El videojuego m¨¢s valioso de la Historia
?Cu¨¢nto pagar¨ªais por un cartucho de Nintendo NES que conten¨ªa tres minifases sacadas de Tetris, Rad Racer y Super Mario Bros.? ?Y si os decimos que estamos hablando de uno de los pin¨¢culos del coleccionismo a nivel de miles de d¨®lares? Pasad, pues esta es la historia de uno de los cartuchos m¨¢s caros de la Historia.
The Wizard of NES
Los a?os 80. En Estados Unidos, la d¨¦cada de los ochenta fue de un resurgir ¡®econ¨®mico¡¯ ¨Centre comillas-, de un culto a lo material, al cuerpo, a la ropa. La gente se part¨ªa la cabeza con el condenado cubo de Rubik; coreaba el Power of Love de Huey Lewis o el Maniac de Flashdance; ellos vest¨ªan como Don Johnson en Miami Vice, ellas como Madonna; y los cines nos regalaban sue?os cinematogr¨¢ficos de amigos buscando tesoros, parapsic¨®logos cazando fantasmas ¨Cfeliz 30 aniversario, Ghostbusters-, quincea?eros que atravesaban el tiempo en DeLoreans volantes, o a los actioners del cine de acci¨®n puro y f¨ªsico matando malos de acento ¨¢rabe, cubano o ruso a manos llenas. Ahora en pleno revival, este per¨ªodo fue el caldo de cultivo en el que el videojuego moderno se asent¨®. Conducido por una NES que devolvi¨® a inversores, estudios y p¨²blico la fe en el sector, el sistema de Nintendo cogi¨® al mercado con una fuerza inusitada, convirti¨¦ndose en un icono en cualquier sitio, ya fuese de Oriente o de Occidente ¨Cy los clones que trajo consigo, de los que os hablamos en el reportaje de Consolas de los Chinos.
En una Estados Unidos en la que cualquier cosa de ¨¦xito se procuraba convertir en un ¡®American Way of Life¡¯, por supuesto en Nintendo vieron el potencial que la NES ten¨ªa para atraer a las masas. Era lo mol¨®n, era lo extremo, lo nuevo y lo ¡®radical¡¯, que se dec¨ªa en los USA constantemente (s¨ª, el de la melena es George Clooney). Y para que os deis cuenta los m¨¢s jovenzuelos criados en la HD del incre¨ªble alcance de NES, hasta tuvo ¨Cm¨¢s o menos- su propia pel¨ªcula: The Wizard nos contaba una de esas historias de superaci¨®n ¨Cla verdad es que la motivaci¨®n del personaje era bien triste-, la de Jimmy Woods, que no superaba la muerte de su hermana gemela, pero que por una serie de circunstancias terminaba de camino a una competici¨®n de videojuegos con NES de protagonista, partidas al Ninja Gaiden, y una final epiqu¨ªsima a Super Mario Bros. 3 -que a¨²n ni hab¨ªa salido en Estados Unidos-, en pantallas gigantes y con p¨²blico coreando cada movimiento ¨Cy nos vienen ahora con los e-Sports- que por supuesto Jimmy, alias The Wizard, ganaba en el ¨²ltimo segundo
El film, hijo de su ¨¦poca, estaba dirigido por entero para cualquier ni?o del mundo que ten¨ªa o ansiaba una Nintendo Entertainment System ¨Cam¨¦n de ense?arnos un util¨ªsimo truco para Mario Bros 3 relacionado con la flauta-, y de hecho se lo critica como un anuncio Nintendo de 90 minutos con Product Placemente por todas partes, pero con momentazos tan campys como el del Power Glove, ahora rid¨ªculo, pero en la ¨¦poca algo as¨ª como el santo grial infantil -controlar un juego con tu mano y no con un pad, movi¨¦ndola a un lado y a otro y haciendo gestos, imagin¨¢os. Convertida en cinta de culto, al a?o siguiente de su estreno Nintendo convoc¨® una competici¨®n de videojuegos a la que bautiz¨® como la Nintendo Wolrd Championships ¨Cel nombre de la de The Wizard molaba m¨¢s: ¡°Video Armageddon¡±-, que se desarroll¨® por 29 ciudades a trav¨¦s de todo Estados Unidos.
El objetivo era bien sencillo: Lograr las metas de cada uno de los tres minijuegos o minifases creadas a partir de los originales durante los 6 minutos y 21 segundos de tiempo que se daba, extra¨ªdas de t¨ªtulos NES como Super Mario Bros., Rad Racer -que ya sal¨ªa en The Wizard- y Tetris. En Mario Bros. el objetivo era coleccionar 50 monedas tan r¨¢pido como se pudiera; en Rad Racer terminar una vuelta; en Tetris lograr lo m¨¢ximo posible en el tiempo que quedase. Pero aunque la participaci¨®n fue enorme y los premios generosos, si por algo ha pasado a la historia es por el elemento a priori m¨¢s barato de todo el evento:
El propio cartucho de juego.
Hace poco os cont¨¢bamos las ediciones de Colecci¨®n m¨¢s caras y/o exclusivas que hab¨ªamos visto hasta la fecha. Pero hay m¨¢s, y una vez nos adentramos en territorios m¨¢s de coleccionismo a nivel superior, vemos que las 125.000 libras de la Collector¡¯s de Grid 2 + un coche de carreras de verdad no son nada comparadas con los 100.000 d¨®lares pagados por un solo, ¨²nico y rar¨ªsimo cartucho de una consola de hace m¨¢s de 30 a?os. En s¨ª es un cartucho de NES modificado -99 vidas en Mario, sin l¨ªmite de tiempo en Rad Racer, Game Over permanente en Tetris si la pantalla se llenaba- con tres minijuegos basados en los t¨ªtulos antes citados, pero al haber tan pocos ejemplares y encima nunca sin estreno comercial, lo ha ido aupando poco a poco a la categor¨ªa de coleccionismo de alto nivel en sus dos versiones.
Considerado el juego m¨¢s valioso de todo el cat¨¢logo NES, y de los m¨¢s raros junto a la versi¨®n NTSC de Stadium Events ¨Cno tanto en Europa pero s¨ª de las m¨¢s rara avis que coleccionar en Am¨¦rica-, de Nintendo World Championships se repartieron 90 copias a los finalistas de la competici¨®n cuanto esta termin¨®. Diferenciados por su tonalidad gris, cada cartucho posee un n¨²mero que permite su identificaci¨®n a la hora de tasarlo, aparte de un llamativo selector para establecer los l¨ªmites de tiempo. Pero junto a estos, 26 m¨¢s fueron fabricados aparte para un concurso especial del magazine Nintendo Power, destacando en el hecho de que, a pesar de ser iguales en todo a los grises ¨Cexcepto en la calidad del pegamento usado en la etiqueta-, ven¨ªan dentro de una cubierta dorada como la de The Legend of Zelda. Son estas, las ediciones doradas del Nintendo World Championships, las que se han llegado a definir como uno de los santos griales del videojuego, tan raras como la pistola GunCon y la memory card doradas para PlayStation dentro de un malet¨ªn de asesino entregadas como premio del E3 1998 del juego Elemental Gearbolt.
Del modelo gris con n¨²mero de serie, a pesar de que se entregaron 90, en los ¨²ltimos a?os apenas se han visto la mitad en sites de subastas como eBay, alcanzando unos precios entre 5.000 y 8.356 d¨®lares, cifra obtenida por una de estas copias subastada el 2 de diciembre de 2012 en eBay. Un a?o antes, en 2011, otro World Championships gris donado a la causa ben¨¦fica Child¡¯s Play Charity alcanz¨® los 11.500$. El m¨¢s reciente de los grises del que se tiene constancia sali¨® a la venta con un precio de 20.000 d¨®lares hace apenas unas semanas, y de hecho cuando le¨¢is estas l¨ªneas, har¨¢ menos de un d¨ªa que la subasta termin¨®, exactamente a las 5 de la tarde hora de California del 17 de julio de 2014, sin haber comprador. Teniendo en cuenta los precios de los cartuchos oficiales de competici¨®n, 20.000$ pueden ser muchos d¨®lares, pero la subasta inclu¨ªa el juego m¨¢s items como su caja original, funda, cubierta anti-polvo para exhibici¨®n, poster firmado por uno de los tres ganadores de la competici¨®n World Championship - Thor Aackerlund- y hasta flyers del evento.
Pero a la hora de hablar de las subastas del modelo dorado, ya entramos en otro terreno, y siempre con el peligro a?adido de que, a diferencia de los grises, los de oro no tienen n¨²mero de serie que les permita ser rastreados, por lo que su verificaci¨®n es mucho m¨¢s complicada y hay que tener cuidado cuando se anuncia una subasta. Hasta hace un par de a?os, el cartucho m¨¢s caro de la historia ten¨ªa un precio entre 15.000 y 20.000$. ¡¯15 de los grandes¡¯ que dir¨ªamos en argot yankee se pagaron en 2008 por uno de los 26 dorados, pero al a?o siguiente el precio subi¨® por otro de estos, costando a la puja ganadora 17.500$ -estamos hablando de 13.000 euros al cambio por un cartucho de NES, 13.000€ que se dicen pronto. En diciembre del mismo a?o, un World Championships Gold fue subastado con fines ben¨¦ficos, alcanzando los 13.600$, aunque el pujador tuvo problemas con el pago, y el cartucho fue vendido ¡®bajo mano¡¯ de manera privada por 18.000$, estableciendo un l¨ªmite en cuanto al precio del juego.
Los que sean expertos o conocedores en este mundillo privado del coleccionismo de alto nivel podr¨¦is estar pensando en otras rarezas extremadamente caras que superan con facilidad estas cantidades ¨Cdependiendo tambi¨¦n de su estado y si est¨¢ o no precintado- como las que vemos en el cat¨¢logo Atari 2600 del estilo de Gamma Attack ¨Centre 20.000-50.000$, aunque su extrema rareza llevaron a un coleccionista a intentar sacar 500.000$ por ¨¦l por la ¨²nica copia existente al parecer-, Birthday Mania -15.000-35.000$- o Air Raid ¨Centre 3.400-33.400$; un Stadium Events NTSC precintado de 75.000$; o el Tetris 'no oficial' de Mega Drive -Mirrorsoft vendi¨® la licencia a SEGA en la batalla por los derechos que Nintendo gan¨®, por lo que SEGA tuvo que destruir todas las copias hechas, salv¨¢ndose 8, una de las cuales, firmada por el mism¨ªsimo autor del Tetris original Aleks¨¦i P¨¢zhitnov (motivo que lo hace m¨¢s ser de coleccionismo) le cost¨® a un coleccionista espa?ol 11.000$ y la puso en venta un desmesurado precio de un mill¨®n de d¨®lares que nadie lleg¨® a pagar oficialmente, aunque el juego fue vendido fuera de eBay de manera discreta a un coleccionista alem¨¢n sin saberse el precio. Pero el record y las cantidades de Gamma Attack fueron superados hace pocos meses. Enero 2014 es un mes clave en la cotizaci¨®n del modelo dorado de World Championships, empezando por una copia ¡°en buen estado¡± vendida por 17.500$ apenas empezar este a?o en que estamos.
Justo despu¨¦s sali¨® un World Championships dorado que empez¨® el 24 de enero por 4.999$, alcanzando los 99.902$ al final, aunque el autor de la puja ganadora se neg¨® a pagar tal cantidad, excus¨¢ndose en que su hijo de dos a?itos hab¨ªa pujado ¡°por accidente¡±. Un tercer Gold se vendi¨® el 25 de enero por 20.200$. Y, casi a la vez, un cuarto cartucho dorado comenz¨® otra puja por 4.999$. Es este el modelo que ha acabado entrando en la particular historia del juego, pues el 4 de febrero de este a?o, la puja n¨²mero 71 acab¨® pagando 100.088 d¨®lares, o sea, casi 74.000 euros, por uno de los 26 World Championships genuinos de oro¡ M¨¢s 75$ aparte para que FedEx se lo llevase a su casa con env¨ªo prioritario. Se trata del mayor precio por un cartucho NES en los 31 a?os de vida del sistema, superando el record que una copia sellada del Stadium Events americano estableci¨® al ser vendido por 75.000$. El record est¨¢ aqu¨ª, a la vista, establecido, asi que falta ver si en los pr¨®ximos a?os siguen surgiendo el resto de los 26 de oro que siguen diseminados por todo Estados Unidos.
Para los coleccionistas que les gustar¨ªa tener un World Championships en su colecci¨®n simplemente por el placer de tener semejante curiosidad, decirles que el site retrousb.com empez¨® en 2008 a vender reproducciones jugables de este, id¨¦ntico en todo ¨Cincluso con los selectores DIP-, excepto que su carcasa es azul, y que la placa base es distinta, para evitar confusiones y estafas en las pujas de los modelos genuinos grises y dorados. Vale, no es ni de lejos lo mismo, pero el 90% de los que estamos aqui no podr¨ªamos igualar pujas por alguno de los dos tipos de los originales con los precios actuales -ni con los de hace varios a?os tampoco-, por lo que siempre se agradece tener un pedacito de historia gamer, aunque sea una reproducci¨®n facs¨ªmil econ¨®mica.
No vamos a terminar esto sin contaros que tal fue la primera competici¨®n deportiva que Nintendo celebraba en los Estados Unidos, y c¨®mo fueron los premios. Divididos los cientos de participantes en tres grupos de edad ¨CMenores de 11, Entre 12-17, De 18 hacia arriba- estos jugaban en varias tandas durante un fin de semana, desde viernes por la tarde hasta el domingo por la noche, clasific¨¢ndose en una primera ronda si alcanzaban los 175.000 puntos, y para las semifinales posteriormente si alcanzaban los 200.000.
El domingo de ese fin de semana se decidieron los treinta finalistas que competir¨ªan en cada categor¨ªa para un puesto en las ¡®World Finals¡¯. De los tres grupos de edad se escogieron a siete jugadores, los que hab¨ªan obtenido la mayor puntuaci¨®n, y las finales se celebraron, como no pod¨ªa ser de otra manera seg¨²n The Wizard, en los Universal Studios de Hollywood. De cada grupo quedaron s¨®lo siete jugadores, que siguieron compitiendo hasta que dos finalistas surgieron para cada grupo de edad. Seis en total que lucharon One vs One por la victoria en su grupo, siendo los ganadores Jeff Hansen en Menores de 11, Thor Aackerlund en 12-17 y Robert Whiteman en +18. Aunque no se pens¨® en hacerlos competir entre ellos, jugaron una partida de manera informal entre los tres, ganando Thor. Hansen viaj¨® como representante americano a los World Championships de Jap¨®n, y hasta tuvo una revancha en Las Vegas a posteriori con el campe¨®n nip¨®n.
Bien generosa con los premios, Nintendo se dej¨® un dineral en los World Championships USA: Cada semifinalista ¨Clos 30 que compitieron en Universal Studios por cada categor¨ªa-, ganaron 50 d¨®lares en productos Nintendo y una gorra de beisbol con dos pins de Super Mario. Los siete que se clasificaron en cada grupo se llevaron una Game Boy; de estos, los dos que fueron a la final adem¨¢s recibieron 250$ en met¨¢lico, un par de zapatillas Reebok, un codiciado trofeo pintado en oro y un U-Force de NES ¨Cuno de los primeros intentos de control por movimiento con sensores que tuvo tan malas cr¨ªticas como el Power Glove o el Activator de SEGA.
Los cinco restantes se fueron a casa con 1.000$ en bonos. De los 6 finalistas en total, dos por cada categor¨ªa, los que perdieron tambi¨¦n se llevaron 1.000$ en bonos y un trofeo plateado de Mario. Pero los ganadores, Hansen, Aackerlund y Whiteman, tuvieron que alquilar un tr¨¢iler para meter dentro la TV de retro-proyecci¨®n de 40¡¯¡¯ ¨Cuna bestialidad en la ¨¦poca-, el trofeo dorado de Mario, los 10.000$ en bonos y el coche Geo Metro descapotable reci¨¦n salido al mercado.
Pero quiz¨¢s el premio de m¨¢s valor que pudieron obtener es uno de aquellos 90 cartuchos grises de competici¨®n, hoy tan rara avis, quiz¨¢s no tan valiosos como los dorados, pero al fin y al cabo igual de ¨²nicos y singulares. Y una de esas piezas que un jugador, ya fuese uno de los 90 que originalmente los ganaron, o un coleccionista que haya tardado a?os en conseguirlo, sonr¨ªe al mirarlo en su estanter¨ªa, como todos solemos hacer con ese t¨ªtulo especial que tiene nuestro aprecio por encima de otros.
Y aqu¨ª acaba esta historia que empez¨® con una consola m¨ªtica, luego con un film testigo de su popularidad, y m¨¢s tarde con una competici¨®n a recordar de la que sali¨® una pieza tan codiciada como ¨²nica en c¨ªrculos bien elitistas. Aunque si de algo est¨¢ lleno este sector que algunos hemos convertido en nuestra vida, es de muchos m¨¢s relatos como este, con diferentes protagonistas, distintas situaciones, pero con cosas igual de ¨²nicas, raras, valiosas y/o fascinantemente curiosas que merecen ser conocidas y descubiertas.
Aunque eso, jugones y wizards, s¨ª que es otra historia que contar otro d¨ªa.