Mirror's Edge Catalyst, Impresiones Gamescom

Anunciado en 2007 y estrenado a finales de 2008, Mirror¡¯s Edge se convirti¨® nada m¨¢s salir en uno de los t¨ªtulos m¨¢s originales de aquel a?o, aportando una enorme brisa de aire fresco al enrarecido g¨¦nero de los FPS, hoy puramente masificado. La idea de hacer un juego de parkour al estilo del primer Assassin¡¯s Creed ¨Cestrenado el a?o anterior- no era nueva. Pero hac¨¦rnoslo vivir en primera persona s¨ª que fue lo que lo convirti¨® en ¨²nico. La cr¨ªtica se dividi¨® pero lo aplaudi¨®, el p¨²blico lo ador¨®. Pero las bajas ventas lo catapultaron tanto al saco de ideas que rescatar alg¨²n d¨ªa de EA como al Olimpo de los juegos de culto.

Desde entonces, una y otra vez, DICE recib¨ªa mails, mensajes y peticiones. ¡°Seguid con el mundo de Faith, queremos una secuela¡±. Y verdaderamente ha costado, incluso alguna vez hemos temido por su ADN ¨Cse lleg¨® a rumorear un cambio de perspectivas-, pero hoy podemos decir algo y claro que Faith, de los mejores y m¨¢s reales personajes femeninos que se han creado en un juego, y su urbe futurista regresan como si no hubieran pasado los casi 8 largu¨ªsimos a?os que habr¨¢n pasado cuando Mirror¡¯s Edge Catalyst llegue a las tiendas en febrero de 2016. Vamos a contaros un poco qu¨¦ esperar de este Catalyst, por d¨®nde se mueve la historia ¨Cque guardan bajo siete llaves sus autores por cierto-, y c¨®mo se mueve Faith tras m¨¢s de un lustro de inactividad. Hay cambios, pero m¨¢s de un fan se alegrar¨¢ de saber que ahora mismo Catalyst se describe con una palabra que no tiene por qu¨¦ tener una acepci¨®n negativa: Continuista.

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Ciudad de Cristal

Limpia, as¨¦ptica, inmaculada. As¨ª era la primera urbe en Mirror¡¯s Edge, una metr¨®polis futurista puramente orwelliana en la que un gran hermano vigilaba cada paso que todo el mundo daba. La paleta de colores nos serv¨ªa de gu¨ªa, y al tiempo fascinaba con unos entornos hechos para brillar en HD. La ciudad de cristal es el escenario principal que recorreremos en Catalyst, convertida en un mundo abierto que explorar y realizar misiones paralelas junto a la historia principal. Tres facciones controlan la ciudad: el tirano Gabriel Kruger -?record¨¢is c¨®mo se llamaba la agencia de seguridad del primer Mirror's?-, los Runners y Black November. Al inicio, como vimos durante el E3 2015 y en esta demo de la Gamescom, a Faith la llevan a un centro de detenci¨®n para que la propaganda Kruger invada su cerebro. Pero es liberada, y aqu¨ª empieza una historia convertida en precuela, en la que la runner est¨¢ destinada a convertirse en una catalizadora para que empiece una revoluci¨®n que se nos narraba en la intro del primer juego.

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Poco m¨¢s se sabe, y tampoco necesitamos que se nos cuente m¨¢s. Pero s¨ª es cierto que Catalyst consigue la sensaci¨®n que no ten¨ªamos antes. Y es la de tener la libertad de usar las habilidades parkour de Faith para ir de un punto a otro, escalar o descender al nivel del suelo, simplemente porque nos apetece, libres tanto de estar limitados por el escenario y los objetivos de la misi¨®n en curso. Esa libertad de mundo abierto que este a?o hemos visto por ejemplo en Dying Light, alumno aventajado de la escuela Mirror¡¯s que implementaba el toque zombi y survival a la f¨®rmula. Los marcadores rojos lejanos nos indican sitios de inter¨¦s; la ausencia de tiempos de carga refuerza la sensaci¨®n de libertad, y las misiones paralelas expanden el contenido y nos ayudan a manejar mejor al personaje, yendo desde las cl¨¢sicas pruebas de tiempo Time Trials similares a las de los DLC que tuvo el primer juego hasta otras como escalar un enorme edificio y hackear un dispositivo para dejar nuestra marca ¨Calgo que seguro es para el modo Online en forma de desaf¨ªos, quiz¨¢s como los records que establec¨ªamos en la ciudad de Burnout Paradise. Tambien trabajaremos como runners llevando cosas de un punto a otro, en este caso un USB, claro que por el camino hay que deshacerse de los guardias de la corporaci¨®n Kruger.

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Y esto nos lleva a otro apartado que a muchos preocupa. ?Han cambiado las cosas a nivel jugable? Rotundamente no, ya que a los 5 minutos de coger el pad, quien ha jugado el primero inmediatamente se siente en casa, conociendo el esquema de usar el bot¨®n superior izquierdo y gatillo izquierdo para realizar las acciones con el tren inferior y el superior del cuerpo de Faith, y con el gatillo derecho abriendo puertas e interactuando. Si hubiera que describirlo ser¨ªa algo as¨ª como la jugabilidad original pulida y mejorada, m¨¢s intuitiva e incluso un punto m¨¢s accesible para el que no la conozca o no dominase el anterior, sobre todo en un sistema de combate que se activa con usar apenas dos botones frontales y un aburrido gunplay que ten¨ªa el primer juego y que aqu¨ª, directamente, se ha eliminado. O sea, que Faith no usar¨¢ armas.

Como en el primero, los pasos iniciales nos har¨¢n movernos despacio, hasta que se le coge el truco a la mec¨¢nica. Esta serie siempre ha ido de ganar y mantener el llamado ¡®momentum¡¯, gracias al cual podemos volar por los obst¨¢culos y movernos con una agilidad enorme. Pero cuidado, ya que si nos detenemos Faith se puede hacer m¨¢s da?o que en movimiento. En los combates la velocidad es la clave, siendo posible derrotar a enemigos con un solo bot¨®n ¨Cincluso hay una animaci¨®n final a veces en tercera persona. Pero en este apartado se ha visto muy poco a¨²n, y tenemos curiosidad por ver si profundiza m¨¢s en el sistema de combos para hacerlo m¨¢s complejo, ya que de momento es muy sencillo en lo mostrado y muy enfocado a la parte del plataformeo y la libertad de su mapeado abierto.

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Visualmente volvemos a ese agradable d¨¦j¨¤ vu al primero, ya que es como coger los entornos, el estilo y las caracter¨ªsticas de sus escenarios, interiores  y arquitectura y ampliarlos y potenciarlos con el uso de un Frostbite 3.0 convertido en un buen motor Next Gen para alimentar las franquicias EA como Battlefield o el nuevo NFS. S¨ª, hay m¨¢s reflejos, detalles como lluvia, mayor texturizado, mejores animaciones faciales y la amplitud de los entornos, pero la sensaci¨®n es la del original, sobre todo al usar colores primarios para guiarnos. Y con eso nos quedamos. Catalyst consigue la sensaci¨®n de hacernos sentir en casa, de usar el original de base e ir retoc¨¢ndolo hasta ampliarlo y hacerlo mejor. Quedan muchas cosas por ver ¨Cesperemos que su modo Historia sea m¨¢s largo y el sistema de combate accesible aunque no simplificado al exceso-, pero en un vistazo r¨¢pido, los fans del original no tienen que temer por la integridad de esa IP de la que se llevaron a?os pidiendo m¨¢s. Faith ha vuelto, y sigue siendo la misma runner de la que algunos nos quedamos prendados.

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