Objetivo: Matar a Hitler
Ejemplificando la figura del dictador por antonomasia, Adolf Hitler tambi谷n ha pasado por el sector de los videojuegos, ya sea como enemigo en las sombras, Jefe Final directo o secundario. Con la llegada del nuevo Wolfenstein repasamos las apariciones del F邦hrer de una naci車n que a punto estuvo de conquistar el mundo.
Convertido en la figura del dictador por antonomasia -aunque la Historia tampoco debe olvidar a otros como Joseph Stalin o Mao Zedong- y en el s赤mbolo del terror con un r谷gimen tir芍nico que quer赤a supeditar al mundo entero bajo un solo s赤mbolo, e imponer una raza aria de perfecci車n 每la triste iron赤a es lo bien lejos que estaba 谷l mismo de ser ese modelo ario que propugnaba-, Hitler ha pasado a la historia por su crueldad -30 millones de muertos bajo su r谷gimen-, lo que le ha llevado a convertirse en una de las figuras m芍s odiadas y condenadas por la opini車n p迆blica que para muchos despierta un sentimiento de repulsa constante hacia su figura y la de su partido, distinguido con otro s赤mbolo mil veces representado con distintos significados en toda la historia de la humanidad, aunque condenado al odio popular a partir del siglo XX por ser el logo nazi por excelencia como es la Esv芍stica 每un s赤mbolo en su origen que en La India o Jap車n no ha dejado de ser uso com迆n a pesar de la sempiterna concomitancia nazi que tiene en Europa.
Vamos a aprovechar la llegada en pocas semanas de la nueva entrega en una serie hist車rica como lo es Wolfenstein, que se estrena en la nueva generaci車n con el transgeneracional The New Order, para repasar someramente lo que durante muchos a?os fue la base de varios intentos y Black Ops, de operaciones encubiertas y sue?o de la inteligencia francesa, inglesa, americana, de resistencias y gobiernos, puesto que en plena Segunda Guerra Mundial, matar al tirano dictador era el fin absoluto, la meta m芍s deseada por esa Europa devastada por las ansias obsesivas de conquista y poder. Idea central tras muchas Black Ops durante la guerra, y, tras su muerte, sinopsis de muchas novelas que jugaban con la idea de viajar en el Tiempo para poner fin al Holocausto antes de que comenzase 每y que en la Ciencia ha dado pie a la variante de la llamada Paradoja del Abuelo denominada la Paradoja del Asesinato de Hitler-, matar al F邦hrer es algo que hemos intentado o incluso podido hacer en los videojuegos, y en no pocas ocasiones de la forma m芍s s芍dica y visceral que los programadores han imaginado.
En este reportaje vamos a repasar algunos t赤tulos en los que este form車 parte como enemigo en la trama, como Jefe Final o como secundario, de manera directa o indirecta. Tambi谷n repasaremos un poco t赤tulos que han tenido que enfrentarse a la censura, versiones de juegos que en un sistema llevan esv芍sticas y en otros no. Y para completar y aprovechando el tema, arrojaremos un poco de luz sobre la f谷rrea censura alemana hablando de The Index, la temida lista que puede condenar a una obra a no poder ni ser anunciada de manera p迆blica. Dado el cariz del tema, advertimos de posibles Spoilers sobre partes o finales de los juegos aqu赤 mencionados.
Los malos no eran nazis, sino Badds 每aunque en el manual se les col車 otra denominaci車n, los Nazzs-, y Adolf Hitler se llamaba ahora Master D. Hasta al l赤der de los enemigos, llamado Weizmann, se le alter車 el nombre a Killt. Lo m芍s curioso era que a pesar de la ferrea pol赤tica anti-violencia y contenido &sensible* que se segu赤a con NES en Occidente, Bionic Commando conserv車 la secuencia final, una de las m芍s gores de la 谷poca que se recuerda, en la que dispar芍bamos un granadazo a la cabeza del resucitado Hitler para deleitarnos despu谷s en ver c車mo esta revienta en una truculenta secuencia. Hipocres赤a occidental pura y dura, aunque al menos nos concedi車 la oportunidad al igual que en Jap車n de reventarle la cabeza al resucitado Master D 每muy &cool* el nombre occidental, pero entre eso y lo de Badds parece que vamos a tomar parte en un baile del America Best Dance Crews y no pegarnos con una fuerza de dominaci車n mundial- hasta convertirla en lasa?a pixelada. De esos momentos que no se olvidan nunca en una 谷poca en que la mayor赤a de los juegos eran t赤tulos coloristas, bonitos e inocentes.
En el primer viaje salvaremos a la pobre Juana de Arco 每a la porra la paradoja del abuelo- para encontrar un 赤tem que oculta el contrato del diablo que hizo con un grupo religioso. Pero es en el segundo viaje en el que nos despertamos en un campo de prisioneros alem芍n 每parece m芍s para soldados POW que para civiles- en el que tendremos que recurrir al tono de la Gran Evasi車n y procurar escapar de 谷l por t迆neles y pasadizos sin alertar a los guardias. Como no pod赤a ser de otra manera, Hitler aparece al poco entrevist芍ndose a solas con el demonio en su despacho 每arrodillado ante 谷l, muy sutil. Lo que le sigue despu谷s son huidas en jeeps, items bendecidos y un supuesto Hitler pose赤do que ataca a los Aliados dentro de una especie de brecha espacio-temporal en la que se sucede un combate RPG tipo Final Fantasy de la 谷poca. Al perder, el demonio rescinde su contrato a pesar de los ruegos del dictador, y entonces saltamos en el tiempo a la antigua Grecia, en plena expansi車n del Imperio Macedonio, a conocer a Alejandro Magno. Sin palabras, vamos. Menuda joya soterrada que escond赤a la FamiCom. Y a迆n nos falta conocer a Abraham Lincoln en mitad de una plantaci車n de esclavos y# A Jesucristo, San Jos谷 y la Virgen Mar赤a en la Nazareth de la Natividad.
Por desgracia, el no alcanzar el objetivo de 2000 cabinets en los salones recreativos llev車 a al dise?ador Mark Turmell a enfrascarse en otro proyecto, a la postre el exitoso NBA Jam, por lo que tampoco nos quejaremos. Arcade puro y duro de dificultad demencial 每estamos en la 谷poca en que de verdad se forjaban los jugones-, os preguntar谷is d車nde encaja Hitler en semejante delirio de esteroides y balas. Pues bien, justo al final, pero al final del todo, en la tercera iteraci車n del Jefe Final, Akhboob revelaba su verdadera personalidad, que no era otra que el dictador alem芍n. Con semejante giro de gui車n sin justificar en absoluto 每estamos en un arcade, que demonches importa la trama-, la revelaci車n final nos dejaba con una cabeza gigante que destruir (en el video a partir de 5:05). Cuando lo hac赤amos, Adolf/Ahkboob intentaba escapar a pie, pero si logr芍bamos cogerlo, entonces ven赤a un violento, bestia y gozoso final: Poner al personaje en una silla el谷ctrica y convertirlo en churrasco asado a golpe de descargas con un cl芍sico minijuego machacabotones, la mejor manera sin duda de terminar una sesi車n ludovica de tiros, violencia y refrescos con los amigos un viernes tarde post-colegio.
Desde luego, si el final de Bionic Commando os ha parecido bestia y el de Total Carnage definitivo, el de Wolfenstein 3D es ultragore, ya que Hitler, tras destrozarle el traje, ca赤a no abatido por una r芍faga de tiros, sino que literalmente se derret赤a para convertirse en un amasijo de carne, piel derretida y tripas digno de los Cenobitas de Hellraiser, adem芍s con tiempo de dedicarle sus 迆ltimas palabras a su amor, Eva Braun (en el video, a partir de 5:01). Inconcebible hoy d赤a 每aunque el sector indie tiene la libertad creativa que anta?o estos AAA dispon赤an antes-, impagable s車lo por esa imagen de MechAdolf, el final del pionero en los FPS era tan brutal como toda la experiencia de juego 迆nica que exhib赤a. Aunque a迆n hay otro juego que nos permite ejecutar al dictador de una manera incluso m芍s bizarra y pasada de rosca. Ya ver谷is, ya..
De los dos t赤tulos que compon赤an Persona 2, en el momento de su estreno, 1999, solamente Eternal Punishment sali車 de Jap車n a las PlayStation One americanas, ya que Innocent Sin se qued車 sin localizaci車n a otros mercados por temas como el uso del nazismo, de Hitler y de relaciones homosexuales entre el protagonista y otro personaje. A partir de entonces, traducciones de fans y dem芍s se sucedieron hasta que 12 a?os despu谷s, en 2011, un port mejorado del juego de PSX sali車 en Jap車n y, esta vez s赤, en Estados Unidos y Europa. Aunque lo curioso es que, debido al cambio en las bases regulatorias del organismo de clasificaci車n CERO 每equivalente a la ESRB o al PEGI nuestros-, en el port de PSP s赤 se censuraron contenidos, cambiando cruces gamadas por cruces de hierro, el nombre de Hitler por el de F邦hrer y poni谷ndole al avatar de las conversaciones unas gafas de sol y una gabardina. Un curioso caso que denota el cambio de mentalidad en la d谷cada que pas車 entre el estreno original y la versi車n mejorada.
En la magistral conversi車n a PC 每le gan車 la mano a todas las versiones jugables que salieron-, durante el meeting propagand赤stico intentamos colarnos detr芍s del escenario con Indiana, aunque de repente nos topamos con Hitler cara a cara en un momento ciertamente sorpresivo. Si nos mordemos la lengua y aguantamos el tir車n escogiendo la opci車n correcta de las tres disponibles, el dictador nos coger芍 el libro, lo firmar芍 y listo. Pero en LucasArts nos dieron la oportunidad de soltar la frase del personaje de ※?Nazis! ?Odio los nazis!§ y de paso soltarle un pu?etazo al mism赤simo Adolf. Por descontado esto significaba cargar la partida, ya que ca赤amos abatidos a golpe de ametralladora por los oficiales alemanes, pero ?qui谷n pod赤a resistirse a no hacerlo? Imposible aguantar la tentaci車n siendo Indiana Jones.
Os hemos comentado la Paradoja del Abuelo, aprovechada por algunos t赤tulos que han rehecho la historia matando a Hitler antes que inicie la conquista de Europa o el ascenso al poder alem芍n. En 1996, la estupenda saga RTS Command & Conquer reescribi車 en Red Alert el curso de los acontecimientos gracias a Albert Einstein, que viaj車 hacia atr芍s en el tiempo y borr車 de la faz de la existencia al F邦hrer antes de tomar el poder. La l赤nea hist車rica resultante lleva a la Uni車n Sovi谷tica encabezada por el tambi谷n genocida y dictador con mano de hierro Joseph Stalin a invadir Europa. Alemania se une a los Aliados y combate contra la amenaza roja. La desaparici車n del joven Adolf se ve赤a en pantalla reflejada mediante una secuencia Live Action con actores reales sobre fondo digital en la que al salir de la c芍rcel en 1924, el personaje se encuentra con un joven f赤sico que le da un apret車n de manos y condena su destino.
En su saga con la Historia como algo m芍s que mero tel車n de fondo, Ubisoft puso al dictador en Assassin*s Creed II situ芍ndolo en el bando de los enemigos por excelencia del Credo de Asesinos, los Templarios, en el que tambi谷n estaban Winston Churchill, Franklin Roosevelt y Stalin. Usando una pieza del Eden para erigirse en soberano y tener el control de Alemania, sus compa?eros templarios intentaron acabar con sus planes, estallando la 2? Guerra Mundial. Pero, en un hilo digno de una teor赤a de la conspiraci車n, Hitler no se suicid車 en el bunker, sino que fue un miembro del credo el que termin車 con su vida 每lo que dar赤a pie a mezclarlo con la saga Wolfenstein, ya que en Beyond Castle Wolfenstein el protagonista lograba matarlo con una bomba como hemos visto al inicio de este texto y bien podr赤a haber sido ese esp赤a aliado un miembro del credo a poco que le echemos imaginaci車n crossover al asunto.
Tambi谷n resulta curioso el caso del primer The Legend of Zelda y su famoso dise?o para el mapeado del tercer nivel, que visto al completo de manera cenital representa claramente una esv芍stica. Conocido como The Manji, la tercera mazmorra del debut de Link en 1986 se encontraba bien al Sur del mapa del juego, y ten赤a al temido Darknut como enemigo, de los m芍s dif赤ciles de matar. La curiosidad viene porque, aunque en Jap車n siempre tuvieron claro que el dise?o era para representar el s赤mbolo religioso Manji, de uso com迆n all赤 en lugares y mapas de las ciudades, obviamente levant車 cejas cuando el t赤tulo sali車 en Occidente. Aunque el hecho de que tenga esta forma no ha llevado a Nintendo a cambiarlo en ning迆n momento ni versi車n de las lanzadas en estos casi 30 a?os. En otro caso como fue el del juego basado en el personaje de c車mic The Rocketeer, que sali車 en 1992 para PC y Super Nintendo, en el escenario de la pelea final sobre el dirigible vemos la esv芍stica nazi luciendo en la cola del aparato 每y en la de los que se ven al fondo en la fase anterior-, pero en Super Nes fue modificada por un s赤mbolo alternativo a la cruz gamada.
A modo de curiosidad, y como complemento adyacente para la despedida ahora que estamos tratando juegos que han sufrido censura/modificaciones con respecto a sus originales por tratar temas, personajes o s赤mbolos del partido nazi, vamos a terminar explicando un poco c車mo funciona uno de los organismos clasificatorios m芍s f谷rreos que existen en Europa: El alem芍n. Cuando el USK, Organismo de Clasificaci車n Alem芍n, se niega a otorgar a un t赤tulo una clasificaci車n, como ocurri車 hace algunos a?os con el brillante y ultragore remake de Splatterhouse, el Departamento Federal de Contenidos Perjudiciales para las Personas J車venes (BPjM), se encarga de su revisi車n. Si no encuentra un contenido "perjudicial para el desarrollo de los menores", el t赤tulo es clasificado para Mayores de 18 a?os. Si por el contrario hay elementos perjudiciales, el juego pasa a formar parte durante nada menos que 25 a?os de The Index, una lista de Videojuegos, Pel赤culas, Material Impreso y Grabaciones de Audio a los que se les aplica ciertas restricciones:
Por citar un par de ejemplos recientes, South Park: La Vara de la Verdad se las ha visto con el BPjM, que oblig車 a Ubisoft a que se eliminase toda referencia nazi, que aparece en una parte determinada del juego, por lo que los alemanes no ver芍n esv芍sticas ni simbolog赤a nazi en todo el t赤tulo como exige la ley del Pa赤s. Y precisamente el t赤tulo que cit芍bamos al inicio como motivante de este reportaje, Wolfenstein: The New Order, sufre un bloqueo regional con el fin 迆ltimo de que las ediciones sin cortes que veremos por estos lares no lleguen a Alemania ni a Australia, por lo que los usuarios de estos dos pa赤ses tendr芍n que conformarse con una edici車n censurada y no podr芍n encima importarse la completa. No pod赤a ser de otra manera con la saga de iD Software, viej赤simo caballo de batalla del BPjM por su tem芍tica.
Y con el FPS que nos llegar芍 en unas semanas terminamos este repaso por uno de esos personajes tr赤stemente c谷lebres de la Historia que ha tenido incursiones en este nuestro sector. La presencia de elementos nazis -partes de discursos de Hitler que escuchamos en The Saboteur, la marcha el ej谷rcito alem芍n que suena en Call of Duty: World at War, nueva reescritura de la Historia como en War Front: Turning Point- es considerable en los videojuegos desde sus primeras generaciones, y el tema de la censura dan para muchos m芍s ejemplos sin duda de los que hemos ense?ado en la parte final de este texto. De momento esperamos que este macabro recorrido por la muerte virtual de uno de los nombres m芍s oscuros del pasado siglo XX os haya parecido interesante cuanto menos. Y nos despedimos pregunt芍ndoos de los ejemplos vistos aqu赤, ?cu芍l os ha parecido m芍s bizarro, sangriento, bestia o delirante?