Quantum Break, Impresiones Gamescom

Hablar de Remedy es hacerlo sobre una de las desarrolladoras de videojuegos que mejor han entendido el medio como un un arte que incluye varias disciplinas, y no s¨®lo una: narrativa, imagen, m¨²sica y lenguaje son algunas de ellas pero tambi¨¦n est¨¢ la de la propia jugabilidad. Digamos que siempre han sabido equilibrar la parte de "v¨ªdeo" con la de "juego", logrando cosas excepcionales sobre todo con Max Payne y su continuaci¨®n, aunque Alan Wake tampoco iba corto a nivel de calidad. Con Quantum Break van a dar un paso m¨¢s all¨¢ porque no s¨®lo encontraremos el propio t¨ªtulo sino que el plan es alzar un proyecto transmedia en el que adem¨¢s se incluye una serie de televisi¨®n con actores de cierto renombre y que funcionar¨¢ en paralelo a la experiencia jugable.

Y es que durante esta Gamescom, adem¨¢s de mostrar algo m¨¢s de las mec¨¢nicas del juego, se ha querido poner ¨¦nfasis en c¨®mo funciona el proyecto transmedia. Dicho r¨¢pidamente, existe una narrativa aplicada al juego en la cual controlamos al protagonista, Joyce (al que pone rostro el actor Shawn Ashmore, visto en la saga X-Men o en la serie The Following) en su intento por vengar la muerte de su hermano durante un experimento fallido. Pero la serie por su parte seguir¨¢ las andanzas del villano del juego: Paul Serene. Su rostro y voz corresponden por otra parte al actor Aidan Gillen, secundario en numerosas producciones pero sobre todo, conocido por su papel como Me?ique en la serie Juego de Tronos.

Durante la presentaci¨®n, se nos mostr¨® en la pr¨¢ctica como funciona la relaci¨®n entre ambos proyectos. Primero, se nos mostraron dos secuencias de la serie que correspond¨ªan a una toma de decisiones muy b¨¢sicas: una mujer, siendo torturada, en una de las secuencias se negaba a hablar y un personaje le pegaba un tiro en la cabeza, mat¨¢ndola de forma fulminante. En la otra, terminaba cediendo ante la amenaza de que fueran a por su familia, y no s¨®lo esto sino que adem¨¢s se un¨ªa al equipo de su captor para darle informaci¨®n a rega?adientes para salvar a los suyos. Esta toma de decisiones va motivada por las acciones del juego, pero hubo un ejemplo a¨²n m¨¢s claro.

En una secuencia de la serie, una mujer polic¨ªa -la misma que hab¨ªa sido torturada- y un hombre se encuentran en una especie de parking, frente a una especie de furg¨®n cerrado. Pronto se apuntan con sus respectivas pistolas, pero cuando se quieren dar cuenta, han desaparecido de la nada. Ella abre el furg¨®n y advierte que "ya se ha escapado de nuevo". Esta secuencia de la serie quedar¨ªa completamente hueca de por s¨ª, por lo que en el juego se explica en una fase qu¨¦ ocurri¨® para llegar a ese punto: Joyce se despierta dentro del furg¨®n, detiene el tiempo, coge las pistolas y se va, sin dejarles ning¨²n rastro. Es decir: la relaci¨®n serie-juego consistir¨¢ en este caso en complementarse para que haya un di¨¢logo directo entre ambos medios.

Explicado lo anterior, toca hablar del propio videojuego, que es lo que har¨¢ que los fans de Remedy apunten la fecha en el calendario para ir de cabeza a por Quantum Break si consigue mantener todas las promesas que ha hecho. Porque este juego de acci¨®n no se limita ¨²nicamente a lo que se hab¨ªa visto anteriormente, con un sistema de coberturas deudor de Gears of War, sino que ademas sabe c¨®mo jugar con las herramientas fant¨¢sticas de sus protagonistas para aplicarlas a las mec¨¢nicas de forma natural. En resumen -de nuevo- todo est¨¢ conectado y de la misma forma que Paul Serene puede canalizar su poder para predecir el futuro, nuestro protagonista tiene otra habilidad clave.

Y es que Joyce puede congelar al tiempo y manipularlo, y lo har¨¢ de forma continua a lo largo de todo el juego tanto en las fases de exploraci¨®n como en las de combates cuerpo a cuerpo, pudiendo recordar en cierto modo a la forma en la que el excelso Braid de Jonathan Blow jugaba con esta herramienta en favor de la creaci¨®n de puzles. No es que Quantum Break vaya a ir por ese camino de forma total, pero si que vimos en la demo como hab¨ªa que usar diferentes usos del tiempo, en segmentos muy concretos, para ademas aplicando habilidades como un deslizamiento frontal, evitar que el escenario se nos cayera encima. Es curioso c¨®mo se aplica a las partes de pura exploraci¨®n porque permite jugar con algo que en los videojuegos suele ser considerablemente inm¨®vil, como es el propio mapeado.

En los combates, como se vio en la presentaci¨®n de Xbox esta misma Gamescom, tenemos m¨²ltiples opciones pero todas pasan por el uso del tiempo congelado para atacar a los enemigos, evitar impactos, etc¨¦tera. Podremos usar distintos tipos de armas de fuego -por ejemplo una ametralladora, o una pistola-, pero el cuerpo a cuerpo es un recurso eficaz en las condiciones adecuadas: lanzar una bomba que detiene la escena, ir hacia un enemigo, presionar un bot¨®n para finalizar el combo... desde luego parece que tendr¨¢ combates muy din¨¢micos y entretenidos de jugar, que es lo m¨ªnimo que puede esperarse. Y no olvidemos que Remedy fue la responsable de dar luz a uno de los recursos m¨¢s reutilizados del mundo de los videojuegos, el tiempo bala; desde luego saben c¨®mo hacer las cosas.

Quantum Break llegar¨¢ exclusivamente a Xbox One el pr¨®ximo 5 de abril y de momento luce ciertamente espectacular, siendo visualmente un t¨ªtulo muy avanzado, con un motor de f¨ªsicas especialmente llamativo y un buen trabajo de reconocimiento facial, al menos, de los actores m¨¢s conocidos. Podemos sumar a sus virtudes que la pantalla de juego es extremadamente clara, sin un interfaz intrusivo en el cual veamos marcadores de vida, armas, munici¨®n, metros hasta llegar al objetivo, etc¨¦tera. Todo est¨¢, de momento, bastante limpio y eso es un buen paso hacia la total interactividad: no distraer con miles de cosas y centrarlo todo en la imagen, que sea ¨¦sta la que explique las mec¨¢nicas. Va por muy buen camino.