Democracy 3: Social Enginering
Democracy 3, ¨²ltima versi¨®n del simulador pol¨ªtico de Positech, recibe su primer contenido descargable: Social Engineering. Con la idea de a?adir nuevos elementos al juego, este DLC centra -como su propio nombre indica- en un nuevo conjunto de pol¨ªticas y acciones de car¨¢cter social, para complementar las disponibles en el juego original.
Democracy 3: Social Engineering se ofrece a nuestros equipos sin que su t¨ªtulo base haya llegado a cumplir el medio a?o de vida. Con un coste cercano a los 5€, Positech quiere ampliar las opciones disponibles para un t¨ªtulo que no parece acabar de cuajar entre los usuarios habituales, a pesar de las buenas intenciones. Sin embargo, en lugar de atacar directamente las principales carencias del juego de base, estas opciones solamente se unen a las categor¨ªas ya existentes, sin procurar ning¨²n tipo de correcci¨®n que pueda conseguir que Democracy 3 levante el vuelo y recupere a sus seguidores descontentos... o se gane unos cuantos jugadores adicionales.
A todos los efectos, iniciar una nueva partida en el juego no ser¨¢ diferente en absoluto, siguiendo los mismos pasos que en el t¨ªtulo base. El desarrollo tampoco ha variado en absoluto, pues esta ampliaci¨®n se integra perfectamente con el juego original, hasta el punto de que puede llegar a pasar desapercibida para los usuarios que no hayan pasado demasiadas horas frente a Democracy 3. Pero, echando un vistazo en profundidad, descubriremos que se trata de 8 nuevas Situaciones y 26 Pol¨ªticas para a?adir a las existentes, disponibles para todos los pa¨ªses y con nuevas consecuencias sobre los distintos par¨¢metros de la naci¨®n que controlemos.
Lo cierto es que, a nivel jugable, no se puede decir que Social Engineering ofrezca una barbaridad de contenido nuevo u original. L¨®gicamente, toda extensi¨®n requiere parte de trabajo de manos de la compa?¨ªa, pero aquellos que hayan probado el t¨ªtulo saben que Positech podr¨ªa pasarse el resto de su vida creando ampliaciones de este tipo. Todo elemento que pueda influir en cualquier aspecto de una sociedad democr¨¢tica es susceptible de ser integrado en Democracy 3, teniendo en cuenta que deben declararse una serie de reglas sobre c¨®mo este par¨¢metro afectar¨¢ al conjunto. Y, en este sentido, el contenido nuevo se antoja bastante pobre.
A pesar de lo escaso, no cabe duda de que se trata de una serie de opciones bastante interesantes. La inclusi¨®n de la ingenier¨ªa social nos abrir¨¢ nuevas puertas a la hora de dirigirnos a los habitantes de nuestra naci¨®n. Podremos financiar campa?as televisivas para anunciar distintas iniciativas del gobierno, procurando as¨ª un mayor grado de aceptaci¨®n por parte de los votantes y una mayor efectividad para las pol¨ªticas relacionadas. ?Tenemos un problema de contaminaci¨®n? Podemos lanzar anuncios en los medios sobre lo magn¨ªfico que es ir al trabajo en bicicleta. En funci¨®n del gasto en estos avisos, las campa?as ser¨¢n m¨¢s o menos efectivas.
As¨ª, podemos incitar a que nuestros habitantes consuman menos alcohol o drogas, o a que lleven una vida sana. La mayor¨ªa de estas pol¨ªticas no se encuentran disponibles cuando llegamos al gobierno, as¨ª que tendremos que instaurarlas... Con el consecuente gasto en los presupuestos del estado. Son un buen complemento para conseguir la resoluci¨®n de los principales problemas o Situaciones que puedan surgir en nuestra naci¨®n. De nuevo, si lo hacemos bien conseguiremos que los electores nos presten su voto durante otros cuatro a?os.... o acabaremos la partida tras ser derrotados en los comicios. Bastante real, a grandes rasgos.
Positech no ataca a la verdadera ra¨ªz de problema de Democracy 3 que es, como os cont¨¢bamos en el an¨¢lisis, su nula diferencia entre las distintas potencias a gobernar... exceptuando la situaci¨®n de partida de cada una de ellas. Poco importa que controlemos Francia o Reino Unido, porque no percibiremos cambios notorios en el desarrollo de la partida. Cuando realmente es evidente que dos pol¨ªticas iguales, aplicadas en dos pa¨ªses con una situaci¨®n similar pero culturalmente distintos, pueden tener efectos bastante diferentes. Este es el sentido en el que Positech pierde gran parte de terreno frente a los amantes de la simulaci¨®n.
Lo que no se puede negar es el gran valor educativo de Democracy 3, hasta el punto de que se ofrecen licencias especiales para estudiantes. El juego de Positech se ha mostrado como una buena herramienta para comprender un poco mejor la forma en la que funcionan los gobiernos, y como todo lo relativo al Estado conforma una gran red conectada por varios puntos, de forma que los cambios pueden propagarse mucho m¨¢s all¨¢ de lo evidente. Reducir el consumo de alcohol puede aumentar la productividad, que conseguir¨¢ atraer m¨¢s empresas extranjeras y crear m¨¢s empleo... Aumentando el gasto y precio de los combustible al haber m¨¢s desplazamientos al trabajo.
No cabe duda de que los aficionados a la simulaci¨®n querr¨¢n ver, siempre que sea posible, como las opciones disponibles siguen aumentando. Y cada una de estas nuevas variables contribuye a que Democracy 3 disponga de escenarios m¨¢s completos y con m¨¢s par¨¢metros... Pero a su vez, Positech debe intentar solucionar las principales deficiencias del juego original, con lo que podr¨¢ atraer a m¨¢s usuarios que se interesen por este tipo de t¨ªtulos.
- Estrategia
- Simulaci¨®n
Democracy 3, desarrollado por Positech para PC y Mac, es un t¨ªtulo de estrategia y simulaci¨®n en el que podremos ejercer de pol¨ªticos para sacar adalente nuestro pa¨ªs y tomar decisiones en temas tan controvertidos como el desempleo, el crimen, la econom¨ªa, el cambio clim¨¢tico o el terrorismo, entre muchos otros.