Assassin's Creed: Rogue
- PlataformaPS37PC73607
- G¨¦neroAcci¨®n, Aventura
- DesarrolladorUbisoft Sofia
- Lanzamiento11/11/2014 (PS3, 360)10/03/2015 (PC)
- TextoEspa?ol
- VocesEspa?ol
- EditorUbisoft
Assassin's Creed Rogue
Ubisoft acompa?a el s¨²per lanzamiento de AC Unity de Assassin's Creed Rogue, un ¨²ltimo episodio para Xbox 360 y PlayStation 3, tambi¨¦n PC, donde por fin veremos el conflicto desde el lado de un Templario en la fr¨ªa Guerra de los Siete A?os pero que incorpora muy pocas diferencias o novedades jugables.
El aire permanece inm¨®vil, y yo soy cazador. As¨ª nos presentaron a Shay Patrick Cormac, el protagonista del que probablemente sea el ¨²ltimo Assassin's Creed para PlayStation 3 y Xbox 360, tambi¨¦n con lanzamiento en PC. Un Assassin convertido a templario, un cazador nato que cambia de bando y abandona furioso La Hermandad norteamericana en un escenario y marco argumental que promet¨ªan ser ¨²nicos... Y las bases de la exitosa marca refinadas para darnos un cap¨ªtulo que sigue el hilo americano y de paso hace de fan service repasando detalles de todos los cap¨ªtulos hasta la fecha. Pero todo en Assassin's Creed Rogue acaba venido a menos en cuanto se le echan las horas correspondientes. Nos tem¨ªamos que iba a ser un chicle estirado no del todo necesario y esto no tarda en confirmarse. M¨¢s de lo mismo, ligeramente mejorado, en otro entorno y con una nueva perspectiva dram¨¢tica que es interesante, eso s¨ª. ?Es suficiente para calificarlo de juego potente y muy recomendable?
Depende del comprador y de su opini¨®n sobre el tercer y cuarto episodios centrales, las andanzas de Connor y el capit¨¢n pirata Kenway. Si bien AC Rogue presentaba una oportunidad para hacer algo diferente y probar nuevas f¨®rmulas alejadas de los agotados convencionalismos, lo cierto es que en t¨¦rminos estrictamente jugables y gr¨¢ficos es una recuperaci¨®n descarada, pensada para no dejar sin entrega de 2014 a las antiguas consolas. Y a cargo del estudio menor que dio forma a AC Liberation, Ubisoft Sofia, con ayuda de otros como Ubi Montreal, Quebec, Chengdu, Mil¨¢n y Bucarest. Adem¨¢s, hay algo m¨¢s: se aprecia ligeramente descuidado por parte de Ubisoft central en favor de Assassin's Creed Unity, el gran cap¨ªtulo de la serie este oto?o y el que ha contado con todos los esfuerzos y presupuestos principales para permitir a la saga saltar a la nueva generaci¨®n (PC, PS4 y One). Son producciones diametralmente diferentes.
Se nota que el asunto es as¨ª, y que este Rogue es el segund¨®n para Ubi este a?o. Es comprensible que la compa?¨ªa gala no pueda prestar el mismo nivel de recursos a ambos enormes t¨ªtulos, pero no se entiende entonces que tanto Rogue como Unity cuesten pr¨¢cticamente igual en la tienda. Adem¨¢s de que, el usuario de PS3 y 360, buen fan tiene que ser para aceptar pagar 60 euros para seguir jugando a algo que a buen seguro ya conoce de sobra. Solo que desde el lado Templario, una novedad en la saga y c¨®mo se nos ha ido contando que s¨ª aporta un arco dram¨¢tico diferente. El gran incentivo de este episodio es conocer c¨®mo es y ha sido la cacer¨ªa de Assassins a lo largo de la saga, y la lucha por su erradicaci¨®n, en tres localizaciones del norte americano a mediados del siglo XVIII: Nueva York, el r¨ªo central River Valley y el Atl¨¢ntico Norte. La nieve, las condiciones clim¨¢ticas extremas y una disposici¨®n de misiones, mapas y batallas navales que ya conocemos much¨ªsimo dan forma al compendio jugable encajado en la Guerra de los Siete A?os. El jugador habitual de la marca ser¨¢ el que capte todas las referencias y recuperaciones, pero tambi¨¦n con el mando en la mano esperar¨¢ siempre algo m¨¢s, algo realmente nuevo, algo que nunca llega.
AC Rogue recicla ideas, modelos de personajes y construcciones de mapas y edificios, animaciones, salomas piratas, el gusto por las batallas navales, esquemas de exploraci¨®n y misiones, propuesta de combate y parkour, el dise?o de las instalaciones de Abstergo... Es un Assassin's totalmente conservador y muy recurrente para quien venga de los anteriores, tambi¨¦n en reparto de tareas y formato de ¨¦stas. La exploraci¨®n pormenorizada y colocaci¨®n de puntos de interacci¨®n en todo el mapa regresan en formato tradicional y sin grandes cambios. Acude al icono, cumple el objetivo, y b¨®rralo con ello del mapa de encargos. Toda la interfaz se mantiene intacta. Shay va a tener que tomar muchos cuarteles y otros eventos vivos del ?rtico, acumulando cada vez m¨¢s embarcaciones a su flota, y mejorando tanto su nave como su equipo de luchador y tripulaci¨®n al cargo.
Templario del Atl¨¢ntico Norte
Richard Farrese tiene un relato oscuro y potente para Rogue. Volvemos a Abstergo, de nuevo desde perspectiva en primera persona donde el jugador es quien experimenta el ?nimus, y en este caso adem¨¢s ver¨¢ cosas que la compa?¨ªa no quer¨ªa que viera. La historia de Rogue una vez conectados comienza algunos a?os antes del c¨¦lebre conflicto brit¨¢nico-franc¨¦s en el Nuevo Mundo, explicando las razones que llevaron al no demasiado carism¨¢tico ni amigable Shay de la oscuridad aguile?a al opuesto y siempre enemigo bando Templario, y todo lo que esto supone para un joven que ha sido aprendiz de Assassin y tiene las tremendas habilidades f¨ªsicas de los miembros de la Hermandad, al luchar, al trepar y al ser escurridizo. El traspaso est¨¢ bien justificado en la historia, se nota que han querido que el jugador empatice con un nuevo protagonista que es fanfarr¨®n e indisciplinado. Los piratas y forajidos se han hecho con gran parte de Norteam¨¦rica y sus heladas costas, algo que beneficia a La Hermandad. De hecho, en esta historia aparecen personajes de anteriores Assassin's Creed como el ya anunciado Haytham Kenway y otras sorpresas que el conocedor de la marca disfrutar¨¢ much¨ªsimo, pues se repasan todos los grandes iconos.
En Rogue nos vemos ante un Assassin's Creed algo previsible y muy basado en los mares y su exploraci¨®n en busca de nuevos puntos de inter¨¦s y objetivos. Y donde la embarcaci¨®n principal, el Morrigan que pronto conseguimos, tiene total importancia para el personaje y el jugador, que deben mejorarla y repararla tras las innumerables batallas navales, la b¨²squeda de nuevos caminos a trav¨¦s de icebergs, o la caza salvaje de animales como ballenas, osos y tiburones, lo que nos supone materia prima para nuevas armaduras y equipamiento. ?ste es un AC con mucho de AC III y IV, que hilvana las tramas de Connor y Kenway coloc¨¢ndose en medio, y funciona en paralelo al calentamiento del conficto parisino de Unity, aunque no tiene nada que ver y no acoge las bondades jugables que se perciben en combates o manejo del sigilo.
El Morrigan como base de operaciones
Las batallas navales tienen una presencia hasta descompensada en Rogue, son una gran parte del juego y para ello se han ampliado sus posibilidades. El Morrigan, la enorme embarcaci¨®n armada de Shay y sus hombres al servicio del ej¨¦rcito brit¨¢nico para dar caza a los barcos franceses que navegan en los mares del norte, act¨²a como base del protagonista as¨ª como de puente de enlace entre zonas y puntos de inter¨¦s donde atracar. Como en otros sandbox, nos moveremos por los mares con libertad y habr¨¢ un indicador de Se Busca, lo que pone a los barcos del bando Assassins en nuestra contra y llena de zonas rojas y hostiles el mapa de navegaci¨®n. Y que no nos den caza, o se iniciar¨¢ una algo repetitiva a la larga batalla campal cuerpo a cuerpo en cubierta, con los asaltantes intentando matar a nuestros tripulantes. Acabar con el capit¨¢n rival har¨¢ rendirse a sus hombres y nos permite hacernos con ese barco para nuestra flota.
Volviendo al conflicto mar¨ªtimo, el Morrigan es m¨¢s avanzado que el Jackdaw de Black Flag, viene armado con nuevos ca?ones y armas adem¨¢s de los que ya hab¨ªamos visto en los anteriores Assassin's, pero eso no cambia demasiado que la disposici¨®n de los enfrentamientos entre barcos siga percibi¨¦ndose generalmente igual que como la conocimos en AC III y AC IV. Ahora ser¨¢ ¨²til embestir con la proa -el espol¨®n- o usar las nuevas carronadas, ca?ones de ralentizaci¨®n de los nav¨ªos m¨¢s r¨¢pidos, para descubrir los puntos d¨¦biles de los barcos y destrozarlos a r¨¢pidos balazos de ametralladora con el ca?¨®n Puckle. Y si nos persiguen, barriles de aceite inflamable sobre el agua para dejar una trampa mortal al velero adversario. Hay algunas facetas m¨¢s, pero no tantas como exige un t¨ªtulo tan marcado por las guerras de flota.
Adem¨¢s, son ideas casi todas cogidas de los grandes enfrentamientos a jefes finales en shooters, nada que haga del todo fresco a Rogue para hablar con ello de unas batallas mar¨ªtimas interesantes e imaginativas, aunque s¨ª divertidas al principio. De hecho, sobre la poca originalidad, es bastante lamentable que no se amorticen las opciones para afrontar a cada nuevo barco enemigo de forma creativa, pues todo viene m¨¢s o menos impuesto por el desarrollo paulatino de la nave y no hay demasiada elecci¨®n en manos del jugador sobre c¨®mo y cu¨¢les ca?ones usar, u obligarle a buscar ideas para mejorar libremente el barco con los botines o pensar para dar caza a un rival duro. A las ocho o nueve batallas sentimos que todo viene bastante masticadito y que no se ha evolucionado demasiado la propuesta que marc¨® al capit¨¢n Connor ni a su antepasado pirata Kenway de Black Flag.
Atraca y persigue Assassins
Luego est¨¢n las misiones a pie, con el parkour, el sigilo y los combates marca de la casa en todo su esplendor. Son menos actos que en otros juegos y se reparten en los distintos embarcaderos costeros, como vimos en Black Flag pero a un nivel superior y mayor oc¨¦ano navegable. La ciudad de Nueva York del s. XVIII ya la hab¨ªamos visto, luego su aparici¨®n en Rogue no es ninguna sorpresa para quien jug¨® con Connor. Solo que ahora ejecutaremos tareas desde el punto de vista de un Templario, teniendo m¨¢s que proteger informaci¨®n, evitar muertes o defender fortalezas antes que robando, matando y asediando, que tambi¨¦n. Aparecen as¨ª las misiones de conquista de cuartel, actos con varios objetivos secundarios que al completarse nos dejan hacernos con una localizaci¨®n hasta ahora tomada por los Assassins. Algunos cuarteles presentan buen planteamiento de plano, hechos con astucia para incentivar cierto gameplay.
Cuando llevamos cinco o seis puntos conquistados de esta forma, la sensaci¨®n de repetici¨®n es alarmante, recordando incluso al primer Assassin's Creed con Altair y sus encargos reiterativos, algo que no tiene cabida en una superproducci¨®n de la marca que pretenda dejar huella. Ocurre tambi¨¦n con las batallas navales, como dec¨ªamos, o con la limp¨¬eza del mapa en busca de puntos de interacci¨®n que borrar por completar los desaf¨ªos que proponen. No vemos en Rogue la variedad y tono trascendente de las misiones que s¨ª se encuentra m¨¢s en AC Unity, ni mucho menos. Sin embargo, las persecuciones a los l¨ªderes asesinos, mucho m¨¢s inteligentes, escurridizos y h¨¢biles, s¨ª que presentan un gameplay m¨¢s esmerado y llamativo, tambi¨¦n variado con persecuciones que no son f¨¢ciles y donde estos antiguos Hermanos utilizan todas las posibilidades del entorno y a sus aliados para pararnos los pies.
Espada de templario
El combate cuerpo a cuerpo mantiene los patrones de la serie y volvemos a ver conductas de los enemigos y tripulantes aliados no demasiado inteligentes espada en mano, poco realismo en situaciones como las de hojas que atraviesan el cuello de un adversario pero solo lo da?an un poco, o grupos de hombres que parecen pensarse si atacarnos o no, y se lanzan en tandas peque?as de tres en tres como m¨¢ximo. Adem¨¢s, no todos los enemigos cuentan con buena visi¨®n, lo que a veces se traduce en conductas de Inteligencia Artificial pat¨¦ticas. Son males end¨¦micos del combate de armas blancas en la serie que en Rogue siguen estando, aunque limados y un poco m¨¢s arreglados, pero a¨²n presentes. Se a?aden algunos comandos nuevos, como tomar a un enemigo como escudo humano o movimientos de desarme y contraataque in¨¦ditos, aunque funcionan parecido. Ahora bien, las peleas siguen siendo moderadamente toscas, marcadas por el timing de botones y sin situaciones diversas en cuanto llevamos varias.
Shay tambi¨¦n cuenta con la particular Vista de ?guila e intuiciones sobrenaturales como ex-Assassin que es. Con ello podr¨¢ detectar a los llamados acechadores, asesinos m¨¢s inteligentes que son capaces de darnos caza por la espalda o incentivar emboscadas. Tambi¨¦n tendremos armas de fuego, como un lanzagranadas que permite hacer da?o en ¨¢reas de efecto, bombas de humo que aturden o un m¨¢s preciso e individualizador rifle de aire comprimido y dardos de diversos tipos. Con ¨¦stas y el resto del arsenal se pueden crear situaciones de enga?o, noqueo o simple pero eficaz distracci¨®n, aunque no hay un tratamiento del sigilo demasiado esbozado, solo correcto y que se queda en lo meramente exigible para un gameplay como ¨¦ste donde a menudo es importante no crear demasiado esc¨¢ndalo. AC Unity ha acoplado uyn bot¨®n de agache y cobertura en paredes, en Rogue no hay ni rastro de este manejo y el control se mantiene m¨¢s tradicional.
Como en todo Assassin's, la disposici¨®n de cosas por hacer m¨¢s all¨¢ de la campa?a central es abrumadora: misiones secundarias, secuencias opcionales del ?nimus para una mayor sincronizaci¨®n, atalayas, cofres, desaf¨ªos concretos (mata a 100 enemigos, sube 5 atalayas...), nuevos planos, recuerdos encriptados, etc. Rogue tiene multitud de actos y giros argumentales muy bien contados y dise?ados, misiones de ¨¦sas que quedan para el recuerdo, pero no son en ning¨²n caso parte del elenco de misiones secundarias, percibidas tras tantas entregas ya como algo de relleno, solo interesantes para el buen conocedor de la serie que encontrar¨¢ en ellas detalles y secretos que no conoc¨ªamos en la trama central de la lucha Assassins-Templarios, o las verdaderas intenciones de Abstergo y sus hackers que vienen arrasando la compa?¨ªa con el nuevo Helix, la m¨¢quina que nos lleva hasta la Revoluci¨®n Francesa de Unity. Adem¨¢s, se elude el multijugador en esta entrega. Solo queda relacionado con Uplay las llamadas Initiades, desarrollos adicionales ofrecidos peri¨®dicamente por sus creadores para mejorar a¨²n m¨¢s a Shay y conseguir recompensas especiales.
Ya se percibe Old Gen
Nadie esperar¨ªa sorpresas t¨¦cnicas de un Assassin's Creed claramente sin ambici¨®n audiovisual y que busca ante todo mantener el tipo y mejorar solo lo asumible sin grandes costes. Rogue en general se queda aqu¨ª, pero hay algunos puntos gr¨¢ficos y sonoros que no llegan ni a los est¨¢ndares -alt¨ªsimos- a los que nos ten¨ªa acostumbrados la serie. Empezando por las animaciones y acabado de los rostros, lo m¨¢s obvio y que pronto veremos en pantalla, tanto PlayStation 3 y Xbox 360 han demostrado en entregas anteriores que pueden hacerlo mucho mejor, sin tanto parpadeo de texturas del cabello o movimientos de las extremidades tan bruscos. La inmensa mayor¨ªa de gestos son reciclados, tanto en cinem¨¢ticas como en el momento de movernos ¨¢giles con parkour como en combate, aunque obviamente tambi¨¦n hay a?adidos que detectar¨¢n r¨¢pido los que vengan de anteriores cap¨ªtulos y que sientan bien al desplazamiento por el entorno y las peleas cuerpo a cuerpo, m¨¢s coreografiadas que antes.
Luego est¨¢ el entorno, tambi¨¦n conservador en dise?o, acabado, escala, distancia de dibujado o niveles de detalle. En general se percibe un despliegue gr¨¢fico para las ciudades por debajo del que vimos en Black Flag en estas mismas plataformas. Hay, de entrada, algo m¨¢s de popping en NPCs, elementos y hasta edificios que cargan su textura de forma visible. Eso s¨ª, en los mares se ha trabajado duro para conseguir todav¨ªa m¨¢s realismo, condiciones clim¨¢ticas espectaculares, comportamiento del agua, los relfjeos y el oleaje, o mayor visibilidad en la distancia. Est¨¢ claro que ante la abundadncia de juego en alta mar, sus creadores han preferido durante este tiempo de trabajo perfeccionar el aspecto visual de esta parte. Al menos no hay tant¨ªsimo bug como en la Par¨ªs de Unity. La vida en las ciudades y distintos campamentos no es demasiado detallada ni superpoblada aqu¨ª. Tambi¨¦n hemos visto demasiada niebla en situaciones atmosf¨¦ricas que no la justifican, e incluso leves glitches o poco tratamiento interactivo en algunos ¨¢ngulos y esquinas. Las pisadas no se quedan en la nieve ni la arena.
A este apartado visual m¨¢s que aceptable pero austero y conformista se une un apartado de audio que tampoco alcanza los mejores est¨¢ndares de la franquicia pero al menos s¨ª que busca volver a sobresalir y resultar rese?able. El doblaje al castellano est¨¢ a buen nivel -no impresionante- y la atm¨®sfera sonora se consigue de forma tan genial como siempre en Assassin's Creed. Se recuperan salomas de AC IV: Black Flag y se a?aden una veintena de nuevas, que ir desbloqueando y coleccionando, y que acaban no siendo demasiadas para un juego donde hay tant¨ªsimo viaje en barco con los marineros cantando. A medio plazo se repiten en exceso, quiz¨¢ deber¨ªan haber a?adido m¨¢s. No ocurre esto con la gama de melod¨ªas instrumentales a cargo de Elitsa Alexandrova que, sin destacar, s¨ª que acompa?an bien la acci¨®n, las sensaciones de Shay y los momentos m¨¢s emotivos. El elenco de Sound FX est¨¢ al notable nivel esperado.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.