GOD Factory: Wingmen

El camino que Ninedots ha tenido que seguir para traer a la vida un proyecto como GOD Factory: Wingmen no ha sido f¨¢cil. El estudio ha tenido que pasar dos veces por la plataforma de financiaci¨®n Kickstarter y que contar con el benepl¨¢cito de los usuarios de la plataforma Greenlight de Steam para poder llegar a nuestros ordenadores el pasado viernes de la mano de Bandai Namco, que se ha encargado de la distribuci¨®n digital de este simulador de combates espaciales para PC, MAC y Linux.

GOD Factory: Wingmen es un juego que enfrenta a dos equipos de hasta cuatro jugadores que deber¨¢n luchar para intentar destruir el ¡°Carrier¡± o la nave carguera enemiga y por supuesto, defender la suya propia frente a los ataques del enemigo. Para lograr alcanzar este objetivo los jugadores de ambos bandos tenndr¨¢n que colaborar entre s¨ª y elegir la t¨¢ctica que m¨¢s les convenga dependiendo del tipo de naves que est¨¦n usando en la batalla, as¨ª como de la potencia de fuego enemiga. A disposici¨®n de los jugadores para esta tarea habr¨¢ 4 razas (Humanos, Guantri, Arblos y Chorion) cada una con su propio tipo de naves que cuentan con sus propias habilidades especiales, sus virtudes y sus defectos. Por ejemplo nos encontramos con que las naves humanas son las m¨¢s r¨¢pidas y manejables, resultando ideales para los asaltos r¨¢pidos o para defenderse r¨¢pidamente de los ataques enemigos mientras que, por otro lado, las naves Guantri son las m¨¢s vers¨¢tiles en combate, pudiendo adaptarse a cualquier situaci¨®n dependiendo tambi¨¦n del tipo de modificaciones que el piloto le haya realizado a la nave en cuesti¨®n.

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Vamos a aprovechar que os hemos hablado de la versatilidad de las naves Guantri para sacar a la palestra uno de los puntos m¨¢s fuertes de GOD Factory: Wingmen que es el de la personalizaci¨®n de todas y cada una de las diferentes naves que tendremos disponibles a lo largo del juego. Al iniciar nuestra primera partida podremos escoger dos de las cuatro razas y equiparnos con las naves de primer nivel de las mismas y m¨¢s adelante podremos desbloquear las otras dos para aumentar el elenco de naves disponibles para entrar en la batalla. Una vez las escojamos tendremos un abanico alucinante de posibilidades de personalizaci¨®n tanto a nivel visual, cambiando los colores de las partes de la nave, como a nivel jugable, escogiendo munici¨®n o  multitud de piezas diferentes desde la cabina del piloto hasta los n¨²cleos de energ¨ªa pasando por las alas, las armas, los escudos¡­ Gracias a esto podemos cambiar las caracter¨ªsticas de nuestra nave, intentando que esta sea m¨¢s equilibrada sin importar la raza a la que pertenezca o aumentando a¨²n m¨¢s los beneficios y perjuicios de la misma. Para desbloquear todas las partes que tendremos a nuestra disposici¨®n, adem¨¢s de tener que gastar un buen pu?ado de cr¨¦ditos que iremos ganando a medida que vayamos completando partidas, necesitaremos ir subiendo de nivel como pilotos, para as¨ª tener acceso a piezas, armas o naves m¨¢s avanzadas con las que causar estragos entre las fuerzas enemigas.

Una vez tengamos claro cu¨¢les son nuestras naves y hayamos pasado por el taller para personalizarlas (en la primera partida pocas opciones tendremos adem¨¢s de personalizar los colores) podremos acceder al ¨²nico modo de juego disponible (adem¨¢s del tutorial), que cuenta adem¨¢s con tan solo un mapa. Este es el mayor h¨¢ndicap del juego, ya que para muchos este ¨²nico modo puede no justificar la inversi¨®n de 20 euros que supone hacerse con una copia. Ya en el espacio de batalla deberemos de escoger una de nuestras naves para enfrentarnos al enemigo y salir del hangar para empezar el combate. Los primeros minutos controlando nuestra nave no ser¨¢n f¨¢ciles, sobre todo si usamos teclado y rat¨®n, y es muy recomendable que antes de afrontar la primera batalla nos pasemos por el tutorial y completemos todas las lecciones del mismo dado que nos ser¨¢n de tremenda utilidad en la batalla.

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Cuando por fin tengamos algo de soltura con los controles nos encontraremos con un t¨ªtulo bastante ¨¢gil y s¨®lido en los momentos de disparos y disfrutaremos bastante de los enfrentamientos con nuestros rivales, aunque en ocasiones el mapa nos parecer¨¢ un tanto vac¨ªo de enemigos dado que la mayor¨ªa de la acci¨®n tendr¨¢ lugar cerca de los denominados Carriers. Para lograr ganar la partida, como os hemos dicho, deberemos de destruir esa gran nave enemiga y para lograrlo deberemos de eliminar varios de sus siete puntos d¨¦biles, fuertemente protegidos por torretas (al m¨¢s puro estilo MOBA) que deberemos de eliminar si queremos destruir estos puntos con mayor facilidad. Adem¨¢s cada uno de estas siete partes del Carrier afecta de una manera a la flota enemiga y su destrucci¨®n perjudica de una forma u otra al equipo rival. Por ejemplo, si destruimos la estaci¨®n de reparaci¨®n los escudos de las naves enemigas se regenerar¨¢n de forma m¨¢s lenta y si destruimos el radar las naves enemigas tendr¨¢n m¨¢s dificultad a la hora de localizarnos. Todo esto hace que el juego, seg¨²n sus desarrolladores, tenga un mundo infinito de posibilidades a nivel t¨¢ctico pero por el momento en los primeros d¨ªas de juego esta variedad no est¨¢ presente y las partidas suelen resolverse de la misma manera. Es cierto que, en este tipo de juegos no suelen verse todas estas variantes hasta que los jugadores no llegan a poner al m¨¢ximo nivel sus naves y se enfrascan en miles de batallas, descubriendo con el paso del tiempo las mejores t¨¢cticas para cada ocasi¨®n, pero en el momento en el que estamos redactando estas l¨ªneas las variantes t¨¢cticas son casi nulas haciendo que las partidas puedan resultar algo mon¨®tonas, sobre todo para los jugadores m¨¢s casuales o menos familiarizados con los simuladores espaciales, que puede sentir que el ¨²nico modo de juego no acaba de llenarles lo suficiente.