The Order: 1886
- PlataformaPS47
- G¨¦neroAventura, Acci¨®n
- DesarrolladorReady at Dawn
- Lanzamiento20/02/2015
- TextoEspa?ol
- VocesEspa?ol
The Order: 1886, an¨¢lisis
El primer gran exclusivo para PS4 de la temporada llega exhibiendo los valores de producci¨®n de cualquier filme triple A como carta de presentaci¨®n. Conspiraciones, intrigas, revueltas sociales y lic¨¢ntropos en una Londres victoriana steampunk con una ancestral Orden de caballeros que vela por combatir a las criaturas de la oscuridad. Ready at Dawn debuta a lo grande, con una tremenda pieza de entretenimiento electr¨®nico. Beban el Agua Negra caballeros, peligros aguardan.
The Order: 1886 encarna todos los valores de una gran superproducci¨®n de la industria de los videojuegos; su presentaci¨®n es espectacular en lo gr¨¢fico y t¨¦cnico hasta elevar el list¨®n con lo visto previamente, impacta reimaginando sus cuidadas localizaciones steampunk victorianas, crea conexi¨®n con su h¨¦roe, su psique, determinaci¨®n y motivaciones, sus tiroteos son intensos y desafiantes, y otros aspectos como la interpretaci¨®n en el doblaje o la banda sonora no dejan lugar a dudas de los medios invertidos en la primera IP de Ready at Dawn tras su contundente paso por PSP. Por otro lado, el enfoque jugable de The Order incluye presencia de unos QTE que no siempre habr¨ªan sido la mejor elecci¨®n, y un apoyo en secuencias cinem¨¢ticas que representan casi un cuarto de una experiencia que en sus 8-10 horas de duraci¨®n se centra en transmitir mediante la narrativa, personajes y atm¨®sfera, sin pretensiones adicionales en forma de modos de juego o extras. As¨ª se convierte en el juego ideal para un p¨²blico masivo que est¨¢ esperando un gran t¨ªtulo con el que continuar abasteciendo a su consola en ¨¦poca de lanzamientos escasos. Pero tampoco hay que olvidar que ¨¦ste es uno de los exclusivos m¨¢s deseados por un perfil m¨¢s exigente; la masa m¨¢s ac¨¦rrima de usuarios hardcore de PlayStation 4.
The Order: 1886 es un juego de acci¨®n en tercera persona con enfoque cinematogr¨¢fico y por tanto presencia importante de escenas cinem¨¢ticas, planos, di¨¢logos y cap¨ªtulos enteros en los que no se toca el mando y determinan las acciones a realizar -algunas no permiten disparar, otras no permiten correr, etc-, y que en su f¨®rmula jugable asimila mec¨¢nicas de diferentes g¨¦neros cual uno de los h¨ªbridos a los que los caballeros intentan dar caza: el sistema de coberturas, cambio de armas, lanzamiento de granadas y tipo de c¨¢mara provienen de Epic Games y sus logros estandarizando las mec¨¢nicas del TPS en Gears of War, pero adem¨¢s con una tremenda inventiva y personalidad en las armas marca Tesla que supera incluso a sus imaginativos vecinos de Insomniac. Aporta tambi¨¦n situaciones espectaculares y una IA fant¨¢stica, fant¨¢stica de verdad incluso en su modo m¨¢s f¨¢cil de dificultad. Los momentos de exploraci¨®n entre penumbra, candil en mano, y amenaza sobrenatural, aunque muy dirigidos son capaces de crear fugazmente tensi¨®n e incertidumbre de algunos de los Survival Horror m¨¢s cl¨¢sicos.
Incorpora tambi¨¦n unas secciones de sigilo y asesinatos silenciosos perfectamente olvidables, sin el refinamiento que habr¨ªa sido deseable, que castigan en exceso y m¨¢s bien se acercan a los malogrados tramos de Lords of Shadow 2 que a los de un Metal Gear. Los QTE y acciones contextuales est¨¢n presentes como si David Cage hubiera logrado influir en la escuela PlayStation tras Heavy Rain y especialmente Beyond: Two Souls; aunque bien medidos, los QTE, de los que tampoco se abusa, se utilizan contextualmente para el combate cuerpo a cuerpo, los asesinatos en modo sigilo, y los enfrentamientos con los jefes finales. En este ¨²ltimo caso le acaban restando conexi¨®n con el jugador en favor de seguir unas coreografiadas pulsaciones de botones que no var¨ªan, pero que resultan en unas im¨¢genes brutalmente impactantes en el combate contra los lic¨¢ntropos.
Para el jugador de campa?a individual, The Order se presta a ser recorrido en cada nivel con paciencia, tranquilidad y af¨¢n de admirar el detalle que el estudio ha puesto en sus fondos, fidelidad arquitect¨®nica, dise?o de interiores, vistas a¨¦reas aut¨¦nticamente impactantes entremezclando lo hist¨®rico con lo steampunk y mostrando una fotograf¨ªa, planos y encuadres al nivel de cualquier pel¨ªcula. Se progresa en un gui¨®n lineal, en el significado m¨¢s restrictivo que ese t¨¦rmino puede aplicarse a un videojuego, incentivado a recoger coleccionables con grabaciones y audios, o conociendo m¨¢s sobre el d¨ªa a d¨ªa de historia que se alarga hasta las 8-10 horas a trav¨¦s de sus peri¨®dicos, im¨¢genes, postales, documentos -incluso huevos de pascua- y otras pistas que lamentablemente cuyos textos no se han localizado y aparecen en ingl¨¦s. Esta campa?a es la parte m¨¢s importante y ¨²nica del juego, ya que no incluye ning¨²n extra; ni modos adicionales, ni multijugador de ning¨²n tipo, ¨²nicamente soporte para trofeos y elecci¨®n de cap¨ªtulo para volver a rejugarlo desde cualquier punto de control.
The Order: 1886 parte de una premisa; reimaginar la Historia del periodo victoriano, sus mitos y leyendas bajo el prisma steampunk de Weerasuryia y Pessino y convertirla en una Black Op repleta de secretos, conspiraciones y peligrosos juegos de poder en las m¨¢s altas esferas, el Londres de finales del siglo XIX presta su l¨²gubre y sinpar ambientaci¨®n para una trama en la que una orden de caballeros que viene de los tiempos del Rey Arturo, de Excalibur, la Tabla Redonda y el Agua Negra, el elixir del Santo Grial que les dota de habilidades sobrehumanas, se mantiene siglo a siglo con la promesa de combatir la Oscuridad, a los h¨ªbridos, licanos y otras criaturas de la noche. Ready at Dawn reinterpreta la Historia, y al igual que Alan Moore en la Liga de los Hombres Extraordinarios, funde lo conocido con elementos fant¨¢sticos, como White Chapel y Jack el Destripador, el poder en el nuevo mundo de la Compa?¨ªa Brit¨¢nica de las Indias Orientales m¨¢s longeva que su hom¨®loga real, como todo un estilo steampunk de figuras, armamento y equipo de combate creados por un personaje real, el genio Nikola Tesla, que aqu¨ª se convierte en el Da Vinci de Assasin's Creed II y nos pertrecha de todo lo necesario para acabar con esos lic¨¢ntropos -o licanos, como se han traducido- y que amenazan una Londres que ya tiene bastante con su cruda realidad de opresi¨®n de clases en plena revoluci¨®n industrial. Gracias a esa industrializaci¨®n, la Orden tiene por primera vez en siglos una oportunidad de ventaja contra sus eternos enemigos.
Absolutamente guiado por la trama, The Order nos transporta con ritmo y agilidad de un escenario a otro, de una misi¨®n a otra, entre situaciones muy variadas, acciones contextuales, minijuegos, corriendo por tejados con tintes parkour, descendiendo en rappel en un dirigible o linterna en mano por el oscuro metro de Londres, en fases acompa?ados por uno o varios miembros de la Orden, o en ocasiones totalmente solos. Con un gui¨®n imaginativo que acierta de pleno en una magn¨ªfica construcci¨®n y desarrollo de personajes principales y secundarios, lideramos con un Sir Galahad que no es un mat¨®n, ni un soldado descerebrado, sino un personaje fiel, leal a sus principios, quebrado por un hallazgo, que siente el peso de la experiencia que ha vivido y de las decisiones tomadas. La historia no acierta tanto en su tramo final, inexplicablemente atropellado y resuelto con la certeza de que nos estamos perdiendo lo mejor y que el estudio lo ha dejado manifiestamente para una secuela.
Conoce a La Orden
Grayson/ Sir Galahad: Protagonista del juego y el personaje que controlaremos en todo momento, Grayson es el tercer caballero en la historia de la Orden que porta el t¨ªtulo de Sir Galahad, el mejor, el m¨¢s puro y el ¨²nico de los caballeros del Rey Arturo que fue digno de encontrar el santo grial. Experto cazador, leal a su juramento hasta la muerte, versado en el arte de la guerra y el mejor rastreador que tiene la Orden, Grayson es uno de los miembros m¨¢s legendarios en la guerra contra los lic¨¢ntropos. Su edad refleja su veteran¨ªa como cazador superviviente a la par que act¨²a de mentor para Lady Igraine/ Isabeau D'Argyll, la m¨¢s joven de todos los que han entrado en la Orden. Entrenada por Galahad, Igraine ha ascendido con rapidez hasta convertirse en uno de los caballeros m¨¢s habilidosos y capaces, transformando con los a?os la relaci¨®n maestro-alumno que manten¨ªa con Galahad en algo m¨¢s que por culpa de las estrictas leyes de la Orden no ha podido germinar.
Sebastian Mallory/Sir Percival: El miembro en activo m¨¢s veterano que tiene la Orden, su capacidad f¨ªsica se mantiene tan fuerte como su conocimiento del enemigo y su juramento de lealtad. Descendiente directo de Sir Thomas Mallory, autor (real) de Le Morte d¡¯Arhtur a mediados de 1400-la cr¨®nica m¨¢s conocida de la mitolog¨ªa art¨²rica-, Mallory es el ¨²nico que puede equipararse a Galahad en fuerza y habilidades, y demuestra su veteran¨ªa liderando el grupo protagonista del juego. Tras ense?ar a Galahad, ahora es el maestro de Marquis de Lafayette, el novato del grupo y reci¨¦n entrado en la Orden gracias a su experiencia como combatiente en guerras como la de las 13 colonias Americanas. Lafayette a simple vista no parece tan fuerte como su mentor, pero en el juego es experto en el manejo de la artiller¨ªa pesada. Sorprendido ante la verdad que descubre al entrar en la Orden, Lafayette es el m¨¢s nuevo, pero aprende deprisa como proteg¨¦ de Percival.
Los avances de The Order: 1886 en el aspecto t¨¦cnico son superlativos. Si algo se puede decir claramente de ¨¦l es que es un juego de aut¨¦ntica nueva generaci¨®n, sin medias tintas. Puede que desde Ready at Dawn afirmen que no han explotado al m¨¢ximo la potencia de PS4, lo que no cabe duda es que estamos ante un proyecto que nos permite apreciar lo que la nueva m¨¢quina puede ofrecer. Killzone e Infamous presentaron buenos atisbos, pero lo visto aqu¨ª supone un salto cualitativo m¨¢s que evidente, s¨®lo rivalizado por otro tour de force t¨¦cnico como el que representa Ryse. Se puede argumentar que ambos juegos juegos son lineales y eso facilita las cosasa nivel de gesti¨®n de recursos, pero cuando asistimos a algunos de los paisajes y escenarios por los que pasamos, se pasa por la mente que ha merecido la pena la inversi¨®n s¨®lo por el espect¨¢culo gr¨¢fico.
Est¨¢ mal visto en algunos c¨ªrculos apreciar un juego por sus gr¨¢ficos, como si fuera algo superficial, pero es imposible valorar el trabajo, el refinamiento, el arte y la ejecuci¨®n a la hora de dar vida a esta Londres alternativa. Ya sea en la espectacular mesa donde se re¨²nen los caballeros de la orden, la gloriosa decadencia del hospital que visitamos, o las impresionantes panor¨¢micas que a veces podemos disfrutar de la capital del imperio, en distintos momentos del d¨ªa. The Order es un dulce para los ojos, ya sea a nivel panor¨¢mico, como para lo m¨¢s peque?o como las cartas, las fotos, los peri¨®dicos y las armas que pasan por nuestras manos.
Los 1080p y los 30 fps estables son lo de menos en esta ocasi¨®n. Si hubiera que quedarse s¨®lo con uno de los elementos t¨¦cnicos destacados, ser¨ªa sin duda la iluminaci¨®n, Es complicado de describir hasta qu¨¦ punto impresiona la forma en que la luz rebota en los escenarios, se filtra por las ventanas o ba?a los paisajes. No es extra?o quedarse parado para apreciar la forma en la que esta faceta a?ade realismo a todo el conjunto, es algo que admiraremos durante todo nuestro tiempo de juego, de principio a fin. Por supuesto, no es s¨®lo la iluminaci¨®n, hay un enorme trabajo art¨ªstico y t¨¦cnico en elementos como texturas, materiales y peque?os detalles -vello facial, barbas y bigotes con cargas que saturar¨ªan la GPU de PS4 al renderizarlos microsc¨®picamente por ejemplo- que son imprescindibles para que el conjunto alcance todo su potencial. La primera vez que visitamos el hospital, con esa iluminaci¨®n tenue dando brillo a las piezas cer¨¢micas en las paredes, es dif¨ªcil no quedarse embelesado. Adem¨¢s, Uno de los efectos ben¨¦ficos colaterales de toda esta exuberancia t¨¦cnica est¨¢ en las mismas caras y animaciones faciales, que adem¨¢s de estar a un nivel fant¨¢stico, adquieren un extra de dramatismo y personalidad en el contexto del universo din¨¢mico de luces y sombras que ha creado el estudio.
Hay muchas y distintas piezas que conforman el acabado visual de The Order. Por ejemplo, una muestra del detalle que se ha querido alcanzar es que la mayor parte de los materiales utilizados han pasado por un esc¨¢ner 3D, incluyendo algunos costosos de conseguir por su desuso en la sociedad moderna. Huelga decir que se han utilizado una buena cantidad de efectos de postprocesado, con muy buen criterio, para lograr ese toque de crudeza y realismo del que presume The Order. Tambi¨¦n se ha puesto gran atenci¨®n en el motor f¨ªsico, la forma en la que se mueven la ropa y tejido dependiendo del material del que est¨¢n hecho. Menci¨®n aparte merecen los efectos volum¨¦tricos, especialmente el humo y la niebla, que refuerzan la ambientaci¨®n de las escenas. Todo esto est¨¢ adem¨¢s planteado en un escenario continuo, sin cargas y en el que las transiciones entre escenas cinem¨¢ticas y juego se alternan de forma natural, algo vital para conseguir esa naturaleza cinematogr¨¢fica que pretende el estudio.
Es tambi¨¦n relevante que, en una generaci¨®n que hasta ahora ha dejado que desear en lo t¨¦cnico y con varios episodios de decepciones gr¨¢ficas entre lo prometido y la realidad, The Order se nos presenta como un producto pulido en todos estos detalles. Por un lado supera las expectativas gr¨¢ficas, siendo adem¨¢s un juego que ha progresado con el tiempo y alcanzado mayor grado de detalle que en demos de algunas exposiciones anteriores -esto ya deber¨ªa ser noticia, cuando lo normal es lo contrario-. Y por otro lado, todo se presenta en estado s¨®lido: no hay popping, no hay tearing ni aliasing, al menos de forma aparente. El parche 1.01 que se instala al introducir el juego por primera vez resuelve algunas taras muy concretas, como hemos tenido ocasi¨®n de comprobar e incluso capturar. Lo que retrata The Order es una imagen s¨®lida, constante y limpia de imperfecciones, algo que tambi¨¦n le da una parte importante de su atractivo. La ¨²nica pega que podemos poner realmente ser¨ªa la decisi¨®n de incluir dos bandas negras panor¨¢micas, que por un lado dan cierto toque cinematogr¨¢fico que encaja bien con el estilo visual de The Order, pero por otro lado tampoco se puede negar que suponen una descarga gr¨¢fica que tiene mucho que ver con la estabilidad y solidez conseguidas, adem¨¢s de un elemento irritante para determinados jugadores. En ning¨²n momento hemos considerado que las bandas supongan una distracci¨®n, pero eso seguramente sea m¨¢s una cuesti¨®n de gustos personales.
Tesla, arquitecto de la destrucci¨®n
Otro ejemplo de c¨®mo Ready at Dawn ha reinterpretado el contexto hist¨®rico del periodo e integrado en The Order es Nikola Tesla. El genio inventor asume un rol de personaje secundario con implicaciones en la trama, pero su papel principal es la de ser el particular arquitecto y dise?ador del armamento, gadgets y nueva tecnolog¨ªa con la que la Orden est¨¢ consiguiendo mermar el poder¨ªo de los H¨ªbridos en ¨¦pocas pasadas. Desde el comunicador adherido al hombro de los caballeros, su gran monocular -unos potentes prism¨¢ticos- a la ganz¨²a hidr¨¢ulica con la que abrir puertas minijuego mediante, o el dispositivo que sabotea circuitos el¨¦ctricos transformando corriente continua en alterna -con gui?o a la rivalidad con Thomas Edison- de nuevo aplicado con un sencillo minijuego, la imaginaci¨®n de Tesla, y la admiraci¨®n que el estudio profesa a este cient¨ªfico adelantado a su tiempo se refleja en su propio laboratorio, y en las creaciones que le son atribuidas.
En lo armament¨ªstico; fusiles el¨¦ctricos de alto voltaje -oficialmente Inductora de arcos de circuito resonante-, escopetas recortadas de triple disparo, ca?ones que lanzan gas inflamable al que combustionar con proyectil posterior -denominado acertadamente Termita por su capacidad para comerse el acero-, ametralladoras de diferentes calibres, carabinas refinadas y efectivas, lanzacohetes a reacci¨®n -acu?ado Ca?¨®n Magn¨¦tico TS29-, rifles autom¨¢ticos con fuego secundario de ondas de choque para aturdir a los enemigos, apoyo a¨¦reo con ultrasonidos de baja frecuencia y varios modelos de pistolas con diferentes propiedades y cadencias de fuego, adem¨¢s de granadas de fragmentaci¨®n y humo, rifles de francotirador con silenciador y varios aumentos o ballestas sigilosas. El arsenal de The Order no defrauda, y m¨¢s importante, est¨¢ en continua circulaci¨®n. Las armas escasean, aparecen en seg¨²n qu¨¦ momentos -llegando a echarse de menos- y estamos limitados a un arma principal y otra secundaria, sin opci¨®n a portar m¨¢s, a excepci¨®n del cuchillo de combate, m¨¢s importante de lo que puede parecer y con un rol dram¨¢tico en ciertos encuentros.
Las secciones de tiroteo en The Order son m¨¢s que satisfactorias y muy efectivas. No desentonan con respecto a cualquier referente dentro del g¨¦nero del TPS. Los enfrentamientos resultan ¨¦picos, con ritmo, con buen dise?o de niveles en las emboscadas lo que promueve t¨¢cticas ofensivas y defensivas, y mejor a¨²n, con unos enemigos que muestran una IA compleja, con capacidad de detecci¨®n, reacci¨®n y persecuci¨®n. Les veremos flanquearnos o permanecer a cubierto y disparar desde la distancia seg¨²n su rol -por ejemplo los escopeteros vienen directos a por nosotros conociendo el poder de su arma-, nos lanzar¨¢n granadas certeras para hacernos salir de coberturas o nos rematar¨¢n para que no tengamos ocasi¨®n de emplear el agua negra que nos cura las heridas y nos revive. Tambi¨¦n cambiar¨¢n sus rutinas de comportamiento a cubierto, intentando despistar. Y esto incluso en el nivel m¨¢s f¨¢cil de dificultad. Gran trabajo. El nivel de dificultad puede ajustarse din¨¢micamente; si nos atascamos en un enfrentamiento podremos bajar de normal a f¨¢cil, o desde Dif¨ªcil para poder superarlo, sin que esto tenga efecto en los logros, y reajustarlo despu¨¦s. Las coberturas funcionan bien en su detecci¨®n, c¨®mo el personaje se adhiere a ellas -existen dos tipos- y cambia entre unas y otras r¨¢pidamente, aunque el ¨¢ngulo de c¨¢mara impide visualizar bien la posici¨®n de los enemigos estando apostillado. La Visi¨®n Negra, una habilidad extra que el Grial confiere a los miembros de la Orden, y que es en esencia un bullet time que permite eliminar m¨²ltiples blancos en d¨¦cimas de segundo, es un buen recurso en situaciones desfavorables pero al que apenas se le da uso si el jugador no lo tiene presente.
En cambio es bastante anticlim¨¢tico que las batallas con jefes finales se hayan reservado para dos secuencias con QTE, que adem¨¢s se basan en los mismos esquemas, sacrificando interacci¨®n y jugabilidad por la espectacularidad de la escena en pantalla. En lo negativo, los ya comentados niveles de sigilo -dos- impuestos, obligados, e insertados sin tener en cuenta el perfil del personaje, penaliz¨¢ndole dr¨¢sticamente con la muerte, y que rompen el ritmo de la experiencia. Adem¨¢s, el bot¨®n contextual que es necesario presionar para acabar con los enemigos fluct¨²a y se debe detener en el momento que parpadea para realizar el asesinato sigiloso correctamente, algo que aumenta la frustraci¨®n al fallarse, ya que supone reiniciar el tramo. Para terminar de revisar la jugabilidad, The Order: 1886 muestra m¨²ltiples secuencias cinem¨¢ticas, todas in-game generadas por el motor del juego, sin transiciones, sin cargas, sin parones. Insertar estas secuencias una decisi¨®n del estudio para manejar su narrativa, di¨¢logos y el desarrollo de la trama en las diferentes localizaciones, y no difiere mucho del estilo que Hideo Kojima emple¨® en Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots, lo cual sembrar¨¢ opiniones dicot¨®micas.
En el plano sonoro encontramos un apartado tan o m¨¢s cuidado a¨²n que el audiovisual, comenzando por un montaje de efectos de sonido complejo y logrado que nos sumerge en el Londres steampunk del juego gracias a un estudiado trabajo ¨Cnuestros pasos y el chirrido del gozne del farol en el metro, el ruido del viento ensordecedor en lo m¨¢s alto de un dirigible-, destacando sobre todo en cada arma y pieza del equipo que Tesla ha creado. Contundentes a la hora del combate e inquietantes cuando la parte monstruosa se pone seria. No menos cuidado est¨¢ el doblaje del t¨ªtulo que llega desde los estudios Pink Noise, y en el que ha trabajado el director Alex de la Iglesia y que ralla a gran altura, demostrando una vez m¨¢s que en estos tiempos en que muchas editoras de renombre nos racanean doblajes usando mal¨ªsimas excusas, Sony se toma muy en serio este aspecto en sus lanzamientos, usando un reparto cuajado de int¨¦rpretes contrastados del cine y laTV, con actores ya veteranos como Olga Velasco -Fringe, Gamora en Guardianes de la Galaxia- o Fernando de Luis -Me llamo Earl-, conocidos del sector como Eduardo del Hoyo -protagonista de Runaway A Road Adventure- y un tono interpretativo contenido y con cierto poso de tensi¨®n acorde con la atm¨®sfera oscura del t¨ªtulo y los abundantes momentos clim¨¢ticos que lo salpican, lo que acaba por conformar un cuadro sonoro tan cinematogr¨¢fico y cargado de personalidad como el juego mismo. Solo hemos encontrado una pega en cuanto al protagonista, Sir Galahad. No es que no suene bien, de hecho est¨¢ muy bien interpretado -su doblaje es otra voz habitual de cine y TV-, pero el timbre de la voz no es tan grave como el del actor que lo dobla en la versi¨®n original y que le da un matiz a Galahad m¨¢s maduro acorde con su edad y presencia.
En cuanto a la BSO, obra de Jason Graves -Dead Space, Tomb Raider- y Austin Wintory -Journey- y grabada a posta en el estudio m¨¢s peque?o de la prestigiosa Abbey Road por temas de ac¨²stica, estamos ante un trabajo cuidado a nivel de composici¨®n, de ejecuci¨®n y de montaje. Compleja en su estructura, la partitura de The Order no es un desfile continuo de sonoridades que rese?en en fort¨ªsimo las victorias del grupo con heroicas fanfarrias optimistas, sino que se mantiene en una escala muy baja constante potenciando la presencia de graves, tanto los instrumentos como el coro de voces -ahora etereos, ahora ominosos, pero siempre en un registro baj¨ªsimo. A pesar de su constante cuidado para no excederse de lo que parece un l¨ªmite tonal impuesto por el propio Graves, los temas de The Order suenan con una calidad encomiable, puntuando con perfecci¨®n y calidad orquestal ese viaje oscuro, violento, en guerra constante con un enemigo monstruoso que se oculta. No es una BSO hecha para sentirnos bien, sino para meternos en la acci¨®n. Y lo logra de manera magistral, destacando la fuerza de cortes como Agammenon Rising de cuando hacemos rappel por un dirigible ¨Cejecuci¨®n con mucha fuerza liderada por cuerdas, sobre todo contrabajos-, la enorme tristeza de su tema central y un par m¨¢s que logran rivalizar con el primer Lords of Shadow de Oscar Araujo en su plano m¨¢s emocional -The Knighthood, una preciosidad que estremece-, dejando que uno o varios cellos lleven la pieza. Desde ya una de las mejores BSOs del a?o.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.