Scalebound, Impresiones Gamescom

Hideki Kamiya est¨¢ detr¨¢s de algunos de los mejores juegos de acci¨®n de los ¨²ltimos 15 a?os, y con Scalebound ampl¨ªa ambici¨®n en un proyecto en el que quiere volcar toda su experiencia pero no limit¨¢ndose a crear otro hack'n slash estiloso, en la l¨ªnea de Bayonetta, Devil May Cry o Vanquish, sino meti¨¦ndose de lleno en el terreno del RPG con combates en tiempo real. O en resumen, el ARPG. Genero con cl¨¢sicos ya asentados, franquicias con millones de seguidores como Kingdom Hearts; pero siempre hay espacio para uno m¨¢s si la propuesta es buena, y la criatura de Kamiya y Platinum Games apunta maneras.

Desarrollado en exclusiva para Xbox One, Scalebound plantea la posibilidad de un mundo en el que un joven, Drew, colabora codo con codo con un drag¨®n llamado Thuban. Ambos forman un equipo similar al que hemos visto en producciones como el film de Dreamworks "C¨®mo entrenar a tu drag¨®n", y ese sentido de la camarader¨ªa y colaboraci¨®n mutua se palpa en cada una de las acciones que ambos llevan a cabo. A lo largo del t¨ªtulo se explicar¨¢ no s¨®lo c¨®mo se dio origen a esta uni¨®n, sino tambi¨¦n la forma en que evoluciona y llega a su c¨¦nit. Seg¨²n nos explic¨® Kamiya, esta historia trata sobre los lazos que les relacionan.

Todo esto es la teor¨ªa, pero en la Gamescom adem¨¢s hemos podido ver el primer gameplay en tiempo real. Durante la conferencia de Microsoft, el propio director del juego subi¨® al escenario y a diferencia del resto de responsables de triples A, hizo algo que todo el mundo deber¨ªa hacer: jugar. No puso un v¨ªdeo y se limit¨® a decir lo bueno que era: lo mostr¨®. Y es cierto que Scalebound en su primer contacto sorprendi¨® por su estado, algo preliminar. Pero al d¨ªa siguiente todo se nos dej¨® mucho m¨¢s claro cuando volvimos a ve la demo, ahora a puerta cerrada y extendida con un segmento extra: estamos ante una versi¨®n extremadamente preliminar, en concreto una pre-alpha.

?Qu¨¦ significa esto? Que el juego evidentemente va a mejorar enormemente y que las ca¨ªdas de frame rate intentar¨¢n no existir; Platinum Games tiene un registro excelente en lo que a esto respecta as¨ª que no lo dudamos ni un segundo. Con todo y pese a ser algo a¨²n con mucho camino por recorrer sorprende por la escala del escenario, la distancia de dibujado, la solidez de los entornos, y variedad en lo que respecta a efectos, iluminaci¨®n y detalle. Es decir, hay trabajo aplicado a Scalebound y esto es algo clave para que su mundo, Draconis, se sienta real.

La demo que pudimos ver empezaba como la de la conferencia: Drew llegaba a un campo abierto montado en Thuban, su drag¨®n, y se iniciaba un combate directo contra varios enemigos. Con Drew podemos dar estocadas con una espada, desplazarnos ¨¢gilmente -deslizamientos laterales,doble salto, evasiones-, o sacar provecho de un arco que puede equiparse varios tipos de flechas. Evidentemente tambi¨¦n podemos crear combos enlazando distintos ataques, a fin de cuentas hablamos del responsable de DMC. Por su parte Thuban estar¨¢ controlado en todo momento por la IA del juego aunque podemos darle ¨®rdenes muy b¨¢sicas, "ataca", "lanza una bola de fuego", etc¨¦tera. Nada revolucionado pero desde luego funcional.

En este segmento jugable, ambos ten¨ªan que enfrentarse a un semi-jefe, Green Mantis, un imponente insecto que aguantaba bastantes golpes con las llamaradas de Thuban y las estocadas de Drew, pero que tampoco supon¨ªa un gran problema. La barra de vida de los enemigos se muestra en la zona superior derecha de la pantalla y el resto de elementos del interfaz corresponden, a la barra de vida y energ¨ªa de Drew (esquina superior izquierda) y justo debajo, la selecci¨®n de equipo: objetos por un lado, y armas por otro. Todo muy sencillo y visual. Tras derrotar a la mantis se nos explic¨® que Drew tiene el poder de transformar el cuerpo de los enemigos ca¨ªdos en gemas de poder que luego podr¨¢n utilizarse con el drag¨®n, de forma que podamos hacerlo evolucionar.

De hecho, haciendo un peque?o par¨¦ntesis de la demo, se nos habl¨® de que el drag¨®n ser¨¢ personalizable al 100%: a nivel f¨ªsico/visual, tambi¨¦n de habilidades y afinidad elemental. El tuyo y el de tus amigos podr¨ªan no parecerse en nada m¨¢s all¨¢ de tener alas y tener escamas, vaya: elemento variable (?lo quieres de fuego? ?el¨¦ctrico?), armadura, skins para darle variedad a su piel, elecci¨®n de cada una de las partes que forman su cuerpo -pezu?as, cabeza, cola, alas-, tambi¨¦n la constituci¨®n, por ejemplo tipo t-rex o algo m¨¢s peque?o. Y es que aparentemente, como marcaba uno de los r¨®tulos de la pantalla del tr¨¢iler, "puedes controlar la vida de tu drag¨®n". Todo apunta a que ser¨¢ cierto y la idea es muy, muy buena.

La demostraci¨®n finaliz¨® con una parte que no se vio durante la conferencia, ya que hubo una peque?a elipsis: los protagonistas entran a una cueva donde una especie de cangrejos les atacan de improvisto. Estaba llena de columnas, zonas con agua, pinchos; un entorno natural muy creativo y visualmente bien armado. Y eso es lo m¨ªnimo que le podemos pedir a un juego que quiere ser algo m¨¢s que "otro juego de accion", parafraseando a Kamiya. Veremos si lo consigue, pero todo lo que hemos visto hasta ahora (a lo ya comentado, se le suma que Drew puede transformarse en una criatura bestial durante tiempo limitado) permite hacerse ilusiones. S¨ª, Scalebound no luc¨ªa muy optimizado cuando lo mostraron. Pero se atrevieron a hacerlo, y tienen tiempo de sobra para ir haci¨¦ndolo evolucionar de aqu¨ª a que salga oficialmente a finales de 2016.