Dark Souls II: Scholar of the First Sin, an¨¢lisis

Cuando se anunci¨® Dark Souls 2 Scholar of the First Sin muchos pensaron que se trataba del en¨¦simo remaster a 1080p para trasladar un juego de la pasada generaci¨®n a las nuevas consolas. No se trata de culpabilizar a From Software, es la tendencia y seguramente le est¨¢ dando r¨¦ditos a todas las compa?¨ªas que lo hacen. Pero si algo demostr¨® esta desarrolladora durante la pasada generaci¨®n de consolas es que precisamente no son los de seguir la corriente a los dem¨¢s. Y no es por  menos:  la f¨®rmula que iniciaron con Demon¡¯s Souls sali¨® a la perfecci¨®n y han seguido su camino con una propuesta desafiante y atractiva a partes iguales. Pues Scholar of the First Sin es eso: una manera distinta de hacer una revisi¨®n. Un Director's Cut en toda regla con decenas de cambios. Algunos m¨¢s importantes que otros, pero que le dan, en general, un toque distinto a Dark Souls 2.

Para los usuarios que desconozcan qu¨¦ es Dark Souls 2, qu¨¦ ofrece y de d¨®nde viene, lo mejor es que se dirijan primero al an¨¢lisis original del juego que apareci¨® el a?o pasado en Xbox 360 y Playstation 3 y que poco despu¨¦s lo hizo en PC.  Secuela del primer Dark Souls, esta tercera entrega de la saga contaba con varios elementos que la diferenciaban de su predecesor, entre ellos un inicio algo m¨¢s accesible (sobre todo hasta el primer jefe) y un desarrollo mucho m¨¢s entendible y en varios tramos, menos laber¨ªntico. Se manten¨ªa la esencia de la saga de morir centenares de veces, de encontrar caminos que todav¨ªa no eran los adecuados aunque pudi¨¦ramos acceder a ellos pronto, etc. Tambi¨¦n se mejoraban caracter¨ªsticas como un sistema de combate algo m¨¢s pulido en t¨¦rminos generales.

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Pues bien, varias cosas de estas quedan en agua de borrajas en Scholar of the First Sin, un t¨ªtulo que es mucho m¨¢s duro que su versi¨®n original y eso es algo que se nota desde un primer momento. Ya avisaron los desarrolladores que aunque el mundo ser¨ªa m¨¢s o menos el mismo pero que la redistribuci¨®n de elementos har¨ªa que no supi¨¦ramos lo que sucede a cada esquina. Por poner dos ejemplos que podemos encontrarnos en la primera hora de juego y que as¨ª no destripan lo que viene despu¨¦s: en el camino del bosque prohibido nos encontraremos una gran cantidad de soldados huecos m¨¢s, algo que complica mucho m¨¢s nuestro avance tambi¨¦n porque hay algunos monstruos letales merodeando la zona. La aglomeraci¨®n de estos enemigos en los primeros compases, sin almas que canjear, ya sube el nivel de esa zona y la primera torre hasta llegar al ¨²ltimo gigante.

Si decidimos visitar la Torre de la llama de Heide, veremos que a los enormes caballeros armados hasta los dientes se a?aden los caballeros blancos que descansan en las paredes. Como sabr¨¢n los que hayan jugado a Dark Souls 2, los caballeros grandotes precisan de estar alerta ya que aunque son lentos, un par de espadazos acaban con nosotros, y necesitamos rodearlos constantemente. Si en esos movimientos ¨Cel espacio es algo reducido- despertamos al otro, tendremos un problema. Son dos peque?os ejemplos que se van repitiendo en zonas m¨¢s avanzadas donde la cosa se complica, como en ciertas batallas con jefes finales. Tambi¨¦n han cambiado la localizaci¨®n de algunos enemigos que dejaban cierto equipamiento m¨¢s que interesante.

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Sea un bug o sea una decisi¨®n de dise?o, la controversia est¨¢ servida. Hay debates sobre si es acertado o no o si afecta menos de lo que se quejan algunos jugadores. Nosotros, que terminamos en su momento Dark Souls 2 y el resto de juegos de la saga, lo vemos como algo exagerado sobre todo pensando en nuevos jugadores y en las primeras horas donde por volumen de enemigos y falta de equipamiento puede ser un dolor de cabeza. La sensaci¨®n que nos da es que entre la durabilidad original ¨Crara vez se te romp¨ªa el arma y el aviso que estaba desgastada te daba amrgen de mejora- y lo actual, hay un t¨¦rmino medio si la decisi¨®n era cambiarlo.

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A nivel online se mantienen los elementos que conoc¨ªamos de mensajes en el suelo, visualizaci¨®n de muertes, cooperativo y PVP relacionado con los pactos que tenemos y la memoria de almas para saber los rangos en los que nos podemos enfrentar con otros jugadores (algo tambi¨¦n criticado porque el juego no valora en qu¨¦ has gastado las almas sino en lo que has acumulado independientemente) con la novedad que las partidas online crecen hasta seis jugadores, aunque rara vez hemos dado con una partida con todos los miembros m¨¢ximos presentes en las invocaciones e invasiones.

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La experiencia est¨¢ ampliada con los tres DLC que vienen incluidos en Scholar of the First Sin y que nos narran nuestro viaje a trav¨¦s de la Trilog¨ªa de las Coronas.  Nuevas ¨¢reas, Crown of the Ivory King es tremendamente desafiante y rompe con los escenarios que hemos visto anteriormente, y unas expansiones que alargan la vida del juego m¨¢s de quince horas dependiendo del momento en que los disfrutemos. El resultado final es que una primera partida se puede ir a las 70 horas sin descubrirlo todo, sensiblemente por encima de lo que duraba Dark Souls 2 original. Puedes consultar el an¨¢lisis original de los DLC en Meristation para profundizar en sus novedades.

Por ¨²ltimo, destacar que hay varias actualizaciones dependiendo de la versi¨®n. Nosotros nos hemos centrado en la de PS4, One y Direct 11 para PC, pero tambi¨¦n sale una actualizaci¨®n Directx 9 en PC que trae consigo DLC y mejoras de equilibrio pero no novedades como la nueva ubicaci¨®n de los enemigos y cambios en dise?o jugable ni el mayor n¨²mero de jugadores online. En el primer caso no se puede transferir partida, en ¨¦ste s¨ª. 

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Scholar of the First Sin en sistemas de nueva generaci¨®n (PS4, Xbox One y PC) cumple con los est¨¢ndares de las remasterizaciones HD de t¨ªtulos de la generaci¨®n pasada, pero es conformista si lo comparamos con los mejores trabajos de puesta al d¨ªa gr¨¢fica, los remaster ejemplares. Para empezar, el aumento de resoluci¨®n viene acompa?ado, c¨®mo no, de una tasa de frames totalmente estable de 60 im¨¢genes por segundo. Esta fluidez se agradece especialmente en un ritmo de juego como el de Dark Souls II, tan centrado en el combate cuerpo a cuerpo, los reflejos y los movimientos r¨¢pidos con m¨²ltiples enemigos en pantalla o jefes finales de gran tama?o y que al estar fijados generan rapid¨ªsimos giros de c¨¢mara. El aumento de resoluci¨®n hasta los 1080 puntos hace que los fondos ganen en nivel de detalle mostrado en la lejan¨ªa del horizonte, pero tambi¨¦n es un cambio que afecta a las distancias cortas y que pasa especial factura a las texturas, ya no del todo bien resueltas en el original y que aqu¨ª dejan a¨²n m¨¢s a la vista sus verg¨¹enzas y definiciones planas, a menudo austeras.

Siempre son ilustrativas las remasterizaciones 1080p/60fps de entregado trabajo de pulido visual por lograr un nuevo estandarte a la altura de los sistemas en que se estrenan. Este Dark Souls II refinado sale beneficiado de los aumentos t¨¦cnicos, claro, aunque no alcanza el nivel de las mejores revsiones tampoco en iluminaci¨®n y sombreado, bastante conservadores respecto al original. Ocurre lo mismo con efectos y materiales org¨¢nicos como la rugosidad de las rocas, el agua estancada y en movimiento, la bruma, o el fuego. No han recibido demasiado tratamiento y deslucen dentro de un conjunto gr¨¢fico y est¨¦tico que, eso s¨ª, es bueno en lo art¨ªstico. From Software consigui¨® que Drangleic fuera un mundo tan peligroso como precioso, repleto de terrazas y miradores que en esta edici¨®n consiguen -l¨®gicamente- su mejor cara.

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Se incentiva todo ello con la m¨¢s marcada iluminaci¨®n volum¨¦trica, con rayos y destellos s¨ª m¨¢s visibles. O con la mayor definici¨®n en algunos detalles como la hierba que puebla algunas superficies o lo puntiagudo de las armas, que suavizan algunos dientes de sierra y parpadeo de contornos. Otro factor que sale ganando viene con las part¨ªculas y las f¨ªsicas. Veremos m¨¢s motas de polvo o chispas incandescentes pulular por el aire, con unas inercias m¨¢s coherentes que tambi¨¦n tienen aplicaci¨®n sobre el sistema de peso de los cuerpos de los enemigos o los derrumbamientos y cambios del entorno totalmente in-game, m¨¢s robustos y con menos rarezas inveros¨ªmiles.

Todo eso de las texturas sin demasiado retoque y los efectos org¨¢nicos que deslucen se aprecia en seguida, tambi¨¦n, al contemplar de cerca a los personajes. Las cinem¨¢ticas con NPCs o los primeros planos en espacios estrechos nos sirven para ver que lo que record¨¢bamos est¨¢ pr¨¢cticamente intacto, empezando por las animaciones algo toscas de nuestro personaje. Viendo maravillas como Bloodborne o Dragon Age Inquisition (new gen) cuesta un poco olvidarse de que Dark Souls II en realidad es un t¨ªtulo pensado para la pasada generaci¨®n y que ya en su d¨ªa tampoco fue un pleno referente gr¨¢fico. Se aprecia como algo viejo en sistemas a la ¨²ltima. Aunque, obviamente, lo t¨¦cnico nunca ha pretendido ser el aliciente de esta edici¨®n remasterizada y con todos los DLCs y ampliaciones o mejoras jugables.

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Respecto a interfaz y men¨²s, los cambios son poco significativos pero existen algunos. Se han reubicado algunas casillas para hacerlo m¨¢s acorde a las organizaciones de hoy y perfilado los subt¨ªtulos y textos, mejor definidos. Nada relevante, el editor de personaje, los inventarios, los accesos directos, el men¨² principal, etc. est¨¢n tal cual. En cuanto a sonido, volvemos a encontrar la brillante banda sonora que acompa?a todo el viaje de nuestro h¨¦roe en busca de la cura para la maldici¨®n. Repiten la gama de efectos y voces, con alg¨²n leve arreglo casi inapreciable que sabemos que est¨¢ solo por la necesidad de incorporarlos. De nuevo voces en ingl¨¦s y textos en castellano. La inclusi¨®n de las tres Coronas (DLCs), crea un archivo sonoro impresionante y tan ¨¦pico como el juego al que dan atm¨®sfera sonora las oscuras composiciones.