Final Fantasy X HD, una renovaci¨®n musical innecesaria

Hace bastantes a?os ya ¨Cmejor no me pongo a contarlos-, recuerdo que en 1997 estaba encantado de ver en un cine los reestrenos remasterizados de la trilog¨ªa original de Star Wars ya que sus estrenos originales me pillaron en la cuna. Por supuesto estaba al tanto de las nuevas escenas, pero lo que desconoc¨ªa es algo que ya el ex-due?o del mayor imperio comercial transmedia de finales del siglo XX e inicios del XXI, George Lucas, hab¨ªa hecho al final de la ¨²ltima entrega, el Retorno del Jedi. Era un cambio a nivel sonoro en la partitura de John Williams, modificando el feliz y simp¨¢tico tema final tribal de celebraci¨®n de los Ewoks por uno m¨¢s de los 90 con un sonido m¨¢s actual que encajaba con el final extendido de la celebraci¨®n en las ciudades que ver¨ªamos en La Amenaza Fantasma a posteriori. Pero a m¨ª y al grupo de fans con el que iba, nacidos durante los estrenos originales y/o criados desde peques con esas cintas, nos pareci¨® que toda la magia del final se hab¨ªa perdido por ese cambio, a pesar de cerrarse con la misma imagen de los h¨¦roes de la Alianza. Porque la m¨²sica, la verdadera conductora de emociones en una obra audiovisual, se hab¨ªa modificado.

Una d¨¦cada y media despu¨¦s, cuando empec¨¦ el an¨¢lisis que hab¨¦is le¨ªdo esta semana de Final Fantasy X/X-2 Remaster, me encontraba encantado de recuperar un cl¨¢sico del Japan RPG que hac¨ªa demasiado que no tocaba. Ten¨ªa ganas de revivir momentos como el partido de Blitzball, los E¨®nes, decidir qu¨¦ hac¨ªa con los personajes en el Tablero de Esferas, enfrentarme a Sinh y contemplar embobado la escena m¨¢s m¨¢gica a mi humilde juicio: Yuna sobre las aguas. Pero, sobre todo, quer¨ªa retroceder 13 a?os de golpe cuando escuchase ese m¨ªtico ¡°Listen to my Story¡± junto a uno de los mejores temas que el maestro Nobuo Uematsu, genio que siempre ser¨¢ recordado, hab¨ªa compuesto. ¡®To Zanarkand¡¯ era algo m¨¢s que un bonito piano inicial; era una pieza que nos pon¨ªa en aviso del torrente de emociones que ¨ªbamos a vivir, y en la que el compositor hab¨ªa puesto sentimiento y pasi¨®n, delicadeza al tiempo que fuerza en la ejecuci¨®n, pues esas notas de piano a veces son tan suaves que vuelan, pero luego son rese?adas con ¨ªmpetu. Y cuando meto la copia del juego y empiezo, mi cabeza, que lleva 13 a?os escuchando d¨ªa s¨ª d¨ªa no ese tema junto a otros como el Eternity: Memory of Lightwaves de X-2 ¨Csuelo usarlos de despertador-, me advirti¨® que algo raro pasaba: Ese no era el To Zanarkand que yo recordaba. Era pr¨¢cticamente igual en cuanto a la partitura, pero esa ejecuci¨®n no era la original escuchada en PlayStation 2.

Contin¨²o jugando, y ya el simp¨¢tico tema funky en el que Nobuo desarrolla el habitual Prologue de la serie mientras Tidus firma balones sonaba tambi¨¦n distinto. En ese instante empiezo a percibir que el conjunto musical parece alterado, algo que la pieza Battle, que cualquiera que ha jugado a FFX aunque haya pasado una d¨¦cada debe siquiera recordar por la cantidad de veces que lo escuch¨®, me confirma con sus nuevas guitarras, grandiosidad ¨¦pica y consistente falta de esa textura MIDI que Uematsu se empe?¨® en mantener. Y digo empe?¨® porque desde FFVII, ya con los CDs como soporte de almacenamiento y la posibilidad de disponer de sonido de orquesta real sin tener que recurrir al formato MIDI, el m¨²sico japon¨¦s de videojuegos quiso seguir us¨¢ndolo en la 5? Generaci¨®n tras sus partituras para los FF de Super Nintendo porque le gustaba la particular textura que a?ad¨ªa, y que le daba el extra en personalidad propia que la saga ya pose¨ªa. Investigando por la red, me entero de que es verdad que Square Enix ha decidido reemplazar alrededor de 60 piezas de la BSO original que Nobuo Uematsu compuso junto a Masashi Hamauzu y Junya Nakano. De hecho, Hamauzu-san es el encargado de reorquestar/ejecutar/arreglar las nuevas piezas; fue el encargado incluso del preciosista Piano Collections de FFX, tocando To Zanarkand cercano a la brillantez de Uematsu . Y lo primero, lo primer¨ªsimo en que pienso es, ?por qu¨¦ demonios han tenido que tocar algo que ya era perfecto?

Se ha hablado de obtener la m¨¢xima calidad posible en la remasterizaci¨®n HD de Final Fantasy X y X-2, y es algo en lo que todos estar¨ªamos de acuerdo trat¨¢ndose de abrir el c¨®digo base y meter nuevos modelos gr¨¢ficos, tocar aqu¨ª y all¨¢, pero, ?por qu¨¦ la m¨²sica? No estamos hablando de un juego de la ¨¦poca Space Invaders del que apenas existen copias y los chips de sonido ya suenan a cascajo enlatado puls¨¢til, ni de un juego de la ¨¦poca 8-16BIT que ha envejecido mal.  ?Por qu¨¦ tocar la BSO de un final que apenas tiene una d¨¦cada? ?Para lograr el mejor sonido? Entonces habr¨ªa que haber alterado todas las piezas de una obra que abarca 4CDs, y solamente han tocado una parte. No es esa la respuesta en la que pensar¨ªamos escuchando atentamente la edici¨®n m¨¢s antigua de todas las comercializadas, aquella inicial de un disco o la completa de 4 discos. Lo que parece m¨¢s claro en la respuesta es que la intenci¨®n de este cambio ha sido para reducir la textura electr¨®nica-MIDI de las piezas arregladas, y modificar otras para que suenen mejor y m¨¢s reales, menos digitales, m¨¢s acorde con la grandeza que se le ha puesto a Final Fantasy X a nivel visual en su versi¨®n HD. Parece que la obra original se quedaba corta o no sonaba como deb¨ªa en algunos pasajes, de ah¨ª el cambio, a veces sutil, a veces evidente.

?Hace falta m¨¢s ejemplos? Comenzamos con el Tidus Theme, aligerado de la textura electr¨®nica del original para acercarlo a una pieza mucho m¨¢s ac¨²stica que suena m¨¢s real, y la verdad es que muy bonita, pero por el camino se ha quedado ese sonido de harm¨®nica digital que nos remit¨ªa directamente al estilo musical de la serie en entregas anteriores como las de PSOne.  Un tema m¨¢gico como Calm Silence Before the Storm, perfecto en su sonoridad e ideal para las im¨¢genes, con varias capas de sonido, ahora sigue manteniendo la base y el ritmo pero con menos capas, ya que se ha optado por aligerarlo y hacerlo menos denso en su sonoridad. Besaid Island, sonido de sintetizador para una pieza Chill Out ; pero si lo comparamos con su nueva versi¨®n escuchamos un viol¨ªn dentro del cuerpo, implementado para conducir al tema a un estatus superior al del original, con samplers m¨¢s orquestales y reales y menos electr¨®nica, para que refleje el momento con mayor grandeza y convierta una pieza discreta en algo m¨¢s ambicioso.

Como conclu¨ªamos en el an¨¢lisis, habr¨¢ qui¨¦n no le de importancia, qui¨¦n crea que ahora suena mejor, y quien no pueda soportar los cambios en la banda sonora de Final Fantasy X. Es algo que ha sido decisi¨®n de Square, o del estudio encargado de la remasterizaci¨®n, y hay que acatarla. La petici¨®n de un selector para elegir, al igual que se suele hacer con las voces Ingl¨¦s-Japon¨¦s en muchos Japan RPGs que nos llegan, cu¨¢l de las dos partituras queremos o¨ªr, si la nueva o la cl¨¢sica, hubiera sido el contrapunto perfecto a un enorme trabajo de remasterizaci¨®n HD. En mi caso reconozco que algunas piezas suenan no mejor ¨Crepito, el original me parece impecable y sin fisuras-, pero s¨ª muy bien, y otras suenan simplemente horrendas, despojadas de la personalidad, la pasi¨®n o la textura caracter¨ªstica que pose¨ªan. Hacer querer sonar a Final Fantasy X de la manera m¨¢s n¨ªtida, limpia y grandiosa como se merece es algo que hay que aplaudir, pues denota el inter¨¦s que ponen sus autores en ello m¨¢s all¨¢ de lavarle la cara visualmente. Pero en este caso, dado los talentos que hay en Square ¨CHamauzu y su perfecta ejecuci¨®n de To Zanarkand en Piano Collection-, deber¨ªan haberse limitado a reorquestar si quer¨ªan, pero sin tocar ni una sola nota, arpegio ni pizzicato.

Porque el modificar una BSO de un juego que est¨¢ siendo remasterizado lleva a pensar que algo sucede con el original, sobre todo si hay cambios y encima si la obra anterior es cercana en el tiempo. Y eso es verdaderamente donde a muchos nos ha dolido, igual que cuando en 1997 presenci¨¦ el cambio final en El Retorno del Jedi: En hacer que se dude de un trabajo perfecto de un genio musical que no debe tocarse. El de John Williams lo era. El de Nobuo Uematsu tambi¨¦n. Y el Kingdom Hearts original de Yoko Shimomura, remasterizado para su edici¨®n 1.5 HD, igual. Y como tales deber¨ªan haber perdurado sin un solo cambio, haber adaptado las im¨¢genes nuevas a la m¨²sica existente, que es lo que jam¨¢s debe cambiarse, porque la obra se enfrenta con este cambio sonoro a perder mucho del recuerdo y la personalidad que en su momento alcanz¨®. L¨¢stima de estos tiempos en que ni los genios ni sus obras maestras est¨¢n a salvo de querer readaptarlo todo a la siempre en constante cambio actualidad del momento.