?Est¨¢ Oculus Rift muerto tras la compra por Facebook?

Inesperada. ?se es el primer calificativo que me viene a la mente tras la compra de Oculus Rift por Facebook, por nada menos que 2 000 millones de d¨®lares. Es inesperado por dos motivos: primero, ?qu¨¦ busca Facebook con Oculus Rift?; segundo, ?c¨®mo se han atrevido a dar ese salto sus creadores abandonando a todos los que los han apoyado hasta ahora? Hablar¨¦ primero de este segundo punto. Oculus Rift era una buena compa?era de baile de cualquier empresa de videojuegos.Era una compa?¨ªa peque?a con una tecnolog¨ªa muy interesante a la que no daba miedo apoyar. Eso ocurre siempre, cualquier aventura empresarial siempre despierta m¨¢s simpat¨ªas. El primer seducido por la idea fue John Carmack, el conocido cofundador de id Software, quien apadrin¨® el invent¨® y lo lanz¨® al p¨²blico en el E3 de 2012. Se trat¨® de una demostraci¨®n algo precaria de un prototipo inicial, pero ya en ese moment¨® fascin¨® a todo el mundo. Un juego de la talla de Doom 3 era el primer t¨ªtulo oficial del invento.

No tard¨® en llegar una campa?a de Kickstarter, apenas dos meses despu¨¦s de la feria californiana.Super¨® el mill¨®n de d¨®lares en apenas tres d¨ªas y fue un ¨¦xito rotundo, permitiendo a Palmer Luckey, creador de Oculus Rift, y su equipo seguir trabajando en mejoras. ?ste es un punto en el que me gustar¨ªa detenerme especialmente. Kickstarter nos permite mostrar nuestro apoyo por cosas que pueden tener una dif¨ªcil salida comercial con peque?as donaciones que en suma dan un buen soporte econ¨®mico a los creadores. Esto, a su vez, consigue que nos sintamos parte de la empresa, como un microaccionista. Sentimos que hemos ayudado a crear eso que de otro modo quiz¨¢ no ser¨ªa viable. De repente esa empresa se percibe con otros ojos, son unos j¨®venes emprendores luchando por llevar adelante su gran idea. Ahora llega Facebook, pone 2 000 millones de d¨®lares sobre la mesa y se queda con la inversi¨®n que nosotros hemos colaborado en levantar. Suena a traici¨®n, as¨ª, crudamente, como si los creadores se hubieran hecho ricos gracias a nosotros, ?donde est¨¢ nuestra microparte de esa millonada?

Si al menos el motivo de tener tanto dinero fuera que el dispositivo ha triunfado, no tendr¨ªamos esa misma sensaci¨®n. La comunidad que se hab¨ªa formado en torno al Oculus Rift era (?es?) digna de estudio. Multitud de estudios se hab¨ªan volcado en estas gafas de realidad virtual. Valve abandon¨® su propio proyecto para colaborar con Oculus, las desarrolladoras independientes estaban totalmente dispuestas a sacarle partido al invento, y el mismo John Carmack decidi¨® abandonar id Software para centrarse en la realidad virtual. Como es l¨®gico, ante este movimiento, las reacciones no se han hecho esperar. Los comunicados de la industria en general han sido bastante neutros: ¡°si Facebook ayuda a que Oculus se difunda, bueno ser¨¢¡±. Pero hay alguien que no se ha podido callar lo que realmente piensa y ¨¦se no es otro que Notch, creador de Minecraft, quien estaba preparando una versi¨®n para el Oculus Rift que ya no saldr¨¢: ¡°Yo no quiero trabajar con los social, quiero trabajar con juegos¡±. Os recomiendo tambi¨¦n dar un paseo por el blog de Oculus en la entrada sobre su adquisici¨®n, comentarios sobre la ¡°traici¨®n¡± abundan, todo el mundo siente que todo ese discurso de revoluci¨®n se ha acabado cuando han conseguido vender la empresa.

Yo no soy tan catastrofista, al menos a priori, porque s¨ª creo que la gente detr¨¢s de Oculus Rift siguen queriendo crear el mejor dispositivo de realidad virtual a precio asequible. Ahora bien, me preocupan las intenciones de Facebook, volviendo al primer p¨¢rrafo. Facebook es sin¨®nimo de social. Sus compras hasta ahora iban claramente en ese sentido, especialmente las m¨¢s sonadas como las de Instagram y WhatsApp. Nunca se ha preocupado del hardware y sus (fallidas) aventuras en el mundo del m¨®vil iban de la mano de terceros como HTC. ?C¨®mo pueden apostar por algo como Oculus Rift? Est¨¢ muy alejado de su ¨¢mbito actual de actuaci¨®n y es un movimiento a largo plazo, imposible de rentabilizar ni siquiera en los pr¨®ximos a?os. Las gafas de realidad virtual han de mejorar mucho su ergonom¨ªa para llegar al gran p¨²blico y a¨²n est¨¢n lejos de eso, no hay m¨¢s que ver las Project Morpheus de Sony reci¨¦n mostradas. Adem¨¢s, Facebook nunca se ha interesado en los videojuegos como desarrolladora, s¨®lo como plataforma, ?pretende convertir Oculus en el nuevo hogar de los juegos sociales? S¨®lo de pensarlo tiemblo.

Hay un factor a tener en cuenta, eso s¨ª. Las cifras de la red social muestran signos no alarmantes, pero s¨ª algo preocupantes: la gente cada vez escribe menos en Facebook y los j¨®venes no se sienten igual de atra¨ªdos. Mark Zuckerberg est¨¢ por tanto buscando una diversificaci¨®n muy necesaria, el t¨ªpico no poner todos los huevos en la misma cesta, si bien la cesta de la realidad virtual es ciertamente inaudita. Los primeros movimientos de Facebook ser¨¢n cruciales, cuando d¨¦ a conocer sus verdaderas intenciones en torno a Oculus Rift y hacia d¨®nde lo quiere dirigir. Reacciones como las de Notch son de esperar, sobre todo de la comunidad indie, ante la incertidumbre de c¨®mo pueden cambiar ¡°lo social¡± a Oculus. Personalmente, si Valve o incluso Microsoft hubieran comprado Oculus Rift me sentir¨ªa relativamente tranquilo y por alg¨²n extra?o motivo la mencionada ¡°traici¨®n¡± no me sabr¨ªa tan cruda. Siempre es importante contar con m¨²sculo financiero para sacar adelante cualquier proyecto. ?Pero Facebook? No s¨¦ qu¨¦ puede salir de ah¨ª.

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