Project Morpheus, Impresiones

Sony organiz¨® un peque?o evento en Londres con un claro prop¨®sito: presentar a la prensa europea su Project Morpheus, mostrado por primera vez en la Games Developer Conference. Era la oportunidad perfecta para que los que no hubieran acudido a San Francisco pudieran probar el prototipo de gafas de realidad virtual, una experiencia que realmente hay que vivirla en directo para hacerse una idea clara de la misma. Es un prototipo y Sony todav¨ªa no tiene planes espec¨ªficos sobre su futuro desarrollo ni, por supuesto, nada de precios o juegos concretos, pero es s¨®lido, tangible y pronto estar¨¢ en manos de desarrolladores de todo el mundo. De hecho, el propio Yoshida ya mencion¨® que est¨¢ deseando poner kits de desarrollo en manos de la comunidad de estudios independientes, ya que ellos son los que pueden experimentar y probar cosas nuevas con mucha agilidad, mientras que los estudios tradicionales est¨¢n m¨¢s atados, especialmente para lanzarse a un campo que es pr¨¢cticamente una nueva frontera.

Era un evento peque?o, casi familiar, nada que ver con los grandes eventos que Sony puede organizar a lo largo del a?o. Tres demos y tres gafas Morpheus aguardaban a los presentes, dos de ellas siendo demos t¨¦cnicas pr¨¢cticamente, experiencias, mientras que una tercera era Eve Valkyrie, uno de los t¨ªtulos m¨¢s maduros en desarrollo dentro del campo de la Realidad Virtual. Los otros son demostraciones t¨¦cnicas por parte de Sony, demos dedicadas a ilustrar algunos de los mejores aspectos de esta tecnolog¨ªa y a resaltar ciertas ventajas espec¨ªficas de las aproximaciones de Sony a solucionar los m¨²ltiples problemas y retos que tiene esta tecnolog¨ªa. No son s¨®lo las gafas, es el tecnolog¨ªa de seguimiento, los problemas en el control, la exigencia en que la imagen sea consistente y el propio software, en donde se tienen que ofrecer soluciones de dise?o y de software a los retos que presenta este campo. Es dif¨ªcil, pero por eso es excitante y se pod¨ªa apreciar en el personal de Sony que estaba en la sala que est¨¢n viviendo esto con especial ilusi¨®n.

La primera demo que pudimos probar es la conocida The Deep, desarrollada por los estudios de Sony en Londres. Siempre se ha hecho especial menci¨®n a definir esta como una experiencia, ya que no se quiere ofrecer la idea de que se vaya a convertir en un juego o en un producto comercial. Es una prueba de concepto con algunos elementos tremendamente interesantes que hablan alto y claro del potencial de la tecnolog¨ªa. Pero antes de eso, hab¨ªa que resolver algo m¨¢s pedestre como es el ajustar bien los cascos, lo que puede parecer algo menor pero que es de suprema importancia para conseguir un buen resultado. El dispositivo tiene en su parte trasera una parte s¨®lida y otra superior en forma de tira, ambas destinadas a que la sujeci¨®n sea la mejor posible sin resultar inc¨®modo. El dispositivo, que es un prototipo aunque con un excelente acabado, pesa menos de lo que parece y resulta bastante confortable, aunque est¨¢ claro que en demos de cinco minutos es dif¨ªcil decir nada sobre efectos a largo plazo.

En estos primeros compases con la Realidad Virtual, pudimos comprobar en situaci¨®n algo que los que ya tienen su Oculus saben bien. El ajuste no es tan f¨¢cil como ponerse las gafas y listo, hay que dedicarle un tiempo para encontrar su punto adecuado porque a fin de cuentas cada uno tiene su propia fisonom¨ªa y la diferencia entre una imagen clara y una borrosa que arruine la experiencia est¨¢ en una l¨ªnea bastante fina. En particular, la tira s¨®lida y ajustable es clave, tiene que estar en un punto bajo de la parte trasera de la cabeza y muy bien ajustada para que encontremos el punto en el que la ilusi¨®n tome forma. Nos alegr¨® ver por otro lado que el uso de gafas no afecta a la experiencia y que era posible encajar bien la m¨¢quina alrededor de las lentes sin afectar por ello a la experiencia. Posiblemente los que no tengan problemas de vista tendr¨¢n una mayor facilidad para ajustar los cascos en un punto perfecto, pero en nuestra limitada experiencia, el resultado con gafas fue muy bueno. Con todo, la -relativa- dificultad de encontrar el punto clave para que los cascos funcionaran a la perfecci¨®n hablan bien de las dificultades que la Realidad Virtual encontrar¨¢ en su camino al ¨¦xito de masas, todo un problema de dise?o y ergonom¨ªa que seguramente vivir¨¢ una potente evoluci¨®n en los pr¨®ximos meses.

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Reflexiones aparte, una vez ajustadas las gafas nos sumergimos en The Deep, y nunca mejor dicho porque la experiencia nos sit¨²a en una jaula submarina. Los primeros segundos son de aclimataci¨®n, estamos de pie, debajo del mar y a pocos metros de la superficie. No lo vemos, pero en frente nuestra hay una c¨¢mara de PS4 colocada a nuestra altura, y por otro lado tenemos el Dual Shock 4 en nuestras manos, con el que podemos mover nuestro brazo equipado con una pistola de bengalas. De estos primeros segundos quedan dos sensaciones especialmente potentes: la primera es mirar abajo y ver nuestro cuerpo, s¨®lo que no es nuestro cuerpo, es un movimiento tan casual que nuestra mente se ¡°extra?a¡± ante lo que est¨¢ viendo, un vientre y unas piernas que no son los nuestros pero que deber¨ªan serlo si recordamos las millones de veces en nuestras vidas que hemos mirado hacia abajo. La ilusi¨®n se refuerza con un excelente toque conseguido con el mando y la c¨¢mara: si bajamos las rodillas, nuestro avatar tambi¨¦n lo hace al un¨ªsono, detectando la c¨¢mara lo que estamos haciendo.

El segundo momento memorable de los primeros momentos es mirar hac¨ªa arriba. No podemos mover nuestro cuerpo, pero s¨ª nuestra cabeza, con la que podemos mirar a cualquier punto con precisi¨®n y respondiendo de forma inmediata -de no ser as¨ª, el usuario sentir¨ªa n¨¢useas casi garantizadas-. Al mirar hac¨ªa arriba, nos encontramos mirando a la cercana superficie y al barco al que estamos atados, es una sensaci¨®n bastante indescriptible el estar en una sala llena de gente por un lado y por otro que tu mente vea que est¨¢s debajo del mar. Incluso con los cascos puestos era imposible aislar el ruido exterior de los dem¨¢s presentes hablando, as¨ª que la ilusi¨®n no era perfecta, pero en solitario y en una habitaci¨®n oscura, el efecto tiene que ser todav¨ªa m¨¢s poderoso. Con un bot¨®n del mando, la jaula empezaba a bajar y pod¨ªamos seguir mirando hac¨ªa arriba para ver como lentamente nos alej¨¢bamos de la superficie para sumergirnos. Fue un momento impactante y nos hizo pensar en c¨®mo ser¨ªa vivir ciertos momentos importantes del videojuego a trav¨¦s de las gafas.

Ya en la superficie marina, pod¨ªamos deleitarnos con la fauna submarina, mirando a cada lado para ver los bancos de peces a nuestro alrededor. Un efecto de la Realidad Virtual es que es m¨¢s f¨¢cil darse cuenta de ciertas cosas al estar m¨¢s metido en ellas, por lo que un peque?o detalle como el hecho de que los peces no fueran afectados por nuestra presencia resultaba bastante evidente. La interacci¨®n en The Deep es m¨ªnima y su funci¨®n est¨¢ m¨¢s relacionada con la ambientaci¨®n que se puede lograr con unos cascos de realidad virtual. Para ilustrar con m¨¢s efectividad el concepto, la parte final de la demo, que dura unos pocos minutos, estaba centrada en un enorme tibur¨®n que comienza a atacar la jaula, demostrando a la vez el efecto de sonido 3D con el que cuenta el sistema y regalando algunos sustos que ilustran uno de los campos en donde se piensa que la realidad virtual brillar¨¢ con m¨¢s fuerza: el del terror.

La segunda demo propia fue The Castle, de la que pudimos ver una demostraci¨®n. La demo ilustra un aspecto en el que incluso los responsables de Oculus reconocen que Sony est¨¢ ahora mismo por delante de ellos: el control. Move puede que no fuera un ¨¦xito -aunque se vendieron m¨¢s unidades de las que muchos piensan-, pero ahora ha tenido el bienvenido efecto colateral de poner a la compa?¨ªa en la delantera en cuanto a control gestual. La precisi¨®n de Move es muy buena y cuando se combina con Morpheus y contamos con un mando en cada mano para simular nuestras propias manos virtuales, el efecto de presencia se refuerza-. La ¡°presencia¡± en realidad virtual determina la capacidad de crear la sensaci¨®n de estar f¨ªsicamente en el universo virtual, y por tanto es un factor m¨¢s determinante que la propia visualizaci¨®n o inmersi¨®n sensorial, de hecho es un conjunto de todos ellos m¨¢s otros m¨¢s abstractos, as¨ª que es el gran objetivo a perseguir por parte de los creadores de realidad virtual. La demo pone al usuario en una peque?a parcela de entrenamiento y nos permite blandir una espada de forma bastante natural, pegando golpes a mu?ecos de una forma f¨ªsicamente bastante convincente.