Age of Wonders III
- PlataformaPC8.5
- G¨¦neroEstrategia
- DesarrolladorTriumph Studios
- Lanzamiento28/03/2014
- TextoIngl¨¦s
- VocesIngl¨¦s
Age of Wonders III
Age of Wonders III es la ¨²ltima de las sagas de estrategia resucitada para esta nueva d¨¦cada. Tras casi una docena de a?os sin modernizarse, la estrategia por turnos de corte fant¨¢stico propuesta por Triumph Studios regresa a nuestros equipos, con el objetivo de colmar con elfos, dragones y magia nuestras horas de entretenimiento.
Age of Wonders surgi¨® en 1999, en pleno auge de la estrategia por turnos. Sin haber pisado a¨²n el nuevo milenio, el g¨¦nero agrupaba t¨ªtulos de la calidad de Heroes of Might & Magic II -con una tercera en camino, por aquel entonces-, Warlords, Civilization II, Alpha Centauri, ... Pero, frente a tanta rivalidad por un mercado que podr¨ªa antojarse severamente copado, el juego disfrut¨® de un merecido reconocimiento. Sus mec¨¢nicas, muy influenciadas por la saga Heroes of Might & Magic de la desaparecida New World Computing, tambi¨¦n bebieron del aclamado Master of Magic, un juego que a¨²n no ha resucitado a manos de un heredero firme. Tres a?os m¨¢s tarde, el t¨ªtulo ver¨ªa su primera y ¨²nica continuaci¨®n, que tambi¨¦n contar¨ªa con una expansi¨®n distribuida como 'stand-alone'. Hablamos de Age of Wonders II: The Wizard's Throne y Age of Wonders: Shadow Magic. Estos dos t¨ªtulos supieron mantener la esencia del original, ampliando y mejorando las opciones existentes, ayudando a forjar una legi¨®n de fans que a¨²n perdura, a d¨ªa de hoy.
Reunido parte del equipo que desarroll¨® la idea original, la tercera entrega de la saga fue anunciada a principios del a?o pasado, despu¨¦s de casi 3 a?os de proyecto, aunque el lanzamiento final fue retrasado de finales de 2013 hasta finales del mes de marzo de este 2014. No cabe duda de que los aficionados al g¨¦nero han seguido este proceso con mucho inter¨¦s, y el list¨®n que se ha colocado para Age of Wonders III es bastante alto. En los ¨²ltimos a?os se han visto demasiados intentos fallidos a la hora de recuperar sagas cl¨¢sicas -ya fueran continuaciones oficiales o no- y el temor a este tipo de fracaso siempre se cierne sobre un proyecto de estas caracter¨ªsticas. Pero el t¨ªtulo de Triumph Studios se ha publicado como un t¨ªtulo bastante s¨®lido, completo desde su mismo estreno, y repleto de opciones sumamente interesantes. Hoy vamos a repasar las caracter¨ªsticas que nos ofrece este juego, que bien podr¨ªa tratarse de uno de los mejores 4X de esta primera mitad del a?o... Adem¨¢s de un digno sucesor de la saga a la que representa.
Age of Wonders III pone a nuestra disposici¨®n distintos modos de juego. Contamos con dos campa?as bien distintas, una protagonizada por la princesa elfa Sundren -campa?a de La Corte ?lfica- y otra por el humano Edward -campa?a de La Commonwealth- en las que adem¨¢s de seguir una l¨ªnea argumental establecida, podremos ir aprendiendo poco a poco los entresijos que conforman este t¨ªtulo. En cuanto a modos para uno o varios jugadores, podemos optar por alguno de los 8 escenarios predise?ados, con una capacidad que var¨ªa de 2 a 8 jugadores por mapa, o bien por un mapa generado de forma completamente aleatoria. Para las partidas en red, tendremos que tener una cuenta de usuario... Puesto que las de invitado solamente nos permitir¨¢n ¨²nicamente disfrutar de partidas para un ¨²nico jugador. Este registro es gratuito, tanto desde el propio juego como desde el sitio web del mismo, y nos permitir¨¢ acceder a todos los contenidos dise?ados para el multijugador de Age of Wonders III.
Exceptuando los modos con bandos predefinidos, la capacidad de personalizaci¨®n de las partidas es extremadamente alta. Comenzaremos estableciendo unos pocos par¨¢metros -tama?o del mapa, n¨²mero de jugadores, dificultad, ...- y podremos ajustar las distintas variables con las que se formar¨¢ el terreno aleatorio sobre el que se llevar¨¢ a cabo la partida, incluyendo la posible existencia de un inframundo habitable bajo la superficie. Tambi¨¦n podremos escoger la mec¨¢nica de funcionamiento para los turnos de juego, ya sea cl¨¢sica o simult¨¢nea. La primera es la habitual en los t¨ªtulos de estrategia por turnos, alternando las fases de toma de decisi¨®n para las diferentes facciones en juego. La segunda -sello de la saga Age of Wonders- permite que todos los bandos vayan tomando las decisiones a la vez, resolviendo luego todas las acciones. Otra de las posibilidades que nos permite el juego, es la de personalizar completamente al l¨ªder de nuestro reino, tanto en aspecto como en habilidades.
Existen distintas razas de fantas¨ªa -enanos, elfos, goblins, orcos, humanos y draconianos- entre las que escoger, lo que no limitar¨¢ nuestro acceso a unidades de otras especies en un futuro, puesto que podremos anexionar ciudades de otras razas. Por otro lado, cada personaje debe pertenecer a una clase espec¨ªfica: se?or de la guerra, hechicero, dreadnougth, p¨ªcaro, druida o te¨®crata. Adem¨¢s, seleccionaremos las distintas afinidades iniciales de nuestro l¨ªder, ya sea con los distintos elementos -fuego, aire, tierra, etc- o bien la creaci¨®n de vida, o su destrucci¨®n. Tambi¨¦n es posible centrarnos en aspectos como la expansi¨®n o la exploraci¨®n. Por ¨²ltimo, tendremos la posibilidad de decidir la apariencia f¨ªsica de este personaje inicial gracias a un interesante editor que, si bien no est¨¢ repleto de opciones, permite una elevada diversidad de aspectos. Tambi¨¦n se nos permite modificar el escudo de armas de nuestro bando, tanto en color como en s¨ªmbolo mostrado en el mismo.
Cada clase de personaje prioriza unos objetivos sobre otros. Para un dreadnought, la convicci¨®n es que el dominio llegar¨¢ tras la supremac¨ªa tecnol¨®gica, mientras que un p¨ªcaro lo har¨¢ mediante la manipulaci¨®n y el enga?o. Los te¨®cratas pondr¨¢n especial atenci¨®n a las creencias de sus ciudadanos, frente al dominio de la magia que esperan los hechiceros. Los se?ores de la guerra siempre estar¨¢n listos para la conquista, y los druidas en sinton¨ªa con la naturaleza. Esta elecci¨®n, aunque no marca de forma obligada nuestro desarrollo en la partida, s¨ª que indica algunas de las tecnolog¨ªas y hechizos que nos encontraremos disponibles desde el principio y tras la investigaci¨®n. Tambi¨¦n definen parte del aspecto visual del h¨¦roe que va a ser el l¨ªder de nuestro imperio en Age of Wonders III. La variedad de clases, junto con la de razas, es ampia... si tambi¨¦n tenemos en cuenta que su desarrollo mediante experiencia -simular a la de un juego de rol- nos permite avanzar de formas muy distintas.
Una vez comencemos la partida, las diferencias entre modos de juego son pr¨¢cticamente nulas. Al tratarse de un 4X, Age of Wonders III cuenta con distintos niveles de juego, siendo la exploraci¨®n del mapa el primero que nos encontremos. Esta se realiza sobre un escenario excelentemente detallado, sobre el que encontramos muchos elementos distintos. Desde las ciudades que pueden ser controladas por las facciones, hasta minas, torres de vig¨ªa, ruinas, bosques encantados, ... El movimiento sobre este mapa se asemeja m¨¢s al visto en t¨ªtulos de la saga Heroes of Might & Magic, al no producirse sobre un evidente mapa hexagonal. Cada unidad dispone de un n¨²mero de puntos de movimiento, que se ir¨¢n reduciendo en funci¨®n de los terrenos que deba atravesar durante su ruta. Los elementos en el mapa pueden dividirse en dos tipos: Aquellos que nos otorgan una recompensa inmediata al explorarlos, y aquellos que pasar¨¢n a formar parte de los dominios de nuestro imperio -y ser¨¢n explotados si se encuentran en nuestras fronteras.
La expansi¨®n en Age of Wonders III se basa en el desarrollo de nuestras ciudades. En cada una de ellas podemos establecer cadenas de producci¨®n para construir edificios que aporten distintos beneficios, y entrenar tropas o unidades especiales. Entre estas ¨²ltimas, encontramos constructores y colonos, que nos permitir¨¢n levantar fortalezas y torres, construir carreteras o fundar nuevas ciudades. Esta parte del juego est¨¢ muy influenciada por los t¨ªtulos de Sid Meier, si bien no se hace tanto hincapi¨¦ en la configuraci¨®n del terreno adyacente a la urbe, como en los distintos elementos del mapa que podamos encontrar en su zona de influencia. Esta ¨¢rea, adem¨¢s, tambi¨¦n se ir¨¢ extendiendo conforme aumente la poblaci¨®n de cada ciudad. Este aspecto es muy importante, pues la expansi¨®n nos permitir¨¢ acceder a recursos nuevos, enriqueciendo las posibilidades de la villa. Por otro lado, el conjunto de las fronteras de las ciudades que controlemos, ser¨¢n las que marquen las dimensiones de nuestro reino.
A nivel de gesti¨®n, tendremos que prestar atenci¨®n a 4 tipos de recursos: Oro, Man¨¢, Conocimiento y 'Casting'. El primero corresponde a la riqueza de nuestro reino, con la que construiremos nuevos edificios, reclutaremos tropas y mantendremos a las existentes. El segundo es un complemente al anterior en algunos casos concretos, y tambi¨¦n sirve para lanzar hechizos. El tercero influye en la rapidez con la que investigaremos nuevos conocimientos y encantamientos. El ¨²ltimo, impone el l¨ªmite de hechizos que podemos tener activos de forma simult¨¢nea. Entre nuestras propias construcciones, las existentes en el mapa y la recompensas dispersas sobre el mismo, encontraremos distintas formas de ir aumentando cada uno de estos 4 recursos. Adem¨¢s, cada ciudad dispone de su valor de poblaci¨®n y su correspondiente tasa de crecimiento, y existe un baremo de felicidad para cada villa y para todo el imperio, que podr¨ªa desmoronarse si nuestros ciudadanos no est¨¢n contentos con su l¨ªder.
La investigaci¨®n nos facilitar¨¢ el acceso a nuevos encantamientos y tecnolog¨ªas para el desarrollo de nuestro imperio, como nuevas edificaciones o mejores tropas. Los hechizos pueden dividirse en dos categor¨ªas, en funci¨®n de su utilidad. Algunos est¨¢n pensados para usarse durante el combate -que veremos m¨¢s adelante- y otros pueden lanzarse desde el mapa, tanto para potenciar aspectos de nuestro desarrollo como para perjudicar a nuestros enemigos. De esta manera, podemos hacer que nuestras tropas se muevan m¨¢s r¨¢pido, expandir fronteras o incluso invocar plagas contra ciudades de oponentes. Los encantamientos que se mantengan activos, ir¨¢n imposibilitando que tengamos otros en funcionamiento hasta que no nos deshagamos de alguno. Casi todas estas investigaciones cuentan con varios niveles de desarrollo, consiguiendo mejoras adicionales si continuamos avanzando en campos concretos, aunque el tiempo de investigaci¨®n tambi¨¦n crecer¨¢ con el grado de cada opci¨®n.
A¨²n as¨ª, parece que la parte de explotaci¨®n de recursos -si bien tiene su peso en el juego- es la menos evidente a simple vista. A Age of Wonders III le habr¨ªa venido bien alg¨²n tipo de gesti¨®n de los trabajadores, pudiendo ubicarlos en distintas zonas de cada ciudad para priorizar unos aspectos frente a otros -como si ocurr¨ªa en los juegos de Microprose o en Civilization. Si ya nos queremos poner muy quisquillosos, haber tenido en cuenta distintos factores culturas o raciales habr¨ªa sido mucho m¨¢s completo, sobre todo cuando llegamos a los momentos en los que conquistamos o anexionamos otras ciudades y campamentos. No se trata de un error del juego, s¨®lo una simplificaci¨®n en este aspecto, pero de haberlo llevado a cabo estar¨ªamos optando ya a la matr¨ªcula de honor dentro de los 4X. Por supuesto, las opciones existentes a nivel de exploraci¨®n, expansi¨®n y explotaci¨®n son bastante amplias, y conforman el n¨²cleo de este interesante t¨ªtulo.
En cierto momento, empezaremos a encontrarnos con otras facciones en juego... O bien con independientes. Los segundos no tienen que ser siempre hostiles, necesariamente, aunque conforman la mayor¨ªa de oponentes a los que nos enfrentaremos durante nuestros viajes. Los primeros son, sin embargo, los reinos e imperios rivales que querremos derrotar. Age of Wonders III dispone de un sistema de diplomacia con el que podremos llegar a ciertos acuerdos con los l¨ªderes de otros bandos, basado en una mec¨¢nica de negociaci¨®n muy habitual en el g¨¦nero: Nosotros iremos seleccionando propuestas, tanto por nuestra parte como por la del rival, y la inteligencia artificial -u oponente humano- se encargar¨¢ de aceptarlas o rechazarlas en funci¨®n de su estado y otras variables. Aqu¨ª tambi¨¦n influir¨¢ el alineamiento de nuestro bando, que se calcular¨¢ seg¨²n el tipo de hechizos que utilizamos, desde buenos hasta malvados. Sin ser extremadamente completa, la diplomacia cumple bien con su funci¨®n.
Cada raza dispone de distintos tipos de tropas, con la posibilidad de ir desbloqueando nuevas conforme se construyen nuevos edificios o se investigan tecnolog¨ªas. Un ej¨¦rcito estar¨¢ formando por hasta 6 unidades, entre las que se pueden incluir h¨¦roes, movi¨¦ndose de forma conjunta por el mapa. Cuando llegue el momento de enfrentarnos a un enemigo -acto que podremos resolver de forma autom¨¢tica si queremos- pasaremos a un modo estrat¨¦gico en el que veremos las tropas situadas sobre un mapa m¨¢s detallado basado en el segmento del mapa en el que nos encontr¨¢bamos. Aqu¨ª, a raz¨®n de un bando por turno, iremos moviendo nuestras tropas al estilo de los juegos t¨¢cticos. Es importante aprovechar las posibilidades que nos ofrece cada tipo de unidad -ataques a distancia, cargas, habilidades especiales- y la posibilidad de lanzar encantamientos, dado que Age of Wonders III ha conseguido que este momento del juego sea bastante interesante.
El movimiento en el escenario t¨¢ctico en 3D, se realiza sobre hex¨¢gonos que se marcan con distintos colores en funci¨®n de la inversi¨®n necesaria en puntos de acci¨®n de la unidad. Cuantos m¨¢s puntos queden sin usar, mejor para nosotros, puesto que las tropas ser¨¢n m¨¢s resistentes o podr¨¢s realizar ataques m¨¢s fuertes, incluso atacar m¨¢s veces a distancia. Esto nos obliga a medir bien cada movimiento, pensando en la posibilidad de aguantar en una posici¨®n para aprovechar mejor nuestras opciones... bajo riesgo de ser alcanzados por una carga o ataque de proyectiles. Los h¨¦roes en combate suelen ser bastante eficientes, sobre todo si han ido adquiriendo objetos especiales durante sus aventuras en el mapa, e influyen de forma beneficiosa sobre las tropas de su propio bando. Las tropas heridas pueden ir sanando gracias al descanso, y las eliminadas podr¨¢n ser repuestas cuando reclutemos nuevas unidades en las distintas ciudades que est¨¦n bajo el control de nuestra facci¨®n.
A las tropas existentes para cada una de las facciones disponibles, tenemos que sumar las que aparecen para los independientes, como bandidos o monstruos en el mapa. En algunos puntos del escenario, como ruinas, podemos entrar a investigar m¨¢s a fondo el lugar, encontr¨¢ndonos con una oposici¨®n que no era visible desde el exterior. Los combates en Age of Wonders III est¨¢n muy logrados, comenzando desde el hecho de que el mapa de la batalla se basa perfectamente en la zona del mapa exterior en la que nos encontr¨¢bamos al iniciar la contienda... o la ciudad que estamos asediando o protegiendo. El sistema est¨¢ bastante equilibrado, y funciona de una manera muy din¨¢mica. El detalle de que las unidades se muestren como tropas, en lugar de como personajes casi independientes -como ocurre en juegos como Heroes of Might & Magic- ayuda a que la sensaci¨®n del combate sea bastante m¨¢s ¨¦pica, sin llegar al nivel militar de t¨ªtulos como los de la saga Total War.
La partida suele comenzar con un ¨²nico h¨¦roe, nuestro l¨ªder, aunque en distintos momentos aparecer¨¢n personajes que se ofrecer¨¢n para ser reclutados por nuestro imperio. Tanto personajes como unidades pueden ir adquiriendo experiencia tras resolver aventuras o sobrevivir a combates, con lo que pueden adquirirse mejoras con cada subida de nivel. Los personajes, adem¨¢s, disponen de un sistema de inventario con el que equiparse los distintos objetos que vayamos encontrando como recompensa a nuestras acciones en el juego. Los h¨¦roes pueden cambiarse los objetos entre ellos, y cuando uno muera dejar¨¢ sus pertenencias como bot¨ªn en el mapa. Evidentemente, si nuestro l¨ªder fallece podremos dar la partida por acabada. Esto implica que, aunque suele ser una de nuestras mejores tropas, tampoco podemos arriesgar sin sentido la vida del principal personaje de nuestra facci¨®n. Poco a poco, gracias al reclutamiento, encontraremos otros personajes que puedan asumir mayores riesgos.
No todo consiste en atacar a otras facciones, en ocasiones podemos anexionar peque?os reinos o llegar a un buen grado de comprensi¨®n con ellos. Otra veces, incluso nos ofrecer¨¢n b¨²squedas para realizar, con lo que podremos ganarnos su favor. De esta manera -ya sea conquistando otras razas o agreg¨¢ndolas a nuestra fuerza- tendremos la posibilidad de poseer ciudades cuya poblaci¨®n principal no es la de nuestra raza original. Esto tambi¨¦n nos abre la opci¨®n de acceder a edificios y tropas de otras especies, con lo que podremos reducir las carencias de nuestras unidades con las ventajas que ofrezcan los guerreros de otras razas. O bien podemos borrar del mapa cualquier emplazamiento cuyos habitantes no sean de nuestra especie, reemplazando la ciudad con una colonia propia en su misma ubicaci¨®n. Un ¨²ltimo punto respecto a las ciudades y a los combates, es que las guerras que se llevan a cabo en estos entornos cuentan como asedios, pudiendo participar varios ej¨¦rcitos invasores y defensores.
Todos los elementos expuestos hasta ahora, se desarrollan de forma extremadamente s¨®lida. Age of Wonders III impregna sus mec¨¢nicas con una firmeza m¨¢s habitual en sagas con muchos m¨¢s representantes y menos distanciados entre ellos temporalmente, como puede ser Civilization, a¨²n sin llegar a grandes niveles de profundidad. El comportamiento de la inteligencia artificial es decente, m¨¢s activo en los combates t¨¢cticos que en el mapa del juego... donde en ocasiones parece algo m¨¢s ausente. La cantidad de opciones que se nos ofrecen nos permiten disfrutar de un juego extremadamente variado, que consigue engancharnos a la pantalla turno tras turno, sin encontrar el momento ideal del que despegarnos del teclado y el rat¨®n. En cuanto a jugabilidad, el juego de Triumph resulta interesante y divertido, sin haber perdido la esencia de la saga en este lapso de tiempo de casi una docena de a?os. Una gran manera de recuperar una licencia, algo desgraciadamente no demasiado habitual en nuestros d¨ªas.
A nivel t¨¦cnico, los modelados y los escenarios son francamente buenos, contando con una gran cantidad de detalles, aunque hay veces en los que tantos elementos en pantalla pueden parecer algo confusos. Quiz¨¢s se habr¨ªa ganado claridad buscando alguna manera de destacar los objetos importantes sobre los que simplemente sirven de relleno y decoraci¨®n, extremadamente ¨²tiles para la atm¨®sfera del juego... pero engorrosos a la hora de detectar todo lo que pueda resultar importante en pantalla. Tambi¨¦n podemos encontrar algunos bastante evidentes, como texturas mal superpuestas durante la personalizaci¨®n del aspecto de nuestro h¨¦roe, o algunas animaciones de combate que no encajan a toda perfecci¨®n. Quitando los pocos defectos, muy concretos, el trabajo art¨ªstico es excelente, con detalles espectaculares como la conversi¨®n del escenario en un plano cuando el realizamos un zoom excesivamente alejado, dejando ver el mapa de este universo de fantas¨ªa.
La falta de claridad de la que hablamos, tambi¨¦n afecta en cierta medida al control del juego. El uso de la c¨¢mara en combate puede resultar extra?o, sobre todo por la extra?a man¨ªa que tiene el juego de redireccionar la misma cuando se producen algunos enfrentamientos. Al encontrar mapas con tantos detalles, es f¨¢cil encontrar una referencia con la que volver a orientarnos, pero en un momento de despiste alguien puede pensar que no se encuentra en el mismo escenario. Para llegar a un nivel sobresaliente, se echa en falta un poco de trabajo adicional en las texturas de los personajes, si bien los dise?os y modelados son de lo mejor que podemos encontrar ahora mismo en este g¨¦nero. La variedad de entornos, incluyendo el inframundo, ayuda a que el juego parezca a¨²n mucho m¨¢s extenso de lo que es, y que cada mundo que generemos de forma aleatoria sea pr¨¢cticamente ¨²nico. Pero se hace necesario un modo para separar la paja del grano, facilitando la visualizaci¨®n r¨¢pida.
A este apartado hemos de sumar una interesante banda sonora, que acompa?a al juego aportando un grado ¨¦pico adicional, compuesta por el responsable de trabajos como Overlord, Unreal Tournament o Deus Ex. La l¨ªnea musical alterna nuevas melod¨ªas con otras rescatadas de t¨ªtulos anteriores de las saga, que ha vuelto a ser editadas para la ocasi¨®n. Gracias a este buen hacer, el sonido en Age of Wonders III es una franca sorpresa. En cuanto a voces, solamente pueden encontrarse en los fragmentos narrados que corresponden a alguna de las dos campa?as disponibles, careciendo el resto del juego de cualquier tipo de doblaje. Los efectos que nos acompa?an durante los combates son correctos, aunque no llegan al nivel de calidad que se nos presenta en otros aspectos del sonido del juego. En cuanto a localizaci¨®n, el juego se encuentra actualmente en varios idiomas, sin ser el castellano uno de ellos. Esperemos que esto se pueda solucionar muy pronto.
Lo verdaderamente abrumador del juego, es su gran cantidad y variedad de opciones, as¨ª como su alt¨ªsimo ¨ªndice de re-jugabilidad. Age of Wonders III es uno de esos t¨ªtulos que pueden permanecer instalados durante muchos meses, para el que tengamos intensas horas de juego por delante. Las diferencias en funci¨®n del tipo de raza escogida, el h¨¦roe inicial, las dos campa?as e infinitos mapas aleatorios de los que disponemos, hacen del t¨ªtulo de Triumph Studios una oferta perfecta para los amantes de la estrategia por turnos. No solamente se ha conseguido que la saga vuelva con toda su fuerza, adem¨¢s se ha modernizado y renovado a todo lo que un usuario actual puede esperar de un juego. Evidentemente, se podr¨ªan a?adir m¨¢s detalles que s¨ª que exist¨ªan en juegos m¨¢s antiguos -la sombra de Master of Magic es alargada- pero sin querer auto-nombrarse sucesor del juego de Microprose, Age of Wonders III es lo m¨¢s parecido que podemos encontrar actualmente.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.