Dark Souls II: La Corona del Viejo Rey de Hierro

Hace un mes exactamente que Dark Souls II comenz¨® su expansi¨®n descargable de las tres coronas con La Corona del Rey Hundido, expandiendo el modo Campa?a para los que a¨²n segu¨ªan con ganas de m¨¢s quests, misiones y combates en los que morir una y otra vez. Y justo hoy es cuando From Software permite adentrarse en pos de la Corona del Viejo Rey de Hierro, que nos lleva a un nuevo escenario aunque de corte tan familiar como es el entorno de la Torre del Hierro. Para acceder a ¨¦l tenemos que ir a la parte del Eygil¡¯s Idol en el Torre¨®n de Hierro, siendo requisito que el Old Iron King est¨¦ muerto. Una vez all¨ª iremos hacia la hoguera principal. Tres serpientes formando una estatua son el custodio que nos abre paso a este nuevo DLC, al que accedemos dentro de la vasta fortaleza que progresivamente se est¨¢ hundiendo en un enorme lago de lava. Osarios de piedra guardan la estancia a la que llegamos y para la que necesitamos una llave que se suma al inventario al obtener el DLC.

Subimos en un ascensor, entramos en una densa niebla y el nuevo escenario se nos revela ante nosotros. A pesar del magma que palpita al fondo, la altura a la que estamos causa que el frio, la nieve y la escarcha se amontonen en torreones y en la construcci¨®n que tenemos delante. Buscamos la forma de caminar sobre el abismo, cubierta ¨²nicamente por una pesada cadena custodiada por los cad¨¢veres congelados y las espadas heladas de otros h¨¦roes que nos recuerdan que la Muerte nos sigue en este DLC a cada paso que damos, igual que desde que Demon¡¯s Souls lleg¨® al mercado. Caminar por la cadena sobre el inmenso vac¨ªo se antoja aqu¨ª como caminar sobre nuestro propio hilo de la Vida. Pero la Torre de Bruma nos espera justo delante, y este gigantesco escenario protagonizar¨¢ el contenido descargable al que vamos a entrar.

Ampliar

En este p¨¢ramo helado y fr¨ªo, la visi¨®n de la primera hoguera reconforta a¨²n m¨¢s que en el DLC anterior, a lo que se le suma el sol del atardecer que nos ba?a, pero hay que seguir adelante. Y apenas damos dos pasos cuando comprobamos que no podemos fiarnos ni de la blanca nieve que cubre parte del escenario. Empezamos el descenso y no tardamos en encontrarnos como en la Corona del Rey Hundido enemigos de nivel considerable atacando en grupo, por lo que m¨¢s nos vale ir bien pertrechados, equipados, armados y que dominemos muy bien el sistema de combate Souls basado en el ataque y la defensa. ¡°?Aqu¨ª se viene a morir!¡± como dec¨ªan en Salvar al Soldado Ryan, y este DLC no nos busca ponernos las cosas f¨¢ciles, algo que por otra parte es lo que de verdad se quiere en esta serie.

El principio nos tendr¨¢ descendiendo por un entramado que nos memorizaremos de las veces que lo veremos, ya que pelear en sitios angostos, y contra grupos de esqueletos que golpean con un combo de dos-tres hachazos pesados seguidos (los escudos que absorben el 100% de da?o son b¨¢sicos), no es garant¨ªa de victoria precisamente. Para ayudarnos contamos de vez en cuando con elementos del escenario como una especie de llamaradas que surgen de estatuas en la pared, que adem¨¢s pueden ser golpeadas en ocasiones para que se deslicen sobre ra¨ªles a la posici¨®n lejana del rival, ideal para a?adir Da?o por Fuego al enemigo cuando lo ataquemos. Con algunos enemigos dentro de una habitaci¨®n en particular se pueden usar t¨¢cticas como atraer su atenci¨®n, esperar que se crucen en el camino de la llamarada y combinarlo con esa especie de minions, los Hollows, que van por ah¨ª cargando barriles de explosivo contenido y que si los dejamos nos pegan con ¨¦l en la cabeza. Si lo hacemos bien eliminamos a un enemigo con arco particularmente dif¨ªcil y r¨¢pido sin tener que pegar un solo espadazo. Si nos sale mal¡­ Bueno, ya se sabe: A la hoguera.

Ampliar

Ampliar

Ampliar

La Corona del Rey Hundido nos llev¨® por unos escenarios diferentes a los vistos en Dark Souls 2,  pero haciendo honor a su t¨ªtulo, Old Iron King, escenarios que nos recuerdan precisamente a la parte de la Torre de Hierro son los que encontraremos, con aspecto de fraguas y enormes maquinarias que requieren de items para funcionar siendo algunos de los elementos que veremos. Siempre bajando pisos, combin¨¢ndose entornos al aire libre de espectaculares vistas con interiores angostos, fuego, humo, trampas que har¨¢n mucho m¨¢s complicado encima limpiar las habitaciones de enemigos, pasillos y habit¨¢culos en los que esquivar se hace muy dif¨ªcil. Como es habitual, la exploraci¨®n tiene su recompensa, de hecho se recomienda para alargar la experiencia de este contenido, ya que si en vez de ir por tal puerta con niebla decidimos seguir por el camino alternativo que nos ofrece tal exterior, encontraremos otras rutas plagadas de enemigos en los sitios m¨¢s inoportunos y con jugosos extras como armas m¨¢s poderosas.

Y es que los escenarios que recorremos cruzando de torre¨®n en torre¨®n, siempre descendiendo hacia lo desconocido, invitan a perderse y explorar otras alternativas cuando veamos la posibilidad, sobre todo cuando resolvemos alg¨²n que otro puzle ¨Cde escasa dificultad con interruptores que van abriendo caminos, aunque otros requieren jugarse la vida por un objeto necesario para proseguir- que puede activar el paso a nuevas zonas que anta?o no pod¨ªamos acceder, dando un poco de backtracking. Los que no tengan suficiente desaf¨ªo de combate a¨²n pueden explorar un poco m¨¢s y encontrar arenas heladas en las que v¨¦rselas con rivales de mucha vida y encima atacando constantemente en grupo. Y ya que hablamos de ellos, la variedad aqu¨ª es tan alta como la tasa de mortandad de sus armas.

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Tenemos desde los mencionados esqueletos de espadas a dos manos o hachas a otros que parecen armaduras flotantes equipadas con pesad¨ªsimos arcos de excelente punter¨ªa ¨Cno fallan un solo proyectil, as¨ª que rezad porque la esquiva sea en el instante adecuado- y espadas llameantes m¨¢s mort¨ªferas a¨²n. Tambi¨¦n encontramos espectros oscuros de aspecto y andares femeninos que lanzan bolas de energ¨ªa el¨¦ctrica, versiones malignas de otros caballeros pose¨ªdos por esp¨ªritus oscuros, o gigantes con mazas que b¨¢sicamente nos sentencia a muerte de un solo golpe, adem¨¢s de masas informes que se arrastran por la oscuridad de los torreones y que les gusta incendiarse y explotar aparte de saltar sobre nosotros. Los patrones de ataque son otro factor esencial a cuidar, ya que algunos esqueletos son lentos, pero otros pueden pegar un salto repentino y aterrizar sobre nosotros con las dos hachas apuntando. Los que usan proyectiles rara vez fallan a no ser que encontremos una esquina salvador. Y para colmo, si estamos cerca pueden lanzarnos un conjuro y a la par pegarnos cuerpo a cuerpo.

A la hora de combatir contra caballeros pose¨ªdos, esas NPCs que nos invaden controladas por la IA del juego, recordar que estos tienen movimientos de ataque, defensa y esquiva muy similares a los nuestros, y en la primera mitad del DLC, si somos curiosos, podremos despachar a m¨¢s de uno que nos pondr¨¢n las cosas muy complicadas al contar con mayor barra de vida que un enemigo usual. Contra los Jefes Finales que tambi¨¦n nos saldr¨¢n al paso no cabe m¨¢s que prepararse bien, armarse de todo y estudiar sus patrones, como el primero que encontramos, frente a frente y mano a mano en un escenario peque?o en el que la ¨¦pica y la escala se dejan a un lado para centrarse en estudiar y matar al rival antes que nos mate ¨¦l a nosotros.

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ampliar

 Esta Torre infernal que debemos recorrer hasta llegar a su habitaci¨®n m¨¢s profunda y secreta para poder derrotar al mayor enemigo de todos es una zona casi basada por entero ¨Cquitando los exteriores nevados ocasionales- en el fuego, por lo que es m¨¢s que recomendable ir pertrechados con el equipo adecuado para minimizar el constante riesgo al fuego, adem¨¢s de contar con un nivel bien elevado ¨Cel nuestro era considerablemente elevado y a¨²n as¨ª no hemos caminado sobre rosas precisamente- para emprender la odisea de dificultad que vamos a encontrar aqu¨ª. Las zonas nevadas en s¨ª no son tan abundantes, por estar ligada a los exteriores, pero cuidaos de todas ellas, avanzad con precauci¨®n, pues nunca se sabe si de repente surgir¨¢n varios enemigos de golpe a nuestro paso por ellas.

Ampliar