Wasteland 2

Wasteland ha sido -y ser¨¢- uno de esos cl¨¢sicos de referencia, de esos juegos que se toman como vara de medir a la hora de comparar cualquier producto de corte similar. No en vano, cuenta con el honorable reconocimiento de ser el primer t¨ªtulo que traslad¨® el rol a un mundo post-apocal¨ªptico. Algo que, posteriormente, ser¨ªa tratado con gran maestr¨ªa por la serie Fallout desde 1997. Tambi¨¦n es un hecho reconocido, y no producto de la casualidad, que esta segunda saga se iniciase como sucesor espiritual de aquel t¨ªtulo distribuido en 1988 tambi¨¦n por Interplay, al haber perdido los derechos para seguir explotando la licencia original. A veces se dice que cuando Dios cierra una puerta, abre una ventana, y no pudo ser m¨¢s cierto en este caso. Para muchos, la referencia en lo que al g¨¦nero post-apocal¨ªptico refiere, es la marcada por Fallout.

Sin embargo, el proyecto de inXile Entertainment no nace con objetivo de disputarse nada contra su merecido sucesor. El list¨®n, despu¨¦s de la modernizaci¨®n de la marca mediante Fallout 3 y Fallout: New Vegas, est¨¢ bastante alto... Complicado de conseguir, a¨²n con $3.000.000 en el bolsillo. Pero algo que no se puede negar, es que entre los deseos de todo jug¨®n hay una parte destinada a aquellos que surgen desde la a?oranza. Y la de Wasteland ha sido sonada, y so?ada: Secuelas canceladas, continuaciones que no eran e intentos de recuperaci¨®n. Curiosamente, un duro camino que tambi¨¦n tuvo que recorrer Fallout, en sus a?os. La ¨²nica diferencia ha sido que el segundo encontr¨® un buen nombre que lo apadrine, mientras que Wasteland ha tenido que recurrir a cientos de miles de padrinos an¨®nimos. Y gracias a ellos, Wasteland 2 es una realidad.

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El juego que analizamos sigue los pasos de su predecesor, como si se tratase de una continuaci¨®n inmediata que debiera haber visto la luz a principios de los 90. Es, por lo tanto, un juego de rol con acci¨®n t¨¢ctica por turnos, ambientado en un entorno post-apocal¨ªptico que surge a ra¨ªz de un holocausto nuclear. En una l¨ªnea de tiempo alternativa, 1998 fue una fat¨ªdico a?o para la humanidad, vi¨¦ndose relegada a habitar el yermo en lo que se ha convertido lo que antes era su hogar. No todo es terrible, a pesar de las circunstancias. Un grupo de ingenieros militares, que en el momento del desastre se encontraban en las zonas des¨¦rticas al suroeste de los Estados Unidos, comienzan a reponer parte de civilizaci¨®n y a construir cierta infraestructura. Gracias a ellos, la humanidad consigue sobrevivir en tal inh¨®spito paraje.

Un siglo m¨¢s tarde, este grupo sigue ayudando a los descendientes de los supervivientes al apocalipsis nuclear. Son conocidos como Rangers, y acuden a cualquier llamada de auxilio que reciban en su base. Wasteland 2 se inicia 15 a?os despu¨¦s de los eventos acontecidos en el primer juego -quiz¨¢s, 25 hubieran estado mejor- y nuestra primera obligaci¨®n ser¨¢ crear un equipo de 4 rangers, que ser¨¢n nuestros personajes principales durante toda la partida. Para ello podemos escoger alguno de los personajes predefinidos que nos proporciona el juego o bien crear uno personalizado, ya sea desde 0 o modificando a nuestro antojo alguno de los existentes. Una creaci¨®n de personajes al m¨¢s puro estilo de los juegos de rol, con su reparto de puntos entre su media docena atributos y bastantes habilidades.

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Existen opciones de personalizaci¨®n, en lo que al aspecto f¨ªsico y representaci¨®n se refiere. Podemos escoger un retrato -el juego incluye unos pocos, pero podemos importar nuestras propias im¨¢genes- y despu¨¦s dar forma a la representaci¨®n que veremos sobre el escenario, eligiendo rostro, peinado, camisa, pantalones, mochila y tama?o. A pesar de que existen suficientes elementos en cada categor¨ªa como para dar lugar a una larga serie de combinaciones, no siempre es posible crear una representaci¨®n que simbolice nuestro retrato. Aunque posteriormente seguiremos hablando del apartado visual, ya se comprueba -desde un primer momento- que est¨¢ para cumplir con lo justo, y no para adornar. Adicionalmente, podremos escoger etnia, religi¨®n e incluso la marca de cigarrillos que solemos fumar.

Nuestros 4 rangers novatos comienzan en la ubicaci¨®n de la base de la organizaci¨®n. El General Vargas nos pone al corriente de nuestro primer encargo serio: Un ranger llamado Ace ha sido hallado muerto y con claros signos de violencia, cuando se dirig¨ªa a investigar una an¨®mala se?al de radio, cuyo mensaje era extra?o e incitaba a atacar a los Rangers. Nuestro primer objetivo ser¨¢ encontrar a los asesinos de Ace, y hallar el origen de esa rara transmisi¨®n. Sin m¨¢s ayuda que nuestras pertenencias iniciales -que se basan en c¨®mo hemos creado a nuestros personajes- y lo que podamos encontrar y apa?ar por el camino. Tampoco es mejor para el usuario: Nos las veremos con el juego sin m¨¢s ayuda que unas cuantas ventanas de notificaci¨®n que nos ir¨¢n describiendo mec¨¢nicas interesantes seg¨²n surja la ocasi¨®n.

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El juego transcurre en dos medios: Los escenarios de las ubicaciones y el mapa de viaje. Los primeros son los m¨¢s comunes, y representan los exteriores o interiores de una localizaci¨®n de inter¨¦s. El segundo es extremadamente simple, y ser¨¢ el medio en el que nos movamos de una localizaci¨®n a otra. En este mapa iremos gastando nuestras reservas de agua -lo que ser¨¢ un problema si se agotan- y las podremos reponer en poblaciones u oasis dispersos por el mapa, que solamente ser¨¢n visibles una vez los hallamos por primera vez. Tambi¨¦n existen zonas radioactivas, que ir¨¢n da?ando nuestra salud, y tendremos que procurar evitar hasta contar con el equipo recomendado para atravesarlas. Y, por supuesto, pueden surgir encuentros aleatorios con enemigos -bestias o humanos- que tendremos que vencer o intentar evitar.

Es en esta fase de mapa donde -y sin entrar m¨¢s en la historia- se aprecia que Wasteland 2 est¨¢ ciertamente guiado por su argumento. A pesar de que podemos ir donde queramos, sin m¨¢s preocupaci¨®n que la sed o la radiaci¨®n, muchos puntos de inter¨¦s no se muestran hasta que la historia lo dicta. Poco importa si hemos cruzado esa zona 14 veces, que el poblado solamente se revelar¨¢ cuando lo necesite el argumento. Un hecho m¨ªnimo, pero que resta enteros a un t¨ªtulo de este tipo, en el que no se espera un recorte de libertad de este tipo. Lo suyo ser¨ªa que las ubicaciones estuvieran en su sitio, y se fuesen descubriendo tanto por la historia como por la exploraci¨®n, lo que suceda antes. De hecho, s¨ª que hay ocasiones en los que la historia si pasamos cerca de una zona, para dejarnos descubrir lo que hay en ella... Pero no siempre.

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Lo que s¨ª que es cierto, es que nuestras acciones tienen clara influencia en el argumento. Dependiendo de c¨®mo afrontemos los problemas, c¨®mo abordemos los di¨¢logos, qu¨¦ sitios visitemos antes que otros, ... Se ir¨¢ modificando el argumento. La trama es bastante interesante, y ese variabilidad otorga al juego una buena dosis de re-jugabilidad que seguro extender¨¢ mucho la vida ¨²til de Wasteland 2. La sensaci¨®n de estar inmerso en tu propia historia, que podr¨ªa haber sido distinta de haber perdonado la vida a ese hombre en lugar de haberlo matado, o habr¨ªa llegado a otros caminos si hubi¨¦ramos llegado antes a este pueblo en lugar de a ese otro, es notoria desde los primeros momentos de la partida. Digno de una buena campa?a de rol, que es el verdadero espejo en el que Wasteland 2 quiere mirarse.

Los escenarios son variados en configuraci¨®n, plagados de detalles decorativos... Pero sin demasiados elementos con los interaccionar. La mayor¨ªa de las ocasiones, lo ¨²nico que podemos hacer es Inspeccionar un elemento, con lo que se nos facilita una descripci¨®n m¨¢s o menos detallada -muchas veces en funci¨®n de nuestras habilidades- en forma de texto que aparecer¨¢ en el teletipo de la parte inferior derecha. A este respecto, Wasteland 2 abusa mucho de dicho elemento, trasladando ingentes cantidades de informaci¨®n a dicho teletipo en lugar de complementarlo con la ubicaci¨®n de dichos datos sobre los elementos de inter¨¦s en el escenario. Eso divide en exceso la atenci¨®n del jugador entre las representaciones en pantalla, y el apoyo al estilo aventura conversacional... O descripci¨®n del Director de Juego, que es m¨¢s bien el efecto que se pretende conseguir.

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Por ejemplo, si se descubre que una puerta tiene una trampa, dicha informaci¨®n aparece en el teletipo, pero para percibirla en el juego tendremos que percatarnos del cambio de cursor al ubicarlo sobre la puerta. El simple mensaje emergente "Trampa detectada" sobre el elemento, nos ayudar¨ªa a darnos cuenta de lo que ha sucedido, y ya podr¨ªamos recurrir al teletipo para extender dicha informaci¨®n con una descripci¨®n m¨¢s detallada. Esto s¨ª que ocurre en los combates, donde la salud perdida y los efectos se muestran tanto en la pantalla como en el teletipo, siendo m¨¢s extensa su descripci¨®n en la parte inferior y contando con una narraci¨®n digna de una buena partida de rol. A¨²n as¨ª, no son tantos los elementos de un escenario que nos ofrecen informaci¨®n de utilidad, o un uso distinto de la cobertura en momentos de combate.

El movimiento se realiza de forma continua, salvo cuando se inicie un combate. Durante el desplazamiento libre, podemos investigar todo lo que tenemos alrededor y hacer uso de nuestras habilidades. Wasteland 2 cuenta con una buena variedad de ellas, y no s¨®lo destinadas a golpear. Con Percepci¨®n podremos encontrar objetos enterrados, detectar trampas o minas y extender informaci¨®n cuando examinamos y objeto o hablamos con alguien. Encantador de animales har¨¢ lo propio con criaturas que nos acompa?ar¨¢n, quiz¨¢s proporcionando alguna ventaja al personaje pero nunca atacando. Demolici¨®n sirve tanto para colocar cargas, como para desactivarlas. Armer¨ªa nos permite modificar armas y extraer piezas de las que ya no sirvan. M¨¦dico y Cirujano son muy ¨²tiles para curar o restablecer a nuestros compa?eros, ...

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Compa?eros que en principio ser¨¢n 4, pero cuya cantidad puede ascender hasta 7 mediante el reclutamiento de PNJs. Estos compa?eros a?adidos no siempre acatar¨¢n nuestras ¨®rdenes, y a veces har¨¢n la guerra por su cuenta, a¨²n poniendo sus vidas en riesgo y mandando a la porra toda nuestra planificaci¨®n t¨¢ctica. Este efecto se evita mediante la habilidad de Liderazgo. Tampoco pueden personalizarse, mientras que de los 4 rangers originales s¨ª que pueden variarse sus ropas. Sin embargo, son tremendamente ¨²tiles por varias razones: M¨¢s amigos significa m¨¢s fuerza en combate, m¨¢s variedad de habilidades y, al principio, la ayuda de personajes m¨¢s poderosos que nuestros rangers iniciales. Aunque, habitualmente, cuanto m¨¢s experimentado es el compa?ero m¨¢s posibilidades hay de que no nos haga ni caso.

Los combates se realizan de forma t¨¢ctica, divididos en turnos en los que cada contendiente act¨²a por orden de iniciativa, y gastando puntos de acci¨®n. Podemos tratar de adelantarnos, siendo nosotros los que tomemos la ofensiva, lo que nos puede dar alguna ventaja en primera instancia. La probabilidad de impacto se calcula en funci¨®n de la habilidad del personaje, caracter¨ªsticas de su arma, estado f¨ªsico y mental y distancia, habiendo elecciones de armamento que son mejores para cada rango de alcance. Un rifle de francotirador, por ejemplo, es pr¨¢cticamente in¨²til a pocos pasos, mientras que un rev¨®lver es m¨¢s efectivo. As¨ª, cualquier personaje puede variar entre dos opciones de armamento. Movernos, disparar, usar habilidades, recargar o desatascar un arma, cuestan puntos de acci¨®n.

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La acci¨®n se prorroga hasta que no queda nadie en alguno de los bandos. La mayor dificultad en los combates reside -durante gran parte del juego- en la escasa cantidad de munici¨®n que encontraremos y lo reducido de nuestras habilidades. Lo cierto es que la inteligencia artificial de los enemigos no es "inteligente" en exceso: Muchas veces obviar¨¢n el uso de coberturas o, inmersos en un combate cuerpo a cuerpo, se mover¨¢n de un enemigo a otro perdiendo puntos de acci¨®n en el camino, lo que les permitir¨ªa haber golpeado m¨¢s veces. A¨²n as¨ª, el combate no es trivial. Perderemos vida, munici¨®n y ganaremos condiciones negativas. Si tenemos en cuenta que -salvo en el modo m¨¢s f¨¢cil de dificultad- la salud no se regenera descansando, el desgaste puede llegar a ser bastante alto. Por eso, nos lo pensaremos antes de atacar a lo loco.

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La mec¨¢nica del juego es densa, variada en opciones. Un mismo di¨¢logo puede variar en funci¨®n de nuestras habilidades a la hora de conversar, y ah¨ª se denota un trabajo complejo y muy bien planteado. Este es, junto a la trama, el mejor apartado de Wasteland 2. El t¨ªtulo rezuma rol por los 4 costados, y la ambientaci¨®n es magn¨ªfica. A ver qui¨¦n es el listo que se niega a una aventura en un yermo nuclear. La resoluci¨®n de las acciones, el avance de los personajes previa llamada a la base para informar de las novedades, ... El juego est¨¢ plagado de detalles grandiosos, de los que hacen un buen juego. Pero, sobre todo, de los que hac¨ªan un buen juego hace m¨¢s de 15 a?os, que es mucho decir en nuestros d¨ªas. Densidad e inmersi¨®n, dos caracter¨ªsticas que buscan todos los aficionados a este tipo de juegos.

Hemos de sumar la variedad de atributos y habilidades, lo que nos permitir¨¢ formar grupos de lo m¨¢s variopinto. Y que conste, no ser¨¢ lo mismo comenzar con unas especializaciones que otras. La forma de jugar depender¨¢, en buena medida, de la configuraci¨®n del grupo. Y el hecho de que esa formaci¨®n no sea fija, si no que ir¨¢ cambiando conforme se nos vayan uniendo nuevos personajes, a?ade a¨²n m¨¢s variedad. La experiencia de juego de Wasteland 2 solamente puede compararse a la de su original, o t¨ªtulos como Fallout y Fallout 2. En cuanto uno se sienta delante del juego, puede ver claramente a d¨®nde han ido a parar los $3.000.000 de financiaci¨®n, aunque no comparta plenamente todas las decisiones de dise?o. Entre otras, el no haber dispuesto un verdadero salto t¨¦cnico m¨¢s acorde con la realidad de los juegos actuales.

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Porque el problema que radica de ello es, lamentablemente, el precio a pagar. El t¨ªtulo llega con un aspecto descuidado, en ocasiones vac¨ªo. Como si se hubieran hartado de tenerlo en Acceso Anticipado y hubiera que darle una pronta salida, pero Wasteland 2 no ha explotado todo el potencial posible. A¨²n hay descripciones ausentes y la localizaci¨®n al castellano -que existe- sufre de algunos errores gramaticales muy graves... Pero que nadie se equivoque: La jugabilidad es alta y el juego es muy adictivo. Pero le falta ese salto evolutivo y de calidad que se espera de un t¨ªtulo para que el que no parece, ni para bien ni para mal, que hayan pasado 25 a?os. Llegar¨¢n parches, actualizaciones y modificaciones -que falta hacen- para embellecer este diamante, que ahora se presenta en bruto.

Las animaciones, tanto en los combates como fuera de ellos, son limitadas pero adecuadas para representar lo que est¨¢ sucendiendo. Los desarrolladores no se han centrado en crear un apartado visual que cumpla con las expectativas de los juegos actuales, en una decisi¨®n de dise?o que aboga por un trabajo m¨¢s concienzudo en otros aspectos... Pero que no deja de pasar factura al juego. Probablemente acaben surgiendo paquetes de texturas mejoradas -ventajas del PC- pero lo que nos presenta inXile Entertainment es lo m¨ªnimo necesario para que un jugador sepa que en la pantalla est¨¢n sucediendo cosas... Y poco m¨¢s. Muy poco nivel de detalle, mucha repetici¨®n de elementos, ... El apartado gr¨¢fico es el peor de los males en Wasteland 2, aunque los mayores aficionados son perfectamente capaces de pasarlo por alto.

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La interfaz es clara y, como dec¨ªamos anteriormente, el juego se apoya en p¨¢rrafos de descripciones para acompa?ar la experiencia, como ya hiciera en su primera entrega pero sin necesidad de elementos externos. La informaci¨®n se encuentra r¨¢pidamente, y todo est¨¢ donde uno espera hallarlo, lo que no siempre es f¨¢cil de lograr. En cuanto al sonido, pasa sin pena ni gloria. Pocas voces, lo que es de esperar en un juego que puede tomar caminos tan variados, y cuenta con la posibilidad de agregar nuestros propios temas a una conversaci¨®n. La banda sonora acompa?a, y cumple a rajatabla con el relleno sonoro necesario para evitar un inc¨®modo vac¨ªo auditivo. No cabe duda de que, con el magn¨ªfico trabajo en otros aspectos del juego, ha sido todo el apartado t¨¦cnico el que se ha sacrificado por un bien mayor.