¨® un gran sabor de boca. Han pasado tres a?os y Bethesda lanza un remaster para las consolas de nueva generaci¨®n. Jugablemente, Dishonored sigue siendo igual de potente que en la entrega original. Pero tres a?os despu¨¦s son pocas las novedades que propone este t¨ªtulo para quienes lo disfrutaron en su momento. Si tienes consola y nunca jugaste Dishonored, esta Definitive Edition es, simple y llanamente imprescindible. En cualquier otra consideraci¨®n es ya m¨¢s discutible.

El protagonista de esta entrega es Corvo Attano, un asesino que ve como acaban con la Emperatriz de Dunwall, ciudad en decadencia para muchos (no para una ¨¦lite rica y d¨¦spota) donde la peste y la pobreza lo est¨¢ destruyendo todo. Estar en el peor lugar posible en el momento menos adecuado es lo que le sucede a Corvo, que pasa a ser nombrado enemigo n¨²mero uno del lugar como presunto autor de la matanza de la emperatriz. Ah¨ª es donde empieza una carrera para evitar ser cazado y tambi¨¦n un trayecto que debe servir para descubrir al verdadero conspirador. La presencia de un colectivo rebelde que le ayudar¨¢ a rescatarlo con vida y unos poderes sobrenaturales ca¨ªdos del cielo en el momento justo completan un juego que se desarrolla con extrema fluidez y que da un sinf¨ªn de posibilidades al jugador.

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B¨¢sicamente nos vamos moviendo por distintos cap¨ªtulos en los que tendremos unos objetivos que cumplir. Una aventura que no tiene un desarrollo de niveles lineales pero tampoco es mundo abierto, sino que nos ubica en un espacio delimitado y nos da libertad para actuar como nosotros queramos. Encontraremos una gran cantidad de extras y misiones secundarias que podremos realizar, tendremos que equilibrar nuestras habilidades con las armas con los poderes que nos ofrecer¨¢ el Forastero y que nos permiten ser sigilosos y letales. Pistolas, ballestas, granadas y otros tipos de arsenal que servir¨¢n para afrontar muchos tramos como en un shooter en primera persona, aunque por norma no ser¨¢ lo recomendable.

El sigilo es parte indispensable de Dishonored y los poderes nos permiten explotar el dise?o de niveles ¨Cbrillante- en todo su esplendor. El teletransporte a un punto cercano, conocido como Gui?o, sigue siendo una habilidad tan necesaria como excesivamente ¨²til incluso, a la que se a?ade poder parar el tiempo, una visi¨®n tenebrosa para localizar enemigos y armas, r¨¢faga que permite abrir puertas y lanzar enemigos por los aires o Ataque voraz, que invoca una plaga de ratas creando el caos en zonas concretas por donde entonces podremos pasar.  A esto se a?aden posibilidades no letales ¨Cflechas somn¨ªferas- nuestro sigiloso avance que permite sorprender por la espalda a enemigos y dejarlos noqueados (o matarlos con nuestras afiladas armas), batallas con jefes finales y todo tipo de artilugios enemigos que van m¨¢s all¨¢ de soldados: torretas, ca?ones o los zancudos, una especie de m¨¢quinas vigilantes que nos amargan la existencia en zonas al aire libre.

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Lo mejor de todos estos elementos es que son opciones que tenemos disponibles y luego ya somos nosotros los que decidimos. Aqu¨ª, porque haya un arma concreto al inicio, no significa que tengamos que usarlo. Tampoco los caminos por las alcantarillas tienen por qu¨¦ ser los ideales para avanzar hasta nuestro objetivo. Es la sensaci¨®n de libertad y cierta creatividad a la hora de solventar los contratiempos que nos vamos encontrando lo que hace tan especial a Dishonored. A veces usaremos los poderes, otras preferiremos ir al m¨¢s puro estilo Snake, en otras no habr¨¢ m¨¢s remedio que empezar a disparar. Tiene un componente rejugable importante por esta disposici¨®n de elementos (incluso veremos logros y trofeos que nos pican a terminar el juego sin usar ciertas habilidades, por ejemplo).

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Hemos visto tambi¨¦n algunas f¨ªsicas que siguen sin estar tan cuidadas ¨Ccomo cuerpos muertos- y el popping no ha desaparecido del todo a pesar del salto de plataforma. Adem¨¢s, se mantienen los 30 frames por segundo de la entrega original sin apostar por los 60fps que parecen de caj¨®n en remasters de este estilo. En este sentido, de nuevo el apartado art¨ªstico del juego hace la mayor parte, con una ciudad decadente y llena de contrastes, la presencia de grandes avances tecnol¨®gicos bien introducidos en el d¨ªa a d¨ªa de Dunwall y unos personajes que desprenden la antipat¨ªa y esa sensaci¨®n de esconder algo en cada palabra que sueltan.

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