Regreso al Pasado: Battletoads

Cuando Kevin Eastman y Peter Laird crearon en 1984 Teenage Mutant Ninja Turtles, un curioso (y extra?o, por qu¨¦ no decirlo) c¨®mic protagonizado por cuatro tortugas antropom¨®rficas con habilidades ninja y nombres de pintores del Renacimiento, ni mucho menos se imaginaban la trascendencia que acabar¨ªa adquiriendo su obra. Sin otra intenci¨®n que echarse unas risas parodiando algunos de los tebeos m¨¢s populares de la ¨¦poca (Daredevil, Los Nuevos Mutantes, Cerebus y Ronin), estas Tortugas Ninja habr¨ªan quedado como una simple curiosidad de no ser por un agente especialista en el mercado de licencias, llamado Mark Freedman. ?ste intuy¨® un tremendo potencial en aquellos quelonios mutados, y as¨ª se lo hizo saber a Eastman y Laird. En 1986 llegaron algunas figuras de acci¨®n, mientras que en 1987 irrumpi¨® la serie de animaci¨®n que har¨ªa a las tortugas adquirir fama mundial. 10 temporadas, un total de 193 episodios, tres pel¨ªculas de imagen real y todo el merchandising que uno se pueda imaginar convirtieron a las Tortugas Ninja en un icono pop de los 80 y 90, que incluso a d¨ªa de hoy sigue apareciendo con cierta regularidad tanto en televisi¨®n como en pantalla grande.

Por supuesto, quien dice merchandising, dice videojuegos. A lo largo de los a?os las Tortugas Ninja han disfrutado de un sinf¨ªn de t¨ªtulos que ya repasamos en esta secci¨®n hace unos cuantos a?os. Y tambi¨¦n por supuesto, quien dice ¨¦xito, dice competidores. Tras el descomunal triunfo de las Tortugas Ninja, todo hijo de vecino se lanz¨® a crear su propia serie protagonizada por animales antropom¨®rficos con ganas de pelea: Tiburones Callejeros, Motoratones de Marte, Dinosaurios Extremos¡­ Todas estas series pasaron con m¨¢s pena que gloria por las sesiones matinales, y hoy d¨ªa est¨¢n completamente olvidadas. Aunque existi¨® un caso muy curioso, que a¨²n a d¨ªa de hoy es recordado por los aficionados a pesar de que su recorrido finaliz¨® en 1994: Battletoads.

A pesar de que Battletoads obtuvo un considerable ¨¦xito en el mundo del videojuego, su fortuna acab¨® siendo desigual cuando trat¨® de expandirse a otros medios. El m¨¢s obvio era, por supuesto, la animaci¨®n, con una serie de dibujos que los hermanos Stamper esperaban que les reportara ping¨¹es beneficios. Se puso toda la carne en el asador, contratando incluso a David Wise, uno de los guionistas principales de la serie de animaci¨®n de las Tortugas Ninja, para que se hiciera cargo del libreto del episodio piloto, el cual acab¨® emiti¨¦ndose en 1992. En dicho episodio se nos revelaba el origen de las Battletoads: tres universitarios californianos que adquieren la habilidad de convertirse en ranas gigantes de fuerza sobrehumana y capacidad de moldear sus miembros para tomar forma de armas mortales. Pero la serie de animaci¨®n nunca pas¨® de ah¨ª, dado que el episodio piloto fue un aut¨¦ntico desastre tanto de cr¨ªtica como de audiencia. Poco despu¨¦s, Guy Miller, uno de los empleados de Rare, public¨® en la revista Nintendo Power un c¨®mic donde de nuevo se narraba el origen de estas ranas batalladoras (curiosamente, los humanos transformados pasaban de universitarios a beta testers). Eso fue pr¨¢cticamente todo lo que dio de s¨ª el universo Battletoads fuera del ¨¢mbito del videojuego.

Afortunadamente, el ¨¦xito que se le neg¨® a las ranas guerreras fuera de las consolas no fue ¨®bice para que saborearan la fortuna en el medio que las vio nacer. Y es que Rare era mucha Rare, y todos los juegos que componen la franquicia (el original de NES, la entrega de Super Nintendo, el crossover con Double Dragon y la recreativa) son excepcionales, dignos de reivindicar y jugar para tambi¨¦n saborear la legendaria dificultad de la que hacen gala. Sin m¨¢s dilaci¨®n, subamos a nuestro viejo y fiel DeLorean, el cual hemos pintado de verde para la ocasi¨®n (ojo, verde rana, no verde tortuga), y embarqu¨¦monos en un viaje hacia los primeros 90, una ¨¦poca en la que los animales antropom¨®rficos expertos en artes marciales acababan de conquistar el mundo.

Battletoads
A?o de lanzamiento: 1991
Plataformas: NES, Amiga, Amiga CD32, Game Boy, Mega Drive, Game Gear

Tal y como mencionamos en la introducci¨®n, a finales de los 80 unos tales Leonardo, Donatello, Michaelangelo y Raphael se hab¨ªan adue?ado de la parrilla televisiva, y generaron un sinf¨ªn de merchandising, incluidos varios videojuegos entre los que destacaba un beat ¡¯em up desarrollado por Konami y destinado a m¨¢quinas recreativas. Los hermanos Tim y Chris Stamper, viendo a?os atr¨¢s que lo del desarrollo de videojuegos para ordenadores de 8 bits no ten¨ªa futuro, y observando adem¨¢s que gracias a la NES de Nintendo las videoconsolas comenzaban a recuperar el terreno que perdieron en 1983 a favor de los ordenadores personales, decidieron vender buena parte de Ultimate a U.S. Gold (compa?¨ªa infame donde las haya, como todo el que haya vivido la ¨¦poca de finales de los 80/comienzos de los 90 podr¨¢ corroborar) y reinventar su estudio de desarrollo bajo el nombre de Rare Ltd.

Tras esto, no dudaron en jurar amor eterno a Nintendo. Convencer a la gran N para desarrollar en su consola era complicado, pero no imposible. Lo que s¨ª se convert¨ªa en una aut¨¦ntica odisea era sortear los contratos leoninos que los ejecutivos de Nintendo les pon¨ªan delante para asegurarse de que toda third party que quisiera trabajar con ellos desarrollar¨ªa ¨²nicamente juegos en consolas de la gran N. La Historia nos dice que no tuvieron m¨¢s remedio que tragar con lo que hab¨ªa (las conversiones existentes de sus juegos para otras plataformas tuvieron que ser creadas por terceras compa?¨ªas, al menos hasta mediados de los 90), pero dado que Nintendo se hab¨ªa adue?ado de los mercados japon¨¦s y americano (la Mega Drive a¨²n no hab¨ªa asomado sus circuitos por Estados Unidos), adem¨¢s de una parte relevante del europeo, estaba claro a qu¨¦ caballo ganador deb¨ªan apostar los hermanos Stamper.

La Rare de finales de los 80 era una aut¨¦ntica m¨¢quina de desarrollar juegos. Entre 1986 (a?o de su debut en Nintendo con el videojuego Vs. Slalom) y junio de 1991 (a?o de lanzamiento del primer Battletoads), la compa?¨ªa de los Stamper estuvo involucrada en la programaci¨®n de nada m¨¢s y nada menos que 44 juegos. 44 juegos en unos 5 a?os es una cifra realmente asombrosa, aun teniendo en cuenta que antes se tardaba infinitamente menos tiempo que ahora en programar un t¨ªtulo, y entre dichos juegos se encontraban ¨¦xitos como la saga Wizard & Warriors, R.C. Pro-Am, Snake Rattle ¡®n¡¯ Roll o Solar Jetman, as¨ª como conversiones destinadas a NES y Game Boy de t¨ªtulos de la categor¨ªa de Marble Madness, California Games, Jordan Vs. Bird o Cabal. Adem¨¢s, desarrollaron una buena parte de los juegos de la WWF (en plena edad dorada, con luchadores como el recordado ?ltimo Guerrero o Hulk Hogan) que sol¨ªan aparecer en dichas consolas.

Ya a principios de los 90 comenzaba a estar claro que la era de los ordenadores (con la excepci¨®n del siempre cambiante PC, claro est¨¢) iba a llegar a su fin. Los micros de 8 bits ya estaban siendo enterrados, y los principales ordenadores de 16 bits, Atari ST y Amiga, se encontraron con un par de duros rivales en su lucha por la supervivencia: Mega Drive, lanzada en Jap¨®n en 1988, y Super Nintendo, la cual lleg¨® al pa¨ªs del sol naciente all¨¢ por 1990. Todo apuntaba a que las dos consolas mencionadas anteriormente ser¨ªan el futuro, pero Rare se resist¨ªa a aceptarlo. En 1991 todav¨ªa se contaban por muchos millones los hogares que ten¨ªan una Famicom/NES plenamente funcional en sus casas, y adem¨¢s la compa?¨ªa de los Stamper hab¨ªa desarrollado una maestr¨ªa pr¨¢cticamente inigualable a la hora de programar para ella, despu¨¦s de todo un lustro lanzando juegos de manera ininterrumpida.

Para su pr¨®ximo videojuego, Rare quer¨ªa poner toda la carne en el asador, as¨ª que bajo la direcci¨®n de los propios Chris y Tim Stamper, y tomando como obvia referencia a las Tortugas Ninja que por entonces arrasaban en todos los medios de entretenimiento habidos y por haber, crearon una nueva licencia a la que bautizaron como Battletoads, la cual ver¨ªa su puesta de largo gracias a un juego para NES que se contar¨ªa entre lo m¨¢s destacado jam¨¢s programado a nivel tecnol¨®gico para la 8 bits de Nintendo. Al igual que hiciera Konami con su recreativa de las Tortugas Ninja, Rare tom¨® como inspiraci¨®n para el desarrollo del videojuego a las obras maestras de Technos que inauguraron el g¨¦nero beat ¡¯em up (o ¡°yo contra el barrio¡±, como se conoc¨ªa por estos lares): Renegade y Double Dragon.

El argumento de Battletoads narra c¨®mo dos guerreros mutantes espaciales, Rash y Zitz, se embarcan en toda una odisea para conseguir rescatar a Pimple (el tercer Battletoad) y a la princesa Ang¨¦lica, quienes han sido secuestrados por la malvada, p¨¦rfida, infame, ruin, despiadada (y dem¨¢s adjetivos malignos) Reina Oscura, con aspecto de dominatrix y un f¨ªsico de esos capaces de convertir a una rana en un pr¨ªncipe. ?Pero no! Nuestros guerreros no se dejar¨¢n seducir por tan mal¨¦fico ser y se dispondr¨¢n a frustrar los planes de dominaci¨®n (no sabemos si en el sentido de fusta, l¨¢tigo, bozal y dem¨¢s arreos, dado el aspecto de la emperatriz del mal) universal de la Reina Oscura al tiempo que rescatan a su amigo y su princesa. ?Y no! Este argumento tan trabajado y original tampoco fue nominado al Mejor Guion Original durante los Oscar de 1991, seguramente debido a que la academia por entonces tampoco quer¨ªa o¨ªr hablar de videojuegos. En caso contrario, estamos seguros de que se lo habr¨ªa llevado de calle.

Este primer Battletoads (y tambi¨¦n los siguientes) es recordado sobre todo por su legendaria dificultad. Si cualquier usuario acostumbrado a las facilidades de hoy d¨ªa (vidas infinitas, puntos de control a cada cent¨ªmetro de recorrido, regeneraci¨®n de salud¡­) lo juega, seguramente acabar¨¢ lanz¨¢ndose bajo la cama mientras llama a gritos a su mam¨¢. Pero hablamos de Rare, as¨ª que dicha dificultad solo es eso: dificultad. El juego no es injusto, solo es exigente; requiere aprendizaje y perseverancia, dos aspectos que hoy d¨ªa brillan por su ausencia en pr¨¢cticamente cualquier t¨ªtulo con opci¨®n monojugador. Dicho esto, tambi¨¦n hay que tener en cuenta que Battletoads es un juego que cuenta con mec¨¢nicas muy variadas. Al principio nos encontramos ante un beat ¡¯em up, pero luego deberemos superar fases que cambian por completo la jugabilidad, as¨ª que la variedad (algo de lo que adolecen muchos beat ¡¯em ups) aqu¨ª est¨¢ m¨¢s que asegurada. En ning¨²n momento sabremos lo que el juego nos tiene reservado a continuaci¨®n, algo que invita a superar los duros desaf¨ªos que se nos van presentando constantemente.

En las secciones de beat ¡¯em up, podremos portar alguna arma contundente, e incluso subirnos a la grupa de diversos bichos e ingenios al m¨¢s puro estilo Golden Axe. Luego nos encontramos con secciones de scroll r¨¢pido y continuo (son de las m¨¢s dif¨ªciles del juego) en las que deberemos esquivar obst¨¢culos, partes en las que el salto entre plataformas se convierte en un elemento importante de nuestro avance, segmentos submarinos (no en vano, las Battletoads son ranas), ascenso por torres al m¨¢s puro estilo Nebulus¡­ Lo dicho, variedad por encima de todo. Y atenci¨®n al detalle, por supuesto. Rare incluy¨® en el juego no pocos homenajes al mundillo (atentos por ejemplo a los marcianitos de Space Invaders) que el jug¨®n veterano sabr¨¢ apreciar convenientemente.

A nivel t¨¦cnico, el juego es simplemente deslumbrante. Ya en la intro nos aparecer¨¢ una nave que se precipitar¨¢ desde el fondo de la pantalla sobre nosotros, y acabar¨¢ aterrizando en un planeta usando una suerte de zoom de esos que se supone que la NES no es capaz de crear. Pero para Rare no hay imposibles, tal y como comprobar¨ªamos a?os despu¨¦s en el primer Donkey Kong Country. As¨ª, en este Battetoads de NES tambi¨¦n encontraremos fases con scroll doble, rotaciones en los niveles de ascenso por la torre, un fenomenal uso de la limitada paleta de color de la NES, decorados de fondo que se deforman y cambian ante nuestros ojos¡­ En definitiva, con Battletoads, Rare consigue llevar a la 8 bits de Nintendo hacia fronteras que la hist¨®rica consola jam¨¢s habr¨ªa cre¨ªdo poder alcanzar.

Conversiones saltarinas

Tal y como mencionamos anteriormente, Rare no pod¨ªa programar para otros sistemas dom¨¦sticos por contrato, siendo una imposici¨®n que Nintendo exig¨ªa a todos sus third parties para asegurarse de que el cat¨¢logo de la competencia no llegara a ser tan fuerte como el de sus consolas. As¨ª, Rare solo pudo programar la conversi¨®n de Battletoads destinada a Game Boy, aunque dado que la licencia de las ranas guerreras le pertenec¨ªa, la compa?¨ªa de los Stamper era libre de encargar a terceras compa?¨ªas las conversiones centradas en plataformas que no fueran de Nintendo. Mindscape program¨® las versiones destinadas a ordenadores de 16 bits, aunque finalmente Atari ST y PC se quedaron fuera y el juego solo lleg¨® a Amiga. Esta versi¨®n de Battletoads posee un nivel t¨¦cnico superior al del juego de NES (obviamente), aunque el apartado sonoro es inferior a pesar de la m¨¢s que demostrada solvencia del ordenador de Commodore en dicho apartado. Adem¨¢s, se modificaron varias fases y no pocas mec¨¢nicas para rebajar la dificultad del Battletoads original, algo que se agradece en las casi imposibles secciones de scroll continuo con obst¨¢culos (que en el juego de Amiga ni aparecen), todo sea dicho, aunque quiz¨¢s a Mindscape se le fue la mano con el resto de concesiones al jugador ocasional, dejando al Battletoads de Amiga sin una de las virtudes de la versi¨®n original. Esta conversi¨®n tambi¨¦n fue lanzada en Amiga CD32, con la ¨²nica diferencia de la inclusi¨®n de un nuevo nivel.

De las versiones destinadas a Mega Drive y Game Gear se encarg¨® una compa?¨ªa que a todos os sonar¨¢: Arc System Works. Maestros de la lucha, genios del p¨ªxel y el sprite, antes de adquirir una merecida fama con su saga Guilty Gear, los chicos de Minoru Kidooka eran especialistas en llevar a buen puerto este tipo de conversiones. As¨ª, la versi¨®n Mega Drive de Battletoads es la m¨¢s cercana al original de NES, con el obvio aumento de calidad audiovisual que aprovecha el mayor potencial t¨¦cnico de la 16 bits de Sega. Las secciones m¨¢s dif¨ªciles vistas en NES tambi¨¦n vieron aqu¨ª rebajada su mala baba, pero el trabajo de Arc System result¨® ser mucho m¨¢s equilibrado que el de Mindscape, y solo se modifica lo que en el Battletoads de NES estaba reservado a los dioses del mando, dejando con ello un juego m¨¢s accesible, pero igualmente desafiante.

La versi¨®n Game Gear tambi¨¦n es excelente. No hay escenas entre niveles y tanto los sprites como los escenarios han visto reducidas sus dimensiones para adaptarse a la peque?a pantalla de la port¨¢til de Sega, pero por lo dem¨¢s es una conversi¨®n fenomenal que incluye 10 de los 13 niveles del original de NES. Curiosamente, aunque la versi¨®n Game Boy estuvo desarrollada por la misma Rare, la compa?¨ªa de los Stamper se encontr¨® con no pocos problemas para sacarla adelante. Un menor n¨²mero de niveles y enemigos, gr¨¢ficos simplificados, 9 niveles que poseen no pocas diferencias con la versi¨®n original, hasta el punto de que pr¨¢cticamente podr¨ªamos hablar de un juego distinto¡­ Eso s¨ª, la infernal dificultad de NES sigue presente en Game Boy, y es que Rare es mucha Rare. Ya en 1994 se lanz¨® una segunda conversi¨®n, titulada Battletoads in Ragnarok¡¯s World, que s¨ª se encontraba mucho m¨¢s cercana al Battletoads de NES. Solo aparecen 8 de los 13 niveles originales, pero por lo dem¨¢s es una adaptaci¨®n muy fiel al original.

Battletoads in Battlemaniacs
A?o de lanzamiento: 1993
Plataformas: Super Nintendo, Master System

Tarde o temprano ten¨ªa que pasar. Aunque Battletoads ya hab¨ªa saltado a varios sistemas dom¨¦sticos gracias a terceros desarrolladores, la licencia hab¨ªa nacido en Nintendo, fue originalmente programada por un estudio af¨ªn a Nintendo, y se sent¨ªa como un producto Nintendo. As¨ª que era de esperar que las ranas guerreras acabaran asomando las ancas en la plataforma top de la gran N, y lo hicieron un par de a?os despu¨¦s de su lanzamiento original en NES. Battletoads in Battlemaniacs para Super Nintendo es todo lo que se puede esperar y m¨¢s de un videojuego de Rare lanzado en el m¨ªtico Cerebro de la Bestia. Incluso casi podr¨ªa ser considerado como una conversi¨®n del Battletoads original de NES, ya que toma prestadas muchas de las mec¨¢nicas jugables de aquel, cuando no fases enteras. Pero nada m¨¢s verlo nos daremos cuenta que el juego va m¨¢s all¨¢ de una conversi¨®n al uso, ya que ha sido creado de cero para aprovechar al m¨¢ximo el potencial de la 16 bits de Nintendo, elev¨¢ndolo todo a la en¨¦sima potencia.

Tenemos un nuevo malo en la funci¨®n, un ser bastante desagradable a la vista llamado Silas Volkmire, aunque nuestra estimada (y mucho m¨¢s agradecida a las retinas) Dark Queen tambi¨¦n se apunta al espect¨¢culo. El argumento va de un sistema de realidad virtual, de esos tan de moda en los 90 y que ahora parecen volver para ¡°quedarse¡±, a cuya presentaci¨®n acuden nuestras ranas guerreras junto al profesor T. Bird. Dicho sistema parece capaz de generar todo un mundo virtual conocido como ¡°Gamescape¡± y, como no pod¨ªa ser de otra manera, de ¨¦l salen unos cuantos esbirros de Silas, secuestran a la hija del mandam¨¢s de la compa?¨ªa creadora del invento, y ya de paso tambi¨¦n a Zitz (parece que secuestrar a ranas guerreras estaba de moda en aquellos a?os). As¨ª, las Battletoads restantes no dudan en introducirse en Gamescape para rescatar a su compa?ero, a la f¨¦mina en apuros y dar una buena tunda al feo de Silas Volkmire.

Battletoads & Double Dragon
A?o de lanzamiento: 1993
Plataformas: NES, Mega Drive, Super Nintendo, Game Boy

En 1993 lleg¨® a las consolas uno de los crossovers m¨¢s alocados e inesperados jam¨¢s lanzados. Pr¨¢cticamente al mismo tiempo que Rare se encargaba de tunear el Battletoads original de NES para lanzar el Battlemaniacs de Super Nintendo, el estudio comenz¨® a desarrollar una secuela del mencionado original de 8 bits, el cual estar¨ªa destinado a la misma consola. Fue entonces cuando les lleg¨® una interesante propuesta por parte de Tradewest, los distribuidores de la franquicia. Adem¨¢s de la licencia de las ranas guerreras, hab¨ªa otra saga legendaria que Tradewest se encargaba de distribuir: Double Dragon; as¨ª que lo que la compa?¨ªa suger¨ªa era ni m¨¢s ni menos que realizar un cruce entre ambas sagas. Tras conseguir el benepl¨¢cito por parte de Technos Japan (los programadores de Double Dragon), no hab¨ªa m¨¢s que ponerse manos a la obra. Rare nunca hab¨ªa ocultado su inspiraci¨®n en los juegos de Technos a la hora de desarrollar Battletoads, por lo que ahora el c¨ªrculo se hab¨ªa cerrado. Battletoads 2 se convirti¨® en Battletoads & Double Dragon, toda una golosina que ning¨²n aficionado a los ¡°yo contra el barrio¡± iba a dejar escapar.

Battletoads & Double Dragon es m¨¢s Battletoads que Double Dragon, dado que la programaci¨®n recay¨® ¨²nicamente en Rare, limit¨¢ndose Technos a aparecer en los cr¨¦ditos y poco m¨¢s. Pero los hermanos Lee estaban en buenas manos, dado que para los programadores brit¨¢nicos era todo un honor trabajar con ellos. As¨ª, aunque abundan las secciones de beat ¡¯em up, tambi¨¦n est¨¢ presente la variedad de mec¨¢nicas jugables que ha sido desde siempre el santo y se?a de la franquicia Battletoads, con fases a lomos de motos voladoras, peligrosos descensos por abismos insondables, niveles de plataformeo puro y duro, e incluso curiosas secciones de matamarcianos inspiradas por el cl¨¢sico Asteroids (Atari, 1979). Battletoads & Double Dragon es el primer t¨ªtulo de la franquicia en el que podemos seleccionar a las tres ranas guerreras (aqu¨ª ninguna fue secuestrada), adem¨¢s de a Billy y Jimmy Lee, los protagonistas de DD.

La entrega original de NES era tan asombrosa a nivel t¨¦cnico como el primer Battletoads, encontr¨¢ndose repleta de efectos gr¨¢ficos que se supon¨ªa no eran posibles en la 8 bits de Nintendo. La versi¨®n Game Boy pierde el modo de dos jugadores simult¨¢neos, aunque es una excelente conversi¨®n que atesora todas las virtudes del juego original. Al respecto quiz¨¢ habr¨ªa que criticar el tama?o de los sprites, que no se adaptaron a las dimensiones de pantalla de la port¨¢til de Nintendo. Su volumen era pr¨¢cticamente id¨¦ntico al de NES, por lo que el jugador contaba con menos terreno para moverse y un campo visual limitado que pod¨ªa dar problemas en las fases de scroll continuo.

La adaptaci¨®n del juego a 16 bits (Rare se encarg¨® tanto de la versi¨®n SNES como de la de MD) supuso un obvio salto de calidad a nivel gr¨¢fico. Cada versi¨®n tiene sus puntos fuertes y d¨¦biles (mejores gr¨¢ficos y calidad de sonido para Super Nintendo, m¨¢s pistas musicales y animaciones extra para los enemigos en la de Mega Drive), as¨ª que acaban quedando equilibradas, siendo ambas perfectamente recomendables. Eso s¨ª, en lo que a Super Nintendo se refiere, Battletoads & Double Dragon es claramente inferior a nivel visual respecto a Battlemaniacs, y es que la diferencia entre una conversi¨®n y un juego creado de cero espec¨ªficamente para la m¨¢quina se nota aqu¨ª bastante.

Battletoads Arcade
A?o de lanzamiento: 1994
Plataforma: Arcade

Nos encontramos ante el ¨²ltimo Battletoads lanzado hasta la fecha (ojal¨¢ los rumores sean ciertos, y en el ya casi inminente E3 seamos testigos del regreso de las ranas guerreras), y tambi¨¦n ante el mejor de la saga. La franquicia se despidi¨® a lo grande, y lo hizo en el mejor terreno posible: el sal¨®n recreativo. La reverencia de la compa?¨ªa de los Stamper hacia estos a?orados templos del videojuego se intu¨ªa ya desde los tiempos de su primer videojuego (Jetpac, lanzado en 1983), as¨ª que sin duda con este Battletoads Arcade se dieron el gustazo de desarrollar el t¨ªtulo definitivo de las ranas guerreras, sin tener que lidiar con las limitaciones t¨¦cnicas que tanto NES como Super Nintendo adolec¨ªan respecto a las placas recreativas. Adem¨¢s, tampoco tuvieron que preocuparse por la censura que Nintendo siempre exig¨ªa activar en temas de sangre y violencia desbocada (esta recreativa fue distribuida por Electronic Arts), por lo que las ranas pod¨ªan ser m¨¢s mort¨ªferas que nunca.

Ver por ejemplo c¨®mo utilizan sus capacidades metam¨®rficas para clavar los dedos en sus enemigos y hacerlos sangrar como gorrinos, c¨®mo los decapitan sin compasi¨®n, o c¨®mo agarran a los bichos m¨¢s grandes de la huevera para machacarles las partes blandas es algo sin duda espectacular. Rare ofrece por lo tanto una versi¨®n m¨¢s adulta y radical de sus personajes, y desde luego es algo que sienta como un guante a la licencia, dando la impresi¨®n de que en este Battletoads Arcade se nos mostraba a las ranas guerreras ¡°originales¡±, mientras en consolas se nos ofrec¨ªa una adaptaci¨®n edulcorada de las mismas. En lo que a dureza del juego se refiere, nos encontramos con la siguiente ecuaci¨®n: Rare + Recreativa = Dificultad Legendaria. Solo los aut¨¦nticos dioses del joystick podr¨¢n avanzar en el juego sin gastar una fortuna en el intento.

Aunque este Battletoads Arcade basa la mayor¨ªa de su jugabilidad en el beat ¡¯em up cl¨¢sico, no faltan a la cita las secciones que introducen mec¨¢nicas diversas, otorgando una agradecida variedad al conjunto, aunque menos perceptible que en las entregas destinadas a plataformas dom¨¦sticas. De todas maneras, como beat ¡¯em up puro y duro, Battletoads Arcade es un juego sensacional, uno de los mejores del g¨¦nero vistos en salones recreativos, lo cual es mucho decir teniendo en cuenta las maravillas que compa?¨ªas como Capcom o Konami tambi¨¦n desarrollaban por aquella ¨¦poca. Como ya sucediera en Battletoads & Double Dragon, aqu¨ª podemos seleccionar a cualquiera de las tres ranas, las cuales se encuentran m¨¢s diferenciadas que nunca. Adem¨¢s, existe la posibilidad de que hasta tres jugadores se unan a la partida al mismo tiempo, por lo que es una gozada ver al equipo al completo repartiendo estopa de la buena.

Sprites gigantescos, acci¨®n incesante, gr¨¢ficos espectaculares, banda sonora de gran intensidad¡­ Battletoads Arcade no es otra cosa que un aut¨¦ntico juegazo de principio a fin al que pocos peros se le pueden poner. Dividido en seis niveles de considerable longitud para lo que suele ser habitual en una recreativa, con fases de bonus que homenajean a otros cl¨¢sicos del guantazo a mano abierta (cuando vemos la del jet es inevitable pensar en el coche que reducimos a tornillos en Final Fight -Capcom, 1989-), Battletoads Arcade desata todo el potencial de la licencia, convirti¨¦ndose en el broche de oro perfecto para una franquicia que no dej¨® indiferente a nadie que la jugara en su momento.

Despedida y cierre

Querido hu¨¦sped, finaliza aqu¨ª el homenaje brindado a las legendarias Battletoads, una franquicia que cont¨® con cuatro extraordinarios juegos. Esperamos y deseamos que Microsoft (la actual propietaria de la malograda y casi extinta Rare) la recupere m¨¢s pronto que tarde ahora que se cumplen 20 a?os desde el lanzamiento de su ¨²ltimo videojuego. Eso s¨ª, de llevarse a cabo el deseado anuncio, surge una pregunta: ahora que Rare est¨¢ ya para pocos trotes, ?qu¨¦ estudio crees que ser¨ªa el ideal para hacerse cargo de un nuevo Battletoads? Con la pregunta en el aire, ya solo queda subir a nuestro viejo y fiel DeLorean para regresar al presente. Hasta nuestra pr¨®xima cita, no olvides permanecer atento a MeriStation y no cambiar de canal. ?Nos leemos!