Destiny: La Casa de los Lobos, an¨¢lisis

Han pasado ya varios meses desde que Destiny saliera a la venta. Un t¨ªtulo que promet¨ªa cambiar el concepto de juego de acci¨®n en primera persona para consolas, pero que probablemente se qued¨® a medio camino de sus objetivos. Una realidad que no est¨¢ re?ida con el hecho, y as¨ª lo valoramos en su an¨¢lisis, que la nueva propuesta de Bungie tras una vida dedicada a Halo era notable y ten¨ªa muchas virtudes en su haber. Despu¨¦s de cierto tiempo, lleg¨® la Profunda Oscuridad, primera de las expansiones previstas para el juego. El resultado no convenci¨®. No se aportaban grandes diferencias a la mec¨¢nica de juego original, se segu¨ªan arrastrando problemas herederos de la f¨®rmula inicial y parec¨ªa, simplemente, m¨¢s de lo mismo. Y sin demasiada inspiraci¨®n.  

Con este panorama, Bungie estuvo recabando feedback de los jugadores -no se ha dejado de jugar a Destiny desde que saliera a pesar de los malos agoreros sobre su endgame- y empez¨® a trazar un plan que probablemente no era el inicial con esta segunda expansi¨®n, La Casa de los Lobos. La primera y controvertida decisi¨®n fue la de no preparar una tercera Raid, modo estrella de Destiny. Los motivos es que muchos jugadores no pueden recabar seis usuarios para disfrutarlas, y por el contrario abrirlo a matchmaking no parece ser la mejor de las ideas. Jugar una Raid con desconocidos no tiene pinta de ¨¦xito, y menos si tenemos en cuenta que se necesita coordinaci¨®n y cooperaci¨®n constante. 

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La ausencia de una nueva Raid, que es criticable sin lugar de dudas porque sigue siendo, bajo nuestro punto de vista, lo m¨¢s potente del juego, se ha suplido con ¨¦xito con una nueva modalidad: el Presidio de los Ancianos. Una propuesta que no es m¨¢s que un modo horda en el que entramos a cuatro arenas distintas -repartidas por razas- donde tenemos que superar tres oleadas de enemigos. Una vez acabamos una zona, volvemos al espacio central, se nos abre una nueva arena y vamos a superarla. La quinta y ¨²ltima ronda es un jefe final -son peque?as variaciones de jefes que ya hemos visto- a eliminar. Terminado el Presidio, recogemos nuestras recompensas en dos cofres y uno de gigante que precisa de una llave. 

La f¨®rmula del Presidio de los Ancianos funciona por varios motivos. El primero, el reto es aleatorio y no es lo mismo enfrentarte a los Vex en primera ronda que en la cuarta, donde la exigencia es superior. El segundo es que no se trata de limpiar sin m¨¢s de enemigos, sino que tendremos tambi¨¦n algunos mini objetivos que superar, como destrozar unas minas, hacer control en tres bases o eliminar un enemigo objetivo antes de que este haya pasado por cuatro zonas del mapa. A todo esto se le a?aden modificadores que var¨ªan nuestro estilo de combate. Las recompensas, adem¨¢s, son abundantes y casi siempre conseguiremos algo de inter¨¦s para nosotros, a diferencia de experiencias pasadas (no son pocos los que superaron la raid original cinco veces y apenas consiguieron una o ninguna pieza de equipamiento legendario). 

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La intensidad del Presidio de los Ancianos es destacado. Cuando nos aparecen una decena de Cabal con sus escudos y tenemos que ir a buscar los puntos de control con 20 segundos de tiempo, lo que intentamos es simplemente sobrevivir; o acabar con los ca¨ªdos con m¨¢s de tres sirvientes a sus espaldas cubri¨¦ndolos, por no hablar de la colmena, que cuentan adem¨¢s de la cl¨¢sica fauna de enemigos, con unos ogros que lanzan un proyectil letal si nos aclanza. En definitiva, es una propuesta altamente rejugable, es desafiante y adem¨¢s cuenta con varios niveles de dificultad elevados (nivel 32, 34 y 35) que nos brindan m¨¢s recompensas y un reto todav¨ªa m¨¢s gratificante para los jugadores m¨¢s avanzados. Aqu¨ª la dificultad y los modificadores juegan m¨¢s malas pasadas, pero vale la pena. Eso s¨ª, en estos niveles se necesita un escuadr¨®n de tres jugadores y no se cuenta con matchmaking, decisi¨®n que no se acaba de entender teniendo en cuenta que en este caso, la coordinaci¨®n es mucho m¨¢s llevadera que no en una raid con seis jugadores.  

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Pero el avance por la historia nos muestra c¨®mo Bungie ha entendido que deb¨ªa cambiarse el sistema de recompensas y de looteo. Adem¨¢s de ir recogiendo m¨¢s engramas legendarios de lo habitual -puede ser solo una sensaci¨®n, pero est¨¢ ah¨ª- vamos recibiendo recompensas en casi todas las misiones en forma de equipamiento, nuevas armas (que de saque son m¨¢s poderosas que el arsenal del juego original) y la llave para abrir el cofre con los mejores premios del Presidio. Y all¨ª entran en juego los contratos. Una vez terminadas las misiones y usado la llave, contamos con unos contratos que nos piden eliminar a ciertos representantes de la Casa de los Lobos repartidos por varios puntos de los planetas de Destiny. Esto funciona como eventos aleatorios, y una vez acabado el contrato, tenemos 50 segundos para rastrear un cofre que puede contener la llave para el Presidio. Por ¨²ltimo, destacar el nuevo asalto del juego, que naturalmente gana enteros en su formato Ocaso Semanal donde tiene mucha m¨¢s enjundia. Como asalto normal no tiene demasiada historia, ya que no es especialmente largo ni tiene batallas demasiado complicadas. 

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Tambi¨¦n contamos con modalidades pensadas para la Casa de los Lobos, tanto de control como escaramuza en nuevos mapas que van en consonancia con el dise?o que hab¨ªamos visto hasta el momento. En el PVP tambi¨¦n se ha a modificado el sistema de recompensas, premiando casi siempre a los que quedan primeros en la partida y eliminando en parte la sensaci¨®n de aleatoriedad total que hab¨ªa en el Crisol y que tampoco motivaba demasiado a jugarlo.

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