Elite: Dangerous, an¨¢lisis

En 1984, nac¨ªa para el BBC Micro un concepto radicalmente nuevo para los ordenadores de 8 bits: Elite. Un juego de simulaci¨®n, combate y comercio espacial en un inmenso espacio que parec¨ªa imposible de contener en 52 kb. 8 Galaxias, 256 planetas y el jugador, un diminuto punto en medio de la inmensidad, con nada m¨¢s que una peque?a nave llamada Cobra y 100 miserables cr¨¦ditos. ?El objetivo? el que t¨² mismo te marcases. T¨¦cnicamente pod¨ªas apuntar a convertirte en el piloto de mayor rango, realizando arriesgadas misiones por las distintas galaxias, pero tambi¨¦n pod¨ªas convertirte en un mercader interespacial, o un pirata que lograra su fortuna a trav¨¦s del pillaje. El dinero nos permit¨ªa equiparnos con mejores naves y mejor equipamiento, aunque con la idea de que esa inversi¨®n pod¨ªa perderse si ¨¦ramos destruidos. No era el primer juego que se centraba en la idea del comercio y el viaje espacial, pero s¨ª era el primero en hacerlo desde una perspectiva en primera persona con un sistema de control ¨¢gil que diera emoci¨®n e inmersi¨®n a los combates.

La sensaci¨®n de libertad de controlar tu destino en un mar procedural de estrellas sent¨® las bases de un juego con una enorme influencia en el desarrollo de los juegos espaciales. El mismo Elite se desarroll¨® en dos secuelas y el g¨¦nero busc¨® nuevas y ambiciosas fronteras -con mejores y peores resultados-, hasta que un d¨ªa qued¨® congelado en el tiempo y las compa?¨ªas decidieron que ya no interesaban. Afortunadamente, la ola de crowdfunding tuvo como uno de sus grandes efectos el regreso de esta clase de juegos, con los aficionados sacando la billetera para hacer regresar una clase de juego que domin¨® las horas de entretenimiento de millones de jugadores en su d¨ªa. Dos de las consecuencias directas de ese movimiento son precisamente Star Citizien, del creador de Wing Commander, y Elite, que despu¨¦s de tantos a?os desde el lanzamiento de la tercera parte ha podido por fin continuar la saga bajo el nombre de Elite Dangerous.

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El punto de partida sigue siendo el mismo: un don nadie en medio de la inmensidad de la v¨ªa l¨¢ctea con todas las posibilidades abiertas para hacer fortuna. Claro que el espacio no es el mismo que el que se pod¨ªa ofrecer en 52 kb -aunque fuera procedural-, ahora el estudio se ha permitido recrear nuestra galaxia de una forma cient¨ªficamente aproximada, lo que supone un colosal espacio de 400.000 millones de sistemas solares completamente explorables, todo con planetas con composiciones qu¨ªmicas cre¨ªbles, ¨®rbitas adecuadas y estrellas de distinto tipo coronando los distintos sistemas. A pesar de que la humanidad se ha expandido por la galaxia y hay tres grandes facciones ocupando una amplia porci¨®n de sistemas, estos s¨®lo ocupan una ¨ªnfima parte del mapa, que est¨¢ rodeado de lo que se conoce como ¡°espacio profundo¡±, en buena parte inexplorado. Ver el mapa del juego es un ejercicio asombroso cuando te das cuenta de la inmensidad de la que estamos rodeados a medida que el zoom se va alejando m¨¢s y m¨¢s hasta comprender que el tama?o del t¨ªtulo no es publicidad enga?osa.

No hay un patr¨®n fijo por el que tengas que dedicarte a una cosa u otra, eso depende de tus objetivos y en funci¨®n de ellos ir¨¢s ganando dinero y mejorando tu nave y equipamiento para adoptar el rol que estimes m¨¢s adecuado. Cada sistema solar habitado puede contar con una o varias estaciones espaciales en las que puedes aterrizar y, dependiendo del tipo de estaci¨®n y sus instalaciones, poder hacer cosas como repostar, reparar, comprar equipamiento para la nave, ver las ¨²ltimas noticias -que tienen implicaciones reales en la econom¨ªa y en c¨®mo se va formando el tejido geopol¨ªtico de la galaxia- y aceptar misiones de distinto tipo para conseguir cr¨¦ditos f¨¢ciles, adem¨¢s de poder comprar nuevas naves si es una estaci¨®n de cierto tama?o. Una vez que empieces a acumular algunos cr¨¦ditos ser¨¢ el momento de comprar una nave mejor que la inicial y al hacerlo tendr¨¢s que tener en cuenta las distintas actividades que puedes acometer.

Por ejemplo, hay naves que est¨¢n especialmente dise?adas para transportar. En su modelo m¨¢s b¨¢sico, un Hauler, nos encontrar¨ªamos una especie de ¡°cami¨®n¡± espacial con pocas opciones de defensa, baja maniobrabilidad y poco espacio para alegr¨ªas en cuanto a equipamiento, pero capaz de mover m¨¢s toneladas para expandir nuestros m¨¢rgenes de beneficio y empezar a sacar rendimiento al comprar barato y vender caro. Hay que decir que el juego no te ofrece todas las herramientas para saber si una ruta va a ser provechosa o no. S¨®lo podemos ver la oferta y la demanda de un determinado producto en nuestra estaci¨®n, as¨ª como ver la media de precio en el sector, de forma que si un producto tiene una oferta alta, podemos asumir que est¨¢ a buen precio. Pero para colocarlo al mejor margen de beneficio no podemos saber el precio de venta en una estaci¨®n de destino, hay que ir a ir y ver si el viaje nos ha merecido la pena o probamos mejor suerte en otro lado. Con todo, hay una serie de pistas que podemos asumir, ya que cada estaci¨®n es de un tipo -tur¨ªstica, extractora, industrial, alta tecnolog¨ªa y otras varias- por lo que oferta y demanda viene determinada en parte por su actividad. Una peque?a estaci¨®n extractora de minerales siempre tendr¨¢ demanda alta de productos de consumo como comida o ropa, as¨ª que podemos aprovechar estos datos para asegurarnos de que el destino dar¨¢ beneficios - pero encontrar las mejores rutas sigue siendo una cuesti¨®n de suerte y experimentaci¨®n en gran parte-.

Adem¨¢s del comercio por nuestra cuenta, muchas misiones nos piden que transportemos cosas de un lado para otro, o que consigamos cierta cantidad de producto a un precio cerrado garantizado, as¨ª que poco a poco podemos empezar a hacernos un nombre y conseguir que los cr¨¦ditos fluyan para aumentar nuestras operaciones, comprar una nave m¨¢s grande y capaz y mejorar cosas como nuestros motores para dar saltos interestelares m¨¢s largos, lo que aumenta nuestro rango de operaciones. Adem¨¢s de la gran variedad de productos que tenemos para comerciar, tambi¨¦n hay que mencionar los llamados ex¨®ticos, productos muy concretos que aumentan su valor a mayor distancia de su origen (¨²nico), por lo que suponen una buena oportunidad de negocio cuando surgen -en la beta pod¨ªan generar cientos de miles de cr¨¦dito de beneficio, pero fueron un tanto rebajados-. Por supuesto, comerciar no est¨¢ libre de peligro, viajar en Elite dentro de un sistema requiere pasar a supercruise, que es como podemos saltar distancias de a?os luz en minutos, pero piratas espaciales -tanto NPCs como jugadores- pueden sacarnos de este modo y atacarnos para robar nuestras mercanc¨ªas-. La maniobrabilidad de la nave es clave para evitar una intercepci¨®n, y si somos finalmente atrapados tendremos que tener las herramientas adecuadas para hacer frente al rival o para tratar de huir mediante otro salto en supercruise -lo que es arriesgado porque tarda unos segundos y no podemos defendernos durante esa transici¨®n-.

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Por descontado, podemos adoptar el papel contrario y ser nosotros los que no dediquemos a asaltar a naves de transporte para conseguir la mercanc¨ªa. No podemos venderla en cualquier estaci¨®n ya que tiene que tener un ¡°mercado negro¡± y adem¨¢s seremos multados y convertidos en blancos f¨¢ciles si la autoridad detecta mercanc¨ªa ilegal en nuestras bodegas, pero si encontramos un punto seguro de venta, es beneficio puro. Tambi¨¦n es posible hacer misiones de contrabando en estaciones normales, pero hay que tener bastante cuidado para evitar que escaneen nuestro cargo si no queremos ser multados, lo que normalmente implica temerarias maniobras de entrar muy r¨¢pido en las estaciones para evitar la vigilancia -con el peligro que supone para la integridad de tu nave-. Y por descontado tambi¨¦n est¨¢ el nemesis de contrabandista y piratas: el cazarecompensas. Si eliminas o contribuyes a eliminar a alguien ¡°buscado¡± puedes reclamar su recompensa- Al mismo tiempo puedes aceptar misiones de eliminaci¨®n, pero teniendo en cuenta el nivel de exigencia -por ejemplo, si nada m¨¢s comenzar ves una misi¨®n de eliminaci¨®n con una recompensa de 150.000 cr¨¦ditos, debes asumir que es un rival duro y que seguramente tu nave de principiante no durar¨¢ m¨¢s de cinco segundos cuando encuentres a tu ¡°presa¡±.

Antes de seguir detallando las formas en las que se puede hacer dinero hay que hablar de la galaxia y de sus facciones. Elite Dangerous apuesta por un sistema din¨¢mico en el que hay libertad para que los jugadores y los propios miembros del estudio puedan variar el status quo. Al mismo tiempo, tu reputaci¨®n se ir¨¢ construyendo de cara a las distintas facciones seg¨²n las misiones que hagas para ellos. Por un lado est¨¢n los dos grandes rivales, en una paz tensa pero con m¨²ltiples choques y escaramuzas que son la Federaci¨®n y el Imperio, por otro lado est¨¢ la llamada Alianza Independiente de Planetas, formada por un conjunto de sistemas independientes pero aliados para evitar intromisiones de los otros bandos y salvaguardar esa misma independencia. Adem¨¢s hay sistemas habitados en los que reina la anarqu¨ªa, con estaciones independientes que son sus propias taifas y en los que generalmente podemos desarrollar actividades ilegales. A trav¨¦s de misiones de distinto tipo podemos aumentar nuestro rango en estas facciones -lo que implicar¨¢ pocas simpat¨ªas en los rivales- y a partir de ciertos niveles de confianza podremos acceder a naves exclusivas o a permisos para acceder a zonas especiales dentro del reino -como por ejemplo Sol en la Federaci¨®n, el lugar de nacimiento de la humanidad-. Adem¨¢s, hay un escalaf¨®n universal que abarca tres categor¨ªas: combate, comercio y exploraci¨®n, en las que se puede alcanzar el rango m¨¢ximo de ¡°Elite¡± -de hecho hay una competici¨®n por ver qu¨¦ jugador es el primero en conseguir el rango de ¡°Triple Elite¡±.

Siguiendo con las actividades que podemos desarrollar para ganar dinero, una de ellas es la exploraci¨®n, que nos premiar¨¢ por adentrarnos en el espacio profundo y escanear cuerpos estelares distantes, una informaci¨®n que luego podremos vender. A partir de cierto punto ya no hay estaciones para apostar, pero contamos con un elemento cl¨¢sico de la saga llamado ¡°Fuel Scoop¡± que nos permitir¨¢ recargar combustible al acercarnos a una estrella (pero no mucho), aunque hay que ser cuidadoso de que tengamos a mano una estrella activa, ya que no todas las estrellas nos dar¨¢n energ¨ªa -y quedarse sin combustible en el espacio profundo es una sentencia de muerte garantizada-. Se puede hacer bastante dinero con esta actividad, pero requiere invertir en un scanner de alta distancia para sacarle el m¨¢ximo partido. Del mismo modo, los mercenarios dedicados necesitan un scanner especial que determina si una nave est¨¢ buscada en alg¨²n punto de la galaxia, ya que el scanner convencional s¨®lo nos dir¨¢ si una nave est¨¢ buscada en un sistema concreto, por lo que podemos perder muchas potenciales recompensas si no tenemos este (caro) dispositivo.

Y como forma de ganarse los cr¨¦ditos est¨¢ tambi¨¦n la siempre socorrida miner¨ªa, un trabajo mec¨¢nico y aburrido que en otros juegos espaciales se justifica por sus potenciales ingresos, pero que en Elite resulta especialmente farragoso. Mientras otros juegos se conforman con dejar que el jugador aparque su nave y active el l¨¢ser mientras va llenando las bodegas -con un ojo puesto en posibles asaltos-, en Elite no s¨®lo hay que activar los l¨¢sers, tambi¨¦n hay que localizar los fragmentos, atraparlos manualmente con el sistema de ¡°Cargo Scoop¡± -en el que hay que dirigir tu nave delicadamente hacia la pieza que queremos recoger y capturarla con un dispositivo en los bajos- y luego recoger los suficientes trozos para refinarlos y obtener una porci¨®n de material puro que variar¨¢ en valor dependiendo de su naturaleza. El proceso es excesivamente laborioso y los resultados dependen de la materia prima, adem¨¢s de que las zonas de recolecci¨®n suelen estar infestadas de piratas NPC, as¨ª que el conjunto es bastante frustrante en estos momentos.

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Hacer misiones por otro lado es una forma segura y establecida de ganar cr¨¦ditos. Las misiones son aleatorias? y en principio tratan de ser coherentes, aunque hay de todo, incluyendo algunas contadas ocasiones en que se te ofrecen misiones para conseguir recursos que se pueden conseguir en la misma estaci¨®n, toda una alegr¨ªa para nuestros bolsillos por lo r¨¢pido que ganamos unos cr¨¦ditos. Tambi¨¦n pecan a veces de repetirse y se podr¨ªan beneficiar de m¨¢s variedad. Algunas ya comentadas se centran en el transporte o en conseguir cierto tipo de mercanc¨ªa, otras nos dirigen a sistemas concretos a buscar piratas, se?ales, rastros de una nave destruida u otras actividades. Cada vez que viajamos en supercruise por un sistema vemos ¡°se?ales no identificadas¡± en las que nos podemos detener; si estamos haciendo una misi¨®n, esa se?al puede estar relacionada; si no lo estamos, esos puntos nos pueden conducir a encuentros aleatorios que podemos afrontar como queramos -lo mismo nos encontramos un criminal que nos ataca o un transporte con escolta que podemos asaltar si nos sentimos afortunados-.

El m¨¦todo de vuelo del juego est¨¢ndar es con asistente, de forma que la nave se maneja un poco como un avi¨®n en atm¨®sfera, con la particularidad de poder suspenderte en el aire o ir marcha atr¨¢s incluso. Es bastante f¨¢cil de manejar y se puede hacer con un pad normal configur¨¢ndolo al gusto m¨¢s algunos comandos de teclado. Ahora bien, si se quiere la experiencia completa y se cuenta con una cartera llena y espacio suficiente, nada como un joystick y una palanca de aceleraci¨®n (el HOTAS de toda la vida). Con esto y algo de pr¨¢ctica, podemos permitirnos el lujo de desactivar la asistencia de vuelo y dejar que nuestra nave a merced de la inercia y la rotaci¨®n. Dado que contamos con impulsores laterales y verticales, adem¨¢s de retropropulsores, nuestra maniobrabilidad es muy alta y contamos con numerosas t¨¦cnicas con las que sorprender al enemigo si somos algo duchos.

En ese juego tambi¨¦n intervienen factores como las armas, de distinto tipo y efectivas en diferentes circunstancias, as¨ª como una peque?a microgesti¨®n de los sistemas -podemos derivar energ¨ªa adicional a tres categor¨ªas: sistemas, energ¨ªa y armas, de forma que los escudos se recarguen antes, que tengamos m¨¢s velocidad, o que nuestras armas tarden m¨¢s en sobrecargarse, respectivamente. Para ser efectivo, lo m¨¢s adecuado es tener diferentes sets de armas, con las armas de energ¨ªa m¨¢s adecuadas para romper escudos y las de proyectiles para da?ar el casco; podemos incluso pedir a nuestros sistemas que apunten a partes espec¨ªficas de un enemigo para evitar que huya o inutilizar sus armas. Adem¨¢s contamos con mecanismos para despistar misiles y armas con sistemas de apunte autom¨¢tico, as¨ª elementos que da?an computadores y otras artima?as que pueden servir para poner tierra de por medio frente a un enemigo peligroso.

En general, todo el juego destila cuidado en las cosas que hace. La presentaci¨®n de las cabinas e interiores de la nave es fant¨¢stica, la forma en la que movemos la cabeza para ver nuestros diferentes indicadores da un plus de realismo -el juego goza de una gran reputaci¨®n entre los usuarios de Oculus Rift, a pesar de algunos problemas como la visibilidad de las letras-. El interfaz est¨¢ realizado con oficio y saber hacer, y aunque echamos de menos algunas herramientas m¨¢s potentes para temas como el comercio, lo que hay funciona bien y es f¨¢cilmente comprensible. Tambi¨¦n resulta emocionante ver la forma en la que los jugadores pueden influir cuando se ponen de acuerdo para cambiar el equilibrio de la galaxia. Un grupo coordinado lo suficientemente grande puede llevar a un sistema a la guerra civil por ejemplo, favoreciendo a una facci¨®n frente a otra y posibilitando incluso un cambio de alianza. Todav¨ªa no tiene las herramientas necesarias para generar la clase de pol¨ªticas y din¨¢mica de grupos que se puede ver en Eve: Online, pero el juego de CCP no se construy¨® en un d¨ªa y est¨¢ claro que Elite tiene camino por delante todav¨ªa -adem¨¢s de una identidad propia frente al MMO island¨¦s-.

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Pero incluso aunque haya cosas que Elite no quiera de Eve, concebido como un juego masivo multijugador a fin de cuentas, s¨ª que necesita m¨¢s elementos para dar variedad a las partidas, que a veces pueden resultar un tanto mon¨®tonas. Aspectos est¨¦ticos como la posibilidad de andar en estaciones o la posibilidad de entrar en la atm¨®sfera de los planetas contribuir¨¢n a ello. M¨¢s tipos de estaciones espaciales ser¨ªa interesante, y desde luego ser¨ªa excitante que los jugadores pudieran crear instalaciones industriales o sus propias bases en el espacio profundo. Se sabe que este lanzamiento no es m¨¢s que el principio y que el juego tendr¨¢ una larga evoluci¨®n con el tiempo, tanto con actualizaciones como con expansiones, pero hay un gran misterio alrededor de los planes de Frontier al respecto. Hace poco, ante la petici¨®n de los aficionados para que compartieran su ¡°hoja de ruta¡±, los responsables del estudio afirmaron que ¡°habr¨¢ noticias pronto¡±, as¨ª que confiamos en ver en qu¨¦ direcci¨®n quieren navegar de cara al futuro, ya que las posibilidades son enormes y la base es muy buena como para so?ar con grandes cosas. Tambi¨¦n esperamos ver elementos para animar la galaxia, como los cl¨¢sicos Thargoids, la raza alien¨ªgena de terribles insectoides que son la mayor amenaza para la humanidad y que tendr¨¢n protagonismo en el futuro del juego.